Chapter Eighteen: Cadáver

1

Por alguna razón, cuando Katrina despertó, lo primero que hizo fue asomarse a la ventana. Por alguna razón, fijó su vista en el patio.

Ahogó una exclamación de sorpresa al ver quien estaba allí. De pie y mirándola fijamente desde ahí, con una sonrisa, ... Edith. La madre de Liver, la miraba, su ropa estaba igual que aquel día, podía ver la sangre en la zona de su abdomen donde le había disparado.

La rubia se refregó los ojos. "Es un sueño, ella no esta ahí, ella esta muerta" se repitió mentalmente. Cuando volvió a buscarla con la mirada, ya no estaba. ¿Se lo había imaginado? ¿Acaso se había vuelto un fantasma como los amigos de Oliver?

Suspiró. Al parecer el llamado del cura no había servido de nada, aun escuchaba voces o se topaba con sombras, incluso llegaba a saber que su Liver aun veía a sus "amigos". Debería acostumbrarse a ello, parecían llevar años ahí, quizás por eso no podía sacarlos así como así.

Que ironía de la vida, había fantasmas en la casa, ella estaba volviéndose loca, era Halloween y eso significaba que Oliver hoy cumplía trece años. Su niño estaba creciendo, se sentía orgullosa de haberlo visto desde los diez cuando era más bajito y adorable, para luego notar ahora al caballerito en el que se había convertido.

Caminó hasta el armario y procedió a cambiarse la ropa de dormir, para algo más normal de día. No sabia si Oliver aun dormía, por lo que se acerco a su cuarto a revisar, enterneciendose al ver a su niño abrazando a Cerbero completamente dormido.

-Bien, debo prepararle un pastel -Decidió con una sonrisa antes de bajar a la cocina para poner manos a la obra.

Se pasó un buen rato, bastante más tranquila de lo que había estado los últimos días, simplemente batiendo la mezcla, oyendo música bajo... Bueno, más bien el opening de la primer temporada de Tokyo Ghoul, joder que se había obsesionado con esa serie y chillaba como fangirl cuando veía a Kaneki usar su kagune. Aunque le angustiaba el que todavía no hubiese salido la tercer temporada, llevaba como dos años esperándola.

Perdida en sus animes y demás pensamientos, metió la mezcla al horno y se sentó a esperar, medio recostandose en la mesada. Casi podía oir a su madre regañarla por eso "Solo los muertos se suben a la mesa", bufó.

Escuchó los pasos en la escalera, mas el sonido de las patas del animal bajar con rapidez tras su amo, para luego ver a Oliver asomarse a la cocina, ella se puso de pie cubriendo el horno y el desastre que había hecho. El chiquillo bostezaba, le miraba con ojos somnolientos y su cabello estaba revuelto, se veía tan tierno.

-Buenos días -Saludó él, queriendo acercarse.

-¡No! -Ella lo detuvo en seco, para luego medio tartamudear nerviosa- Ehm... Buenos días, Liver, ¿porque no mejor vas a la sala y haces un poco de descanso más en lo que te llevo el desayuno?

Él la miró desconcertado por un segundo, casi desconfiado. ¿Que le escondía? Sin embargo, asintió y se retiro a la sala, ni idea de que día era, el sueño aun lo tenía algo atontado.

Un par de minutos después, Katrina apareció con un pastel en manos y le cantaba el "Feliz cumpleaños". Oliver la miró incrédulo un momento antes de resignarse y apagar las velitas para hacerla feliz. Luego de eso, ella lo abrazó y beso su cabello afectuosamente.

-Feliz trece años, Liver -Sonreía la muchacha.

-Gracias, Katrina -

-¿Que quieres que hagamos hoy? Después de todo, es tu día especial -Sinceramente él no recordaba haber tenido fiesta de cumpleaños, no le interesaba tenerla tampoco.

-Bueno... Mi madre hacia fiestas por halloween cada año -Respondió dudoso.

-Pss, Oliver... -Wally le susurró cerca, siendo invisible para ellos así Katrina no lo notaría.

El pelinegro miró disimulado a su alrededor, haciendole saber al otro que estaba escuchándolo.

-¿Quieres hacer una fiesta de Halloween entonces? -Pregunto la rubia, pensativa.

-¿Porque no mejor hacemos una casa del terror? Sé que te gusta cuando las personas se asustan, Oliver... -

Eso no sonaba como una mala idea. Sabía que tal vez Wally y los otros estaban aburridos por lo que asustar personas seria entretenido para ellos... y además se ahorraría los fantasmas de papel, incluso quizás podría abrir la perturbadora habitación de su madre, aunque sería arriesgado si alguien notaba que esos corazones no eran falsos sino de verdaderos humanos muertos.

Bueno... Le agradaba más que la idea de hacer una fiesta de disfraces como hacia su madre, y lo cual curiosamente le traía recuerdos de ese sueño tan raro que había tenido hace un tiempo.

-No, tengo una idea mejor -Sacó a la rusa de sus pensamientos.

Seria un divertido halloween.

2

Entonces ahí estaban, Oliver se había vestido como un maestro de ceremonias, con todo y sombrero de copa. Mientras que Katrina, de pie a su lado recibiendo con una sonrisa a las personas que deseaban entrar en la mansión, hacia cosplay de Emily de Corpse Bride.

Liver miraba de tanto en tanto a la rusa, le gustaba como le quedaba aquel disfraz, habían pedido ayuda a la hermana menor de esta, Alessia, para que la maquillara como la novia cadaverica de la película y había quedado bastante bien. La rubia menor se había jactado de usar sus dotes de maquillista, había apretados las mejillas del niño y se había ido, alegando que tenía cosas que hacer.

-Aggie... ¿Segura quieres venir aqui? -La voz de un chico lo distrajo, volteó encontrándose a un chico pelinegro que parecía algo asustado mirando las personas a su alrededor- C-creí que querias pedir dulces

Entonces sus ojos se desviaron hacia la chiquilla a su lado, cabello castaño hecho en trenzas, lentes rojos de corazón y un overol celeste, vestía igual que la chica de la película. Su mirada de hielo se encontró con la oscura y profunda de ella, apenas un instante, se le hacia extrañamente familiar.

-Estoy muy segura, Murder, esto puede ser divertido -Escuchó la voz ligeramente dulce de la niña, sin apartar la vista de los orbes azules de Oliver. Ella le sonrió y le guiñó un ojo, para luego darse la vuelta jalando al que supuso era su hermano tras ella, internandose en la mansión. 

La mirada de Oliver la siguió hasta que se perdió de vista. Luego parpadeó, mirando su reloj de muñeca. Era hora de que comenzara el show.

-Katrina, querida -Le dio una mirada como señal de que era hora de cerrar las puertas.

La chica obedientemente lo hizo, luego fue a cerrar las ventanas pero estas se cerraron de golpe por si solas. Ella tembló levemente ante eso, repitiéndose que solo seria esa noche, repitiendo que debía acostumbrarse puesto que los entes habitantes del lugar no parecían dispuestos a abandonarlo. Liver sin decir nada caminó escaleras arriba, consciente de que los diferentes pasillos se veían aterradores en medio de la oscuridad, como los que se ven en esas películas de terror sobre orfanatos u hospitales.

Habían bloqueado algunas de las habitaciones, como la de Oliver, la de Edith,  la de Katrina y la cocina, además de poner la sala como una especie de cuarto de vigilancia a lo Five nights at Freddy's, donde podrían vivir en carne propia lo que siente el guardia del juego. Solo que aqui si te hacian daño, muy probablemente, seria real, con dolor real. Pero el resto de habitaciones, tales como el despacho de su padre y la habitación de los corazones (la cual Katrina no había visto aun) habían sido modificados de forma que causasen terror en los visitantes y dejados a la vista del público.

No pasó mucho hasta que comenzaron a oírse gritos de susto, seguramente a causa de los entes residentes que comenzaban a manifestarse, cada uno con su causa de muerte a la vista, lo cual les causaba más impresión a los presentes, o al menos la mayoría, Lorcan por ejemplo no podía mostrar nada debido a que fue envenenado. Sin embargo, ellos aprovechaban que era noche de brujas y podían sentirse libres de aparecerse frente a los vivos, cosa que habitualmente no debían hacer... O al menos eso se suponía, aunque realmente solo aparecían delante de Oliver.

Los residentes vivos de la casa, se quedaron en la cocina viendo a través de otras cámaras lo que ocurría. Katrina se sobresaltaba de tanto en tanto, viendo a chicos desconocidos aparecer y desaparecer a antojo, espantando a los invitados. Liver captó por otro lado a la niña vestida de Lolita escabulléndose a la habitación donde estaban los corazones, la miraba con cierto interés al notar que no se inmutaba ante tales cosas, en cambio su hermano cuando había entrado tras ella se espantó y parecía que lloraría.

"Cobarde" Pensaron ambos niños al mismo tiempo, sin saberlo.

-Pobre chico –Murmuró Katrina a su lado, Liver la miró de reojo. ¿Sentía lastima por ese chico que desconocía?

De pronto, el chiquillo se dio cuenta de algo, volviendo a ver al par de hermanos en las cámaras. ¿Era posible soñar con alguien que existía pero no conocías? O bueno, al menos no recordaba haber visto antes a ninguno de los dos. Aggie podría ser el diminutivo de Agatha o Agnes, no estaba seguro de cuál era el nombre correcto pero al menos aquella niña tenía nombre para él ahora. Mientras que Murder... no tenía idea de que nombre podría ser.

Unos gritos provenientes de la sala le distrajeron, no sabía bien si era la emoción o el terror que sentían los que se ponían en la piel del guardia de seguridad del Freddy Fazbear's Pizza. Esbozó una sonrisa, viendo los rostros terriblemente asustados de los que corrían a la puerta para escapar, verdaderamente le divertía aquello. ¿Wally habría mostrado el hueco vacío en su pecho? ¿Luca habría arañado las paredes o enseñado su rostro?     

Quería meterse, vivir el miedo que aquellas personas sentían en carne propia pero no podía, sabía que no. Era incapaz de sentir miedo y aunque muchas veces se vanagloriaba de ello, había ocasiones como esta... en que le resultaba ciertamente frustrante.

Sintió una mano quitándole el sombrero de copa para luego acariciar las hebras oscuras de su cabello, levantó la vista encontrándose a Katrina que lo veía con una pequeña sonrisa.

-¿La estas pasando bien, pequeño? –Pregunto con voz suave, afectuosa.

Él asintió, sentándose junto a ella y tomando su mano libre, mirando la misma sin expresión, le dejó una suave caricia en la palma antes de entrelazar sus dedos.

-Está lloviendo –Ambos miraron por la ventana la noche oscura y las nubes grises que comenzaban a dejar caer la llovizna como si de pequeños diamantes se tratara, de hecho así lo veían ellos.

Oliver fue consciente de un hecho importante en ese momento. Él no podría reemplazar a Katrina, aunque ella tuviera que morir o él decidiera que tenía que hacerlo, porque ella era su reina, era la única a la que le permitía acercarse tanto al punto de que estuvieran como en aquel momento, él apoyando la cabeza sobre su hombro y manos entrelazadas. Aunque quisiera, había un algo que no le permitiría cambiarla como si nada, no sabía el que y le molestaba pero por el momento se conformaba con la conclusión que había sacado.

¿Era posible que considerara a Katrina más importante de lo que había sido su madre? ¿O solo era alguien más jugando con su mente?

3

A la mañana siguiente, su día fue de lo más normal, desayunaron tranquilamente, decidiendo sin palabras que ninguno de los dos tenía ganas de reacomodar el interior de la casa por el momento. Ninguno se dio cuenta de que el oso de Edith había desaparecido en brazos de una encantadora ninfula la noche anterior.

Oliver decidió salir al patio un rato, con Cerbero siguiéndole detrás. Ese animal a veces andaba desaparecido y él no tenía idea de que hacia, pero no le importaba mientras siempre regresara con su dueño.

En cuanto abrió la puerta trasera de la cocina, el perro, ya algo crecido, salió corriendo al jardín ladrando como desaforado hasta detenerse junto a un arbusto. Él miró extrañado al animal y se acercó a ver porque hacia tanto escándalo, entre intrigado y fastidiado, quizás era solo un tonto gato o una ardilla.. o algo de eso.

En cuanto se detuvo frente al arbusto, debió de haber notado ese ligero caminito de gotitas carmesí sobre el cesped, Cerbero seguia ladrando causándole dolor de cabeza, se asomó tras el arbusto desconcertandose ante lo que veía.

Una chica desnuda aunque amarrada con cuerdas rojas que cruzaban por su cuerpo, grandes moretones y heridas cubrían la piel de la joven, y uno de sus ojos colgaba hacia afuera.

Un cadáver había sido arrastrado hasta allí por alguien, por una razón que desconocía, ni si quiera conocía a la muchacha. Él no había sido ¿entonces quien demonios había hecho eso?

-Maldita sea... -Gruñó entre dientes, viendo fijamente a la difunta.

Alguien intentaba joderlo a él.

******************
Hello! Aqui va un cap más de esta historia que adoro. ¿Que opinan?
¿Oliver tal vez si quiere un poquito a Katrina? ¿Katrina definitivamente esta perdiendo la cordura? ¿Quien dejó ese cadáver allí? Acabo de darme cuenta que hasta ahora Cerbero es el animal que más le ha durado a Oliver.

Espero que les guste^^ voten y/o comenten por favor. Adoro sus comentarios 😂❤

IvetteBellerosse🌹

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