Bethan Marriott, llegó a Corea junto a su madre a la edad de catorce años. El padre de Bethan vivía en Francia, había formado una nueva familia luego de separarse de su madre cuando ella era aún una bebé, sólo lo conocía por fotos. El hombre nunca se preocupó por ella y realmente no le hizo falta, su madre dio todo por su hija.

A su madre, Bethany, le ofrecieron una oferta de trabajo en la capital de dicho país, por lo que no dudó en dejar todo en Carolina del Norte, Estados Unidos, para comenzar una nueva vida en un país muy lejano. Convenció a su hija de que sería buena idea un cambio como ese.

A Bethan le costó adaptarse a ese país, con un idioma muy diferente y costumbres muy distintas al suyo, pero con el tiempo se fue sintiendo más cómoda. La pelinegra era una chica muy risueña y amable, le gustaba bailar por lo que dividía su tiempo entre el colegio y asistir a una Academia de danza.

Todo marchó bien durante un tiempo pero cuando ella cumplió dieciocho años recibió una terrible noticia, su madre fue diagnosticada con cáncer por lo que no podía seguir trabajando. Bethan tuvo que pausar sus planes de ir a la universidad para cuidar de su madre, consiguió un empleo de mesera pero eso no cubría todos los gastos que Bethany requería.

Un día regresando de trabajar, escuchó a dos chicas hablar de un bar en el necesitaban a una bailarina, ella sabía cuál bar era y no dudó en presentarse a pedir el trabajo. Dudó un poco cuando supo que tenía que usar ropa muy pequeña y bailar en un tubo, pero la paga era buena y ella estaba dispuesta a hacer lo que fuera por su madre. Así que aceptó.

No trabajaba todos los días sólo tres veces por semana pero el dinero que ganaba, más las propinas, eran suficientes para pagar los tratamientos de Bethany, además de que podía cuidar de ella y no dejarla sola tanto tiempo.

Obviamente la mujer no estaba enterada el tipo de trabajo que hacía su hija.

Bethany empeoró muy rápido, luego de cinco meses en una lucha no pudo más y falleció dejando a la pobre Bethan sola y destrozada. Su madre le hizo prometer antes de morir, que siguiera con su vida el día en que ya no estuviera, que estudiara, fuera una profesional y encontrara la felicidad.

Ella estaba dispuesta a cumplir con los deseos de su madre y ser fuerte.

Bethan no abandonó su trabajo, quizás su madre no estuviese feliz por esto, pero realmente le gustaba ese lugar por lo que tiempo después decidió aplicar para la universidad y logró entrar.

Sus compañeros de universidad no sabían de su vida nocturna, la única que sabía era su amiga, Sunmi, y porque trabajaban juntas. Ella la consideraba muy buena amiga, esta chica la ayudó mucho en sus comienzos en el bar cuando algún hombre se quería pasar de listo. La protegía en ese mundo oscuro del cual estaba rodeada.

La pelinegra soñaba con enamorarse, soñaba con encontrar a la persona indicada, pero ella estaba concentrada en sus estudios y además pensaba que ningún hombre la tomaría en serio por su vida de stripper.

Hasta que tres años después conoció a Namjoon.

Un hombre muy diferente a los demás, él demostró que veía en ella mucho más allá de su trabajo o de su cuerpo; que era lo que los hombres siempre buscaban en ella.

Bethan no pudo evitar caer enamorada de aquél hombre de traje que la salvó de una violación y que mató al tipo frente a ella. Sonará un poco retorcido, pero en el primer momento en que lo vió supo que él era el indicado. Al fin y al cabo luego de que salió de la burbuja directo a la realidad, aquél mundo oscuro del que también formaba parte Namjoon, era todo lo que conocía.

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Espero les haya gustado, gracias por leer💜