cinco | sobrevivir, sin empatizar
OO5
Nos dieron las instrucciones de elegir una figura. Había un triángulo, un círculo, una estrella y un paraguas. No tenía ni la mínima idea de que íbamos a jugar, yo ni siquiera sabía nada de los juegos que jugaban los señores como Sang Woo o Gi hun cuando eran niños.
Pero bueno, estaba por irme por la estrella, pero no pude porque Sang Woo me jaló del brazo y me llevó a un lugar aparte.
—¿Qué vas a elegir? —me pregunta antes de poder cuestionarle el por qué me apartó de los demás.
—La estrella ¿por?
—Elige el triángulo.
—¿Por qué?
—haz lo que te digo. —se veía tenso. —Por favor... —suspiró. —Solo sígueme.
empezó a caminar y yo lo seguí. —¿Sabes que vamos a jugar?
—Creo que tengo una idea, pero no estoy seguro aún.
« El segundo juego se llama "panal", la forma que eligieron es la forma que deben desprender.
El tiempo límite son diez minutos, pasarán esta ronda si desprenden la figura sin romperla en ese tiempo.
Que comience el juego »
El cronómetro de diez minutos se activó, los guardias inmediatamente empezaron a vigilarnos a todos. Era curioso solo ver a guardias con máscara cuadrada, el policía que se infiltró tenía una de círculo, así que seguramente tenían rangos y puestos diferentes, por eso la diferente forma.
Me acerqué a Sang Woo, que estaba mirando a Gi hun.
—¿Sabías que se trataba de esto? —le pregunté y él asintió. —¿por qué no se lo dijiste a Gi hun? Y el pobre anciano eligió la estrella. Al menos la de Ali no es tan complicada.
—Eun-ji, por favor deja de pensar tanto y concéntrate... tenemos diez minutos y nuestra figura es la más fácil... solo, no te pongas nerviosa ni te sientas presionada.
—Bueno.
En serio esto es muy tedioso. Juro que siento unas agujas picándome toda la espina dorsal, mis manos tiemblan y sudo un océano salado. Pero ahí estaba, tratando de desprender la figura de la galleta. Sang Woo estaba a mi lado, estaba igual de concentrado.
El ruido del disparo me aterró, un hombre cayó por la resbaladilla, con un tiro entre los ojos y dejando un chorro de sangre, qué sutileza Dios mío. Una mujer se asustó también, igual que yo, solo que yo no me moví, en cambio ella, tan grande fue la sorpresa, que rompió su galleta. Se puso a suplicarle al guardia que le diera una chance más, pobre mujer, en serio parece que nunca aprendió que aquí las súplicas no sirven de nada.
Y así fue por al menos un minuto entero, todos se pusieron de nervios y a algunos les ganó la ansiedad de sus manos temblando y rompieron sus galletas. Estos eran nuestros juegos, pero no solo nosotros los jugábamos, sino también los guardias, pero ellos a diferencia de nosotros, lo disfrutaban. Digo que también juegan, porque parece que les divierte y les da satisfacción cuando alguien falla, sus tiros son tan precisos, que sé muy bien que a ellos les encanta hacerlo. Entonces, ese es el juego de los guardias rosados.
Entonces así funcionaba esto, alguien moría y los más débiles y distraídos se asustaban por el disparo y ellos eran los siguientes en morir.
—No mires. —me dijo sang woo, trayéndome de vuelta a la realidad. —No te distraigas. Queda la mitad del tiempo.
Los disparan seguían, pero ahora no era eso lo que me mantenía distraída. Sino que un guardia con la máscara del cuadrado le estaba diciendo algo al de la máscara de círculo, por su postura insegura, a comparación de los demás, supe que era el policía que se infiltró. Parecían discutir, solo deseaba saber que no lo descubrieron, él podría ser nuestra única salvación.
—Eun-ji. —susurró sang woo. —¿Ya casi terminas?
—No... —mi voz sonaba temblorosa, miré la galleta de sang woo y él ya la había desprendido. —Tú ya... terminaste.
—tranquila, te falta muy poco. Apúrate para que salgamos de aquí.
Miré a mis costados. Gi hun, hasta acá podía sentir su desesperación, no había avanzado casi nada, su figura fue la más difícil. Y morí de lástima al ver al pobre anciano poniendo su mayor empeño en desprender su estrella. Solo quedaba desearles lo mejor, ahora me tenía que concentrar en mí. Suspiré y seguí con lo poco que me quedaba.
Y después de un ratito, lo logré, mi alma chilló de alivio, aunque sea un día más, pero sobreviví.
Sang Woo le habló a los guardias y estos nos dieron la indicación de salir del cuarto.
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Cuando íbamos bajando, se escucharon varios disparos arriba, yo salté del susto, involuntariamente apreté un brazo de Sang Woo.
—¿Te asustas muy fácil verdad? —me pregunta.
—Son balazos. —le respondí obvia. —Claro que me dan miedo.
—Pues es algo que vamos a escuchar estos días, así que deberías acostumbrarte.
—¿Crees que Gi hun y el 001 salgan?
él suspiró. —Esperemos que sí.
—¿Por qué no le dijiste también a los demás que eligieran el triángulo?
—Es que aún no estaba segura. De cualquier manera, iba a arriesgar el equipo.
—Bueno, tienes razón.
Finalmente llegamos a las camas y no sentamos en las escaleras que iba hacia mi litera.
—Creo que no debí regresar. —murmuré.
—Pero ya estás aquí, deja de lamentarte y preocuparte tanto por los demás y mejor concéntrate en ti, en sobrevivir.
—¿Por qué lo dices así... tan frío?
—Eun-ji lo siento, pero no hay una manera positiva ni bonita de ver a este lugar.
—Pero también siento lástima por los demás, soy humana Sang Woo y siento. La chica 067 está sola y todo el grupo de matones la anda acechando como si fuera un cachorro, el 001 no puede ni sostenerse y está aquí metido. Y Gi hun, Ali-
—Pon los pies sobre la tierra. —puso sus manos al rededor de mis hombros y los apretó fuerte. —Yo también lo siento porque Gi hun es mi amigo, porque ayudé a Ali, pero todos esos sentimientos de lástima se voltean en tu contra y te debilitan. Eun-ji no solo tienes que tener fuerza física, sino mental, hay que ser realistas y pensar que podemos morir en cualquier momento. Por eso, por favor, te ruego que te concentres.
Eso que me dijo Sang Woo, la manera tan profunda de sus palabras, me hizo darme un golpe de realidad y darle la razón. Es cierto, todos estamos sobreviviendo y hay que concentrarnos en nosotros mismos, no en alguien que acabamos de conocer hace un día.
—¡Ahí están! —todas mis angustias se fueron al ver al 001 y a Gi hun. —Vamos.
Sang Woo igual sonrió, vaya, hasta que lo hace, y al parecer de una manera sincera. Los dos fuimos hacia donde Gi hun.
—Está vivo. —ali le sonreía a gi hun. —Estaba preocupado.
—¿Pensaste que moriría tan fácil? —le respondió gi hun con un toque de gracia. —Soy de Ssangmun-dong, niño.
—¿Señor usted se encuentra bien? —Le pregunté al anciano.
—Sí sí hija, lo logré. —se veía feliz. —Y gracias a este hombre. —Palmeó el hombro de Gi hun.
Estuvimos platicando un ratito más, hasta que anunciaron de nuevo el premio. Éramos 187 jugadores los que entramos al último juego, y 79 fueron eliminados. El premio aumentaba más por la cifra vidas cobradas, ahora era de 7,900 millones de wones.
De nuevo estaba por desatarse otro pleito, porque el grupo que lideraba el desgraciado del 101 se había formado de nuevo para recibir más comida, dejando así a 5 personas sin comer.
—¿Qué me ven imbeciles? —reprochó este al ver que tenía todas las miradas encima. —¿Nunca han visto a una persona comer o que?
—¿Quienes se creen? —el 271 se acercó a ellos, fue uno de los que se quedó sin comida. —¿Por qué se robaron mi comida?
Lo que pasó después, preferí no verlo, el 101 se le fue encima a golpes al pobre hombre, que reaccionó naturalmente al quedarse sin comer después de casi perder la vida, estaba agotado, hambriento, frustrado.
Era muy sensible para ver estas cosas, me aterraba ver sangre, pero ya me estaba acostumbrado. Al menos las muertes eran rápidas y no dolían ( supongo ) pero que te muelan el cuerpo a golpes, seguro si duele y mucho, una muerte lenta y dolorosa.
Giré mi cara y cerré los ojos, Sang Woo se dio cuenta de esto, porque estaba al lado suyo, entonces puso su mano sobre mi rostro, evitándome ver el aterrador escenario.
—No mires. —me susurró.
Me estuve refugiando detrás de su cuerpo, en serio que él me daba esa protección que ni siquiera él sabía. Pero de nuevo miré al frente, cuando vi que él se acercó al hombre que estaba tirado en el piso.
—está muerto. —dijo lo suficientemente alto para que todos escucháramos, después haber puesto dos de sus dedos en la yugular del hombre.
—¡Oigan! —gi hun gritó aterrado. —¡Él está muerto!
Se levantó a discutir con los guardias, sinceramente la peor decisión que podría tomar, porque con la mínima falta de respeto, estos locos te quieren sacar los sesos.
La clásica, la cifra del premio aumentó, se llevaron el cuerpo del tipo en un ataúd perfectamente decorada con un moño rosa, y todo volvió a la normalidad.
—Sang Woo. —Le dije y él volteó a verme. —¿Me puedo quedar esta noche cerca de ustedes?
—No hay una cama vacía cerca, podemos cambiar si quieres. —me dijo. —tú estarás cerca de ellos tres, yo estaré bien, y por cualquier cosa que pase, vendré con ustedes de vuelta y a ver cómo nos organizamos para dormir.
—Puedo quedarme en la escalera, solo quiero estar cerca.
—No Eun-ji, tienes que descansar para el juego de mañana.
—y tú también.
él suspiró y empezó a hablar para que todos escucháramos. —Está noche es peligroso dormir, no sabemos lo que pueda pasar.
Él estaba hablando, pero dejé de prestarle atención, para mirar al grupo de malvados que nos miraban y se reían con maldad, sobre todo el 101, me escaneó el cuerpo completo y me lanzó un beso. Maldito asco sentí. Luego miró de igual manera a la 067.
No la conocía, y Sang Woo me dijo que le es buena idea empatizar con tanta gente, pero no podía estar tranquila al verla sola, cuando este maldito la veía como una presa débil y fácil. Así que me acerqué a ella.
—Oye.
—¿Qué? —me respondió seria.
—Sé que tú y ese tipo con el tatuaje de serpiente están en malos términos.
—¿Y qué?
—la noche será peligrosa, y él no deja de mirarte.
—No me importa.
—Mira, deja de hacerte la fuerte ¿sí? Por dentro estás llorando de miedo, y lo sé porque yo me siento igual, pero al menos tengo un equipo en el que me siento protegida.
Ella al fin me miró, pero luego agachó su mirada. Ahora se veía intimidada y ni yo se por qué, su mirada era débil, sus ojos pesados.
—Si pasa algo esta noche, nos reuniremos junto a la cama del 456... piénsalo.
—no confío en ninguna persona. Si están en este lugar es porque no pueden confiar.
—¿En serio? Tienes miedo y por eso no puedes confiar. Y te entiendo, también yo estoy asustada, pero esas personas son las únicas en las que yo puedo confiar... y te entiendo, soy mujer igual que tú, casi nadie nos acepta en sus equipos, pero tú no puedes seguir así tanto tiempo, tú sola no sobrevivirás.
Ya no respondió y yo volví con mi equipo.
—Bueno. —le dije a sang woo. —voy a mi litera antes que apaguen las luces, si escucho cualquier ruido extraño, bajo con ustedes.
—¿Y cómo nos vas a encontrar si con la luz apagada no se ve absolutamente nada?
—Tienes razón... bueno entonces-
—Quédate aquí. Quédate conmigo y nos turnaremos para dormir un rato.
—¿Con-con-contigo?
—sí, conmigo. —respondió con firmeza, nada a comparación mía, toda tartamuda. —No es algo nuevo ¿o sí?
—Bueno, al menos esta vez no me dejarás sola ¿verdad?
él se rio un poquito, apenas y lo pude notar. —Lo prometo.
Nos metimos en su cama, él se acostó, pero yo me quedé sentada a su lado hasta que se apagaron las luces.
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