07; SOMOS DRAGONES

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SOMOS DRAGONES

Daemon reconocía que se había alejado demasiado de su familia en los últimos años, sobre todo en esos momentos que podía notar lo mucho que las cosas habían cambiado. ¿Desde cuándo Alicent y Rhaenyra recuperaron su amistad? ¿Por qué vio a su difunta madre...no...por qué se vio a sí mismo en el rostro de su sobrina? ¿Su sobrina tenía sueños de dragón? Él nunca creyó en los sueños de dragón, pero después de verlo con sus propios ojos no pudo evitar dudar. ¿De eso hablaba Laena cuando decía que su sobrina era especial? ¿Ella lo sabía? ¿Por qué no le dijo nada? ¿Por qué nadie le dijo? Ni siquiera recordaba cuántos años tenía la niña hasta que la vio y estaba seguro que si contaba los años darían con las fechas en las que estuvo en King's Landing, cuando...oh.

Daenerys no podía ser su hija...¿Cierto?

Miró a su sobrina que sostenía su cabeza con sus manos mientras Alicent intentaba hacer que se tomara el té calmante que le llevó el maester. Que Daenerys fuese su hija no era una idea muy descabellada, él se involucró con su sobrina, estuvieron juntos y ni siquiera un año después nació la primera hija de su preciada sobrina. Era mucha coincidencia.

—Ahora lo entiendo—Rhaenys rompió el silencio—, siempre se me hizo raro que la enviaras a reclamar un dragón cuando era tan pequeña.

—Fue para calmar sus pesadillas—Viserys asintió sin dejar de ver a su hermano.

—¿Quién más lo sabe?—preguntó Daemon mirando con desconfianza a la Reina.

—Solo nosotros—le contestó su hermano.

—¿Por qué no se nos informó de esto?—Lord Corlys lucía ofendido de que no le informaran algo tan importante.

—No queríamos que nadie más que nosotros supiera—Rhaenyra fue la que habló, por fin bebiendo el té—, fue decisión de Daenerys contarle a Alicent.

La llama de forma familiar, igual que antes. Daemon levantó una ceja.

—Daenerys no es la única—Alicent miró a los señores de Driftmark—, Helaena también tiene sueños de dragón.

Otra vez hubo un silencio tenso, silencio que sir Erryk rompió llamando a la puerta.

—Disculpen la interrupción—el hombre reverencio—, pero no podemos encontrar a los príncipes.

—¿Qué?—Alicent se levantó alarmada.

—Solo encontramos a los príncipes Aegon y Helaena, Majestad—un rugido de dragón se escuchó.

—Es Vhagar—Daemon anunció reconociendo el rugido.

Sin esperar mucho el hermano del Rey se apresuró a salir de la habitación con Alicent, Rhaenys y Corlys pisándole los talones. Rhaenyra y su padre se quedaron solos en la habitación, pero ninguno dijo nada. Ella estaba aterrada, si su hija había soñado con su padre y había reaccionado de esa forma solo significaba algo, Laenor estaba en peligro. Cuando Alicent regresó arrastrando a Aemond por la oreja para que recibiera un regaño de su padre se enteraron que los niños se habían escapado para que Rhaena reclamara a Vhagar.

No fue hasta el día siguiente que Daemon pudo hablar con su sobrina. Rhaenyra lo esperaba en uno de los balcones de High Tide y él se encontró recordando la noche que compartieron todos esos años atrás, si tan solo hubiese luchado más quizás ahora no estarían en esa situación donde ella lucía aterrada de hablar con él. Cuando despertó quiso verla en su habitación porque necesitaba ver a Daenerys otra vez, pero ella le negó el paso con la excusa de que su hija aún estaba dormida y lo citó en el balcón, él no pudo negarse.

—¿Es mi hija?—preguntó sin soportar el silencio de Rhaenyra.

—Es hija de Laenor—respondió ella.

—Es mi hija—ahora afirmó él—, quiero conocerla.

—Laenor es su padre, Daemon—Rhaenyra lo miró—. Él fue quien detuvo sus pesadillas, le cantaba para dormir, le enseñó a volar y sembró el deseo de navegar más allá del Mar Estrecho en ella—apartó la mirada de su tío sintiendo un nudo en la garganta—. No puedo hacerle esto.

—Si hubiese sabido que era mi hija...

—¿Qué?—lo interrumpió—¿Te hubieras quedado?—lo volvió a mirar—¿Le hubieras dicho a todos lo que hicimos?

—Hubiese peleado más—agarró el brazo de su sobrina—, es mi hija, Rhaenyra.

—Ella no lo aceptará—miró hacia el mar—, pero te necesito—confesó—. Aún si tengo buena relación con mis hermanos hay quienes dudan de mí, te necesito a mi lado, tío.

—No podríamos casarnos hasta que Laenor esté muerto—le recordó él.

—Lo sé—hizo una pausa—, pero no puedo hacerle eso a mis hijos.

Ninguno dijo nada más después de eso y Daemon no siguió intentando presionar para que le dejará conocer a su hija.

Mientras ellos hablaban, en la habitación de Laenor, Daenerys por fin despertaba de su larga siesta. Se removió en la cama y abrió los ojos encontrándose con el rostro de Jacaerys, su hermano estaba dormido y detrás de él estaba Lucerys igual de dormido acurrucado contra su padre, también dormido. Con cuidado de no despertarlos se bajó de la cama poniendo su almohada como barrera para que su hermano no se fuera a caer. Buscó a su madre con la mirada, pero la habitación estaba vacía. En silencio registró el cofre con ropa de su padre y sacó una de sus capas, la tela arrastraba en el piso, pero no le importó. Salió de la habitación encontrándose con sir Erryk y un guardia de los Velaryon cuidando la puerta.

—Princesa—los dos saludaron.

—¿Dónde está mi madre?—preguntó cubriéndose bien con la capa.

—Está con el príncipe Daemon, princesa—le avisó sir Erryk—¿Quiere que vaya por ella?

—No, lléveme con ella—pidió.

El guardia la miró con duda, pero accedió a llevarla. A medida que caminaban Daenerys sintió los nervios comenzando a crecer en su interior, pero los empujó al fondo de su mente, estaba a punto de enfrentarse a Daemon Targaryen. Su padre. Por los dioses, siempre olvidaba que el hombre era su padre.

—Estamos aquí, princesa—sir Erryk le avisó.

—Gracias, sir Erryk—le agradeció con una sonrisa forzada.

Cuando salió al balcón la brisa fría chocó con su rostro, pero no le causó frío, estaba acostumbrada a la brisa marina de Driftmark. La capa de su padre se agitó a sus espaldas con la brisa y el movimiento pareció captar la atención de Daemon porque se giró para mirarla, sus ojos brillando con algo que ella no podía leer. Sin apartar la mirada de su padre se acercó a su madre.

—Dany, cariño—Rhaenyra enseguida comenzó a tratar de cubrirla más con la capa—. ¿Qué haces aquí?—pasó una mano por su cabello desarreglado.

—Todos estaban dormidos y tú no estabas—llevó su mirada a su madre—¿Qué estás haciendo?

—Solo hablaba con mi tío—Rhaenyra se enderezó mirando al hombre—. Tío, está es mi hija, Daenerys—giró a su hija para que viera al peliblanco—. Dany, este es tu tío...

—Daemon Targaryen—la interrumpió viendo como el hombre se agachaba frente a ella—, el hermano del abuelo Viserys.

—Escuché mucho sobre ti—comenzó él—, eres más hermosa de lo que decía tu tía Laena.

—El abuelo dice que me parezco a su madre—pasos acercándose se escucharon—, debe ser por eso que lo piensas.

Laenor salió al balcón y se congeló en su lugar viendo la imagen frente a él, Daenerys y Daemon hablando. Su peor pesadilla.

—Ciertamente te pareces un poco a mi madre—aceptó él sonriendo.

—Sé quién eres realmente—declaró ella—, pero nunca te llamaré mi padre—Daemon se tensó—, mi padre es Laenor Velaryon.

—Daenerys—Rhaenyra la agarró por los hombros alejandola de Daemon.

—Si piensas si quiera en lastimar a mi padre acabaré contigo—gruñó ella sin importarle el regaño que recibiría después—, Grey Ghost no come personas, pero si le encanta encender cosas.

Su padre se movió entonces, sus brazos la rodearon y sus pies dejaron de tocar el suelo.

—¡No dejaré que lo hagas!—gritó ella mientras era alejada, la rabia consumiendola como el fuego hizo el día que llegó a esa vida—¡Quemaría los siete reinos antes de dejar que lo hagas!

Daemon se quedó congelado en su lugar, las palabras de su hija haciendo eco en su mente. Rhaenyra intentó disculparse en nombre de su hija, pero él no la escuchaba, solo escuchaba esa dulce voz amenazandolo de muerte. Lo amenazó con fuego y sangre si pensaba en lastimar a su padre. En el fondo no encontró motivo por el cual enojarse, Rhaenyra tenía razón. Laenor había criado a Daenerys, era su padre en toda la palabra y las amenazas de la niña solo sirvieron para recordarle que había perdido su oportunidad. Pero no quitaba que le dolía el rechazo de su hija.

—¡No me gusta!—gritó Daenerys tratando de liberarse del agarré de su padre—¡No lo quiero!

Lágrimas de frustración se formaron en sus ojos, quería regresar y seguir dejándole las cosas claras a ese asesina padres, quería ir con su madre y gritarle por querer aliarse con ese...

—¿Qué fue eso, jovencita?—Su padre por fin la dejó en el suelo. —Que recuerde no te criamos para que amenazaras a la gente de esa forma.

En el fondo Laenor se sentía orgulloso de su niña.

—¡No quiero que esté cerca!—gritó ella olvidando que sus hermanos estaban dormidos—¡No me gusta!

—Daenerys—su madre ingresó a la habitación con el entrecejo fruncido—, vas a cambiarte y te disculparás con Daemon.

—No—se negó—, no lo haré.

—¿Mamá?—Jacaerys llamó desde la cama, aún medio dormido.

—Lo harás—insistió Rhaenyra—, ese no es el comportamiento que te enseñamos.

—¡Estaban planeando lastimar a papá!—Laenor se metió en medio de ellas cuando sintió el fuego estallar dentro de su hija.

—¿Qué?—miró a su hija y luego a su esposa.

—No estábamos haciendo tal cosa—Rhaenyra miró a su hija con confusión antes de entender su comportamiento—¿Eso fue lo que viste?

—Te vi...con él.

—Oh, cielo—Rhaenyra se agachó y agarró las mejillas de su hija—, nunca le haría daño a tu padre.

Laenor se agachó junto a ellas y besó la cabeza de su hija cerrando los ojos. Siempre le había sentado mal que su hija tuviera que ver esas cosas, pero escuchar que había visto su muerte siendo planeada por su propia madre era la peor de las pesadillas.

—¿Mamá?—Jacaerys volvió a llamar, ahora de pie cerca de ellos—¿Qué está pasando?

—Nada, cariño—ella le sonrió a su hijo.

Daenerys no volvió a ver a Daemon hasta que decidió ir a volar para aclarar su mente, aún estaba llena de ira contenida y necesitaba sacarla de su sistema antes de la cena familiar que habían organizado sus abuelos. Grey Ghost fue quien le alertó de la presencia de su tío-padre, el hombre estaba de pie unos cuantos pasos alejados de ellos, a una distancia segura donde el dragón no fuese a considerarlo una amenaza. Ella lo miró con fuego ardiendo en sus ojos, estaba molesta y él se vio en esos ojos que lo miraban con ganas de soltar un golpe.

—¿Podemos hablar?—preguntó sin apartar la mirada de su hija.

—No quiero hablar contigo—el dragón gruñó moviéndose inquieto.

—Solo será por un momento, vengo en paz—levantó las manos.

Grey Ghost bajó la cabeza para mirarla y gruñó, estaba claro que podía sentir el descontento de su jinete hacia el hombre.

Espera aquí, regresaré pronto.

Así fue que se encontraron otra vez frente a frente, tío y sobrina, padre e hija, dos dragones.

—Sé que no me vas a considerar como un padre, no me conoces—comenzó él—, pero debes saber que eres mi hija y como tal haría lo que fuera por ti.

—No necesito que hagas nada por mí—declaró ella.

Somos familia, somos dragones—se inclinó para estar a la misma altura que ella—. Y eres mi hija, lucharé por ti aunque no lo quieras.

¿Te vas a quedar?

—Me quedaré aún si quieres que me vaya—le respondió con una media sonrisa—. Dices que quemarías los siete reinos por tu padre—ella asintió—, yo quemaría los siete reinos y todo lo que hay más allá del Mar Estrecho por ti.

Ese día Grey Ghost y Caraxes volaron sobre Driftmark sellando las promesas que se hicieron. Daenerys aún no confiaba del todo en Daemon, pero se permitiría bajar un poco sus muros con él. Lo necesitaba para detener la guerra que se avecinaba.

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NOTA:

Dos cosas importantes van a pasar ahora, Rhaenyra y su familia (con Daemon y sus hijas incluidos) se irán a vivir en Dragonstone, y Daenerys por fin podrá navegar el Mar Estrecho con su abuelo Corlys. Desde ya aviso que habrá un salto de tiempo de dos años en el siguiente capitulo, tiempo que durará el viaje de Dany con su abuelo. De igual forma, les aviso que los diez años que no se cuentan entre el funeral de Laena y el reclamo de Driftmark serán narrados aquí para alargar un poco la historia.

¿Qué les pareció el encuentro de Daemon y Dany? Esos dos van a chocar más de una vez por el temperamento que se cargan.

En mi cuenta de tiktok (neotyong95) subí un video inspirado por el comentario de WendyMazzelloHardy en el capitulo anterior.

Espero les haya gustado, gracias por leer, lu.

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