Capítulo 13
Diario de Tadeo Dávila
2 Días Antes del Suceso
Me siento terrible apuñalando a mi amor con mi propia lanza, algo que con tanto esmero sembré, ahora arranco el fruto de nuestra relación desde la raíz... pero es mejor de este modo, no hay manera que esos individuos estén aquí solo por el hecho de vernos felices, sé que hay algo detrás de esas miradas falsas.
No soporto la condición en la que terminé con Gamma... ¿Qué estoy diciendo? Ni siquiera éramos novios, nunca hubo un encuentro fortificado para llegar a ese punto de la relación, apenas nos dimos un primer beso hace poco y fue el de nuestra despedida.
Es incomprensible como ella logra estar en mi cabeza todo el tiempo, no puedo despejar la mente. Siempre en las películas y libros me parecía ridículo y embustero esos personajes que al ver cualquier cosa en la calle o en su vida diaria les recordaba a su persona ideal... ahora soy yo quien me siento un idiota cuando cualquier estupidez me recuerda a Gamma, creo de verdad por primera vez estoy enamorado.
Me siento como un virgen inexperto, un patético clandestino en el ámbito del amor, he tenido novias, pero a la par de mis sentimientos jamás había deseado tanto a una mujer. Nunca me había interesado el bienestar de una chica por encima del mío, tengo la necesidad de protegerla, mimarla y consentirla así me falte de comer.
Antes me preguntaba: ¿Qué es el amor? Ahora lo entiendo, amar es encontrarle un sentido a todas esas canciones románticas que antes te preguntabas ¿Por qué las escriben de esa manera?
Ahora tengo un propósito, uno en pro de una persona, mi deber es acabar con todo lo que nos reprime a estar juntos, la próxima vez que vea al gato... me atrevo a decir que no sobrevivirá.
A partir del momento que declaré mi separación con Gamma sé que no tardará mucho en aparecer en mi camino, ahora llevo conmigo a todos lados esa arma de juguete de balines, pero con un extra detonante. Conseguí comprar en Internet unos balines mortales, una especie de pequeñas esferas de acero que sin duda funcionan casi con la misma efectividad que una bala real.
Comienzo mi día como normalmente sucede, la monótona rutina se hace presente nuevamente, ya estaba acostumbrado a enviarle un mensaje de buenos días a Gamma... el hábito es una fuerza temiblemente fuerte y por poco lo hago, minutos después recibo un mensaje de ella, el texto decía: «Buenos días». No le contesto.
Espero que mis días encontrando al gato transcurran rápidamente, no podré aguantar la significante y desgarradora vida rechazando todos los días a la mujer que amo. Es mi semana de exámenes en la universidad, planeo estudiar con mucho esfuerzo, entrenar el doble en el gimnasio para acumular actividades y transcurra todo con más velocidad.
Más pronto que tarde la oscuridad en forma de bestia se presentaba en mi hogar, escucho entre las sombras un maullido, seguido de una puerta rasgándose. Salgo de mi habitación con el revólver de juguete oculto debajo de mi franela, espero que no sospeche de mí, normalmente no uso franelas estando en mi apartamento.
El cuadrúpedo animal negro se encontraba parado en dos patas en medio de la sala del apartamento, sus ojos destellaban un brillo enojado, su desinterés en conversar se percataba, estaba enojado.
-¿Cómo osas romper tu relación con la señorita Nava?- grita la bestia mezclando su voz con un chillido doloroso para los oídos.
No tengo intenciones de responder e iniciar una conversación convencedora con mi enemigo. No lo pienso dos veces, mi mano abanica hacia mi espalda sacando el revólver, en cuestión de segundos la mira en mis ojos se posa sobre la presa adversaria, el dedo aprieta el gatillo sin preámbulos y el proyectil vuela libre atravesando el viento.
El felino oponente es rápido y audaz, puede moverse con velocidad, pero no es un rival digno para una bala con la potencia del disparo enfurecido. El impacto es crucial y certero, no pude darle en la cabeza como un experto francotirador pero la sangre del animal brota por un costado, un agujero en sus costillas donde emana un liquido que no pensé que fuera a perturbarme tanto... su color es verde, un verde fluorescente y brillante en la oscuridad, como esas pinturas luminosas que usan en los grafitis en las calles.
La bestia herida corre por todo el apartamento maullando de dolor, sigo disparando pero no consigo atinarle otro mortal ataque, se gasta mi munición y para mi mala fortuna el gato logra escapar rompiendo el vidrio de la ventana sin antes amenazarme.
-¡Te arrepentirás de esto!- amenazó con una voz mucho más latente en mi cabeza.
No pasan más de 5 minutos cuando mi teléfono celular se vuelve loco con llamadas entrantes de un número desconocido, espero que no sea Gamma tratando de llamarme... pero en este caso me preocupo, a estas alturas... ¿Podría el gato haberse comunicado con Fedir y herir a Gamma?
Contesto el teléfono con las buenas noches, como supuse era un problema... pero no de las proporciones que pensaba.
-¿Tadeo... Tadeo Ávila?- pregunta una voz masculina gruesa del otro lado de la línea, no me deja responder y sigue hablando. -Se que estas escuchando, tenemos a tus padres amordazados en una esquina... supongo que quieres colaborar con nosotros- menciona el sujeto dejándome sin habla.
Mi tráquea traga con dificultad, trato de asimilar las palabras del sujeto hostil, mi padre es un médico un tanto adinerado, pero no con la suficiente riqueza para que alguien quisiera secuestrar a mi familia... ¿En qué demonios están pensando esos tipos?
-Presumo que recuerdas la dirección de tu casa- conjetura el secuestrador, como un reflejo le contesto con un sí. -Esto será fácil muchacho, nos llevaremos algunas cosas junto con la camioneta, sin embargo tu padre se hace el pendejo y no quiere aflojar el bolsillo, ¿Entiendes a donde quiero llegar?- determina tosiendo un poco, puedo notar que es un fumador activo.
-¿Cuánto quieres...?- le pregunto asustado, se que la cantidad será exuberante.
-Dame los números de cuentas, claves y demás de todos los bancos donde tus padres tengan cuentas afiliadas, incluyendo las extranjeras, también las tuyas y de tu difunta hermana- reclama el sujeto y puedo detectar su sonrisa de malicia a través de la línea. -Eso sería todo, de lo demás me encargo yo- volvió a toser entre líneas.
-¿Nos vemos en mi casa?- pregunto como un tonto, estoy muy nervioso, el tipo ya había finiquitado anteriormente el encuentro.
-Te quiero aquí en una hora, si llamas a la policía los matamos, si vienes acompañado los matamos, si vienes armado los matamos, ¿Lo captas?- concreta con un postrero tosido y cuelga el teléfono.
Luego de 30 minutos después de la llamada estoy parado a metros de mi casa, esperando el aviso que me indique la hora correcta de entrar a mi antiguo hogar y tragarme toda rabia y angustia.
Al cabo de un rato mi teléfono suena, contesto la llamada y sigo las órdenes del sujeto al pie de la letra. Entro al pórtico de mi casa, un tipo coloca un pasamontañas en mi cabeza bajándolo hasta mi barbilla ocultando cualquier rastro de mi visión.
A continuación escucho la voz en persona, me sienta en una silla y me arrastran a la mesa, se perfectamente que estamos en la sala de estar, no quieren que pueda identificarlos con la mirada. Prosigue la tortura, alguien me golpea la nuca, un abatido no tan fuerte pero si lo suficiente para ponerme más nervioso.
-Sin preámbulos muchacho, danos el papel- exige la voz en mi espalda, saco de mi bolsillo una hoja carta doblada con toda la información que requerían, el hosco hombre toma el papel y lee en voz alta los números y claves con su característica corta tos y un poco de risa.
Después de escuchar susurros entre los secuestradores, siento un impacto eléctrico en la nuca, fui atacado por un taser y me desmayé instantáneamente.
Cuando despierto horas después no encontré nada... como bien habían dicho se llevaron varios objetos personales, para colmo dejaron una nota cerca de mí explicando que no devolverían a mis padres, hasta tener la certeza que los datos que les suministré fueran correctos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top