02/03/2018

Te vi en el metro... imagínate cómo se me aplastó el corazón cuando lo hice.
¡Tú odiabas andar en transporte público! Y tenías un auto bastante lujoso para ir a tu empresa. ¿Por qué me hacías esto? Quería pensar que era a propósito, pero si no recordabas ¿¡Cómo rayos podría culparte!?

Sigues sin saber disimular: me miras todo el tiempo.

Ya déjame olvidarte por favor.

22/03/2018

Me dejaste una nota, me sorprendió un poco, pero al fin y al cabo, algunas cosas no cambian, aunque se borre todo.

No sé que tanto sabes o no sabes, si me recuerdas o no, pero parece que no, porque según lo que tu nota dice, para ti soy una desconocida.

Amabas mis ojos, por eso uso lentes de contacto, porque en mi propio cuerpo puedo recordar lo mucho que me amabas. Es un poco tonto, pero cada quién se adapta a las situaciones como puede... no creo que debas juzgarme.

02/04/2018

He cometido la mayor estupidez, y fue acercarme a esa anciana a platicar sobre mi vida privada, sabía que estabas escuchando, y quería saber si recordabas que te habías casado conmigo.

Hay que premiarme por autodestrucción, no debí hacerme esto y despertar esperanzas. La culpa es toda mia y la acepto.

04/04/2018

Parece que mi nivel de estupidez evoluciona, porque hoy he decidido acercarme y sonreirte.

Tu rostro no tuvo precio, ¡Dios mío! ¿Por qué me hago esto a mi misma? Debería alejarme.

Supe que tenía que alejarme un poco, cuando al ver tus labios no pude pensar en otra cosa más que besarlos

16/05/2018

Ayer decidí tomar un taxi y evitar el  metro, hoy me sorprendió ver que no estabas allí.

¡Yo era la que tenía que alejarme, no tú! Ni yo misma me entiendo.

No quiero averiguar lo que mi corazón siente respecto a todo esto.

Últimas notas

06/06/18

Tengo la intención de darte esta nota como respuesta a las notas que me enviaste. Pero no sé si tenga la valentía de entregarla. He ido dos veces a tu trabajo para entregartelas otras, pero siempre termino acobardándome y largándome.

Debes estar muy confundido, así que déjame contarte toda la historia.

Nos conocimos en la universidad, estabas estudiando administración de empresas, y yo estudiaba cosmetología.
Me enamoré de ti, inmediatamente te vi y empecé a perseguirte.

Hasta que supe que correspondías mi sentimientos, entonces creció la esperanza de que tuvieramos una relación, pero había solicitado una beca en alemania para estudiar fitocosmetología, por unos meses y me fui.

Cuando regresé, tenías novia, así que me hice la dificil porque me dolió que no me esperaras.
Duramos unos dos años en ese vaivén
Me gradué de cosmetología, y tu te graduaste de administración, entonces nos casamos, fue una decisión muy rapida, pero nos amabamos, y ya teniamos varios años conociéndonos, así que dimos el paso.

Un año más tarde, te diagnosticaron una enfermedad degenerativa, que te provocaría a la larga pérdida de memoria. Me pareció muy injusto cuando eras tan joven.

Investigué sobre dicha enfermedad, pero no encontré la suficiente información para entenderlo.
Te enojaste mucho cuando te enteraste, y hasta tuviste un episodio de depresión.
Estuviste audente durante 6 meses.
Ahí descubrí que estaba embarazada.

Cuando tuve a mi bebé no estuviste, pero te perdoné porque llegaste al día siguiente arrepentido y no me dejaste el dia completo. ¡Era el nacimiento de tu hijo! Pero estabas tan ensimismado en tu autocompasión que ni siquiera pudiste estar ahí.

Como dije, te perdoné, pero de ahí en más las cosas solo empeoraron.
Empezaste a interactuar con otras mujeres, y me engañaste. Me enojé tanto, que me fui de casa con Dylan.

Podía soportar todo porque sabía que lo estabas haciendo para que me alejara por voluntad propia de ti, ¡Y yo seguía luchando!, pero todo tiene un límite, y la infidelidad no tiene justificación.

Debimos afrontarlo juntos como una familia, pero tú decidiste, sin mí, que lo mejor era alejarme porque no merecía pasar por todo aquello.

Encontré una nota que dejaste bajo mi almohada, pero no la leí hasta que me fui, allí confirmé mis sospechas, de que todo el daño que me hiciste fue para que me fuera, y te abandonara solo a tu suerte como si fueras un perro, sin familia.

¡Eras tan idiota!

Una cosa era sospecharlo y otra saberlo, así que de inmediato quise regresar, pero me enteré que habías tenido un accidente y habías perdido la memoria.

Vaya sorpresa cuando el médico me dijo que le habías pedido que te provocara amnesia. Te odié tanto que me fui y decidí que jamás volvería a verte. No sabrías de tu hijo y él y yo viviríamos felices.

Pero no esperaba, tres años más tarde, verte en el metro y ser traicionada por mis hormonas, y el recuerdo de lo que fuimos. Soy demasiado débil contigo y ese ha sido el problema siempre.

Me hiciste mucho daño, y me costó bastante volverme a construir... pero no puedo evitar acercarme a ti cada vez que te veo. Soy masoquista lo sé.

18/06/2018

En este momento te odio como no te imaginas, ¿Para eso querías verme? Para despertar en mi lo que debería quedarse dormido.

¡Que injusto eres Alejandro! No sé si pueda perdonarte, pero no puedo juzgarte por lo que hiciste en el pasado cuando ni siquiera puedes recordarlo. Desearía yo también tener amnesia.

Ya no te escribiré más, igual no tengo la valentía de entregarte éstas notas.