Seonho comía algo de la chuleta de cerdo para calmarse, la comida siempre le ayudo tanto y ahora era la carne cruda. Los adultos se veían incómodos al ver como sus colmillos habían crecido y se clavaban en la carne con tanta facilidad desgarrándola.

— No pido que nos comprendan, ni nada. Solo que al menos me dejen vivir y dejar ir al bosque, no volveré mas a este pueblo, ni pondré una pata fuera de la frontera — pidió ya mas calmado, siempre se sentía con mas seguridad comiendo y eso le había dado la fuerza necesaria para hacer esto.

— ¿Quién eres tú? ¿Qué hiciste con mi bebe? — su madre estaba alterada y disgustada, no esperaba menos.

— Soy Seonho... Bueno, creo. Solo que no soy el mismo de antes, ya no soy humano — no entraba las palabras, no es que podía decir, soy un hombre lobo, como carne y asesine a varias personas, sopórtalo — Desearía que Kang Daniel estuviera con el, el lo hizo ver tan lindo y fácil — murmuro

— ¡¿Kang Daniel sabe de esto?! — alzo la voz su padre y luego lo pensó — bueno ahora tiene sentido que siempre estaba ahí para defenderlos.

— ¿El también es lo que sea que tu y Guanlin son? — pregunto su hermana rápidamente, parecía tan temerosa.

— Tiene todo tanto sentido, una sociedad secreta en el bosque — Jinwoo trataba de no actuar sorprendido

— No... Bueno, todavía no. Cuando el muera será uno de nosotros — explico rápidamente para tratar de calmar a su hermana pero no funciono.

— ¿Qué exactamente es uno de "Nosotros"? — se atrevió por fin a hablar la señora Lai que parecía la única calmada de la situación, pero el constante movimiento de su pierna y como cruzaba sus brazos demostraba otras cosa.

— Bueno... Se que no me van a creer si se los digo, yo tampoco lo creí. Solo no se asusten, por favor.

Dejo la carne en la bandeja de plástico y fue atrás de la isla de cocina, seria tan raro que hasta tenia las mejillas rojas de la vergüenza. Mas cuanto se empezó a quitar su ropa, vio como su hermana rápidamente se tapo los ojos con sus manos y su padre y madre casi saltan para detenerlo. Se transformo rápido, agradeció que Jinwoo le cerrara los ojos rápido a Eunbi, no es tan bonito como parece y mas el sonido de sus huesos crujir era espantoso, sin decir como se sentía, su pierna le daba un dolor apenas soportable.

— ¡OH MI DIOS! — grito su madre y su padre también grito solo que casi salta a los brazos de su esposa.

— ¡No puede ser! — la señora Lai solo pego un salto en el sofá y recogió sus brazos, ella sabia bien lo que veía. Estaba espantada.

— ¿Tan malo es? — pregunto Eunbi con los ojos cerrados — ahora tengo miedo de abrirlos.

— Del uno al diez, es doce — su hermano parecía que iba a vomitar en cualquier momento y quito su manos del rostro de la menor para tapar su boca

— ¡Es un maldito lobo de ojos rojos! — su padre ahora el que estaba alterado mientras alejaba a su esposa — ¡Obvio que es malo!

Eunbi abrió los ojos rápido y se quedo paralizada sin decir nada. Tenia cara que se iba a desmayar en cualquier segundo del miedo, pálida como si hubiera visto un fantasma, pero sabia que ver un gran lobo negro con colmillos que podrían quebrar uno de sus pequeños huesos y esos ojos rojos; no era una imagen bonita. Seonho volvió a cambiar ahogando un gemido de dolor por su pierna mordiendo su labio, su padre dudo en acercarse pero lo hizo para pasarle su ropa.

— Esta bien te creo, solo no lo hagas eso por un rato. — era lo que salio de la boca de su padre después de unos segundos incómodos mientras Seonho se vestía.

— ¿Duele? — su madre se acerco abrazarlo, ella lo sabia bien, cuando el ocultaba sentir dolor.

— ¿Que clase de pregunta es esa, mujer? — soltó Jinwoo — Se le partieron los huesos, dos veces. Claro que le duele.

— Al principio dolía mucho, después fue lo soporte mas. Ahora con la herida de mi pierna es peor, dicen que tardare en sanar en el mejor de los casos. No es como te lo pintan en crepúsculo, los huesos se parten para cambiar, duele demasiado — confeso a su madre agradeciendo su abrazo, sentía ganas de llorar. La extrañaba tanto. Quería tanto que lo abrazara justo como lo hacia cuando era niño.

— Mi pobre bebe — murmuró su madre abrazándolo con fuerza.

— ¿Cómo sucedió esto? ¿Cómo es que... Bueno tiene sentido, por eso se han avistado tan pocos de ustedes — la señora Lai apenas encontraba palabras y esta tan sorprendida, tan confusa por lo que acababa de ver.

— Cuando salvas a un lobo o ganas la bendición de la luna, yo tampoco lo entiendo bien. Se supone que cuando mueres y tienes esa bendición renaces como lobo para proteger el bosque... Es una historia larga, si están dispuestos a escuchar yo diré todo lo que se y comprendo.

Así el lobo contó como ellos cayeron de un acantilado y se encontraron con un lobo encerrado en una jaula. Contó lo necesario como hizo Kang Daniel, no quería que pensaran solo en lo triste, les mintió diciéndoles que seria su deber un día volver al bosque para no volver como pago a la luna por su nueva vida. No hablo de los otros lobos o cuantos eran, no dijo que había lobos de mas colores y menos de cómo lentamente los olvidaría y no soportaría su presencia.

— No recuerdo matarla o a su equipo, solo se que lo hice. Dicen que fue por el shock del cambio. Pero si recuerdo a quien asesine hace poco ... El venia con el profesor Minhyun, el profesor Minhyun es un investigador; con ayuda de Eunwoo y Sunghyuk no logro hacernos nada, la cosa es que su amigo no era tan fácil. Era un de nosotros que se perdió en su lado lobo, trato de asesinarnos. Casi lo hace con Guanlin, hice lo que tenia que hacer... — se cayo unos segundos sintiendo como temblaba, sabia que no merecía perdón, un asesinato era un asesinato — Esta tan consiente, sabia lo que hacia y lo hice... Yo... lo asesine, yo lo hice — se quebró frente a sus padres, su voz se partía por lo débil que era, era como una fina capaz de hielo tan fácil de romper.

— ¿Asesinaste a alguien más? — pregunto la taiwanesa con la voz dura.

— Solo unos conejos y venados, especialmente conejos. Es lo que podíamos hacer para alimentarnos — limpio sus lágrimas como podía pero seguían saliendo y su nariz empezaba a moquear.

— ¿Alguna vez sentiste gana de comer a un humano? — pregunto la mujer de nuevo.

— Señora no por ser grosero o algo, pero no se si conoce el hambre de mi hermano. Hasta me ofende la pregunta, incluso siendo humano ya bromeamos que nos iba a comer... Ok me callo no estoy ayudando — Dijo Jinwoo viendo las miradas de todos

— Si soy sincero, si. pero ahora me mantengo bien con conejos como le dije, incluso creo que sabe mejor la cerne de venado a la de los humanos — Seonho seguía limpiando sus lagrimas — si se pregunta si los vamos a herir si tiene miedo de eso, mientras no se meta con los animales del bosque todo bien.

— No lo creo hermano, ayer Guanlin trato de atacar a su madre...Bueno a mi — interrumpió Eunbi no muy segura de las palabras.

— No es fácil, no es que lo defienda o algo, pero a veces son es fácil de controlar los impulsos. No somos humanos como te dije, una parte de nosotros es animal y se mueve por instinto, si se siente amenazado atacara — suspiro resignado sabia que eso no cambiaba las cosas, Guanlin pudo hacerle daño a su madre y a Eunbi — No se preocupen, no nos volverán a ver. Lo lamento tanto por lo que pasaron, se que Lin debe sentirse igual. Se que el no quiso hacerlo.

— ¿Cómo que no te volveremos a ver? — pregunto su madre tomando sus mejillas con fuerza.

— Iré al bosque con Lin, haré lo que debo hacer y así es mas seguro. Si les hiciéramos daño nunca nos los perdonaríamos, lo habíamos hablado ya, solo queríamos pasar mas un rato con ustedes. No los queremos dejar, pero a veces es como si no pensáramos las cosas y solo nos moviéramos por instinto...

— ¡¿QUE PASO CON TODOS TUS SUEÑOS?! — le grito Eunbi sin poder creer lo que decía — ¡¿QUE PASO CON IR A LA UNIVERSI...

— ¿Qué pasa si le hago daño a uno de mis compañeros? ¿Qué pasa si un día no me he alimentado correctamente y salgo de control? ¡Lo se, Eunbi! — casi grito también, no quería recordar eso, a veces los sueños se rompen y uno tiene que seguir con eso — Lo se, te aseguro que yo soy el que piensa mas eso. Pero yo ya no puedo hacer ya nada, lo que me queda es seguir con mi vida y arreglármelas como puedo.

— ¡No es justo! — chillo la chica, veía lo abatido que estaba su hermano — Tu luchaste y te esforzaste tanto.

— Eunbi ya basta, esto es lo mejor. Tu hermano no puede —su padre puso la mano en el hombro de la menor.

Cierto no era justo, pero así era. Aunque lo odiaran no podían hacer otra cosa, tendría que seguir luchando y esforzándose, tenia que hacer. Ya no era humano, no podía seguir con una vida así, al menos tenia el apoyo de sus padres y eso era lo importante, Seonho haría lo imposible para no olvidarlo.

Así que tuvo un sueño nuevo, uno mientras se decía. Eso era lo bueno de los sueños que siempre que terminas uno, llegan otros.

Haría lo imposible por no olvidar esos rostros, por no olvidar ese amor que les tenia y vivir con su recuerdo.

Sonrio y fue a abrazar a Eunbi y a Jinwoo, tratando de recordar por siempre sus olores. La suavidad de sus cabellos y ese amor que siempre le iban a tener. Así pasaron un rato hasta que la puerta de su casa sonó, incluso sin abrir la puerta sabia quien era. Se levanto rápido corriendo a la puerta para abrirla y saltar a los brazos de Guanlin, aferrándose a su agarre y escondiendo su cara en su cuello aspirando su característico olor a pino, lodo y lirios. 

— Estas aquí... — Susurro el mas bajito. 

— ¿Esta todo bien? No tengo mucho tiempo... Me voy 

— ¿A donde crees que vas Lai Guanlin? y si se puede saber ¿Con el permiso de quien? — La voz de su madre, asusto al alto que se aferro a Seonho.

— Alto, ahí compañero. Pense que todo esto lo de las citas y sexo era inventado. Así que levanta las manos de mi hijo ahora mismo. — Grito el señor Yoo que se iba acercar pero el gruñido del mas alto lo hizo retroceder un poco. 

— Ya no te preocupes, saben todo. Aun nos queda unos días mas aquí — le dijo susurrando con suavidad. 

Si todavía tenían un tiempo mas con su familia que ahora iban a disfrutar al máximo.