4.- El Comienzo de Algo Grande
No recuerdo cuando la última vez que sentí tanto frío... Tanto miedo... Esa horrorosa sensación de que te estás ahogando poco a poco y no puedes salir... Pero ahora ya no solo era una sensación, ahora de verdad me estaba hundiendo poco a poco en las profundidades de las agitadas aguas del lago de Cristal... Si sabía nadar, de hecho soy uno de los mejores nadadores de Rune, pero ahora no sabía porque no me podía mover... Talvez era por el por el golpe en la cabeza que me había dado al caer aquí... O por qué simplemente me había tomado por sorpresa y ahora ya no podía moverme... Cualquiera que fuera el caso, ya no importaba...
Empezaba a quedarme sin oxígeno, mientras cerraba mis ojos aceptando mi destino... Todo quedó oscuro... Pero de repente escuché una voz femenina, que jamás había escuchado antes... Sin embargo, su voz era dulce y cálida... Al principio no entendí que decía... Pero por suerte, las logré entender al final, justo antes de desmayarme, por fin las comprendí...
- Despierta SMG4... Tu valor te acompañará y tus historias de guiarán... - decía en tono pacífico y aunque la voz se escuchaba muy distante - Solo no estarás... Pronto toda esta pesadilla terminará... Y todos volveremos a ser feliz... Solo busca los rubíes perdidos en la soledad y la tristeza... Él te ayudará... -.
Obviamente no entendí lo que dijo... Pero ya estaba demasiado débil y me desmaye antes de escuchar más... Cuando abrí de nuevo los ojos, me dí cuenta que estaba en lo que parecía ser una de las orillas del lago de Cristal... El pequeño Beeg está a cerca de mí, totalmente desmayado... Recuerdo que me quedé mirando al cielo mientras me cuestionaba como demonios seguía vivo, hasta que el pequeño Beeg despertó... Pero al verme medio inmóvil, creyó que había muerto y se puso a llorar...
- ¿Porque lloras pequeñín...? - pregunté con una voz muy cansada y débil.
Beeg se sorprendió por algunos segundos, pero rápidamente me abrazó fuertemente, mientras hacía soniditos de alegría...
- Yo también te extrañe muchísimo pequeñín y tuve miedo de perderte... - dije mientras correspondía su abrazo.
Estuve otro buen rato acostado en el suelo... Todo me dolía demasiado como para poder levantarme en ese mismo momento... Así que simplemente observaba el cielo... Pasados algunos segundos más me senté y comencé a ver a mi alrededor... Lo primero que observé es que el sol apenas había salido como dos horas antes, por lo que significaba que eran como las 8:00 o las 9:00 de la mañana... Lo siguiente que ví era que el lago de Cristal se veía muy calmado... Cómo si algo o alguien le hubiera ordenado que se quedase quieto por el resto del día... Y lo último que ví fue que justo enfrente de nosotros había un enorme bosque... En el cuál había un caminito...
- Mira pequeñín, tal vez ese camino nos llevé a casa... - dije señalando el camino que se introducía al bosque.
Empezó a hacer soniditos de felicidad, mientras daba vueltas alrededor de mí... Parecía que estaba feliz de que pudiéramos volver a casa...
- Tal vez esa extraña voz tenía razón... Pronto está horrorosa pesadillas terminará... - dije felizmente.
Beeg SMG4 (Nombre que le puse porque literalmente soy yo, pero con forma de Beeg), empezó a verme de una forma extraña, cómo si lo que acababa de decir no tuviera nada de sentido...
- ¿Que no escuchaste lo que la extraña voz dijo en el lago...? - dije sorprendido.
El Beeg hizo unos sonidos que reflejaban sorpresa, preocupación y más emociones muy revueltas... Supongo que trataba de decirme que el golpe en la cabeza de verdad me había afectado... Me levanté y comencé a caminar lentamente para no dejar atrás a mí amiguito...
- Es que escuché una extraña voz... Que me dijo muchas cosas, algunos eran muy extrañas y otras no... - explique.
El pequeñín simplemente siguió mirándome mientras caminábamos por el sendero para tratar de regresar a Rune con mis amigos, para ver si podíamos ayudar en algo en la reconstrucción de la aldea...
- Por lo menos la voz me dijo algo importante... "Solo no estarás... Pronto toda esta pesadilla terminará... Y todos volveremos a ser feliz..." -.
El pequeño Beeg hizo un ruido como de duda mezclado con sorpresa... Parecía que había comprendido de que él era la razón por la que ya no iba a estar solo, pero le había quedado dudas en lo demás...
- Significa que pronto acabará esta pesadilla y ambos regresaremos a Rune... - dije - ¿Pero a qué se refería aquella voz con "Solo busca los rubíes perdidos en la soledad y la tristeza... Él te ayudará..."? -.
Beeg me miró a los ojos por un buen rato, como tratando de expresar que el tampoco tenía ni remota idea de que significaba eso... Seguimos avanzando por un buen rato, hasta que empecé a notar que algunos árboles se empezaban a hacer más y más grandes, al mismo tiempo que empezaban a tener lianas larguísimas, llenas de flores azules con puntas moradas...
- ¿Por qué me parece tan familiar este lugar...? - murmuré mientras me acercaba a una de las flores.
Estuve viéndolas por un buen rato, hasta que me dí cuenta que era una de las muchas especies de Centaurea Cyanus... Entonces recordé que aún tenía el collar del dracomano... Empecé a analizarlos y parecía que se trataba de la misma forma de Centaurea Cyanus (Con la diferencia de que la del collar estaba totalmente hecho de zafiros y no tenía las puntas moradas...
- ¿Será qué?... - me pregunté en mi cabeza - No, es pura coincidencia, no podemos estar ahí... -.
Seguimos avanzando, mientras trataba de olvidarme de esa idea, hasta que ví un enorme árbol, y que además tenía enormes zarpazos... Ahí me detuve en seco... Me acerque, rezando porque únicamente mi mente estuviera jugando conmigo... Pero al ver de cerca, encontré una escama morada con manchas negras...
- Ya no hay duda... - dije mientras me seguía viendo.
Beeg simplemente se me quedó viendo extrañado...
- Las Centaureas Cyanus solamente crecen en dos lugares de Lunaro... - expliqué - Cerca de Rune y en el Wyvern o bosque de los dragones... -.
El pequeñín se demoró tan solo unos segundos en darse cuenta de lo que estaba sucediendo... Estábamos en el Wyvern... El río nos había traído hasta casi el otro extremo de Lunaro... Y la única forma de llegar a Rune desde aquí era atravesado el dichoso bosque de los dragones... Di unos pasos al frente, mientras ambos observamos el camino que desaparecía por los adentros del bosque...
- ¿Estás listo...? - pregunté.
Hizo un sonido afirmativo, así que supuse que era un sí... Ambos nos volteamos y respiramos profundo un para de veces... Después miramos una vez más al mismo camino que desaparecía por los enormes árboles... Empezamos a caminar un poco, mientras el miedo y la incertidumbre se apoderaban de nosotros... Y así fue como empezamos a adentrarnos más y más al bosque de dragones... El gigantesco bosque Wyvern...
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