Un nuevo amanecer, marcaba el comienzo de un nuevo día, yo estaba muy emocionado, ya que ese día le iba a contar a Princesa Peach y a mis amigos como iba con mi libro "Historia de Rune", que a mí parecer era un libro algo aburrido (Ya que en general prefiero escribir acerca de Dracomanos, pero si los demás se enteraban, me iba a tomar por traidor). Me desperté y me di un baño, al terminar, salí y me vestí, me recogí mi pelo en una coleta, con el pedazo de tela morada del Dracomano (Ya que para mí era especial) y por último, tomé el collar del Dracomano y me lo puse, ya que para mí era como un amuleto de buena suerte (Así que cuando iba a mostrar una de mis historias a la reina, me lo ponía, para no sentirme triste si no le gustaban)...

Tomé mi escrito de mi mesa de trabajo (Dónde tengo todas mis historias), tomé mi cinturón (Que mis amigos me habían dado y era especial, porque tenía un bolsillo para llevar un cuaderno y una pluma, para poder escribir sus relatos en cualquier lado, mientras que del otro lado tenía un compartimento para llevar una espada que Bob le había regalado en mi cumpleaños). Salí rápidamente hacía el castillo de Princesa Peach, mientras que saludaba a los aldeanos de Rune, emocionado por que ese día, por fin iba a demostrarle a la reina, como iba en mis historias "Las Crónicas de Rune" (Un libro que estoy escribiendo acerca de mi vida en Rune).

Rápidamente llegué (Porque Rune está algo pequeño) al castillo. Lo primero que hice al entrar fue respirar profundo, ya que correr me había cansado un poquito, acto seguido empecé a recorrer los enormes pasillos del lugar. Al llegar a la biblioteca, volví a respirar profundamente, mientras iba abriendo la puerta, del otro lado, estaba Princesa Peach sentada en un escritorio leyendo cartas y/o documentos importantes.

- Buenos días, majestad - le dije con una sonrisa.

- Hola SMG4, pasa, ponte cómodo -.

Agradecí con un pequeño gesto mientras entraba a la sala, me senté y le pasé el libro. Al principio parecía algo feliz de estarlo viendo, pero poco a poco su cara fue cambiando en unos pocos minutos, había cambiado su expresión de felicidad a una expresión se horror y asco.

- ¿Que sucede princesa? - pregunté algo preocupado - ¿He escrito algo mal? -.

No dijo nada, simplemente se veían sus ojos moverse de un lado al otro, mientras pasaba rápidamente las páginas. Justo cuando estaba llegando a la parte en blanco, apretó los dientes con una furia incontenible, cerró el libro fuertemente... Acto seguido, me lo aventó a la cara... El impacto hizo que me cayera de las silla....

- ¿¡QUE DEMONIOS SIGNIFICA ESTAS ESTUPIDECES, SMG4!? - preguntó mientras me señalaba con el dedo.

Estaba demasiado asustado como para contestar... Al principio no entendía que estaba pasando... Había escrito a la perfección los acontecimientos de los últimos años de Rune... E incluso me había desvelado revisándolo la noche anterior... Estaba demasiado confundido...

Hasta que ví la portada del libro... Ahí me di cuenta de mi error... Actualmente estoy escribiendo 3 historias, la primera es "Las Crónicas de Rune", la segunda es "La Esperanza" (Un libro en el que trato de dar esperanza a los demás de que todas las guerras pronto terminará) y el último se llama "El niño dragón"... Este último habla de los Dracomanos... Y todas la injusticias que les hacíamos pasar los humanos... Y para mí desgracia, había confundido este último con "Las Crónicas de Rune" y la reina lo acababa de leer completo...

- Tan solo es una historia, con imaginación... -.

- ¡TU MALDITA IMAGINACIÓN NOS VA A LLEVAR A LA RUINA! - me respondió - ¿¡QUÉ IMAGINAS QUE VA A PASAR SI ALGUIEN SE ENTERA DE TODO ESTO!? -.

No supe que responder... Tan sólo me quedé mirando hacía el suelo... Cómo si una enorme roca acabara de caer sobre mí... Justo cuando estaba por decir algo, noté como algunas gotas de sangre caían de mi nariz...

Miré hacía arriba, directo a los ojos de Peach... Ella me seguía viendo con ojos de odio...
Luego, tomó mi libro...
Y lo aventó contra la chimenea...

- ¡NOOOOOO! - grite desesperado mientras las lágrimas salían de mis ojos.

Sentí como todo mi mundo se empezaba a ir hacía abajo, años de investigación, quemados en tan solo unos segundos... Me quedé tapando mi boca... Mientras la princesa se acercaba con dirección a la puerta...

- Que sea la última vez que sucede esto, 4 -.

Acto seguido, cerró la puerta con un golpe, mientras esté resonaba en la vieja biblioteca... Ahí estaba yo... De rodillas frente a la chimenea... Sintiendo las lágrimas en mis manos... Y con el corazón destrozado... No puede más...

Salí corriendo lo más rápido que pude, mientras me secaba las lágrimas... Sabía que había sido mi culpa, pero aún así, se sentía como si la reina estuviera en mi contra... En el camino me encontré a Mario.

- ¡Hola SMG4! - me dijo.

- Hola Mario - le respondí secando mis lágrimas.

- ¿Que te pasa? -.

Entonces le conté todo lo que acababa de pasar, mientras el me limpiaba la sangre de mi nariz... Mario es mi mejor amigo, además de ser el único que sabía cuál importante era ese libro para mí... Justo cuando termine, empezamos a caminar con dirección a mi casa...

- Esa maldita puta, ya se las verá más tarde conmigo -.

- No Mario, no quiero meterte en problemas -.

- Eres mi mejor amigo SMG4 y te voy a ayudar - me respondió sonriendo.

Me despedí de él con un abrazo... De verdad que tenía mucha suerte en tener a alguien como él que me escuchaba y medio me comprendía...

Sin embargo, aún me sentía muy triste... Sabía que era una tontería llorar por solo un libro... Pero no podía controlarme... Volví a romper el llanto, solo que está vez, tomé un pasaje que me llevaba justo a mi casa...

Al llegar, me encerré... Recuerdo que estuve llorando, hasta quedarme dormido... De verdad me había quedado devastado...