Capítulo 17: "Caras vemos, corazones no sabemos"

Cuando menos uno espera, el tiempo pasa volando; ni siquiera puedo creer que Leopold hace un mes que compró el bastón blanco y pronto se adaptó a él tanto que ahora parece no perjudicarlo llevarlo todo el día con él, antes para él podía resultar ser un estorbo ya que si no era que terminaba por golpear a alguien con el mismo objeto, él mismo se enredaba con el mismo bastón haciendo que casi se tropezara si no tuviera que agarrarse de alguien o de la pared de la casa.

Al principio puede que su madre no haya aceptado la idea que usara un bastón pero ahora con un nuevo apoyo en la familia, es decir, la de Jerker, las cosas han recobrado mucho más sentido para la señora Veronika, ya no solo necesito de la ayuda del señor Sven y de Elin para que ella no se niegue con alguna decisión que he tomado un poco precipitada con Leopold, así que las cosas han mejorado con los siguientes días que hasta puedo decir que mi alumno ha dado más pasos de los cuales no creí que llegaríamos a establecer en el último mes.

Hace una semana fue que le dije a Leopold si quería salir de casa y caminar por lo menos unos metros lejos de ella, y con ese entusiasmo que él llego a mostrar desde que le prometí que pronto podíamos tener prácticas fuera de su casa, él ha estado más alegre que nunca, la verdad, es que sus cambios de humor en ciertas ocasiones suelen ser repentinos, es raro que lo encuentre con mal humor o que no tenga la simpatía o paciencia de querer ver a alguien o tener la voluntad de seguir con la práctica del día, por lo normal, se mantiene en buena disposición para mejorar su día y así no tener que enfrentarse a ser mimado de nuevo y eso es demasiado bueno, porque ahora con un poco más de independencia que antes, sus hermanos me han comentado que por su propia voluntad ha ido a la sala, a la cocina o cualquier lugar sin que nadie lo esté vigilando pero siempre dándole por un momento una mirada por si necesita ayuda.

En fin, también he llegado a conocer la esposa y el hijo de Jerker, tanto su mujer como su pequeño niño de cuatro años han sido muy buenos y agradables conmigo, ya que ahora que llegan a visitar a la señora Veronika, ella parece estar con un buen humor al ver a su nieto, ya que aunque no lo sea de sangre, de igual manera lo quiere, ya que también el pequeño tiene ese cariño con la señora al decirle abuela y en abrazar y besarla con todo el tiempo que pasa con ella; en realidad, me sorprende ver a la madre de Leopold y Elin en posición de abuela, porque a pesar que la señora es estricta y seria, con el niño ya es todo lo contrario, tanto que los últimos días lo he estado pasando de maravilla porque no he recibido ni un reproche, una crítica o un disgusto de ella que deba decírmelo al final del día.

El lado que me tiene un poco preocupada pero tengo una idea de cómo cambiarlo es que el sobrino de Leopold y Elin, a pesar que tiene una buena conexión con sus tíos, el pequeño Thomas parece a veces alejarse o ignorar a su tío Leopold, no me sorprende que el niño no sienta tanta afinidad de estar con él cuando Leopold perdió el sentido de la vista un año después que Thomas naciera, eso hace que sus recuerdos con su tío hayan desaparecido pronto y el cariño sea un poco escaso y aunque Leopold no quiera aceptarlo, le duele saber que su sobrino no se acerca a él por su problema de ceguera, ya que por lo contario, algunos niños suelen ser diferentes que los adultos, es decir, que en cierta perspectiva, existen algunos adultos que se burlan de las personas discapacitadas, en cambio, los niños, suelen tener un completo a veces de atracción, curiosidad y temor, pero todo dependerá de cómo lo críen y en cierta manera, como Thomas, ha vivido sus pocos años en España, ya no ha mantenido ese contacto con su tío haciendo que lo vea como un extraño que sufre una discapacidad en donde no sabe qué hacer con él para tener una relación.

Así que, a escondidas de la familia pero no necesariamente de los padres del niño, he tratado que se acerqué a Leopold poco a poco, con pequeños detallitos que sé que a su propio tío se le ablandara el corazón. Lo encuentro como algo bueno y satisfactorio para tío y sobrino, por el hecho que en la pequeña temporada que Jerker y Lucrecia se quedaran en el país antes de volver a España, ambos podrán compartir un determinado tiempo y así Thomas se acercara los siguientes meses a su tío y la relación llegara a fortalecerse más.

Además de ello, para finalizar con la familia Engström; Jerker parece cada vez más tener confianza conmigo sobre los practicas con su hermano así que me ha mencionado que si algún día terminó de enseñarle lo necesario a Leopold, puede conseguirme un trabajo tanto en Suecia como en España con personas discapacitadas; con Lucrecia, es demasiado encantadora para describirla con una sola palabra, ya que siempre me invita a su casa a cenar o simplemente a escaparnos un fin de semana con Elin para hacer un día de compras, la verdad, se ha vuelto como una amiga para mí, tanto que hasta el pequeño Thomas se ha llegado a encariñar conmigo que a veces también le da curiosidad de aprender el braille cuando nos ve a su tío y a mí, practicando el lenguaje de los ciegos.

Con respecto a mí, he comenzado a tener gratos o fabulosos días, en realidad, con el poco tiempo que ya me queda en la universidad, me siento más descansada y feliz al saber que también ya está programada la fecha de las graduaciones, así que con esa noticia, Selene y yo nos estamos preparando para llevar las togas y los birretes y así celebrar un nuevo éxito de nuestra vida. Con Arath, mala suerte que no puedo decir lo mismo, porque él pobre aún le falta tres años para salir de la universidad, no comprendo aun como puede resistir a su propia carrera pero quién diría que Arath tomaría cirugía dental, cuando sus padres pensaban que tomaría alguna administración empresarial o economía para dejarle como herencia su propia empresa. Y aunque al final las cosas terminaran por ser lo contrario, los padres de mi amigo, se sienten muy orgullosos por él y por sus buenas calificaciones que seguiré sin entender cómo es que son más altas que las mías, así que pienso que Arath tiene algún método bajo la manga de su camisa para salir bien.

Y hablando de mi par de amigos, Selene terminó por perdonar a Arath y ¿cómo?, pues tuve que estar presente el día en que Arath con un ramo de flores y con unos mariachis que contrato y no sé de dónde, le canto un par de canciones a nuestra amiga para que le perdonara mientras que yo solo miraba aquel show apoyada en la capota del auto de Arath hasta que los vecinos de Selene sacaron su cabeza de la ventana y empezaron a callar a nuestro amigo diciéndole que se fuera porque uno, no cantaba muy bien las canciones en español y dos, su voz, estaba arruinando todo el escenario. Solo de esa manera, es como el problema entre amigos se solucionó y ahora de nuevo han vuelto a ser amigos; a pesar que tenemos que tolerar a Jane en la hora de receso o cuando tenemos una salida entre amigos porque ahora Arath y ella parecen estar juntos, tanto que creo que ya son novios.

— ¿Segura que no tienes frío? —dejó salir un bufido exasperada por escuchar por enésima ver la misma pregunta.

—No, y te vuelvo a repetir ¿tú tienes frío para decirme eso? —él no se tardó en negar.

Y, ¿cómo va a tener frío Leopold? Si está más envuelto que un maniquí de una tienda de ropa de invierno, hasta puedo decir que puede estarse muriendo del calor o puede estarse ahogando pero será capaz de no decirme debido a que su madre al no verle con el gorro, la bufanda o los guantes, llegara hasta él y le obligara a ponérselos antes que pueda entrar en una gripe.

— ¿Esta nevando? —preguntó al alzar la cabeza.

—No, en la mañana si llego a nevar un poco pero el momento, se ha detenido —le anuncié.

—Por lo menos no ha llegado una ventisca sino se te sería imposible llegar —comentó.

—Buscaría alguna manera para venir pero si es grave el asunto, te tendrías que esperar algunos días y eso es malo porque sin mí, no eres nada —soltó una risa irónica.

—Chistosa. Permíteme decirte que tú necesitas de mí —dijo de manera presumida.

—A veces te vuelves muy engreído, Engström —rodé los ojos al ver que se reía.

—Por lo menos lo aceptas —siguió burlándose de mí hasta le di un empujón.

Había decidido que después de hacer una práctica dentro de la casa, tomáramos un descanso al quedarnos sentados en una banca que se encontraba bajo un árbol, él por supuesto le agradó la idea que al comentárselo a su madre, ella reacciono de manera sobreprotectora, tanto que lo envolvió como si fuera un regalo con tanta ropa que apenas Leopold podía moverse como un pingüino, causándole mucha gracia a su familia sin excepción a mí y a los empleados.

Admiraba el bonito paisaje blanco del jardín trasero de la casa, el ambiente aunque se encontraba frío, la costumbre de siempre llevar ropa caliente y cómoda para el invierno hacía que uno se sintiera reconfortado entre tanto suéter y botas para la nieve, así que mientras nos quedamos en silencio, intenté no pensar en otra cosa que no fuera en la paz y el silencio que trasmitía el lugar además de escuchar el sonido del viento y la nieve al caer al suelo al ser agitada por la rama de los árboles por su pesor.

Antes de poder comentarle a Leopold que Thomas ha salido de la casa junto con Elin para hacer un muñeco de nieve, observé como alguien salía de la casa y comenzaba a caminar hasta donde nos encontrábamos Leopold y yo, le di una corta mirada a la hermana menor de Jerker y Leopold y observé como ella se mantuvo tensa, admirada y molesta por la presencia de aquella persona que camina como una diva en la pasarela; al ver ese cabello, esos ojos y esa piel bronceada... Oh Dios...

—Hola Leo, ¿cómo te encuentras? —me quedé petrificada al verla en carne y en hueso y no en fotografía.

— ¿Ellen? ¿Qué haces aquí? ¡Te dije que no quería volver a verte jamás! —Observé como Leopold se llegó a poner tenso, tanto que sus hombros y sus músculos del cuello fueron una clara evidencia.

—Y ¿qué no escuchaste que te dije que volvería por ti? —dijo ella con una sonrisa falsa.

— ¡Maldición! ¿Cuántas veces tengo que decirte que no te quiero en mi vida? —espetó.

— ¿Tan rápido me has olvidado? —ella comenzó a hacerse la inocente.

Entonces Selene tenía razón, Leopold y Ellen terminaron, pero no puedo darme el lujo de decir que fue por la ceguera de mi alumno o por otro motivo mayor por el cual no estoy enterada; me encuentro en un momento incomodo que si fuera posible le haría una señal a Elin para que me ayudara pero cuando vio entrar a Ellen al jardín, no tardo en dejar a Thomas jugando con la nieve mientras entraba a su casa; ahora estoy entre una pareja de ex novios en donde Leopold parece no tolerar la presencia de Ellen, eso sin decir que ella, parece tener el propósito de hacerle enojar, porque quien más que ella y la familia de su ex novio, no conocen sus humores y eso sin decir, que no quiero estar presente en una discusión más grande.

—Olvidarte fue sencillo, quitarte de encima de mí ha sido lo tormentoso —resaltó Leopold sin una gota de arrepentimiento.

—Me conoces cariño... —Leopold resopló frustrado.

—No soy tu cariño, ¡olvídate de mí y vete con Melker! A los dos se les da muy bien engañar a las personas —ahora ella achino los ojos.

—Él se me insinuó —Leopold soltó una carcajada.

— ¿En serio? Todo el tiempo cambias las versiones de tus historias como él también lo ha hecho, por lo menos ambos deberían concordar en una, ¿no lo crees? —Mencionó molesto.

Hubiera querido enterarme quien es Melker, como también saber qué es lo que paso entre ellos aunque es bastante claro que hubo un engaño entre pareja pero la historia es lo que parece aún no ser muy clara, además de ello, supongo que debe de haber sido muy horrible para que Leopold se comporte de una manera muy excéntrica, irónica y cortante.

—Conoces muy bien a Melker, y sabes que él siempre estuvo detrás de mí —Ellen siguió defendiéndose.

—Y por eso no me sorprende que hayas caído en sus brazos. —Leopold volvió a ponerse serio a la conversación.

—No puedo creer que estés a su lado —dijo ella ofendida.

—No estoy de lado de nadie, te recuerdo que ambos me defraudaron cuando más los necesite y así me apuñalan par de hipócritas desagradecidos, con una traición mientras sufría. —Me impresione con las palabras que soltó Leopold. —Te ordeno que te vayas o sino llamaré a alguien para que te saqué de mi casa. —Leopold no retiro su promesa.

— ¿Lo harás? —Ella soltó una risa cortante —Mejor dime quién es ella, ¿tu nueva amante? —me dio una mirada de pies a cabeza con repugnancia.

No sabía si Ellen siempre ha sido así pero en las fotos si soy sincera, aparenta ser alguien dulce que ni le haría daño a una mosca pero ahora conociéndola es como si estuviera observando la gemela de Jane, tanto que Selene concordara conmigo con respecto a esto pero es imposible que pueda tomarle un video para mostrárselo a ella y así enseñárselo también a Arath para que vea que así se ve su Julieta cuando aparenta agradarnos en el momento en que él se encuentra con nosotras, mientras tanto, él no se encuentra, ella se comporta como una serpiente.

—Todo lo contrario querida, ella es mi nueva novia —abrí mis ojos en grande.

Intenté decir algo en mi contra con aquella afirmación porque para comenzar, yo no sería parte de esta batalla de la cual no quiero ser yo el punto de interferencia en la cual luego Ellen quiera enfrentarse conmigo para querer marcar territorio. Ni siquiera tengo idea porque Leopold acaba de decir eso; apenas llevamos seis meses de conocernos para que ahora él quiera fantasear en una relación solo para alejar a su ex, en ningún momento me imagine que terminaría por ser elegida para esto.

Estuve a punto de negarme a seguir con su juego hasta que sentí como él tomó mi mano y la apretó, no sabía si eso es señal para que le ayude a que su ex novia se marchara o simplemente lo hace para seguirle dando celos a Ellen.

— ¿Tu novia? Me dejas por una... Miserable —intenté defender mi dignidad pero Leopold se me adelanto.

—Creo que te equivocas, mírate en el espejo y te darás cuenta quien es la miserable aquí —apreté la mano de Leopold para que no siguiera atacándola.

—Pues, por lo poco que he observado de ambos, creo que me mientes, Leo. No existe una conexión en ambos y ella se mantiene distante. Y conociendo nuestra relación, eso tú lo evitarías —dijo con cinismo.

—No miento, es mi novia. —dijo seguro.

—Demuéstramelo. Bésala sin que ella se sienta tensa ante la acción —tragué hondo.

¿Besar a Leopold? ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué la tierra no me traga? ¡Diosito llévame ya!

—Bien, si es lo que quieres... —Leopold se dio la vuelta para verme.

No sabía que debía de hacer... Me siento como una niña inocente que no sabe besar a un chico, pero el problema empieza que hace seis años no beso a nadie y es como volver a pensar como se hace eso. No me siento segura pero debo de pensar que solo será un beso, uno sin emociones que sobrepasen a nuestra relación de amigos y sobretodo, que esto solo lo haré para ayudar a Leopold.

Sin tardarme mucho, soy la siguiente que me quedo al frente de él y sin esperar más, acerco una de mis manos a su mejilla y lo acerco hasta mi rostro, donde apenas nuestros labios se fueron rozando, sentí una chispa llena de energía que casi hizo que mi piel se erizara; sin rodeos, Leopold fue el primero en presumir el beso en frente de su ex novia, sus labios chocaron fuerte con los míos que casi estuve a punto de hacerme hacía atrás por la muestra amorosa que fingíamos hacer en frente de Ellen, pero él al sentir mis intenciones, puso su mano en mi espalda baja y pronto me empujo hasta él hasta volver a presionar más sus labios sobre los míos. Algo sucedió en ese momento y no sé cómo explicarlo, pero la manera lenta y cariñosa con la cual él besaba de manera cálida mis labios me hizo sentir bien, casi segura y reconfortada que por inercia, mis brazos fueron hasta su cuello y el beso pareció cada vez más real.

—Bueno, bueno... ¡Basta! —Pronto ambos nos separamos para yo morder mis labios ante la sensación de sentirme mareada como si estuviera saltando en las nubes.

— ¿Otra prueba que necesites? —dijo Leopold orgulloso.

—No. —Dijo ella ardiendo en llamas.

— ¿A qué has venido? —preguntó él al poner su brazo encima de mis hombros.

—Quiero invitarte a mi fiesta de cumpleaños... —Leopold la interrumpió.

—No iré. —Pronto afirmo.

—Irás, ya le comenté a tu madre y está encantada de ir —enarqué la ceja.

—Puede que ella vaya, pero yo no —sonrió.

—Sí no vas, seré yo quien le haga un buen show que ridiculizará a tu familia. —Leopold se levantó molesto. —Y bien sabes cuál será el tema principal. —Sonrió como una víbora.

Leopold se quedó muy desconcertado que parece haberse quedado petrificado con la noticia; no sé qué tan capaz es Ellen para destrozar la familia de Leopold pero sé que está tomando un punto débil de la familia y ese es la ceguera de su ex novio, porque sabe que aunque la familia Engström intenté olvidar el pasado, será desgarrador que alguien los agarré por la espalda y terminen por burlarse de Leopold sin piedad.

—Irá a la fiesta, estará puntual —me enfrente a ella.

—Bien. —Le dio una mirada a Leopold. —Lleva a tu novia, creo que todo el mundo querrá conocerla.

Se acercó a Leopold y le dio un beso en la mejilla pero antes de irse, observé como le dijo unas palabras en el oído donde no llegué a escuchar por la poca lejanía que me encontraba de ambos, pero fue suficiente para darme cuenta que es capaz de amenazarlo con cualquier cosa para que se presente a la fiesta. Se alejó de él y me dio un empujón hasta ver su rostro lleno de rabia por mí; no sabía en qué problema me he llegado a meter pero lo que sí sé, es que ahora que estoy en el plan de ser la supuesta novia real de Leopold no habrá una fácil salida de esto.

—Lo siento, no debí de haber insistido lo del beso o llegar a decir que eres mi novia —suspiré.

—No tienes la culpa. Las cosas ya sucedieron y no podemos regresar atrás para no cometer este error —jugué con los guantes con mucho nerviosismo.

Nos quedamos callados y antes de comentar una palabra me di cuenta que ambos nos encontrábamos en una situación tensa y complicada, la cual no sabemos si ha sido por las acciones que nosotros mismos hemos ocasionado o porque tenemos que presentarnos a una fiesta en donde esta vez, debemos de mostrarnos demasiado cariñosos con otras personas como si no hubiera sido suficiente haberlo hecho con una.

—No hay una salida para esto, así que espero que no te niegues a ir a la fiesta conmigo —le di una mirada.

— ¿Lo dices, en serio? —encogió los hombros.

—Entenderé si no quieres ir, esto es parte de mi pasado que sigo enfrentado y si no quieres formar parte de un escalofriante show de celos de mi ex novia... es mejor que no te presentes. —Hice una mueca.

— ¿Qué sucedió entre ambos? —dije tímida por si se molestaba por mi atrevimiento.

—Rebelde curiosa. —ambos sonreímos. —Te contaré pero ni una palabra a mi familia, nadie excepto Elin y Jerker saben la verdad, ¿ok?—Le contesté con un bufido.

(...)

Si Leopold me hubiera contado con anticipación que su ex novia lo engaño con su primo Melker las cosas terminarían por haber sido diferentes desde antes; la parte más sorprende fue saber cómo llego a saber de la verdad y ni siquiera fue porque él se llegó a enterar, sino que uno de sus mejores amigos, quien le había guardado el secreto a su primo, fue quien se lo revelo cinco meses después de haber quedado ciego; para Leopold lo resulto humillante hasta dañar su ego. Nadie lo había sospechado, ni siquiera él pero el problema no comenzó cuando él tuvo el accidente y perdió el sentido de la vista, todo comenzó tres años antes cuando Leopold comenzaba a sentirme más seguro de querer pasar su vida con una novia con la cual conoció desde la primaria; pero nunca se imaginó que ella le daría la espalda y se aprovecharía de su discapacidad, entregándose a su primo Melker los próximos meses de los cuales se ausentaba con la excusa que no podía afrontar el accidente en donde Leopold terminó ciego.

Fue desde entonces que él comprendió muchas cosas, algunos regalos no dados por él, el perfume a hombre que a veces llevaba en sus vestidos, el labial corrido y algunas marcas en su cuerpo... Para Leopold todo esto fue duro, tanto que no se lo comento a su madre, porque para aquel entonces ya había sufrido mucho y para contarle dicho suceso, es para que ella montara un escándalo y las cosas terminaran peor. Por eso, es que aun la señora Veronika trata muy bien a su ex nuera, por el simple hecho que Leopold le comento que terminó con ella solo para alejarla de él y de su ceguera.

— ¿Y? —escuché que pronunció.

—Que cínica e hipócrita... —No tenía palabras para describirla.

—Ahora entiendes porque quería que te decidieras de la caja que te di. —No me permití contestar porque aun la tengo en manos.

— ¿Qué harás con la fiesta? ¿No crees que será mejor que tu madre llegué a saber la verdad antes que alguien se la llegué a decir? —Dije cambiando el tema.

—No. Además, solo tú y mis hermanos saben la verdad. Ellen y Melker no son capaces de darle la cara a mi madre y decirle la verdad, eso los dejaría en evidencia de lo repugnantes que son como humanos. —Comentó dolido.

Me quedé callada mientras pensaba que todo lo que le ha sucedido a Leopold ha sido demasiado duro para enfrentarlo solo, no puedo creer lo que le hizo su propio primo y su ex novia solo por tener un romance oculto llevado por una pasión; quisiera ser capaz de contarle la verdad a la señora Veronika para que se dé cuenta del tipo de nuera que ella cree que es ideal para su hijo, pero debo de mantener mi promesa con Leopold.

Quizás no tenga modales y no venga de una familia millonaria, pero si es para darle un merecido a esa niña mimada, tendré que correr con el riesgo de presentarme a esa fiesta aunque no quiera.

—Bien... tenemos que actuar bien en esa fiesta, para que todos crean que somos novios y no una falsa pareja que intenta disimular un romance —le sugerí.

—Antes... le debo de explicar a mi mamá que le dije a Ellen que eres mi novia, sino se sorprenderá verte en la fiesta —dijo un poco avergonzado por el plan.

—Ok. Vamos ahora, entre mejor se lo expliquemos ya, lo tendrá que asimilar mejor lo que reste del día. —Él asintió sin protestar.

Sé que la señora Veronika no lo llegara a aceptar rápido pero de alguna u otra manera, no queda de otra que verme en la fiesta de la que aun suele pensar que será su futura nuera. Solo espero que no haya un escándalo esta vez o sino creo que no podré dormir del nerviosismo toda la noche.

Leopold Engström, esta me la pagara caro algún día pero por ahora, te necesito vivo para demostrarle a tu ex novia, que ahora tú eres más fuerte que nunca sin ella para así quitarle la máscara de cordero inocente que sigue disfrazado de lobo.

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