Prologo.


La ecuación es simple:

Vampiro + humana normal = Destinados

Vampiro + Destinada (en su fase humana) = Herederos.

Eso somos Shannon y yo, Herederos, hijos de dos vampiros. Mi madre se casó con mi padre con la condición de que pudiese tener hijos antes, ya que las mujeres vampiros son estériles, no así los hombres, que pueden procrear siempre que se les antoje.

Según mi padre, aceptó aquel capricho de mi madre porque de verdad la amaba, así que con tal de no perderla, la embarazó dos veces... y eme aquí, su último capricho.

Años después de mi nacimiento, cuando ya no tuve necesidad de la leche materna para alimentarme, mi madre decidió convertirse en vampiro completo como regalo de compensación hacia mi padre por haberle hecho esperar tanto tiempo antes de casarse. Digamos, que el haberse convertido en vampiro completo, fue el regalo de bodas que mi madre le dio a Patrick, nuestro padre... o más bien dicho, nuestro progenitor, porque como figura paterna, dejaba mucho que desear.

Mi hermano y yo somos parte de una de las dos familias reales que quedan entre los vampiros en estos últimos tiempos. Algo así como, príncipes... porque literalmente, Shannon y yo somos príncipes y mi padre es un vampiro real al ser un rey europeo de varios siglos de edad... Pero ya, esa parte de la historia, es algo largo de explicar y la verdad me da pereza, vamos al punto.

Los demás vampiros, los que siguen después de los Reales (u originales) se identifican de la siguiente manera:

Los Destinados, Los Herederos, Los condenados y Los Eternos, éstos últimos son el último (valga la redundancia) eslabón entre los vampiros, seres rechazados tanto por vampiros, como humanos al no pertenecer a ningún grupo en especifico, son marginados.

Y he aquí la duda existencial de todo vampiro y créanme, yo también la tengo. Es decir, sí; los vampiros existimos desde que el mundo es mundo... o algo así, la verdad es, que existen gracias a las brujas de la inquisición... pero esa es otra historia larga que me da pereza contar.

El punto es, que somos tan reales como cualquier ser vivo en este planeta, pero nadie cuestiona nuestra existencia ni de donde vinimos, sin embargo ¿por qué la gente cuestiona la existencia de seres divinos u oscuros? Estamos aquí gracias a las brujas ¿no? ¿Acaso eso no nos hace seres mitológicos y oscuros?

Para algunos... Dios y el Demonio, son una metáfora que representa las acciones de la humanidad y /o de la naturaleza; para otros, aquellos que no creen en su existencia; piensan que sólo se trata de una invención, un cuento de hadas o una mitología inventados por la gente asustada que necesitan aferrarse a algo y tener fe en ello.

Pero también está quienes piensan, que son seres superiores más allá de nuestro universo que aunque no pueden comprobar su existencia de manera científica, saben que si es así. Ellos están ahí, en algún lugar mirándonos todo el tiempo desde el exterior.

¿Pero quiénes son para mí Dios y el Demonio? No es que cuestione la existencia de estos dos seres, no. Pero, al ser yo, y dado al rumbo que tomó mi vida desde que nací, en realidad no sé a quién pertenezco. No sé si soy una creación divina o demoníaca, pues no todo los vampiros están condenados a la desdicha y la perdición, al menos, no moralmente, pero si como esencia, dado a nuestra naturaleza poco convencional de vivir. Es por eso, que algunos de nosotros buscamos la redención y otros, como mi hermano, sucumben a la esencia salvaje de un vampiro... y en caso de Shannon, un ser irracional y amoral.

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