Capitulo 27


— Así que, jugando soccer... Eh, hermanita — dijo Colin sentado desde una rama de árbol cuando Lily salió de la mansión Leto en compañía de los dos vampiros reclusas. La cazadora se sobresaltó, pero luego recobró la compostura, y con ambas manos en su cintura, adoptó una postura defensiva ante su hermano. Entre tanto, los reclusas aprovecharon para huir y desaparecer del lugar a gran velocidad  

— Oh, genial ahora tendremos que atraparlos de nuevo.

— Pues no debiste sacarlos de su celda para comenzar, Lily

— Afortunadamente, llevan rastreadores. ¿Qué haces aquí?

— Te seguí. Podrás engañar a papá y mamá pero a mí... hah, jamás — respondió el cazador, enseguida saltó del árbol aterrizando grácilmente sobre sus pies y manos cual gatito en la noche.

— Pues, más te vale que guardes el secreto, porque esto es realmente importante para mí.

— Es una Eterno, Lily... — dijo Colin con incredulidad, casi en shock

— ¿Sí, y, qué con eso?

— Lily, no te involucres con ella

— No te metas. — Replicó la cazadora en un tono de advertencia, mientras apuntaba a su hermano con el índice— No permitiré que nadie interfiera entre nosotras

— Pero... no debes. Que estés con ella sería como... Como los Montesco y los Capuleto

— ¿Tan malo es? — preguntó con sarcasmo Lily

— Sí. Es decir, ella es un Eterno adoptada por los Leto. Es casi una vampiro sin serlo. Y nosotros somos cazadores de vampiros, somos los Hunter. Eso sin mencionar lo cliché de su situación.

— Tú lo dijiste. Es una Eterno, no un vampiro. Nosotros somos cazadores de vampiro.

— ¿Ah, sí? Pues tú acabas de cazar a un Eterno —Dijo Collin caminando de tras de su hermana

— Más bien, ella me cazó a mí — dijo Lily sonriendo... es muy linda ¿No?

— Siempre supe que eres una marimacho. — bromeó Collin mirándola con una sonrisa juguetona.

— Oye, eso es ofensivo — respondió Lily frunciendo el ceño — se dice poco femenina. — Añadió Lily siguiéndole el juego a su hermano — Además, no sé si soy lesbiana, también me interesan los chicos, es sólo que con ellos no he tenido suerte, es todo.

— Oh... Entiendo.

— En realidad, no es eso... bueno sí. Pero es extraño.

— ¿Cómo?

— La cosa es, que ahora que caigo en cuenta, no he sentido nada por nadie, nunca.

— ¿Y qué pasa con la chica Eterno? ¿Es tu primer amor o algo así?

— Al parecer. Es decir... debo confesar, que he sentido atracción por algunos chicos

— Ah, entonces sí has sentido cosas por alguien antes.

— Pero eran vampiros... y es extraño, porque siempre han sido vampiros, nunca humanos. Así que he tratado de ignorar esos sentimientos, porque yo soy una caza vampiros, y no debo sentir nada por ellos.

— Entonces... Debes olvidarte de esa chica, Lily — dijo Collin— De seguro que lo que sientes por ella es un capricho. Inconscientemente te acercaste a ella para reprimir el hecho de que te atraen los vampiros, aquellos que persigues para matarlos.

— Que idiota, claro que no — respondió Lily — lo que siento por Natalie es genuino, es la persona que siempre busqué.


— Y resulta que porque yo no le correspondo como ella quisiera, decide correr a los brazos de una cazadora... ¡una cazadora! — se quejó Jared una vez que volvió a casa y entró a su despacho azotando la puerta tras de sí. Emma apareció de inmediato a su lado.

— ¿Te molesta que esté con Lily?

—Por supuesto que sí.

— Pero que esperabas —le respondió Emma —la has mantenido encerrada aquí desde que la trajiste — Jared soltó un bufido, se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro cuál León enjaulado

—Sólo quiero protegerla —dijo él

—La asfixias, Jared. Diez años de cautiverio mimándola como a una niña consentida. Sólo hizo que se aburriera

— Pues, ya llegué a mi limite con ella — replicó Jared en tono de advertencia.

— ¿Qué quieres decir con eso? — quiso saber Emma. Jared guardó unos segundos de silencio, enseguida miró a su asistente inquisitivamente y contestó — Que puede hacer lo que quiera, ¿quiere una aventura con esa Hunter? Perfecto ¿Quiere beber sangre de otros vampiros? Perfecto también. Pero la conozco, y cuando sé de cuenta de que Lily Hunter sólo la está manipulando y de que no puede beber otra sangre que no sea la mía, volverá a mí.

— Quieres sonar como un celoso padre sobre protector, pero más bien pareces un celoso posesivo y dominante.

En ese instante, el viento entró por el ventanal principal de la sala, y a contra luz notaron la presencia de una tercera persona junto a las cortinas que se elevaban con la briza nocturna.

— ¡Esto es el colmo! — gruñó Jared.

— ¿Que estás haciendo aquí, Shannon? — preguntó Emma. — No es un buen momento para...

— ¿Con quién crees que estás hablando?— Le cuestionó el vampiro a la hechicera tomándola fuertemente del cuello. Ésta comenzó a aletear y a rasguñar el brazo del baterista para intentar liberarse de aquel agarre, pero Shannon la soltó enseguida y continuó como si nada hubiese pasado, mientras se paseaba por la habitación tranquilamente. Y esquí sólo el vampiro mayor sólo estaba demostrando con esa acción cual era su lugar en la jerarquía de la mansión Leto, — Yo, andaba por aquí, sacando a pasear al perro bajo la luz de la luna llena, y me llamó la atención cierta conversación entre ustedes dos.

— ¡Emma! — Exclamó el rey vampiro — ¿No le has reforzado sus tatuajes protectores a Stevie?— cuestionó Jared. Estaba tan frustrado y enojado, que necesitaba gritarle a alguien.

— Lo... lo siento, he estado tan ocupada, que lo olvidé...— respondió Emma con la voz entre cortada, tras toser unas cuantas veces.

— ¡Ve por él y encárgate de eso ahora! — ordenó el vampiro.

— Sí, Jared, enseguida. — respondió la hechicera saliendo de la habitación dando grandes zancadas.

— Así que... nuestra dulce Natalie cambió de bando... Si sabes a lo que me refiero— comentó Shannon en un tono juguetón, mientras se sentaba en el butacón de su hermano junto a la chimenea. — vaya, vaya. Que mala situación estás pasando, hermanito. — Te has dado cuenta que perdiste el control sobre esa parasito, y ahora estás desesperado

— Eso, es un problema menor, se arreglará — aseguró Jared

— Oh, ya veo. Supongo que como rey harás algo al respecto. Es decir Primero la visita de los Hunter a nuestra mansión. Ahora has perdido a Natalie.

— Me estoy haciendo cargo de todo, no te preocupes, Shannon.

— Sí, si quieres creer eso... pero, a demás... no faltará mucho para que también pierdas a Esperanza.

— ¿A qué te refieres?

— Algo me dice que ella tomará una gran decisión y eso nos involucra a nosotros dos.

— No te entiendo, deja los rodeos, Shannon. El aludido se puso de pie, enseguida se acercó a su hermano de manera amenazante, no obstante Jared y i se inmutó, simplemente se mantuvo parado en su lugar cual estatua.

— Sólo te diré algo más, Jared... Que gane el mejor.

Entonces, el baterista se alejó y Jared lo siguió con la mirada, observando de ese modo, como su hermano mayor desaparecía en la oscuridad de la noche atravesando la ventana por donde antes había entrado.

Esperanza y Sheila se encontraban en la biblioteca, una vez más. Puesto que desde hace varios días, que ella, había decidido averiguar sobre sí misma y su pasado por cuenta propia. Además, Sheila la descubrió leyendo el grimorio, y tras regañarla por inmiscuirse en cosas potencialmente peligrosas y desconocidas para una simple "Mortal" entonces, Esperanza se vio obligada a explicarle su situación, a lo que la asistente , comprendiendo, decidió guardar su secreto siempre y cuando estuviese usando el grimorio bajo su supervisión. Esperanza tuvo que aceptar aquella condición.

Aun no estaba convencida sobre la propuesta que noches antes, Shannon le había ofrecido.

Sus disyuntivas eran las mismas. Podía elegir a Jared, y obtener de él informaciones ambiguas o a medias, o acudir a Shannon, quien podría decirle todo lo que ella quisiera saber, pero probablemente a cambio de algo.

Sin embargo, no tuvo dudas en acudir a quien fue asignada como su asistente personal, para comprender algunos términos, conceptos y hechizos que se hallaban plasmados en el grimorio de La familia B.

— Sheila... ¿te han...? ¿Te han mordido alguna vez? — Preguntó de pronto Esperanza, su asistente por un segundo se paralizó ante la repentina pregunta

— No es muy común que una hechicera se deje morder por un vampiro — respondió suspirando Sheila, mientras continuaba con su labor de entrar a la computadora que se encontraba en la antesala de la biblioteca, aquella que Esperanza no podía acceder.— pero ha ocurrido, después de todo, somos humanas y por nuestro cuerpo fluye sangre igual que a cualquier persona.

— ¿Que se siente? ¿Ser mordida, que se siente? ¿Como... como es?

— Pues, sólo imagínalo. Te hincan sus colmillos y te atraviesan la piel para succionarte la sangre. Sinceramente, en mi opinión, no creo que sea una sensación muy agradable

— Entonces, nunca te han mordido ¿verdad?

— Cla... claro que... sí — tartamudeó Sheila nerviosamente. Enseguida aclaró su garganta. — es sólo que la experiencia de cada quien difiere una de la otra. A... a mí me resultó desagradable, pero he oído a chicas del Club que dicen que entran en una especie de placer similar a un orgasmo o algo así

— ¿Orgasmo?

— Pues sí. Ya sabes, eso que le pasa a la gente cuando...

— Se lo que es un orgasmo... gracias por aclararlo — interrumpió Esperanza entre dientes en un tono sarcástico — ¿Pero, en serio es así?

— Ya lo dije. Es diferente para cada uno. Para unos es placentero, y para otro simplemente es doloroso y desagradable.

— Oh, entiendo...

— ¿Por qué preguntas? — Quiso saber la hechicera — No será que te quieres convertir... en ...

— ¿Qué?

— ¿Una voluntaria?

— ¿Una voluntaria yo, una Destinada? ¡No, que va! Fue sólo curiosidad.

— Ya veo... — respondió Sheila con cierto tono de escepticismo — ok... ya está listo. — añadió poniéndose de pie. Tienes sólo un par de horas, nadie puede saber que te ayudé a entrar a la computadora o...

— ¡Por supuesto que eso no pasará! — Dijo Esperanza — ¡nos meteríamos ambas en problemas!

— Te esperaré en tu habitación, si no llegas en dos horas. Vendré por ti

— Te lo agradezco, Sheila. No sabes cuánto te lo agradezco, eres la mejor asistente asignada que he tenido

— Y quizás porque soy la única — bromeó Sheila

— Exacto. — afirmo sonriendo la Destinada.

— Ok, nos vemos en dos horas. Date prisa el resto de las páginas del grimorio está dentro de esa carpeta— añadió señalando aquel icono amarillo con el cursor. Enseguida, salió de esa gran habitación dejando a Esperanza sola frente a la pantalla de la computadora.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top