Capítulo 6


Bruce fue el encargado de proporcionarle lo que necesitaba. Tomó las pastillas y buscó en su bolso unas gafas de sol ya que la luz la molestaba. Encontró las que había tomado en el hotel y no tuvo más remedio que ponérselas.

- ¿Que tal me quedan? – Le preguntó burlona.

- Mejor que a mí. – Fue su respuesta mientras la observaba.

- ¿No me veo masculina?

- Para nada. Si así fuera no tendría ganas de... - Una llamada interrumpió la frase, Derian sacó su móvil miró la pantalla e ignoró.

- ¿No vas a contestar?

- No. – Esta vez el teléfono de ella comenzó a sonar, era su madre.

- Tengo que contestar. – Dijo y se dio una palmada mental por darle explicaciones. -Hola madre.

- ¿No vendrás? - Decía su progenitora molesta.

- No madre.

- Kenan está aquí.

- Que interesante.

- No seas sarcástica niña. –La reprendió su madre.

- ¿Qué ha hecho de su vida aparte de seducir incautas?

- Muy graciosa, ejerce ahora una nueva profesión. – Lo dijo como si se tratara de lo más interesante del mundo.

- ¿Y esa es...?

- Escritor.

Lyla empezó a reír.

- Así que él es quien escribe lo que viene en la parte posterior de las cajas de cereales.

- ¡Que cruel! – Exclamó más molesta su madre, pero contraatacó enseguida. - ¿Sigues saliendo con el perdedor de Marcos?

- No. – Dijo sin sentir la mínima necesidad de defender a su ex.

- ¡Me alegro! no era para ti. Eras demasiado para él, así de sencillo. Sin embargo, Kenan es justo lo que necesitas...

- ¿Ya vas de nuevo? – Le reprendió.

- Está bien, está bien – dijo conciliatoria, sin embargo Lyla sabía que su ahora suave actitud era por que estaba agradecida de no ser futura suegra de Marcos – Oye, me dijeron que te vieron en la fiesta de caridad de la otra noche con Marcos precisamente.

- ¿Quién te dijo? – Le dijo Lyla tensándose de inmediato. Los círculos de su madre eran justamente donde ella había sido apostada y perdida ¿podría saber algo? Se animó a preguntar. -¿sólo eso te dijeron?

- Solo eso, ¿tendría que saber algo más? –Al no obtener respuesta prosiguió- También que hubo la partida habitual que se da tras bambalinas.

- ¿Y esas partidas tras bambalinas de que van?-Preguntó nerviosa, de reojo vio que Derian le dedicó toda su atención.

- De dinero real entre los que participan, nada para la caridad. Se hace siempre, al menos hasta donde yo recuerdo.

- ¿Apuestan solo dinero? – El nerviosismo de Lyla estaba incrementándose con rapidez y apretó su mano libre en un puño.

- Depende, pueden ser propiedades como casas, barcos y bienes de ese tipo.

- Ah, ¿Sabes algo de la partida de ese día? – No pudiendo apretar aun más el puño empezó a pasar las uñas por el suave y caro recubrimiento del asiento.

- No, nada. ¿Por qué preguntas eso? Que rara estás. Solo que participó esta vez De Luca y por eso muchos se retiraron, es un jugador implacable que no suele perder, tal y como es en los negocios.

- ¿De Luca...? ¿Derian De Luca? – Ella ni siquiera sabía el apellido de quien la había ganado. ¿Sería posible que este fuera De Luca?

- Exacto. Seguro sabes algo de él. Se mueve en nuestro mundo. Bueno, el de él es muchísimo más amplio. Va desde informática, electrónica y quien sabe que tanto más. Su poder es bastante amplio. Aunque se sabe poco de él todos quieren hacer negocios con su empresa. Se dice que siempre consigue lo que quiere y a cualquier costo. Nada ni nadie lo doblega, cosas de ese estilo se comentan, es un tipo que tiene mucho éxito con los negocios y las mujeres. ¿Lo viste esa noche? Hubiera sido genial que se conocieran, aunque...

- ¿Aunque...? – Lyla instó a su madre a seguir hablando, sin embargo de pronto se sintió sumamente cansada y echó la cabeza atrás en el asiento.

- Quiero que te cases bien y aunque De Luca es más que un simple millonario, no sé si es lo que quiero para ti. Es un playboy.

- ¿Demasiado mujeriego? – Preguntó y volteó a verlo, estampó una sonrisa burlona en su cara, de pronto se dio otra palmada mental, ¿a ella que le interesaba el estilo de vida que llevaba? Él se limitó a arquear una ceja en respuesta.

- Claro, no hay semana que no se le vea con una diferente.

- ¿Por qué no me extraña? – Dijo ella para sí, recordando la cara de Bruce al parecer acostumbrado a tratar con las múltiples mujeres de su Jefe.

- ¿Cómo dices?

- Hay hombres así... madre, en serio disculpa no haber ido, iré pronto ¿si? Salúdame a papá – Pidió cambiando de tema y colgando.

- Una llamada interesante por lo que veo. – Le dijo el hombre a su lado. – Al ver que ella no contestaba prosiguió- Veo que tu madre se relaciona con la clase de personas que van eventos como en el que nos conocimos. ¿Eres una pobre niña rica? ¿Si vienes de una familia con dinero por que no pedirlo anoche?

- No soy rica, mi familia lo es. – Le dijo escuetamente y sin mirarlo. En parte era mentira, podía haber conseguido el dinero de la apuesta pidiéndoselo a su padrastro pero se armaría un escandalo con su madre y era una de las cosas que menos deseaba en la vida.

- ¿Acaso perdiste el favor de tu familia y te desheredaron? – Insistió él claramente curioso.

- Algo así. – Y al ver que no pensaba dejar el tema, fue más rápida y añadió mirándolo con valentía pues esos ojos negros parecían ver hasta lo que ocultaba – No husmees en mi vida De Luca, nuestro trato no incluye un informe detallado de mi vida privada. Me hubiera encantado tener ese dinero a la mano y librarme de todo esto, pero el caso es que no lo poseo. – Su madre se había encargado de limitar todos sus activos simple y sencillamente por que no se comportaba como la niña de sociedad que esperaba, por que no había elegido una agitada vida social propia de su estatus y siendo lo hábil que era, había logrado congelar gran parte de la herencia dejada por su padre, eso cambiaria pensó de pronto, había avanzado mucho ya en el camino que le daría la posesión total de lo que le pertenecía. – No presiones más, tienes tu apuesta segura por los días que pagaste. – Y nuevamente lo ignoró al ver por la ventanilla, esta vez él se lo permitió, pero la castigó dejándola en el mismo hotel y en la misma habitación de la que se había escapado y le tocó mirarla divertido mientras le lanzaba miradas asesinas al salir del auto custodiada por un Bruce muy satisfecho.

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