capitulo uno;

Me despierto con la respiración agitada y siento como el sudor frío baja por mi cuello, otra vez ha saltado, otra vez que no he podido salvarle por más que gritaba.

Siempre es la misma escena, un chico de ojos castaños y pelo oscuro está al borde de un precipicio, el cielo está nublado pero no cae ni una sola gota de lluvia. El chico respira profundamente y sin previo aviso, salta.

Todos los días me pregunto la identidad del chico ya que en esos sueños nunca se le llega a ver la cara, cuando está a punto de girarse todo se vuelve negro y es cuando me despierto.

Necesito encontrarle. Algo me dice que tengo el deber de ayudarle, todos merecemos tener la oportunidad de ser salvados.

Me levanto de la cama y me dispongo a darme una ducha rápida antes de ir a la facultad.

Hoy será un gran día, después de casi cuatro años voy a volver a ver a mi hermano, desde que me fui de casa a los quince no le he vuelto a ver, pero, este año se muda a vivir solo a un pequeño piso de Barcelona.

Mi hermano es de pelo castaño, ojos color avellana y tiene un carácter muy fuerte, este año cumpliría los dieciocho.

Salgo de la ducha y me recojo el pelo en una toalla, me seco y me pongo un conjunto básico de una camiseta blanca y unos vaqueros de pitillo, me calzo mis converse blancas de la suerte y cojo mis llaves.

Alguien llama a la puerta.

— Vaya, te esperaba más tarde - abro la puerta y dejo pasar al chico que tengo delante.

— Tenía ganas de verte.

Le abrazo y sonrió. El me corresponde el abrazo y me dedica una cálida sonrisa.

— No has cambiado nada desde la última vez, Gavi.

— Pues tú has cambiado demasiado en solo cuatro años.

Miro el reloj y abro los ojos, si no me doy prisa llegaré tarde a la facultad, me despido de él con un corto beso en su mejilla y salgo corriendo por la puerta.

El edificio está a poco más de quince kilómetros, con suerte el bus llegará a tiempo y podré llegar a tiempo.

Como si el de arriba me hubiese escuchado el bus llega justo cuando alcanzo la parada, me subo y busco algún sitio libre, tras la búsqueda me quedo de pie ya que no hay ningún lugar libre, subo un poco el volumen de la música que escucho y mi mente empieza a relajarse,cuando estoy escuchando alguna canción siento que viajo a otro lugar. Noto como el autobús se para, he llegado a la facultad, como si de un semáforo se tratase salgo lo más rápido posible del vehículo y me dirijo a mi lugar de estudio.

Toda la vida he tenido claro lo que quería ser de mayor, quería ser entrenadora de fútbol, preparar a futuros jugadores y quien sabe si en algún momento podré estar entrenando con mis jugadores favoritos.

No es muy difícil de adivinar que mi club preferido es el Barça, he crecido viendo jugar a Messi, Iniesta, Busquets, Xavi.... que solo espero algún día poder entrenarlos.

Busco con la mirada hasta posarla en dos personas, Lucía y Diego, mis dos mejores amigos desde que me mudé a Barcelona.

— Cuanto tiempo sin vernos - Diego es el primero que se acerca a abrazarme.

— Solo han sido tres semanas, llorica.

— Quitas todo lo bonito. - Diego pone los ojos en blanco mientras empieza a andar hacia dentro del edificio.

Entramos y todo está igual que a final de curso, las paredes llenas de trabajos de final de curso, cientos de personas intentando encontrar su clase, reencuentros entre amigos después de unas vacaciones tan largas...

Me despido de mis amigos y entro a mi clase.

...

— Hoy me toca ir por tu lado así que ya de paso voy contigo - Lucía me agarra del brazo.

Ambas nos despedimos de Diego con un abrazo y esperamos hasta que se monte en el coche de su padre para irnos de allí.

— Te veo muy feliz hoy ¿qué pasa, te vas a ver a Messi a su casa?

— Por desgracia no, es solo que mi hermano está en Barcelona porque se muda aquí.

— ¿Tu hermano pequeño?

— Si, ese mismo - hago una mueca de confusión.

Lucia también es sevillana, hemos crecido juntas y nos conocemos desde siempre. Al ver su cara, mi reacción es de desconcierto ¿que le parece raro?

— Conoces a Gavi de toda la vida, Lucia

— Ya si, si, pero es que tu hermano no te a contado cierto detalle que creo que es importante.

— ¿Que me tiene que contar? - la curiosidad se apodera de mí.

— Amaia, tu hermano es jugador en el Barça, lo que significa que tu vida va a cambiar, que vas a dejar de tener privacidad y que vas a salir en todos los medios. No vas a volver a ser la misma, créeme

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