Subo mi equipaje con ayuda de Pedri a nuestra habitación, el parece tranquilo, tiene la misma expresión neutral de siempre pero se que está tranquilo.

— ¿Por qué te llevas tan mal con Pablo?

— Él se lleva mal conmigo, no yo con él.

— Mira que puedo llegar a entender que mi hermano no se lleve bien con todo el mundo por su carácter, pero lo vuestro ya es para preocuparse. - digo mientras abro la puerta de la habitación.

— Antes no éramos así, éramos como uña y carne, era mi mejor amigo.

— Tan grave no pudo ser, seguro que lo arreglareis.

— Traicioné su confianza, tu mejor que nadie sabes que si Gavi confía en ti y lo traicionas estás muerto. - responde mientras deja sus cosas en su lado de la habitación.

Me siento en la cama, pocas veces he visto a Gavi tan enfadado con alguien como para llegar a estos extremos, hago un amago de seguir preguntando, pero miro a Pedri y veo lo cansado que está así que decido parar el cuestionario.

— Vámonos a dormir que mañana va a ser un día completo. - digo para meterme al baño y cambiarme.

...

Veo a dos niños de unos 10 y 11 años, ambos están de espaldas mirando al mar, de un momento a otro salen corriendo para zambullirse en el agua. El escenario cambia y ahora esos mismo niños no tan pequeños están viendo  un partido de fútbol en la televisión el cual no distingo qué equipo es. Y de pronto una ultima escena, esta vez es solo un chico, el mismo de todos mis sueños anteriores, esta sentado, con las manos en su rostro, parece estar llorando.

De pronto todo se vuelve negro, el barranco aparece en escena, el chico me da la espalda, pero, algo esta vez es diferente, oigo una voz.

"Ayúdame" "Ayúdame porfavor, no quiero tocar el fondo"

Pero, esas voces se vuelven silencio cuando el chico, una vez más, salta.

Grito, grito que no se tire, pero ya es muy tarde, estoy en la habitación del hotel, la luz se enciende de repente y veo como Pedri se acerca a mi preocupado, por una vez su cara refleja lo que realmente siente, dejando ver una parte de él muy expresiva.

Y sin esperarlo me abraza, pero, es un abrazo cálido, casi familiar.

— Ya está, ya pasó, estoy aquí.

Y con los nervios aún a flor de piel, dejo salir todo lo que llevo guardado desde hace más de cuatro años.

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es algo cortito pero refleja muy bien el paso que está dando la relación de Pedri y Amaia. ¿qué os esta pareciendo la historia?