capítulo dieciséis;

Fer, me mira extrañado, parece que no se lo esperaba. Se sienta a mi lado y me mira buscando una respuesta.

— Yo... llevo teniendo el mismo sueño todas las noches, un chico que salta de un acantilado, ese chico creo que es tu hermano.

Fer parece volverse blanco, su mandíbula se tensa y puedo notar como su mirada lo dice todo.

— Yo no tengo hermanos.

— Si que los tienes, tienes uno.

— Pedri no es mi hermano.

— Yo nunca dije que fuese Pedri.

Se levanta, hay algo que sabe, y yo, necesito saber que es. Fer, empieza a dar vueltas por la cocina mientras no para de pasar sus manos por su cabeza.

— Teníamos solo doce y trece, había muchísima gente, me perdí, me dieron por perdido, pero, yo estaba ahí, hace poco más de cinco años que mi familia adoptiva se mudó a Barcelona, no me he perdido nada, he visto su debut con el primer equipo de las Palmas, cuando fichó con el Barça y cuando ganó el Golden Boy, he visto como a jugado con sus ídolos, como se a convertido en una estrella y como el ídolo de su infancia habla maravillas de él. - me espeta con un nudo en la garganta - pero, que quieres que haga, han pasado nueve años, no va a querer verme.

— Pedri, se esta volviendo a encontrar poco a poco, tan solo necesitas aparecer en ese proceso.

— El no me necesita.

— Te necesita, créeme que lo hace, si quieres que el curé tienes que sanarle tú, Fer.

El chico se queda pensando, parece que duda un momento pero, al final suspira.

— Está bien, hagámoslo.

Sonrío triunfal. Saco mi cartera dispuesta a pagar, pero, el chico me frena.

— Hoy invita la casa.

— Ya habrá más días para invitar, hoy te pago, la próxima vez estaremos todos y será momento de invitar, celebrar y reunirnos - digo extendiendo un billete de cincuenta.

Fer me sonríe y me da un papel con su numero.

— Espera, una última cosa, quiero saber si está bien o no.

— Está mejor que nunca, sonríe mucho, hace poco Eric me contó que quedo con todos y estuvo un rato con ellos en un bar, no es ni de lejos el mismo de antes pero está trabajando por mejorar día a día, los culers le aman y se nota el impacto que tiene.

— Vaya, le está yendo muy bien.

— Podríamos decir que está cumpliendo sus sueños.

— No se como será lo vuestro pero gracias por cuidarle.

— Nos estamos cuidando uno al otro, nos va bastante bien.

Por un momento sus ojos reflejan tristeza, se nota que para el no a sido fácil tener que separarse de su familia, me recuerda un poco a mi, pero, la diferencia es que el si que tiene un lugar con ellos.

— Mañana alguien te vendrá a recogerte y te llevará al recinto donde entrenamos. - sonrío para salir por la puerta.

Fer se queda allí parado, en medio de la sala, su cara está triste y tengo miedo de lo que pueda pasar mañana, pero, al fin y al cabo estoy haciendo algo con buena fe.

...

La mañana nos saluda con un frío que te llega hasta los huesos, pero, eso no nos impide luchar por el siguiente objetivo.

El clásico está más cerca que nunca y hay que apretar motores, tras la ausencia de Araujo, Bellerin, Kessie y Christensen debemos ser conscientes más que nunca de que va a ser un tiempo duro.

— Venga chicos, cada uno para su casa, el entrenamiento ya ha terminado. - ordenó recogiendo algunos balones sueltos.

Una vez asegurado que todos hayan salido del campo, recogí mis cosas y entro hacia el vestuario de entrenadores.

— Hay un chico fuera que pregunta por ti, Amaia. - Xavi comenta eso y se va con los demás miembros del staff.

Asiento y salgo fuera de las instalaciones deportivas, donde Fer me espera, a la luz del día se nota lo mucho que se asemeja a Pedri, mismo tono de piel, mismo color de pelo y sobre todo mismo color de ojos, pero, los suyos me hacen sentirme distinto, son unos ojos que reconocería en cualquier parte, pero, la sensación es distinta, con Pedri es esa atracción inevitable y con Fer es más bien seguridad.

Le sonrío y el me devuelve el gesto.

— Ahora le aviso para que salga. - digo mientras le envío un mensaje a mi novio.

Pocos minutos después, Ansu sale con el, los dos parecen estar riéndose de algo. No es hasta que se acerca hasta que mira a el chico que me acompaña.

— Te presento a un amigo, se llama Fernando.

— Mucho gusto, es un placer. - responde Fer con ese característico acento.

Pedri se da cuenta casi al instante, retrocede un paso y cierra los ojos.

— Te dimos por muerto.

— No me buscaron lo suficiente.

— Tu no, no puedes ser el, yo, hace más de nueve años que perdí a mi hermano.

— He vuelto, Pedri, quiero retomar todo lo que hemos perdido porfavor, déjame conocerte de nuevo. - Fer se acerca más a Pedri.

— Porqué no me has buscado entonces tú a mi ¿eh? Me has visto en la tele, seguro que viste cuando debité con las Palmas, pero no he recibido nada.

— Y te pido perdón por ello, pensé que, sin mi estabais mejor, que merecería la pena no volver con vosotros.

— Podrías haberlo intentado, Fer.

— Perdón.

— ¿Cómo pretendes que te perdone si ni siquiera me he perdonado a mi mismo?

— No estas solo, Pedri, me tienes a mi, la tienes a ella. - Fer me señala.

— ¡Cuando más te necesite no estuviste, no pretendas que espere que arregles todo el daño que me has hecho durante todos estos años! - Pedri explota de rabia, nunca le había visto así.

— Pero... - Fer no consigue continuar.

— Pero nada.

— Y tú. - Pedri se gira a mírame - Confié en ti, te abrí mi corazón y lo único que has hecho es traicionarme, devolverme el daño que tú misma habías curado.

— Márchate, no quiero verte ni ahora, ni nunca, me arrepiento de haberme enamorado de ti, de tu estupida sonrisa, de tu personalidad y de ese olor tuyo que me vuelve loco, ojalá nunca te hubieran contratado porque así esto no hubiese sucedido, te quiero fuera de mi vida, Amaia. - nunca había escuchado tanto odio en unas palabras, ni muchos menos de la suya.

Le miro, pero, no logro ver, nada, con el corazón en un puño me alejo de allí, de el chico de mi vida y de un intento que lo único que me a dado a sido dolor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top