capítulo cinco;

" Amaia una foto por favor"

" ¿Es cierto que tú eres la nueva
entrenadora en el club? "

" Te admiro muchísimo"

" ¿Eres la novia de Gavi? "

"Seguro que estás solo con
el por su fama"

"No te mereces estar
como entrenadora del Barça"

Por lo menos unas cien personas nos rodeaban mientras no paraban de hablar. Lucía y yo estábamos paralizadas. Poco a poco noto como mi respiración se acelera, siento como el corazón me empieza a ir a mil por hora mientras la gente que me rodea se empieza a volver borrosa.

— Por favor, esta es mi facultad, por lo tanto os pido un poco de intimidad. Yo voy a estar encantada de hacerme fotos, contestaros o firmaros cualquier cosa siempre pero, por favor os pido un poco de privacidad

Pero como si de una pluma se tratase ninguno me escuchó o hizo el amago de marcharse. Miré mi móvil y me di cuenta de que estaba llamando a Eric, quizás escuchó todo así que le hice una señal a Lucía para que me tapase un segundo.

— Eric, ¿estás ahí? - susurré.

— Si, estoy aquí.

— ¿Puedes venir a buscarnos, por favor? - noto como mi garganta se va haciendo un nudo.

— Estoy allí en cinco minutos.

Cuelgo y miro a mi mejor amiga que solo con mirarme a los ojos sabe lo que está pasando. La gente se acerca más aún haciendo que no quede casi nada de espacio para nosotras. De un momento a otro siento pánico y necesidad de salir de ahí corriendo.

Un coche negro, con los cristales teñidos de color oscuro se acerca hacia donde estamos, Lucía y yo nos subimos rápidamente, quedando ella en el asiento de atrás y yo en el asiento del copiloto con Eric.

— Creía que me moría - no puedo evitar ponerme a llorar tras la situación.

Eric me mira y suelta una mano del volante para acariciarme el brazo, aunque solo nos conozcamos de un día, siento que puedo ser yo misma con él.

— Te acabarás acostumbrando, tranquila. - el sigue acariciándome el brazo para que me tranquilice - acabas de salir al mundo público, es muy fácil, o te aman, o te odian, déjales que te vean, que te conozcan, estoy seguro de que si te mantienes fiel a ti misma, todo el mundo te va a querer.

— Eso lo dices porque no tuviste la misma suerte ¿no?

—Yo... a mi me ha tocado lidiar con el odio de toda una afición, casi incluso el odio de todo un país, pero lo estoy afrontando lo mejor que puedo.

Le miro con una leve sonrisa y ahora soy yo la que le acaricia el brazo. Sé perfectamente por lo que está pasando, he leído todos y cada uno de los comentarios malos hacia el club y Eric ocupaba la mayoría de ellos.

Llegamos a mi casa y Lucia se despide para irse a su casa que está a dos calles de la mía. Me despido yo también de Eric con un beso en la mejilla y me bajo del coche, saco mis llaves y abro la puerta. Al abrirla Gavi está de frente con los brazos cruzados y con una cara no muy amigable.

— ¿Se puede saber dónde demonios estabas?

— Ha habido un pequeño problema al salir de la facultad - respondo cerrando la puerta.

— Te he llamado seis veces, Maia.

— No me ha dado tiempo a mirarlo, estaban acorralándome y he entrado en pánico.

— ¿Saben donde...? - Gavi se me acerca con cara preocupada.

— Lo saben.

Gavi me abraza y siento como si mi corazón pudiese respirar, desde que tengo uso de memoria solo he conocido un lugar que me haga sentirme segura, ese lugar son los brazos de mi hermano, cada vez que siento que el mundo se me cae poco a poco, él siempre está ahí.

...

Han pasado varios días desde el incidente, al día siguiente Xavi me llamo diciendo que tendríamos que coger un vuelo directo a París para jugar un amistoso con el PSG. Como culé siento que voy a llorar, voy a ver a Messi vestido de unos colores que no son los suyos, portando un escudo el cual jamás va a amar de la misma manera que amaba al nuestro. Ha pasado un año y todavía no asimilo un Barça sin Messi.

El avión aterriza y todos los jugadores salen del vehículo incluyéndome a mi. El ambiente está tranquilo, todos parecen muy relajados y emocionados por este nuevo partido.

Es en ese momento cuando siento que me miran, en concreto me miran unos ojos que conozco a la perfección. Mi mirada choca con la suya y como si fuéramos imanes en pocos segundos estamos uno enfrente del otro.

— Ha pasado bastante tiempo, lunática

— ¿Lunática?

— Vas a llegar muy lejos, incluso podría decir que vas a poder tocar la Luna.

— Pero todavía quedan muchas estrellas por superar.

— Pues permíteme ser tu principito para guiarte por todas ellas. - Pedri se acerca peligrosamente a mi.

Noto como mis mejillas se calientan, no sé porque mi cuerpo se aleja y se dirige hacia Gavi que no está muy lejos de nosotros.

— ¿Lista? - él sonríe.

— Lista.

Ambos entramos al hotel, se nota que es un hotel caro, las decoraciones son lujosas, las paredes son de color mármol y están llenas de acabados que supongo que serán oro, todo esto acompañado de unas alfombras inmensas llenas de dibujos bordados.

Al estar todos los jugadores juntos, Xavi se dispone a decir las habitaciones.

— Las habitaciones son de cuatro, pero el problema es que sobramos dos. El hotel ha hecho las habitaciones y me han comentado que los dos sobrantes son Pedri y Amaia, así que les tocará compartir.

— ¿Y porque demonios no me han puesto a mi con ella?

— No lo sé Gavi, me han dicho que por edad ellos son los que sobran.

— Tonterías. - mi hermano resopla.

¿Compartir una habitación con Pedri? ¿ Tener que ver mi debilidad cada mañana? Respiro hondo y sonrío a mi hermano para que se tranquilice a lo que él parece hacerlo.

— Tranquilo Gavs, está bien.

— Como se le ocurra hacerte algo se va a enterar.

— No soy mala persona, Pabs. - Pedri es el que habla esta vez.

Gavi le mira furioso.

— No vuelvas a llamarme así en tu vida.

Y con eso, abandona la habitacion, dejándonos a todos con dudas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top