─ ¿Quién fue él que lo mató?

─ Obvio que fue el detective Jung.

─ No, dicen que fue Jungkook quien disparó el arma. Tres balas de plata.

─ Wow, una hubiera sido suficiente.

─ Si, pero lo hizo en defensa propia. El jefecito ya se encargó de ello.

Las orejitas de Jungkook comenzaron a moverse y él frunció el ceño con molestia. Porque estaba durmiendo tan rico, rodeado del aroma que tanto amaba y que calmaba tanto a su lobo. Respiró profundo y abrió sus ojos lentamente. No reconoció el lugar donde estaban, pero sus ojos se enfocaron en el lobo a su lado.

Hoseok aún dormía, pudo ver su hombro vendado, pues lo había dejado sin ropa. Jungkook mordió su labio inferior. Movió su mano al rostro de su pareja dándose cuenta que sus músculos estaban entumecidos y no lograba alcanzar a Hoseok. Se sentía completamente adormecido.

─ Hoseok... ─ Llamó con su voz carrasposa y algo quebrada. ─ Hoseokie, por favor.

El Alfa a su lado presionó sus ojos, pero luego los abrió lentamente y observó el rostro asustado de Jungkook.

─ Hoseok...─ Dijo Jungkook ahora con alivio.

Su Alfa sonrió suavemente pero tampoco se movió, su hombro dolía mucho, así como otros golpes.

─ Jungkookie... despertaste, mi amor. ─ Dijo el Alfa pelirrojo, deseando besar los labios de su pareja, pero ambos estaban demasiado lastimados para ello.

─ Pensé que no ibas a desperta, me asusté. ─ Confesó Jungkook con sus ojos llenándose de lágrimas y sus orejas agachadas.

─ No llores, pequeño, vamos a estar bien. ─ Le dijo susurrando. ─ Todo va a estar bien, vamos a estar juntos, ¿Sí?

Jungkook asintió suavemente pero aún así una cuantas lagrimitas se le escaparon. Hoseok sonrió cansado, pero aliviado de su pequeño Alfa hubiera despertado.

Estiró su mano un poco, para poder presionar el botón que le habían dejado al alcance y pronto la puerta fue abierta.

─ Hola a mi pareja favorita. ─ El doctor Park llegó a la habitación.

─ Jungkook despertó.─ Dijo Hoseok y los ojos del doctor se abrieron con sorpresa apresurandose al lado del pequeño alfita.

─ ¡Sungjae se va a alegrar! ─ Dijo tan feliz. ─ Perdón, quiero decir, que bueno que ya despertaste Jungkook, te hemos extrañado. ¿Cómo te sientes?

Jungkook rió un poco.

─ No puedo moverme... me siento pesado. ─ Comentó.

─ Es por los relajantes musculares y otros medicamentos, pronto te sentirás mejor. ─ Le dijo Jimin acercándose para revisar signos vitales. ─ Vaya, todos esos lobos esperando allá afuera estarán muy felices de que despertara. Tienes días haciéndonos esperar, ¿Sabes? Hoseok despertó hace dos días.

El Alfa pelirrojo se sonrojó, pues había despertado durante la noche muy asustado y a la defensiva, casi muerde a una enfermera por acercarse mucho a la camilla.

─ Todo normal. ─ Comentó Jimin. ─ Voy a destaparles las heridas para que...─ El Alfa doctor se sonrojó y agachó un poco el rostro, algo avergonzado.─ Bueno, ya saben.

Jimin se acercó a Hoseok y comenzó a deshacer el vendaje, asustando un poco a Jungkook por la gran herida. Luego quitó el vendaje en la pierna donde había recibido un balazo.

Jungkook por suerte solamente tenía unos cuantos golpes, él había sufrido más por el cansancio.

─ Entonces... los dejó. ─ Jimin salió del lugar aún con las mejillas sonrojadas.

Ambos alfas se miraron a los ojos y sonrieron suavemente.

─ Te extrañé. ─ Dijo Hoseok. ─ Jungkookie... eres el Alfa más fuerte que he conocido.

El pequeño Alfa mordió su labio inferior.

─ Bueno, ¿Quieres que llore o qué?

─ No, no, no, no llores. ─ Dijo el detective volviendo a sonrojarse.

─ Entonces guardemos ésta conversación para después. ─ Dijo el pequeño Alfa intentando acercarse lo suficiente a Hoseok. El Alfa pelirrojo lo ayudo un poco jalandolo a sí mismo aunque le doliera moverse.

Entonces Jungkook respiró profundo antes de comenzar a lamer la herida en el brazo de su alfa. Hoseok siseo, pero luego se mantuvo jadeando suavemente. El pequeño Alfa no logró alcanzar la herida en la pierna de su pareja, porque aún no podía moverse muy bien, así que ambos simplemente se abrazaron y volvieron a dormir.

El aroma de ambos mezclándose en la habitación y no podía ser más perfecto a pesar de todo.

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A pesar de que Jungkook escuchaba voces conocidas afuera de la habitación, en los siguientes días, solamente el doctor Jimin y alguna ocasional enfermera entraba a la habitación. El pequeño Alfa había recuperado la movilidad y el dolor muscular había disminuído considerablemente. Ahora podía sentarse en la cama y molestar a Hoseok haciéndole cosquillas, aunque Jimin lo regañó un día por hacer aquello.

En ese momento se encontraba besando suavemente la herida en la pierna de su Alfa, la cual estaba por sanar, pues él había hecho un buen trabajo en curarlo. Pero la herida de su brazo tardaría más y dejaría una gran cicatriz.

Hasta ese momento, alguien tocó la puerta de la habitación y una cabellera blanca se asomó.

─ ¿Están decentes? ─ Preguntó el jefecito. ─ Por que desde afuera escucho mucho besos y no sé.

Jungkook se sentó de golpe y Hoseok se cubrió con la sabana.

─ S-Sí... sólo ayudaba con una herida. ─ Susurró el pequeño Alfa bastante avergonzado.

El jefecito entró con una sonrisa, pues se alegraba de que sus dos chicos estuvieran bien. Después de haberlos visto trás la misión, el jefecito había llorado mucho, aunque no lo admitiría, no fuera a ser que le perdieran el respeto.

─ Me alegra verlos bastante mejor. ─ Dijo acercándose y sentándose en la silla a la par de la camilla. ─ El doctor Jimin dice que en unos días podrán volver a la sede y allí Jin los atenderá. Está comenzando a estudiar enfermería y dicen que es muy bueno.

Jungkook se alegró con la noticia de su amigo y volver a casa, a la sede, sonaba tan bien. Jungkook ya deseaba estar de vuelta en aquello pasillos, también quería saludar a sus amigos. Aunque los había escuchado afuera de su habitación, él ansiaba verlos y salir a pasear.

─ Jungkook. ─ Ambos Alfas se giraron a ver al peliblanco. ─ ¿Recuerdas que te pedí hablar en la rueda de prensa de la nueva campaña?

Hoseok parpadeó algo confundido, el pequeño Alfa no le había contado aquello, aunque no le reclamaría, pues con todo lo que había pasado entendía que probablemente no lo hizo porque no pudo.

─ P-Pero no he preparado nada. ─ Dijo el pequeño Alfa sonrojándose.

─ No necesitas nada especial. ─ Le dijo el peliblanco. ─ Solamente hablar lo que necesitas decir, lo mismo que me dijiste sobre tu historia y tus deseos para los objetivos de la campaña.

El pequeño Alfa mordisqueó su labio inferior.

─ Jungkook. ─ Su pareja lo llamó. ─ Es tu oportunidad. ─ Le dijo con una suave sonrisa. ─ Es lo que queríamos cuando empezamos nuestra campaña en las redes sociales, ¿No es así?

Los ojos del pequeño Alfa se aguaron un poco, pero asintió cerrandolos con fuerza.

─ Me preocupa más que estés aún muy débil para hacerlo. ─ Comentó el peliblanco. ─ Venía a decir que no te dejaré hacerlo si estás muy débil, no quiero exponerte.

Jungkook agradeció y pronto el peliblanco salió de la habitación, dejando a la pareja.

─ Lamento no habertelo dicho. ─ Dijo el pequeño Alfa en un suave balbuceo.

─ No... ─ Le dijo Hoseok. ─ Entiendo que no se dió la ocasión.

Ambos Alfas se miraron a los ojos unos segundos.

─ ¿Q-Qué dirás? ─ Preguntó Hoseok poniéndose un poco nervioso.

Jungkook rió suavemente.

─ Quiero contar toda la historia, ¿Te molesta si lo hago? ─ Y Hoseok entendió que Jungkook también quería contar su parte.

─ Sería un honor que lo hicieras. ─ Le dijo.

El pequeño Alfa se inclinó y dejó un suave beso en los labios de Hoseok. Éste no lo dejó alejarse y, envolviendo su brazo sano en el cuello de su pequeño, lo atrajo de regreso para que unieran en un beso mas profundo. Ambos jadearon suavemente en busca de aire cuando se separaban levemente. Pero se sentía tan bien, Hoseok agradecía que su lobo se sintiera bien, pues él ya tenía una meta y esa era estar con Jungkook por muchas vidas.

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Cuando los dos Alfas regresaron a la sede, los recibieron con una hermosa fiesta de bienvenida. Hoseok no podía creer que Yoongi hubiera llorado, lo hubiera insultado y lo hubiera abrazado, todo un solo minuto.

Por su parte Jungkook se abrazó con sus pequeños amigos los cuales estaba tan felices de recibirlo de nuevo. Luego ambos se incorporaron, recibiendo buenos deseos y abrazos de los demás miembros de la sede.

Hoseok notó que la familia completa del jefecito estaba allí, y agradecía aquella presencia, pues eso demostraba lo mucho que ellos dos eran queridos.

Aunque la fiesto no duró mucho, pues ellos aún tenían que reposar, ambos se sintieron tan bien al acostarse en la cama, en la habitación de Jungkook. No querían separarse ni un segundo y todos lo comprendía, pues era parte del proceso de sanar.

Por eso tampoco los interrumpieron, solamente el jefecito venía para hablar con Jungkook ocasionalmente sobre el evento.

El pequeño Alfa se sentía aún algo extraño, como si el tiempo fluyera pero su reloj no avanzara. Se preguntó por qué sería aquello. Hoseok le decía que es por que aún no se habían recuperado por completo.

Pero el tiempo continuó avanzando y pronto ambos se vieron a sí mismos arreglándose para salir, después de ese tiempo encerrados. Estaban tan emocionados como nerviosos, pues sería un gran evento. Todos se estaban colocando sus mejores galas.

─ ¿Me veo bien? ─ Preguntó Jungkook y Hoseok hizo una pequeña mueca al ver que el atuendo era tal vez demasiado serio para la personalidad de Jungkookie.

Terminó pidiéndole a algunos Betas del staff de la sede que le ayudaran a conseguir algunas cosas. Jungkook esperó sentado en la cama hasta que tocaron la puerta y le entregaron a Hoseok lo que había pedido.

El Alfa pelirrojo se giró a su pequeño Alfa y colocó las cosas en la cama.

─ Creo que... las flores nos definen muy bien. ─ Comentó el Alfa mientras tomaba las flores que le había pedido a los betas.

Jungkook se sonrojó mientras su alfa colocaba las flores en sus cabellos.

─ ¿Seguro que ésto estará bien?

Hoseok se alejó para ver su obra. Su Alfita se miraba adorable.

─ Será perfecto. ─ Dijo y colocó un pañuelo en el cuello de Jungkook para cubrir el collar que siempre llevaba.

Lo hizo ponerse de pie y ahora el traje negro que llevaba se miraba mucho mejor. Colocó una ultima flor en el saquito para combinar.

Entonces salieron tomados de la mano, dirigiéndose hacia el lobby.

Allí se encontraron con los demás miembros de la sede que irían al evento y carros no tardaron en llegar por ello.

El tiempo continuaba avanzando, más el reloj aún se sentía detenido.

Todos llegaron al lugar del evento y bajaron cual estrellas, rodeados de fotógrafos. Jungkook se aferró a su Alfa, sintiéndose algo nervioso. Hoseok rió suavemente y agachándose lo tomó en brazos. Eso pareció volver locos a todos porque les sacaron muchas fotos, que probablemente estarían publicadas en algunos minutos.

No fue hasta que todos fueron a sus lugares y Jungkook se encontraba cerca del escenario que el pequeño Alfa sintió su reloj comenzar a avanzar de nuevo.

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