Yoongi mordió su labio inferior con fuerza mientras caminaba de un lado a otro. Ya se habían llevado a Hyungsik a un arresto temporal antes de que se dictara la sentencia, pues ésto tomaría algo de tiempo, pero al menos ya estaba tras las rejas.

Sin embargo, algo no encajaba.

Jungkook había sido secuestrado hacía unas cuantas horas. ¿Por qué Hyungsik habló tan fácilmente? Habían dos opciones: la primera es que maldito Alfa era tan egoísta que le valía verga echar de cabeza a su jefe con tal de conseguir una mejor condena... la segunda es que todo fuera una maldita trampa.

─ ¡¿Por qué no nos estamos moviendo?! ─ Hoseok gritó haciendo al Omega cerrar sus ojos con fuerza.

─ ¡Mierda! ¡Calmate, Hoseok! ¡Recuerda tu puto entrenamiento! ─ Yoongi se giró a ver al Alfa y éste respiraba irregularmente, su rostro estaba lleno de lágrimas y sus ojos mostraban su desesperación. ─ Si sigues así... no irás a la misión.

─ No puedes detenerme, iré por él. ─ Le dijo el pelirrojo.

─ No estás pensando correctamente. ─ Respondió Yoongi. ─ Si Hyungsik entregó a Jungkook de esa forma, ¿Por qué nos diría cómo recuperarlo tan fácilmente?

Hoseok miró a Yoongi con sus labios temblando.

─ Es la única pista que tenemos. ─ Dijo rogando.─ Yoongi, por favor.

─ Debemos pensarlo, aunque sea un poco. ─ Dijo el Omega acercándose a Hoseok quien se encontraba de pie pues la ansiedad no le permitía mantenerse sentado.

El jefecito se mantenía pensando en las posibilidades. Incluso él sabía que esto había sido demasiado sencillo y que debía haber una trampa tras ello.

Hoseok sollozó suavemente, mientras esperaba a que ambos Omegas pensaran con respecto a la misión, porque él simplemente no podía hacerlo. Le importaba una mierda que fuera una trampa. Él sólo deseaba reencontrarse con el pequeño Alfa pelinegro del que se enamoró.

─ ¿Qué haremos si es una trampa? ─ Preguntó Yoongi a su colega, esperando que Hoseok volviera en sí y pudiera ayudar. ─ Hoseok, te necesito, necesito que pienses.

El Alfa miró al Omega directo a los ojos y comenzó a respirar profundo.

─ Por favor, eres el mejor detective que conozco. ─ Yoongi llevó una mano al pecho del Alfa. ─ Hoseok tienes que ayudarme a resolver este misterio.

Pues Hyungsik no había dado un lugar en concreto, sus palabras fueron sencillas: El Alfa está donde todo comenzó.

Yoongi tenía la idea de saber dónde todo comenzó: El edificio donde encontraron a Jungkook la primera vez.

Pero, ¿Qué tal si era una trampa?

─ Piensa. ─ Hoseok volvió a respirar profundo.

Y cerró sus ojos pensando.

¿Donde había comenzado todo? Para él sería en el edificio donde encontraron a Jungkook la primera vez, pero sería demasiado fácil. Incluso podrían encontrar una trampa en ese lugar. Pero, ¿Cómo sabrían ellos donde comenzó todo?

Hoseok sintió unos brazos rodearlo y tardó un segundo en darse cuenta en que su amigo lo estaba abrazando. El Alfa sintió unas cuantas lágrimas salir, se apresuró a rodear a Yoongi con sus brazos y olfateó su aroma dulce a caramelo. Ese aroma lo había acompañado tantos años, aunque olía un poco diferente ahora que estaba con Namjoon.

Hoseok suspiró.

Namjoon...

─ ¿Mejor? ─ Preguntó Yoongi.

─ S-Si... ─ Hoseok se separó.

Namjoon...

Hoseok abrió sus ojos.

─ ¡Yoongi! ─ Dijo haciendo a los dos Omegas sobresaltarse. ─ ¡Llama a Namjoon!

─ ¿Qué? ¿Para qué o qué?

─ ¡Llamalo!

Yoongi parpadeó varias veces, pero se apresuró a sacar su celular para llamar a su pequeño Alfa.

─ ¡Yoongi! ¡¿Estás bien?! Escuché que irán a una misión importante, ¡Yoongi!

─ Namjoon. ─ Yoongi llamó a su Alfa.

─ Perdón, perdón... estoy nervioso... ─ Dijo el pequeño Alfa.

─ Yo también.─ Susurró Yoongi.

─ Todo saldrá bien, eres el mejor policía que conozco. ─ Le dijo el pequeño Alfa, sacando una suave sonrisa de Yoongi.

─ Pasamelo.─ Interrumpió Hoseok quitándole el celular al Omega.

─ Namjoon, soy Hoseok. Necesito que me digas a donde inició la trata de lobos defectuosos.

Namjoon se quedó algo perplejo con la pregunta.

─ ¿Donde inició? ─ Preguntó.

─ Si, el lugar. ─ Pidió Hoseok.

Namjoon respiró profundo, intentando recordar. En su tiempo en cautiverio, había sido trasladado por varios lugares y él realmente no estaba seguro de en qué ciudades o lugares se encontraba específicamente. Pero jamás iba a poder olvidar esa gran casa, prácticamente una mansión. Fue el primer lugar donde escondieron a los lobos defectuosos.

─ En su casa.─ Respondió Namjoon.

─ ¿Qué?

─ En la casa del ex ministro. ─ Repitió. ─ Allí fue el primer lugar al que me llevaron y allí fue donde llevaron a Jungkook cuando era apenas un niño.

─ Gracias.

Hoseok regresó el teléfono a Yoongi, quien se despidió prometiendo que todo estaría bien.

─ Dice que es la casa del ex ministro, pero ese lugar fue decomisado cuando lo arrestaron la primera vez. Debería estar bajo la custodia del gobierno. ─ Dijo Hoseok.

─ De todas formas, ¿Cuántas casa tiene el hijo de puta? ─ Preguntó Yoongi pensando.

El Alfa pelirrojo volvió a respirar profundo. Yoongi tenía razón, si hubieran ido al edificio donde encontraron a Jungkook sería muy esperado por parte del ex ministro y probablemente encontrarían una trampa que los retrasaría mientras movían a Jungkook a un lugar más seguro.

El jefecito colgó la llamada que había iniciado sin que los detectives se dieran cuenta.

─ La casa del ex ministro estaba bajo la custodia de los policías bajo el mando de Hyungsik. ─ Ambos detectives se giraron a ver al jefecito. ─ Al parecer diste en el blanco, Hoseok.

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Jungkook estaba tan cansado que sentía que estaba a punto de caer desmayado, sin embargo su lobo continuaba obedeciendo. El ex ministro volvió al salón, solamente para burlarse del pequeño Alfa.

Tomó su rostro, levantándolo.

─ ¿No te duelen las rodillas? ─ Preguntó.

─ N-No...─ Respondió el pequeño en un aliento.

─ Ya veo. ─ El ex ministro soltó el rostro del Alfa, observando las orejitas agachadas y el cuerpo temblando. ─ Entonces no te importará quedarse así unas horas más.

El pequeño Alfa resistió el impulso de rogar, de pedir que lo dejara descansar, no quería someterse a ese Alfa. No lo deseaba. Mordió sus labios fuertemente para contenerse mientras escuchaba al Alfa salir de la habitación. Entonces dejó las lágrimas caer y no se molestó en controlar sus sollozos.

─ Hoseokie... ¿Vendrás por mi? ─ Preguntó intentando sentir el vínculo con su Alfa, sin éxito aún.

Después de todo era un vínculo incompleto.

─ Aguanta, Jungkook, aguanta. ─ Comenzó a darse ánimos. ─ Debes aguantar. Él te está buscando aunque no puedas sentirlo, resiste.

Sus sollozos volvieron a hacerse fuerte y aunque sabía que llorar solamente drenaría la poca energía que le quedaba, no le importaba.

─ Eres fuerte, eres un Alfa fuerte. ─ Se abrazó a sí mismo. ─ Él lo cree. Piensa en él.

Y su mente lo llevó al pequeño campo de flores en el parque, ese día debían verse hermosas. Él estaría allí con Hoseok, llenando su cabello de flores mientras ríen, mientras olvidan todo lo malo. Solamente son ellos dos amandose. Posiblemente se recostarían sobre las flores, sintiéndose mal en secreto por aplastar unas cuantas, mientras miran el cielo cambiar de tonos de colores, hasta que las estrellas comienzan a aparecer una a una.

Entonces unirían sus manos y se distraerían del vasto cielo solamente para mirar las estrellas en los ojos del contrario. Él se sentiría un poco avergonzado de que Hoseok mire sus ojos por tanto tiempo, pero sabría que el Alfa lo hace con amor y no por las razones equivocadas.

Luego tal vez se arrastrarían suavemente sobre la grama, matando unas cuantas flores más, ni modo hay que hacer unos cuantos sacrificios, y entonces se besarían. Jungkook podría sentir de cerca el delicioso aroma amaderado y dulce, mientras Hoseok comenzaría a jadear, asfixiándose con su fuerte aroma a amaretto. Porque Jungkook sabía que el Alfa se quedaba sin aire. Amaba verlo batallar por ello.

Abrió sus ojos y se encontraba aún de rodillas en el salón, sus sollozos volviendo.

─ Tu puedes... ─ Susurró volviendo a cerrar sus ojos.

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Hoseok, Yoongi y el jefecito arribaron en la sede, donde Taehyung los esperaba en la entrada. Yoongi chocó puños con el Beta.

─ ¿Está todo listo?─ Preguntó Hoseok mientras todos entraban.

─ Si, pero wow, Hoseok, ¿Estás bien?─ El Beta no pudo evitar preocuparse por la condición del detective.

─ Agh...no importa. ─ Le dijo Hoseok mirando al Beta algo frustrado.─ Sólo, concentrémonos en la misión por favor.

Taehyung asintió.

Cuando Hoseok llegó al punto de reunión, el resto del escuadrón reaccionó de la misma forma que Taehyung, pero no se atrevieron a preguntar.

─ Conseguimos un mapa de la casa.─ Le dijo Taehyung, mostrando la presentación al Alfa, que miraba con impaciencia. ─ Tiene seis vías de escape, incluyendo una subterránea, el jefe dos consiguió apoyo policial para ello, habló con el abogado Kai y ellos aceptaron cubrir la mayoría de vías de escape.

Hoseok se sorprendió al saber que el Alfa del jefecito estaba participando, su corazón palpitó con fuerza porque sabía, sabía que ellos los consideraban familia.

─ Bien, nosotros cubriremos las sobrantes. ─ Hoseok indicó a qué miembros del escuadrón le tocaría dicha tarea.

Taehyung se sintió feliz de que la información que había conseguido pudiera ser utilizada.

─ Enviamos a un grupo a espiar el edificio donde encontramos a Jungkook. Efectivamente era una trampa. Hemos metido unos dummies para fingir haber caído, el edificio ha estallado en llamas varios minutos después de que la puerta principal se ha abierto. ─ Hoseok mordió su labio inferior y observó a Yoongi a los ojos.

¿Tan predecibles estaban siendo?

─ Si es así, entonces contactemos a los noticieros, que se dirijan a la escena y testifiquen que el escuadrón ha ido a el lugar. ─ Dijo Hoseok, mientras miraba al jefecito. ─ Si queremos fingir haber caído, debemos hacerlo más real.

El Omega peliblanco sacó su teléfono y contacto a algunos amigos que podrían ayudarle con una noticia falta y después rectificar que había sido parte de la misión.

Todo parecía ir por buen rumbo hasta que Hoseok sintió un fuerte dolor en su marca.

─ ¡Agh! ─ Cayó de rodillas y todos el escuadrón se aglomeró a su alrededor. ─ J-Jungkook. ─ Susurró al sentirlo, toda la ansiedad, el dolor y el temor de su pequeño Alfa. Al parecer su lobo comenzaba a reaccionar.

Jadeó unos segundo antes de ponerse de pie y sabía que así no podría hacerlo.

─ Yoongi. ─ Llamó a su amigo. ─ Tú dirigirás ésta misión.

Yoongi lo vió con sorpresa.

─ P-Pero Hoseok.

─ Tienes experiencia, puedes hacerlo. ─ Yoongi tenía miedo, pero no podía negarse, sabía que Hoseok no estaba en condiciones. Asintió y ayudó al Alfa pelirrojo a tomar asiento.

Respiró profundo y al levantar la mirada se encontró con los ojos de su pequeño Alfa. Namjoon y Seokjin habían ido a curiosear, pues estaban realmente preocupados por Jungkook y sus parejas. El pequeño alfa de la nariz de lobo levantó sus pulgares dándole ánimo al Omega que lo había salvado.

─ No habrá encubierta. ─ Comentó Yoongi. ─ Haremos un ataque directo, pero silencioso, intentando sacar a tantos lobos como podamos del camino, sin ser descubiertos. Por eso usaremos los silenciadores.

Todos se cercioran de que sus armas contuvieran ya los silenciadores correctamente colocados. ─ Nosotros entraremos por la entrada tres, no sabemos a donde podrían tener a Jungkook, pero seguramente no será en el primer piso. Sería en el sótano o en las habitaciones superiores. Ustedes irán a las habitaciones superiores, Yoongi señaló a Hoseok y a Taehyung junto a otros Alfas.

Todos asintieron.

─ Al hacer contacto, debemos sacar al Alfa del lugar a salvo, el equipo que no haga contacto, se encargará de encontrar al ex ministro. Una vez Jungkook esté asegurado, todos iremos tras ese maldito. ─ Yoongi apretó los puños. ─ ¿Entendido? ¿Dudas?

Todos guardaron silencio unos segundos.

─ Preparense, nos vamos en quince. ─ Todos se dispersaron para terminar de prepararse. Yoongi se acercó a Hoseok. ─ ¿Qué fue eso? ¿Seguro que puedes ir a la misión?

─ Puedo sentirlo. ─ Le dijo Hoseok, sus ojos llenos de lágrimas. ─ Está sufriendo, Yoongi. Jungkook, está sufriendo. Necesito ir por él.

El Omega respiró profundo.

─ Hoseok concentrate en sentir adonde está, sé que su marca es incompleta, pero su amor es fuerte. ─ El Omega ayudó a Hoseok a prepararse para la misión al igual que se preparó a sí mismo.

El tiempo pasó volando y pronto todos se vieron abordando los autos para ir a la misión. Todos los miembros de la sede salieron a la entrada del edificio para poder despedirlos, pues todos sabían que era una misión peligrosa.

Todos se mantuvieron mirando a la sede, hasta que ésta salió de vista. Hoseok presionó sus manos intentando saber si Jungkook podía sentirlo, quería decirle que ya iba por él. Que resistiera un poco más...

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