Capítulo 4

─ ¿Alfas defectuosos? No sé de qué hablan. ─ El ex ministro le mostró una sonrisa socarrona a Hoseok.

Hoseok golpeó la mesa con una mano provocando que el Alfa frente a él riera.

─ No finja. Sabemos que tiene Alfas en su poder aún. ─ Le dijo Yoongi intentando continuar el interrogatorio, pues Hoseok se había levantado y caminaba de un lado a otro como león enjaulado.

─ ¿Bajo mi poder? ─Preguntó el ex ministro. ─ Yo estoy en ésta cárcel, ustedes decomisaron todos mis bienes, ¿No es así?

Ésta era la parte que Hoseok odiaba, él no comprendía por qué los lobos eran así. Si ya estás en una cárcel por el resto de tu vida, ¿Qué te cuesta facilitarle el trabajo a la policía? Un simple, "si, los tengo en tal lugar," y todos vivimos felices para siempre. Pero no, toda la vida tenían que estár complicandolo todo.

Hoseok sacó la foto de un sobre y la puso frente al Alfa. Por su expresión facial podría decir que lo había reconocido.

─ ¿Dónde está? ─ Le preguntó Hoseok.

El ex ministro rió fuertemente.

─ No sabía que tenías esos gustos. ─ Le dijo provocando que el estómago del Alfa se revolviera. ─ ¿Por qué buscas específicamente a "eso"?

Hoseok se acercó al ex ministro con la intención de golpearlo, pero Yoongi se interpuso en el camino. No podían golpearlo, al menos no aún.

─ Nuestros motivos no le interesan. ─ Le dijo Yoongi. ─ Necesitamos encontrar a ese Alfa, y usted tiene información. Tal vez podríamos negociar.

Hoseok miró a Yoongi con indignación, él jamás negociaría con una escoria como esa.

─ Negociar, jmmm... ─ El ex ministro miró directo a Hoseok. ─ Quiero que se reduzca mi condena. ─ Pidió rápidamente.

Yoongi maldijo, dejar salir a ese hijo de puta de la cárcel era un gran no para toda la sociedad.

─ Imposible. ─ Le dijo Hoseok. ─ No vamos a negociar tu condena.

─ Pues que lástima, así jamás encontrarán a Jungkookie a tiempo. ─ El ex ministro tapó su boca con ambas manos. ─ Ups. ─ Dijo con diversión.

Hoseok volvió a caminar hacia él.

─ ¡Eres una mierda! ─ Le gritó y Yoongi lo tomó de los brazos para evitar que Hoseok se fuera sobre el ex ministro. ─ ¡Habla! ¡¿Dónde está?

Allí estaba el problema, el ex ministro era un Alfa de sangre pura, la élite sobre la élite, descendiente directa de las manadas antiguas. Por eso rió de la voz de mando de un Alfa como Hoseok.

─ Reduzcan mi condena.

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─ No. ─ Dijo aquel pequeño Omega peliblanco. ─ Tiene que haber otra forma, ese Alfa no sólo buscaría cómo hacerle daño a mi familia, sino que volvería a buscar cómo dañar a la comunidad de Alfas y Omegas defectuosos.

Su esposo Alfa asintió.

─ Ya confirmamos que él tiene la información. ─ Mencionó Yoongi. ─ Sólo debemos encontrar la forma de extraerla.

Hoseok se quedó pensativo, ¿A qué se había referido aquel Alfa con "a tiempo"? Eso lo había alarmado, aunque también podría ser un truco, una trampa para alarmarlos y conseguir de ellos lo que quería. Era tan exhaustivo, hacer interrogatorios, odiaba ese jueguito del policía bueno y malo.

Los demás conversaban sobre cómo negociar con aquel Alfa mientras Hoseok continuaba pensando. En sus manos estaban los sobres con las fotos de múltiples Alfas defectuosos que aún no habían podido encontrar.

¿Por qué era tan difícil?

Suspiró.

─ Tranquilo, los encontraremos. ─ Le dijo Yoongi.

─ Ya has hecho un excelente trabajo, Hoseok. ─ El alfa levantó la vista a aquel Omega peliblanco. ─ Han encontrado a tantos Omega, todos están rehaciendo sus vidas. Doy gracias siempre a los cielo por el día en el que apareciste frente a ésta sede.

Hoseok negó con la cabeza.

─ Todos merecemos nuestra libertad. ─ Comentó Hoseok. Su mente viajando a los lugares donde habían encontrado Omegas defectuosos y bajo qué condiciones.

Se preguntó a sí mismo si habría algo que estuvieran haciendo mal, si estarían buscado en los lugares equivocados. Tal vez las pistas más importantes estarían frente a sus narices y ellos ni siquiera se daban cuenta.

Habían revisado las propiedades confiscadas nuevamente en busca de escondites secretos, habían revisado los documentos de las ventas. El Alfa "Jungkookie" no aparecía por ningún lado. No sabía si había sido vendido al final o si había sido conservado para prostitución.

La reunión terminó y el Alfa se sentía completamente frustrado. Yoongi lo seguía aunque el Omega se sintiera algo incómodo con el irritante aroma del Alfa. El aroma de Hoseok era peculiar, si Yoongi tuviera que describirlo. Sin duda era un Alfa, pero era un alfa con aroma dulce, era extraño. Hoseok olía a savia. La savia podía ser dulce pero también se caracterizaba por ser fuerte como la madera mojada. Era como si Hoseok oliera a arce pero con la savia incluida.

Él no se quejaba, hasta que las emociones del Alfa se disparaban al igual que su aroma. Como por ejemplo: ahora.

─ Hoseok, si te estresas mucho vas a nublar tu mente. ─ Le dijo el Omega. ─ ¿Entiendes? Yo sé que eres un experto en el área, pero estás actuando un poco...

Yoongi se detuvo cuando Hoseok dejó de caminar y se giró hacia él.

─ ¿Cómo te sentiste cuando supiste que esos Omegas estaban siendo prostituidos y obligados? ─ Yoongi se quedó en silencio, su nariz picó con el aroma a enojo de Hoseok. ─ ¿Sabes lo que siento cuando pienso en que alguien me hiciera eso a mí como a esos Alfas?

─ Ho-Hoseok... ─ Tal vez Yoongi no había comprendido bien a su amigo y el impacto que había sido darse cuenta de la condición de esos Alfas.

─ Normalmente un Alfa tiene la fuerza para no sufrir... estos abusos, es cruel, pero yo no me sentía parte de esos Alfas que tuvieran esa fuerza, ¿Sabes?

Hoseok se giró y continuó caminando, Yoongi lo siguió de cerca.

─ No sabía cómo defenderme, Yoongi, y odiaba a la élite. Personas como ese maldito ministro que no se doblegan ante la voz de mando de nadie, pero si ellos usan su voz de mando, todos nosotros caemos de rodillas. ─ Dijo Hoseok. ─ Es horrible, pero jamás pensé ver Alfas como ellos. Vendidos... siendo prostituidos.

Yoongi rió sarcásticamente y Hoseok se volvió a girar.

─ Suenas tan alfista. ─ Le dijo.

Hoseok lo miró deteniéndose al igual que Yoongi nuevamente.

─ ¿Te estás escuchando? ¿Qué estás cosas no le pasan a los Alfas? ─ Yoongi bufó. ─ Todos somos iguales.

Yoongi lo miraba con ojos penetrantes y molestos, ahora era el aroma del Omega el que llenaba el aire con su molestia. Era como oler caramelo quemado.

─ Lo siento. ─ Dijo Hoseok. ─ No fue mi intención sonar así.

Yoongi suspiró y asintió.

─ Entiendo que ésto te haya impactado, y que sea una gran carga pues se trata de lobos de tu casta, pero no olvides por qué estamos aquí.

Yoongi continuó caminando, dejando a Hoseok atrás, pues no tenía ganas de seguir discutiendo.

El Alfa suspiró, sabía que Yoongi tenía razón y tal vez él necesitaba despejar un poco la cabeza. No sabía por qué aquella sensación de urgencia se había instalado en su interior. Desvió su paso por la sede y caminó mejor al área donde se reunían los chicos que ayudaban a hacer colectas y a hacer campañas. A Hoseok le gustaba llamar aquello "la parte divertida".

Caminó hacia el salón y allí se encontraba el omega peliblanco, frente a varios lobos jóvenes hablando sobre recolectar dinero para apoyar a algunos Omegas nuevos que se estaban rehabilitando.

La rehabilitación de un lobo podía ser lo más difícil,dependía mucho del daño que sufrió, aunque no se podía discriminar sentimientos. Él recuerda haber estado en contacto con algunos de los Omega, pues ocupaban protección o una simple escolta. También su jefe era un Omega defectuoso.

El Alfa ríe recordando cuando aprendió que las orejas de lobo del pequeño Omega no eran adorno y que efectivamente el Omega escuchaba casi todo lo que pasaba en ese edificio a la vez. Admite que él había aprendido mucho en la sede, y que aún tenía mucho que aprender.

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Hoseok y Yoongi regresan a la cárcel donde estaba el ministro. Éste los recibe con una gran sonrisa en la sala de interrogatorios. Los detectives saben que una negociación para disminuir los años de ese hombre en la cárcel era imposible, no pueden poner en peligro a la sociedad de aquella manera. Por eso Hoseok va directo al grano.

─ ¿A dónde lo tienes? ─ Le pregunta directo, su voz profunda y demandante.

─ Veo que no quieren negociar. ─ Menciona el hombre.

─ Tenemos suficiente información. ─ Alega Yoongi.─ Tarde o temprano lo encontraremos.

─ Tal vez sea más tarde que temprano. ─ Menciona el ex ministro.

─ No caeremos en tus trampas. ─ Alega Hoseok. ─ Sabemos que no lo vendiste, así que debe estar bajo tu poder.

─ ¿Quién mencionó alguna trampa? ─ Comenta el ex ministro haciendo a Hoseok gruñir con molestia. ─ Saben... ustedes metieron a todos mis colaboradores a la cárcel, también...

─ ¿Y eso qué? ─ Menciona Yoongi.

─ Dudo mucho que alguien pueda llevarle comida a ese pobre alfita desde la cárcel.─ Comenta de nuevo con sus sonrisa.

Hoseok y Yoongi comparten una mirada comprendiendo la situación. Ambos contando en su mente desde hace cuanto estaban todos ellos encerrados en la cárcel.

─ Ni siquiera agua. ─ Menciona el ex ministro. ─ Aunque tal vez la beba directo del desagüe, mientras el lugar no se quede sin agua...

─ ¡¿Dónde está?! ─ Pregunta Hoseok su aroma se hace fuerte y pesado, haciendo reir al exministro.

─ Bueno, qué tal si hablamos sobre que mi pena se reduzca a veinte años. 

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