Capítulo 35
─ ¿Qué esperas, orejitas? ─ Jungkook cerró sus ojos respirando profundamente mientras observaba la carrera de obstáculos preparada para ese día.
No exageraba cuando decía que estaba malditamente difícil y pues el oficial Park parecía muy emocionado al respecto. Pidió que nuevamente se formaran en orden de estatura y Jungkook comenzaba a creer que ése Alfa tenía algo contra él.
Solamente no decía nada porque no quería que Sungjae le respondiera con el clásico: "Te lo dije."
─ Rápido, ojitos de arcoiris. ─ Dijo el oficial y esta vez Sungjae le dirigió una mirada algo molesta mientras el contrario reía.
Jungkook volvió a respirar profundo y entonces comenzó a correr en dirección al primer obstáculo.
─ Ya era hora. ─ Bufo el Oficial Park.
El pequeño Alfa atravesó el obstáculo con éxito pero, al dirigirse al segundo, sintió cómo su corazón se apretaba y muchas emociones comenzaban a fluir. Comenzó a jadear, pero no era por el cansancio.
Hoseok...
Comenzó a escalar para el siguiente obstáculo, su mente comenzaba a nublarse, como si sintiera que debía correr pero en otra dirección completamente diferente. Ahora podía escuchar el ruido de los demás cadetes de fondo, casi como un zumbido.
Cuando llegó a la cima, se colgó de unos tubos, necesitaba balancearse al siguiente y avanzar. Comenzó a hacer a gran velocidad, pero entonces sintió una fuerte punzada en el pecho y su mano no alcanzó el siguiente tubo.
Jungkook sintió el resto en cámara lenta, se balanceó hacia atrás al no haber alcanzado el siguiente tubo. Su otra mano se desestabilizó por el movimiento provocando que se soltara y luego pudo ver directo al piso.
Hoseok...
Luego escuchó su propio golpe, un golpe seco pues no había red de seguridad. Lo primero que escuchó fueron risas de fondo.
─ ¡Orejitas se cayó! ─ Risas y más risas.
Bufó y colocó sus manos en el suelo para levantarse, pero al hacerlo notó gotas de sangre cayendo de algún lugar de su cuerpo. Sus brazos temblaron y volvió a sentir aquella fuerte necesidad traducida en dolor en su pecho.
─ ¿Qué me está pasando? ─ Cerró sus ojos con fuerza, su lobo rogándole ir a alguna parte y él sin poder comprenderlo.
─ ¡Jungkook! ─ No supo en qué momento las risas se detuvieron.
─ ¡Cadete! ─ Pronto notó sombras a su alrededor y manos rodeandolo. Sus ojos se desenfocaron al ser girado de forma algo brusca y luego el sol dió directo en ellos haciéndolo cerrarlos con fuerza. ─ ¡Mierda! ─ Exclamó el Oficial al mando.
─ ¡Yo lo llevo a la enfermería! ─ Dijo Sungjae tomando al pequeño Alfa entre sus brazos.
─ Llama al Doctor Park.─ Comentó el Oficial Hyungsik. ─ Va a necesitar puntos.
El Cadete asintió mientras levantaba a un muy confundido Alfita del suelo.
─ ¡Los demás a la fila! ─ Gritó el oficial. ─ ¡Y tú! ─ Señaló a un cadete. ─ Ve por una red de seguridad.
Hyungsik suspiró, lo iban a joder por no haber puesto la maldita red. Pero la verdad es que no creyó que fuera necesaria pues los cadetes tenían buen nivel. Se quedó confundido pensando en que algo debió pasar para que orejitas cayera de esa forma. El pequeño Alfa en realidad lo llenaba de mucho orgullo.
Se dijo a sí mismo que luego le preguntaría al doctor.
Mientras los cadetes instalaban ahora la red de seguridad bajo las barras, Sungjae se apresuraba a llevar a Jungkook a la enfermería de la academia. El Alfa sabía que los golpes en la cabeza eran algo exagerados en cuanto a sangrar se trataba, pero es que ver a su amiguito con la camisa rojita de sangre hacía que el corazón le doliera.
Jungkook arrugó el rostro y Sungjae se confundió un poco por la expresión.
No tardaron mucho en llegar a la enfermería pues no era tan lejos, el Alfa entró y colocó a Jungkook en una camilla mientras una enfermera Beta ya caminaba al lado de ellos.
─ El Oficial Park Hyungsik me pidió que solicitara apoyo del Doctor Park. ─ Le dijo Sungjae, la enfermera asintió y se fue a llamar por teléfono al médico.
Sungjae se sentó a un lado de Jungkook y mientras la enfermera vino y se dedicó a cambiar la ropa manchada por una bata. También limpió un poco de la sangre intentando no tocar la herida, la cual había identificado en la mejilla izquierda.
─ Vaya caída facial. ─ Dijo la enfermera intentando no causarle más dolor al alfita. ─ Pero creo que solo ocuparás algunos puntos.
Jungkook que comenzaba a sentirse un poco más lúcido nuevamente, se dió cuenta que ya estaba en la enfermería. Llevó su mano a su pecho y apretó un poco sobre su corazón. Dolía y sentía profunda tristeza y miedo. Intentaba entender, pero no sabía por qué se sentía así.
Esperaron un tiempo en silencio hasta que un Alfa rubio llegó casi corriendo. Sungjae se levantó de golpe y saludó al médico con una extraña reverencia. Si Jungkook no hubiera estado golpeado probablemente lo habría notado.
─Muy bien. ¿Qué tenemos aquí? ─ Preguntó Jimin a la enfermera antes de ver a su paciente.
─ Parece que se destrió la cara. ─ Le dijo la enfermera.
Jungkook abrió sus ojos ante aquello y quiso llevar una mano a su rostro, pero Sungjae detuvo su mano a medio camino, bajándolo de regreso.
─ Ya veo. ─ Dijo Jimin, acercándose a los botiquines y preparándose.
No fue hasta que vió unos ojos bicolor que el Alfa reconoció a su paciente.
─ ¡Oh, Jungkookie! ─ Dijo Jimin. ─ Que coincidencia, ¿Estudias lo mismo que el detective Jung?
El pequeño Alfa se sonrojó y asintió.
─ Muy bien, los policías, militares y médicos trabajamos mucho de la mano, especialmente en situaciones de emergencia. ─ Dijo Jimin y el pequeño solo mordisqueó su labio, giró su rostro para ver a Sungjae y se extrañó al ver a su amigo algo sonrojado. ─ Vamos a ver. ─ Dijo Jimin tomando el rostro del pequeño Alfa y girandolo un poco para ver la herida. ─ No está tan mal, es una herida recta así que no tendrás una cicatriz tan fea,será como una pequeña línea. ─ Comentó.
─ E- Está bien.
─ ¿Cómo te caíste?─ Preguntó el médico y esta parte Sungjae también la quería saber. Jimin sacó una jeringa y comenzó a llenarla de anestesia.
─ Y-Yo... me siento extraño. ─ Dijo Jungkook llevando una mano a su pecho.
Jimin lo observó y sus ojos fueron directo al cuello del Alfa, pero vió que bajo el collar que Jungkook siempre usaba, la antigua marca del accidente pasado ya estaba completamente cicatrizada.
─ ¿Puedes explicarme más lo que sientes? ─ Preguntó Jimin acercándose y volviendo a girar el rostro de Jungkook. ─ Respira. ─ Le dijo antes de meter la pequeña jeringa bajo la piel y liberar la anestesia.
El pequeño Alfa apretó un poco los ojos.
─ Sentí como si debía correr a algún lado y sentía mucha tristeza y miedo. ─ Comentó Jungkook. ─ Luego una fuerte punzada y mi cabeza parecía estar viajando a otro lado, mi lobo se sentía desesperado.
El médico suspiró volviendo a ver la cicatriz en el cuello de Jungkook.
Decidió concentrarse en la herida y luego pensar en los extraños síntomas. Jungkook solo sintió como presionaba suavemente su rostro mientras Jimin comenzaba a colocar los puntos. Tres puntitos en total.
─ Listo. ─ Dijo el Alfa con una sonrisa y luego colocó una gasa sobre la herida. ─ Más tarde puedes quitarte la gasa, cuando estés en tu habitación,pero cuando salgas debes colocar una nueva.
El pequeño Alfa asintió.
─ Jungkook, lo que me describes es cómo si tuvieras un vínculo con alguien. ─ Dijo Jimin mientras comenzaba a guardar y a separar lo que se iba a desinfectar de lo que se debía tirar a la basura. ─ Pero... tu marca está completamente cicatrizada.
El pequeño Alfa se sonrojó.
─ Y-Yo marqué a alguien. ─ Comentó y Jimin sonrió suavemente.─ P-Pero es incompleta.
─ Bueno... entonces lo que sientes, pueden ser emociones muy fuertes viniendo de tu pareja. ─ Dijo Jimin y el médico levantó la vista observando al otro cadete en la enfermería, el cual se encontraba callado. ─ Sungjae, ¿Tú lo ayudarás? ─ Preguntó Jimin.
Jungkook frunció el ceño, ¿De dónde se conocían su médico y Sungjae? Eso había sido algo extraño.
─ Si. ─ Respondió su amigo Alfa.
─ Bueno, Jungkook. Como te dije, esos sentimientos vendrían de tu pareja, tal vez quieras llamar y preguntar cómo se encuentra. ─ Dijo Jimin, tenía algo de curiosidad por saber, pues él recordaba que Jungkook y el detective Jung habían sido algo... cercanos... pero no estaba seguro y no quería generar una situación incómoda. Sin embargo quiso probar suerte. ─ Cuando lo llames, le das mis saludos al detective Jung. ─ Agregó caminando a la salida, debía volver al hospital.
─ Ok, yo le digo. ─ Dijo Jungkook sin darse cuenta para nada de sus palabras. Jimin sonrió en grande.
─ Adiós Sungjae. ─ Dijo con voz algo suave.
─ A-Adiós... ─ Dijo el Alfa aún sonrojado.
Ambos suspiraron al mismo tiempo.
─ Vamos, te llevaré a tu habitación. ─ Sungjae ayudó a Jungkook a bajarse de la camilla.
─ ¿De donde conoces al doctor Park? ─ Preguntó el pequeño Alfa mientras caminaban saliendo de la enfermería.
Su amigo no pudo contener el sonrojo, ¿Acaso se podía contener un sonrojo? No lo sabía pero valía la pena intentarlo.
─ E-Es amigo de mi hermano mayor.─ Dijo suavecito.
─ Ya veo. ─ Comentó Jungkook con sus orejitas bien paraditas y sus ojos brillando en curiosidad. ─ ¿Y por qué te sonrojas?
─ Pues, es que... me da vergüenza... no sé, es el amigo de mi hermano. ─ Dijo Sungjae.
Pero al ver a Jungkook a la cara, éste se rindió.
─ Rayos, te lo diré sólo porque eres igual que yo.
─ ¿Igual que tú? ─ Las orejitas de Jungkook se movieron y se levantaron bastante.
"Todos los lobos somos iguales..."
─ Sí... él y yo... estamos saliendo. ─ Confesó con un sonrojo y Jungkook se detuvo viendo al pasillo. ─ Es secreto... ni siquiera mi hermano lo sabe.
─ P-Pero... Sungjae, ¿Por qué es secreto? Deberías poder decirlo.
El Alfa suspiró volviendo a caminar y Jungkook lo siguió.
─ No es tan fácil, Jungkookie.─ Dijo. ─ Es una mierda ésta sociedad... Aunque queramos enfrentarnos, ellos son más...
El pequeño mordisqueó su labio. Ambos llegaron a la habitación de Jungkook, el pequeño abrió la puerta y Sungjae se quedó afuera.
─ Bueno... ─ Dijo su amigo. ─ Descansa.
Jungkook asintió.
─ Ten un buen día, Sungjae. ─ Le dijo con una sonrisa.
─ No me digas que hacer. ─ Le dijo su amigo y se fue de allí dejando a Jungkook algo confundido.
Jungkook cerró la puerta y sacó su celular, intentó llamar a Hoseok, pero éste no contestó. Aún podía sentir los nervios de este a través del vínculo, sólo esperaba que todo estuviera bien.
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Los automóviles se acercaron a la sede, captando una huelga frente a ésta de nuevo. Yoongi bufó y se llenó de mucho enojo, porque después de toda la mierda que había pasado, esa huelga estaba demasiado fuera de lugar.
Se detuvieron, ignorando por completo a los lobos de la huelga, incluyendo al hijo Alfa del jefecito, y comenzaron a bajar todo de los automóviles para entrar a la sede. Hoseok observó a un lastimado Taehyung bajar de otro automóvil y suspiró, al menos el Beta había sobrevivido. Yoongi fue a ayudar a la pequeña Omega defectuosa y Hoseok... Hoseok se volvió a meter al automóvil.
─ A la academia de policía. ─ Pidió
El chofer solamente acató la orden, pues Hoseok tenía ese rango en la sede. Yoongi sólo gritó al ver que Hoseok se iba en uno de los carros sin decirle nada, dejándolo sólo para cerrar los papeles de la misión. El Omega suspiró, sería difícil con la muerte de algunos de sus colegas. Yoongi levantó la vista mientras caminaba entre las personas de la huelga y al otro lado de la puerta de vidrio logró notar a un pequeño Alfa que lo miraba desde adentro.
Su cuerpo tembló al verlo y en su interior podía escuchar una voz llamando al pequeño:
Alfa...
Sus ojos se pusieron llorosos y si no fuera porque estaba ayudando a la pequeña Omega, habría corrido hacia él y caído de rodillas. Sin embargo se mantuvo fuerte y atravesó la multitud.
─ Yoongi... ─ Lo llamó Namjoon al verlo.
─ Ahora no... ─ Le respondió el Omega y pasó de largo con la pequeña Omega defectuosa.
El Alfa suspiró y se fue tras el Omega, Yoongi frunció el ceño, no quería aceptar que en realidad estaba feliz de que el pequeño Alfa lo siguiera, pues su aroma lo estaba ayudando bastante a calmarse.
─ Estás lastimado. ─ Le dijo Namjoon. ─ Puedo lamer...
─ Ni lo pienses, Alfa. ─ Negó y Namjoon detuvo su andar cuando el Omega se giró a verlo molesto, luego siguieron caminando.
La pequeña Omega no tenía ni idea de qué sucedía y agradeció cuando la dejaron en la enfermería, donde un Omega peliblanco de ojos azules la estaba esperando.
─ ¿Cómo estás Yoongi? ─ Preguntó el jefecito.
El Omega solo negó con la cabeza.
─ Entiendo. ─ Dijo el peliblanco, Yoongi se retiró, pues tenía mucho papeleo que hacer.
Sin embargo Namjoon lo siguió a la oficina.
─ Yoongi... hubieras entrado a la enfermería y...
Yoongi se detuvo de golpe a la entrada de la oficina. Se giró y vió a Namjoon, sus ojos parecían fuego de lo furioso que estaba y su potente aroma a caramelo quemado casi hizo al Alfa con naricita de lobo arrugar el rostro.
─ ¡Déjame en paz! ─ Le gritó Yoongi sobresaltandolo. ─ ¿De qué otra forma te lo debo decir, Namjoon? Alfa, me gustan los Omegas. Lo que pasó... eso fue un error, una gran equivocación. ─ Estaba liberando su frustración. ─ No quiero nada contigo, Alfa.
Y Namjoon lo odió, odió ser un Alfa.
Sus lágrimas comenzaron a caer y Yoongi se sobresaltó por ello, pues ver a un Alfa llorar no era algo común.
─ ¿Qué debo hacer? Me gustas mucho, Yoongi.─ Dijo el pequeño Alfa dejando salir un sollozo. ─ Se que te gusto, lo puedo sentir, mi lobo... ambos lo sentimos, pero... no sé por qué haces esto.
─ Namjoon... yo... es complicado.
─ Sé que es complicado. ─ Dijo el pequeño Alfa sus labios temblando suavemente mientras el corazón de Yoongi se partía en pedazos. ─ Tú y yo somos iguales. ─ Le dijo Namjoon. ─ Eso es lo que me enseñaron, entonces... ¿Por qué importa tanto que sea un Alfa? ¿Por qué?
El Omega suspiró.
Lo sabía, sabía que era cierto. Él mismo le dijo a Hoseok que no debía importar, pero dolía tanto esfuerzo para terminar siempre con un Alfa...
─ No... Namjoon...
─ Si me voy no volveré a seguirte. ─ Le dijo el pequeño y Yoongi abrió sus ojos, no sabía porque sintió una fuerte punzada y su lobo Omega comenzó a aullar en su interior.
El pequeño se giró para irse.
Yoongi mordió su labio inferior sintiendo su cuerpo temblar, encerró sus puños con fuerza y dejó el aire contenido salir.
─ Namjoon... ─ Susurró. ─ No te vayas.
El pequeño Alfa se detuvo y giró para ver al Omega. Ambos se miraron a los ojos unos segundos hasta que el Alfa corrió a los brazos del Omega y se subió en él, enganchando sus piernas en la cintura y sus brazos en su cuello mientras olfateaba el aroma dulce de caramelo.
─ Basta, me haces cosquillas. ─ Se quejó Yoongi, aún temblaba por lo que acababa de hacer. Pero aún así abrió la puerta de la oficina y se adentró con Namjoon.
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