Capítulo 34

─ No estés tan nervioso. ─ Le dijo Yoongi al Alfa pelirrojo a su lado.

Hoseok volteó los ojos.

─ Yoongi, no son nervios, es preocupación. ─ Comentó en Alfa.

El Omega lo miró con rostro de incredulidad mientras hacía un gesto de pregunta con sus manos.

─ Preocupado y nervioso es lo mismo.

En esa ocasión el Alfa suspiró. Él sabía lo que Yoongi quería lograr: relajarlo con una atmósfera algo bromista. Pero eso no cambiaba que estaban llevando a su escuadrón a una trampa. Él lo sabía, llámenlo adivino, pero lo podía sentir así como sentía su marca ardiendo por estar junto a su Alfa. Diablos, realmente necesitaba acabar con todo y salir corriendo a la academia a restregarse contra el pelinegro orejudo.

─ ¿Listos? ─ Taehyung apareció en la oficina de ambos.

─ Sí. ─ Comentó Yoongi.─ Ya pueden ir entrando a los autos.

El Beta asintió.

─ Y Taehyung. ─ El Beta se detuvo a medio camino y se giró para ver de nuevo a Yoongi. ─ ¿Quién es el Omega afortunado? ─ Preguntó.

El Beta sintió sus mejillas calentarse y estaba seguro de que se habría sonrojado hasta las orejas.

─ ¡¿Qué?! ¡¿Aún se siente?! ─ Preguntó intentando olerse a sí mismo pero fallando miserablemente.

Yoongi se rió mientras Hoseok negaba con la cabeza por la conversación.

─ ¿Pasaste su celo? ─ Preguntó Hoseok.

Taehyung asintió.

─ Woah... ¿Cómo? ─ Preguntó Yoongi, pues para todos era sabido que un Beta no soportaría.

─ Yoongi, no preguntes esas cosas. ─ Regañó Hoseok, llenando de alivio a Taehyung que ya estaba entrando en pánico ante esa pregunta. ─ Tae, si pasaste su celo, el aroma se irá hasta dentro de unos días. ─Le dijo tranquilamente.

El Beta asintió, quería comentarle al Alfa que lo que todo el escuadrón hablaba de él, sentía de alguna forma que Hoseok debería saber, pero se dijo a sí mismo que no era buena idea hablar de esto justo antes de una misión.

─ Entonces... me voy. ─ Dijo el Beta, huyendo antes de que le hicieran más preguntas incómodas.

Taehyung salió y se dirigió a donde estaba el resto del escuadrón preparándose para salir. Suspiró recordando a Jin, pero no tendría tiempo de solucionarlo hasta que volvieran.

Hoseok y Yoongi salieron de la oficina y se dirigieron a los autos que ya estaban siendo abordados. El Alfa mordisqueó su labio inferior, revisó que llevara sus armas cargadas y, después de un último suspiro, abordó un auto junto a Yoongi.

El Omega le dirigió miradas de disculpa en todo el camino, intentando animar a su colega detective, sin embargo Hoseok solamente lo ignoraba. Intentó distraerse pensando en Jungkook, intentando aliviar la necesidad de ir con su Alfa, y es que sentía esa extraña necesidad de ser protegido.

Era raro, pero sabía que se debía a que su lobo reconocía al pequeño como su Alfa.

El viaje fue largo y silencioso, se sentía la tensión antes de una misión y la adrenalina comenzaba a subir. Todos se hacían promesas a sí mismos de salir vivos, de llegar a casa a salvo y de cumplir con la misión. Era la meta deseada.

Estamos llegando. ─ Dijo Hoseok a través del intercomunicador, al ver un extraño hotel a la vista, era la fachada perfecta para un burdel.

Las personas se hospedaban en el lugar y después se les ofrecían "servicios adicionales en la habitación." Se suponía que la pequeña Omega defectuosa estaría allí.

─ Bueno. ─ Dijo Yoongi cuando se estacionaron algo lejos para no levantar sospechas. ─ Rescatemos a esa pequeña lobita.

Hoseok asintió decidido, ahora ya no había vuelta atrás, aunque fueran directo a la peor trampa, debían continuar. Todo fuera por rescatar a otro lobo.

El Alfa dió indicaciones de que algunos rodearán el perímetro, mientras algunos miembros del escuadrón entrarían como infiltrados, haciéndose pasar por simples clientes. Ellos terminarían de confirmar que la Omega estuviera en ese lugar.

Todos esperaron en sus posiciones, escuchando por el intercomunicador la interacción de los infiltrados con la secretaria en la entrada del hotel. Se sonrieron entre todos cuando ella confirmó que tenían una "Omega defectuosa" brindado servicios, pero que sería un servicio muy caro.

Ella dirigió a los infiltrados al interior.

Entonces Hoseok dió la orden de avanzar. Dispararon un dardo para dormir al vigilante de la entrada y apartaron el cuerpo, dejándolo entre algunos arbustos. Así lograron entrar por el lobby, lo primero que hicieron fue bloquear las cámaras de vigilancia, realmente el lugar no tenía tantas.

Olfateando el aroma de los infiltrados, lograron seguirles el paso. Hasta que una alarma sonó en el lugar, parecía una alarma contra incendios.

─ ¡Mierda!─ Gritó Hoseok cuando algunos lobos Alfas comenzaron a rodearlos.

─ Tu sigue, nosotros iremos contra ellos, ¡Taehyung! ─ El Beta asintió llegando al lado del Omega.

Hoseok suspiró y tomó al resto del escuadrón, no se suponía que los descubrieran, y si ellos habían sido descubiertos, entonces, ¿Qué había pasado con los infiltrados?

El Alfa no se detuvo a pensar más cuando la pelea se desencadenó en el pasillo, llamó a otros tres miembros del escuadrón y los guió entre la pelea para seguir avanzando.

Es una trampa...

Hoseok...

¡Es una trampa!

Mierda, él lo sabía, ¿Entonces por qué no ordenó retirarse? ¿Por qué continuaba arriesgando a su equipo? Sabía que Yoongi era terco, pero arriesgarse de esa forma era estupido. Sintió un nudo en su garganta, avanzando por los pasillos, sintiendo el aroma de los infiltrados.

Se giró en un pasillo más y allí el aroma desaparecía.

Se detuvo, habían tres puertas de tres habitaciones. Respiró profundo, sintió que tocaban su hombro y por poco golpea al miembro de su escuadrón, pero éste levantó las manos. Cuando el pelirrojo respiró, éste señaló una habitación donde parecía haber ruido. Hoseok se dirigió hacía ella.

Con señas les indicó a todos que sacaran sus armas y que se colocaran uno a cada lado de la puerta. Él daría la cara.

Su mano tembló mientras la dirigía al llavín.

No quería... no quería hacerlo, sin embargo giró el llavín lentamente, escuchando la puerta abrirse. Entonces la abrió lentamente, la habitación estaba a oscuras y el sonido se hizo más claro al abrir más la puerta. Eran sonidos de dolor.

Hoseok apuntó su arma al interior y con su otra mano tanteó hasta encontrar la luz. Pero cuando la luz se encendió su propia arma cayó al piso.

Los dos miembros de su escuadrón se encontraban atados y llorando de dolor pues habían sido torturados, había sangre en sus ropas y Hoseok sintió su cuerpo temblar al notar graves heridas. Los tres entraron a la habitación, el Alfa agachándose a tomar el arma.

Los otros dos revisaron el lugar dándose cuenta que estaba vacío, pero los ojos de Hoseok se enfocaron en la pared tras sus dos colegas amarrados. La pared estaba llena de fotos y él sintió ganas de vomitar.

Eran fotos de... de él y de Jungkook. Fotos de ambos en el parque, fotos de ambos en la sede, fotos de Jungkook en la academia. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras llevaba una mano a su marca sintiendo tal necesidad de ir con Jungkook que incluso escuchaba a su lobo aullar en su interior tan fuerte que sus oídos dolían.

─ ¡Hoseok! ─ Hasta entonces notó que los otros dos miembros ya llevaban cargados a los lobos lastimados.

Hoseok entonces corrió y arrancó de la pared las fotos intentando alinearlas para guardarlas rápidamente. Sus colegas salieron de la habitación, pero cuando giraron el pasillo sonó un disparo y luego otro. El Alfa pelirrojo se giró con los ojos muy abiertos y rápidamente corrió a esconderse en la habitación.

Escuchó el sonido de pasos entrando a ésta y algunas risas.

─ ¿Qué pasa Hoseok? ─ Preguntó aquella voz tan conocida, el Alfa tuvo que retener las arcadas. ─ Sé que estás aquí, sal ahora.

Hoseok agradeció los dispositivos anti voz de mando. Respiró profundo poniendo su arma contra su pecho. Él lo sabía, lo había sentido, pero en ese momento no era hora de llorar sobre la leche derramada. Intentó medir sus posibilidades. Parecía que él Alfa estaba solo, pues no podía sentir otros aromas, pero eso también podría ser una trampa.

Cerró sus ojos sintiendo las lágrimas resbalarse, ¿Cómo estaría Yoongi?

Maldita sea, su cuerpo tembló recordando los disparos que escuchó antes.

─ No pensé que fueras tan cobarde. ─ Dijo el Alfa riendo. ─ ¿Sabes que perderás contra mí? Debiste regresarme a Jungkook, él es mío.

El pelirrojo negó con la cabeza.

Respiró profundo y tomando el arma con toda su fuerza salió y disparó a discreción. Escuchó maldiciones mientras él huía hacia la puerta y al llegar corrió aún con más fuerzas. Tantas que podía sentir que sus piernas colapsarían. No quiso voltear a ver atrás, no quería saber si ese hombre lo seguía.

Encontró cuerpo de lobos en el pasillo, algunos desconocidos y otros bastante conocidos. Vió a sus colegas muertos sintiendo dolor y corrió por el pasillo.

─ ¡Yoongi! ─ Gritó al intercomunicador.

¡Sal de allí ahora! ─ Gritó el Omega y eso fue un alivio, al menos Yoongi estaba vivo.

Hoseok corrió hasta salir del edificio y un auto pasó a gran velocidad, deteniéndose apenas para dejarlo entrar y luego arrancando a toda velocidad. El Alfa pelirrojo se sentía temblar, sentía que iba a perder la cordura por lo que había sucedido. Se repetía que debía recordar su entrenamiento.

Entonces por fin levantó la vista.

Yoongi lo observaba, su rostro no era muy diferente al propio.

─ La tenemos. ─ Dijo el Omega, pero de sus ojos comenzaron a salir lágrimas. ─ Ella sí estaba aquí.

Hoseok apretó sus ojos con fuerza. Había sido la peor misión hasta ahora, ni siquiera se sentía capaz de hablar.

Volteó a ver hacia atrás y no sintió paz hasta que el hotel salió de su vista. Pero luego recordó las fotos y su cuerpo comenzó a temblar, ellos los tenían observados. Apoyó su rostro en sus dos manos.

─ ¿Hoseok? ─ Preguntó el Omega.

El Alfa sacó las fotos y las pasó a su amigo, este contuvo el aliento al ver aquello.

─ Él estaba allí... ─ Le dijo Hoseok. ─ Él nos entregó a la Omega a cambio de darme un mensaje.

Yoongi tenía tanta rabia que sentía deseos de romper las fotos, pero sabía que las necesitaban, así que sólo apretó sus puños y golpeó el asiento del carro. 

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