Capítulo 31
Jungkook y Hoseok se encontraban durmiendo en la habitación del pequeño Alfa pelinegro. Ambos sabían que al despertar el celo de Jungkook ya habría comenzado, sin embargo habían decidido recibirlo descansando. Después de la cita que había sido un enorme fracaso, no había habido más conversación. Ellos simplemente llegaron a la habitación y se acostaron a la par del otro, observándose directamente a los ojos y luego quedándose dormidos.
Pero durante la noche los temores de Jungkook lo golpearon en sueños, trayendo horribles recuerdos...
Namjoon se encontraba en una esquina de la habitación que compartían, se encontraba encogido, sus piernas pegadas a su pecho mientras cerraba sus ojos con fuerza y tapaba sus oídos con ambas manos. No quería ver, no quería saber... y Jungkook lo comprendía, era mejor así, pues ya era difícil cargar con tu propio dolor, más difícil aún sería cargar también con el de los demás.
De fondo se escuchaba una respiración enfermiza, errática, acompañada de jadeos y quejas. A Jungkook le tomó unos segundos más darse cuenta que era su propia respiración. Comenzó a sollozar mientras cerraba sus ojos con fuerza, su cuerpo calmandose de celo. Había llegado el día de "someter a su lobo" y para ello necesitaban su celo.
La puerta de la habitación se abrió y unas risas se escucharon.
─ Oh, Jungkookie, ¿Ya terminó tu celo de nuevo? ─ Preguntó el ministro.
Jungkook negó con la cabeza desesperadamente mientras sollozaba e intentaba removerse, pero sus manos se encontraban atadas.
─ No me mientas. ─ Le dijo el Alfa acercándose a su lado y acariciando su mejilla mojada por las lágrimas. ─ Entra en celo, Jungkookie.
─ P-Por favor... ─ Rogó el pequeño Alfa mientras sentía su cuerpo volver a llenarse de calor.
Un fuerte gruñido salió de su garganta al sentir al otro Alfa cerca de él.
─ Parece que tu lobo aún no entiende. ─ Le dijo el ministro acariciando suavemente la piel del pequeño Alfa. ─ No entiende que debe someterse.
─ ¡Suelteme! ─ Exigió Jungkook removiéndose, en la esquina Namjoon tembló apretando más sus ojos cuando los gritos de Jungkook se volvieron a escuchar.
El ministro dejó la habitación y el pequeño Alfa se encontraba cansado.
─ ¿N-Nunca va a para v-verdad? ─ Susurró Jungkook observando de nuevo a Namjoon.
El pequeño Alfa castaño levantó la mirada observando a un lastimado Jungkook sobre la cama. Negó con la cabeza y cuando el ministro volvió ambos volvieron a llorar.
─ Jungkookie. ─ Lo llamó.
Entonces Jungkook mostró su cuello a pesar del dolor de someterse.
─ A-Alfa...
El ex ministro sonrió satisfecho...
Jungkook despertó en ese momento, mirando alrededor en la habitación, su respiración agitada y el sol brillando fuertemente en la ventana. Sintió su piel afiebrada y algo sudada por el celo y su nariz lo hizo girarse al sentir el aroma dulce y amaderado a su lado.
El Alfa pelirrojo se había sobresaltado con el movimiento brusco de Jungkook al despertar, pero le tomó unos cuantos segundos desperezarse y sentarse. El pequeño Alfa lo observó con los ojos muy abiertos mientras se abrazaba a sí mismo, algo confundido y Hoseok tardó un rato en darse cuenta de la situación de su pareja.
─ Jungkookie, me despertaste... ─ Se quejó Hoseok con un puchero en los labios y con el ceño fruncido. ─ Quería dormir mas. ─ Continuó quejándose.
Un jadeo asustado escapó los labios de Jungkook y entonces el pelirrojo por fin lo vió.
─ A-Alfa...─ Susurró el pequeño pelinegro.
─ ¿Jungkookie? ─ Hoseok llevó una mano a la del pequeño y éste tembló un poco.─ Soy yo, ¿Si? Soy Hoseok.
El Alfa pelirrojo dejó sus feromonas Alfa llenar el ambiente y mezclarse con las del Alfita. El fuerte aroma a amaretto ya picaba en su nariz y la excitación de Jungkook comenzaba a acelerar su respiración.
─ ¿Hoseok? ─ Preguntó el pequeño y el pelirrojo asintió.
─ Tu pareja.─ Susurró Hoseok en su oído y dejó un suave beso en la mejilla del Alfita. ─ No voy a hacerte daño.
Jungkook asintió cerrando sus ojos y apretando ahora la mano de Hoseok en la suya, esta vez eran pareja, sonrió. El Alfa pelirrojo terminó de desperezarse y decidió levantarse y aprovechar que el celo apenas comenzaba, aún faltaba un poco para que se volviera insoportable.
De la mano llevó al pequeño Alfa al baño y juntos lavaron sus dientes mientras se sonreían nerviosa y tímidamente. Los dos jadeaban sonrojándose y se dedicaban tímidas miradas, los lobos de ambos comenzando a desesperarse por el contacto del contrario. Aún así se desnudaron y entraron a la ducha entre risas y bromas. Jungkook quejándose de que Hoseok era tan alto que le tapaba el chorro de agua y Hoseok diciéndole que si quería lo cargaba para que el agua le diera directo en la cara.
Terminaron de bañarse y ambos se secaron aún dirigiéndose aquellas miradas. Luego volvieron de la mano a la cama y se sentaron en la orilla de ésta.
─ Es tan distinto... ─ Susurró un confundido Jungkook.─ Es tan diferente a lo que sentía antes.
El Alfa pelirrojo sonrió.
─ Me alegra que te sientas así. ─ Le dijo jadeando.
Se miraron a los ojos mientras se acercaban lentamente hasta unir sus labios en un húmedo beso algo desesperado debido a las feromonas y el celo. Los lobos de ambos tomando el control raṕidamente. Jungkook gruñó sobre los labios del pelirrojo y le mostró sus dientes de forma amenazante.
Hoseok jadeó observando aquello y se dejó recostar en la cama mientras Jungkook se colocaba sobre él y olfateaba su cuello.
─ Mío... ─ Dijo el pequeño Alfa y luego se asustó por haber dejado salir así su instinto, pero el mayor lo abrazó, no dejando que el pequeño se alejara.
─ Sigue. ─ Susurró reprimiendo a su propio Alfa lo más que podía.
Jungkook asintió y comenzó a dejar suaves mordiditas y besos en el cuello y hombros del pelirrojo. Hoseok mordió su labio inferior pues dolía un poco,pero a la vez era placentero cuando Jungkook pasaba su lengua por las pequeñas marcas que sus dientes dejaban.
─ Mmmmjj... ─ Gimió Hoseok con su voz ronca enviando un escalofrío de satisfacción por el cuerpo del pequeño.
Ambos se encontraban ya desnudos, pues encontraron tonto volver a colocarse ropa después del baño. Jungkook se aprovechaba de ello y Hoseok se dejaba dominar por el Alfa de Jungkook, se sentía extrañamente bien, a pesar de someterse un poco, pues el pelirrojo no iba a poder ceder fácilmente ante su pequeño Alfa.
Tomó al pelinegro de la cintura y lo empujó hacia la cama, dejándolo bajo él. Los ojos de Jungkook se encontraron entonces con los propios y mostraban ese brillo lobuno en su ojo azul y café. El Alfa le gruñó en muestra de pelea y Hoseok no pudo evitar continuar sonriendo de ver el instinto Alfa comenzar a regresar aunque aún era algo débil, no tenía duda de que en próximos celos, la batalla por ser el dominante sería más fuerte.
Hoseok tomó las manos de su Jungkook llevandolas sobre su cabeza y acercó su rostro al cuello, lamiendo suavemente la piel expuesta y gruñendo a Jungkook para que se rindiera. Y cuando el pelinegro jadeó y mostró su cuello, el pelirrojo se adueñó de sus labios acabando así la pequeña batalla de Alfas.
Las feromonas de ambos estaban tan descontroladas que incluso había llenado el pasillo, pero a nadie le importaba. Los gemidos de Jungkook cuando Hoseok metió sus dedos en su entrada, comenzaron a desesperar al pelirrojo, que intentaba recordar cómo lo habían hecho la primera vez, sus mejillas sonrojadas y su labio inferior atrapado entre sus dientes, deseando no equivocarse.
Hoseok observaba sus dedos húmedos entrar y salir de Jungkook mientras éste temblaba y se sostenía de la cama, sus piernas abiertas para él y su miembro duro moviéndose con su cuerpo. No pudo evitar inclinarse y tomar entre sus labios el nudo bajo el pene del Alfita, haciendo que éste sollozara de placer.
Sacó sus dedos escuchando el húmedo sonido que hacía que su boca salivara por el deseo y entonces alineó su miembro a la entrada. Jungkook colocó sus piernas en la cadera del contrario y jadeó ahogadamente cuando éste comenzó a deslizarse en su interior, sintiendo como su miembro era apretado por las paredes del Alfa.
─ ¡Ah! ─ Jungkook arrugó un poco su rostro y Hoseok besó sus labios.
─ No terminaré dentro. ─ Le susurró, mientras el pelinegro asentía suavemente,solo deseando que la placentera tortura del celo terminara.
El pelirrojo le dió un suave beso en la punta de la nariz y comenzó a moverse, sosteniendo con sus manos la cintura del pelinegro mientras presionaba, los gemidos de ambos llenaron el aire, siendo acompañado por el sonido de sus pieles y sus fuertes aromas de Alfa.
Jungkook sentía que el aire le faltaba, casi ahogado con el dulce aroma desprendiendo de la piel del Alfa sobre él y llenándose por completo. Gimió fuerte apretando a Hoseok y viniéndose en su abdomen mientras el pelirrojo sonreía satisfecho por verlo disfrutar con tanto placer, Hoseok podría decir que amaba aquello. Amaba ver las mejillas sonrojadas y la expresión algo rota por el placer que su Alfa sentía; amaba ver el sudor deslizándose sobre la piel suave y sus labios rojos por las mordidas y besos; pero sobre todo amaba la dulce expresión de los ojos multicolor y el brillo lobuno que le hacía saber que el Alfa de Jungkook estaba presente.
─ Ho-Hoseok...─ Gimió con voz de Alfa al sentirse sensible después de venirse y sobreestimulado por las embestidas del Alfa sobre él.
El pelirrojo llevó una mano al miembro del pelinegro presionando el nudo del pequeño, ayudandole a descargarse mientras Jungkook volvía a sollozar de placer. Entonces sintió su propio orgasmo y salió de Jungkook temblando mientras hacía un pequeño desastre en las piernas de su Alfita.
Tomó a Jungkook de la cintura y lo atrajo a su regazo, apegandolo hasta que los nudos de ambos se juntaron en medio y con sus manos los presionó. Ambos jadearon mientras se miraban a los ojos.
Eran un desastre pegajoso.
─ Lo siento. ─ Susurró Hoseok. ─ Hicimos un desastre.
El pequeño Alfa negó y ambos esperaron a que los nudos se desinflamaran. Entonces se recostaron en la cama y descansaron un poco, hasta que Jungkook volvió a necesitar atención.
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Yoongi abrió la puerta, completamente sonrojado. Asomó su rostro por el pasillo y miró a todos lados, suspirando con alivio al no ver a nadie más allí. Tragó saliva mientras volvía a cerrar, se giró y miró a un pequeño Alfa recostado en la cama. Cerró sus ojos y su mente lo llevó a todo lo que había pasado desde un día atrás.
Habían ido a pasear al parque, si... eso había sido normal. Se habían reído y había conversado. El pequeño Alfa sonreía a pesar de sus constantes quejas del calor y el inexistente polen en el aire que podría darle alergia...
Luego Namjoon tomó su mano, haciéndolo sonrojar y le había dicho de mil formas que era el Omega más hermoso que había visto.
Él lo rechazó nuevamente, por supuesto, pues a él sólo le gustaban los Omegas, siempre había sido así. Desde pequeño... todo comenzó con su vecina, ellos eran grandes amigos, pero cuando ella se presentó como Omega y él amó aquel dulce aroma, él creyó que él sería un Alfa.
Pero la vida le jugó la vuelta cuando al presentarse un dulce aroma a caramelo llenó la habitación, no era justo. Su amiga lo había abrazado feliz, porque serían los mejores amigos Omegas y él gruñó por lo bajo pues aún siendo Omega aquel dulce aroma no había dejado de gustarle.
Le seguía pareciendo el aroma más dulce y atractivo, los aromas de Alfas lo ponían incómodo y malhumorado, mientras que los aromas de sus amigos Omegas lo ponían de buen humor.
Su celo llegó mientras estaba en clase, y recuerda que su amiga fue amable en llevarlo a la enfermería para que pudiera estar a salvo y tomar algún supresor. También recuerda haberla besado y luego recuerda haberle mordido el cuello, dejando una marca de Omega.
La chica había vomitado, le había dicho que no había cosa más asquerosa que sentir su aroma dulce mezclado con el aroma a caramelo de Yoongi. Supo que no era normal, no era normal que le gustaran los Omegas. Los Omegas querían un Alfa fuerte, una figura de protección y seguridad, él decidió que él iba a darle eso a su Omega. Por eso entró a la academia de policía.
Yoongi deseaba convertirse en un Omega... mas... Alfa, para así poder gustarle a esos dulces Omegas que le hacían perder el control. Se había esforzado tanto y había tenido unas cuantas parejas, pero éstas lo dejaban diciéndole que había sido un error, a pesar de que Yoongi se mostraba fuerte.
Había sufrido y pasado por tantas cosas... tantas cosas, como para terminar enamorándose de un Alfa.
Se abrazó a sí mismo, pues recordaba haber regresado junto a Namjoon en la noche y quedarse conversando con él hasta tarde en la noche en la sala común de los dormitorios, también recordaba al Alfa despidiéndose rápido, explicando que su celo vendría con el amanecer, pues la siguiente noche sería noche de luna llena. Luego recuerda como el cargaba al Alfa entre sus brazos mientras sus labios chocaban con los del moreno de forma desesperada y como disfrutó sintiendo el cálido aroma del moreno.
Recuerda a Namjoon asustándose al entrar en celo y comportándose de forma tan sumisa, llamándole Omega... recuerda cuando ambos fueron a la cama y se miraron a los ojos antes de volver a besarse.
Y luego...
Y luego...
─ ¿Yoongi? ─El pequeño Alfa se levantó, sentándose en la cama y observando al Omega vestido frente a la puerta de salida.
Namjoon lo observó con una sonrisa algo temblorosa.
Entonces el Omega abrió la puerta y huyó, dejando a un confundido pequeño Alfa.
No, él no podía enamorarse de un Alfa, no después de todo lo que había sufrido y pasado para poder estar junto a un Omega.
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