Capítulo 11

Jungkook intentó girarse para ver hacia donde había ido Hoseok, pero solamente alcanzó a escuchar los pasos alejarse por el pasillo. Respiró profundo, escuchaba demasiados sonidos: personas corriendo, gritos, golpes y la voz de ese Alfa.

Pero todo comenzó a empeorar a medida fue escuchando aquella voz acercarse.

─ ¡Ayuda! ─ Decidió gritar, el policía que se había quedado con él no entendió por qué el pequeño Alfa gritó hasta que al otro lado del pasillo apareció el lobo con el que había peleado anteriormente.

Jungkook observó al lobo con sus ojos muy abiertos y sus orejas de lobo se agacharon.

El lobo se transformó frente a los ojos de ambos y el ex ministro quedó desnudo frente a ambos, no que le importara y mucho peor en aquella situación.

─ ¡No se mueva! ─ El policía sacó la misma arma que había utilizado anteriormente.

Con que por ésto no obedecías mis ordenes. ─ Jungkook tembló de miedo aunque la voz de Alfa no le estaba afectando, la sola vista del hombre era suficiente para él.

El ex ministro dió un paso hacia ellos y el policía corrió a ponerse frente al pequeño Alfa. Entonces el ex ministro rió volviendo a convertirse en lobo.

─ Mierda, mierda... ─ Comenzó a decir el policía apresurandose mejor a levantar a Jungkook del suelo, sin embargo al parecer el pelinegro se había lastimado una pierna en la tacleada.

Los gruñidos del Alfa provocaron que el policía dejara a Jungkook sentado mientras ambos observaban al gran lobo acercarse. Entonces el policía utilizó su radio para pedir ayuda siendo interrumpido luego por una fuerte embestida del lobo.

─ ¡No! ─ Gritó Jungkook al ver al policía caer en el piso con el lobo encima frente a él.

Ambos forcejearon hasta que se escuchó un disparo y el lobo se separó alejándose un poco. El policía se reincorporó, ya tenía el brazo lastimado anteriormente, no había forma en que ganara aquella pelea.

El lobo volvió a lanzarse sobre él dejando una segunda embestida que provocó que el policía golpeara su cabeza contra la pared y quedara inconsciente. Jungkook observó aquello con sus ojos muy abiertos y luego observó al lobo girarse hacia él.

─ No, no, no, no... ─ Balbuceó mientras el ex ministro se volvía a transformar frente a él.

La mano del gran Alfa se posó en su temblorosa mejilla.

─ Jungkookie, Jungkookie, Jungkookie... ─ Dijo con una gran sonrisa. ─ ¿Nos vamos?

─ P-Por favor.... No... ─ Balbuceó el pequeño Alfa pelinegro con terror, sus orejas negras agachadas y las lágrimas formándose en sus ojos.

Tal vez en ese poco tiempo de haber sido rescatado el pensó que las cosas por fin serían diferentes... Tal vez había dejado que aquellas palabras mencionada por el detective pelirrojo fueran clavándose en su interior haciendo crecer una pequeña ilusión de lo que sería una vida normal. Él deseaba ahora aquello, aquello que nunca había conocido.

Por eso se lanzó al suelo y se retorció lo más que pudo intentando evitar que aquel Alfa lo tomara en sus manos. Liberó sus feromonas y el aroma a terror llenó el lugar.

¡Quédate quieto, mierda! ─ Gritó el ex ministro cansado por tanto pelear para escapar de aquel lugar, no tenía mucho tiempo hasta que todo volviera a la normalidad y los policías y guardias del lugar se lograran reorganizar de nuevo.

─ ¡No! ¡Ayuda! ─ Gritaba Jungkook, su aroma y feromonas casi asfixiando al ex ministro.

─ ¡Agh! ─ Gritó molesto, no es que Jungkook le hiciera tanta falta, simplemente pensó que tener al pequeño le serviría para recomenzar su negocio sucio. Pero también tenía algo de orgullo, el pequeño Alfa le pertenecía, él lo había comprado. No quería que nadie más se adueñara de él.

─ ¡Por aquí! ─ Escuchó el grito de algún policía y maldijo convirtiéndose de nuevo en lobo.

Observó a Jungkook respirando agitadamente en el suelo del pasillo.

Si no eres mío... no serás de nadie...

Pensó demostrando lo territorial que era como Alfa. En ningún momento pensó que Jungkook se perteneciera a sí mismo, solamente quería obtenerlo fuera como fuera... vivo o muerto...

─ ¡Allí están! ─ Al final del pasillo se asomó un grupo de policías y Hoseok que ahora observaba la escena en completo shock.

Había dejado a Jungkook sólo y esposado en el suelo de la estación.

─ ¡Jungkook! ─ Gritó y el ex ministro gruñó.

Giró su cabeza al pequeño Alfa y se lanzó sobre él mordiendo fuertemente entre el cuello y el hombro. Un grito desgarrador se escuchó en el pasillo mientras todos desenfundaron sus armas. Pero el exministro arrastró con su hocico el pequeño cuerpo del Alfa pelinegro.

Hoseok fue quien disparó su arma, pues con su experiencia no fallaría el tiro. La bala impactó un costado del lobo, provocando que soltara a Jungkook. Hoseok corrió hacia Jungkook mientras el ex ministro huía y era perseguido por el resto de policías.

─ Jungkook, Jungkook. ─ Dijo Hoseok liberando rápidamente las esposas que tenía el pequeño y tomándolo entre sus brazos. ─ L-Lo siento, no se sup-pponía que nada de ésto sucediera, lo siento tanto. ─ Dijó ahora apretando la herida en el hombro del pequeño Alfa.

Se trataba de una marca incompleta.

─ Ho-Hoseok... ─ Susurró Jungkook, sus orejas cayeron como si no tuvieran vida y sus ojos se opacaron.

─ ¿Jungkook? ─ El detective movió el cuerpo un poco, intentando obtener reacción. ─ ¡¿Jungkook?!

Entonces observó una gota de sangre salir de la boca del pequeño y pronto más le siguieron.

─ ¡Jungkook! ─ Hoseok apretó el cuerpo del pequeño Alfa acercandolo a su propio cuerpo y poniéndose de pie corrió con éste hacia donde Yoongi se encontraba siendo atendido.

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─ ¿Qué sucede cuando un Alfa marca a otro Alfa? ─ Hoseok mantenía su cabeza baja, todo había sido un desastre.

Un suspiro se escuchó proveniente del pequeño Omega peliblanco. Éste mordisqueaba su labio, pues de repente había sido llamado con las peores noticias: Yoongi, uno de sus mejores detectives, había sido herido casi de muerte; Jungkook, el único Alfa defectuoso que habían logrado rescatar, había sido marcado por otro Alfa y herido; por último y no menos importante, el ex ministro, enemigo directo de su familia y de todos los lobos defectuosos, había escapado de prisión.

─ N-No lo sé... ─ Respondió Hoseok.

El Omega peliblanco negó con la cabeza.

─ El lobo muere... y se convierte en Delta. ─ Mencionó el pequeño Omega. Hoseok abrió sus ojos en shock, observando directamente al rostro del peliblanco. ─ Ya lo había pensado, un Alfa defectuoso está tan apegado a su parte lobuna como los Omegas defectuosos, si su lobo muere... probablemente él también.

Hoseok tragó saliva y observó hacia el pasillo de hospital adonde se habían llevado al pequeño.

─ Por suerte no es una marca completa. ─ Concluyó el pequeño Omega peliblanco y comenzó a caminar adentrándose más al hospital. Tenía cosas que arreglar, mucha información sobre los lobos defectuosos que compartir con el equipo de médicos del lugar, pues el hospital especializado en defectuosos estaba en otra ciudad y no había tiempo para trasladar a Jungkook hacia allá.

El detective pelirrojo respiró profundo, volteó a ver su ropa y sus manos que aún estaban manchadas de sangre. Todo había sido un desastre, él había cometido error tras error. Todo era su culpa desde el hecho de haber llevado a Jungkook a la prisión. ¿En qué diablos pensaba?

Llevó una mano a su rostro, pasándola sobre su frente y deslizandola hacia abajo. Podía sentir el aroma de Jungkook en él.

Todo había sido error tras error desde que conoció al pequeño Alfa, desde que rompió el primer protocolo con él. Yoongi tenía razón y le dolía pensarlo, porque al final quién había resultado gravemente herido había sido el Omega.

No solamente eso, él había puesto en peligro nuevamente a toda la comunidad de lobos defectuosos ahora que el ex ministro había escapado. Ya lo había pensado, el ex ministro no tendría suficientes recursos ya que todo estaba confiscado por el gobierno, pero eso no quería decir que no fuera a conseguir aquellos recursos nuevamente. Había puesto en peligro a la familia que tanto había luchado por la libertad de los lobos defectuosos, la familia de su pequeño jefe de cabello y orejas de lobo blancas. Sabía que ellos aumentarían su seguridad, pero no era una excusa válida para justificarse. Por que habían muchos Omegas y Alfas defectuosos que no tendrían los recursos para protegerse de esa misma forma.

─ ¿Hoseok? ─ El Alfa se giró, su rostro se deformó un poco al ver los rostros preocupados de los familiares de Yoongi.

─ L-Lo lamento tanto... ─ Les dijo mientras el padre Omega de su compañero se acercaba abrazarlo. ─ Fue mi error, lo siento tanto. Es mi culpa.

─ Nada es tu culpa. ─ Le dijo el dulce hombre. ─ Nosotros le dijimos que éste era un trabajo de Alfa, pero ya sabes... ─ Dijo el Omega con su voz quebrándose. ─ Ya sabes como es de terco...

Todos se adentraron al hospital, pues al parecer pasarían la noche en vela...

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