Capítulo 14
OWEN
Es gracioso cuánto me quejé de los humanos, de sus costumbres y acciones, teniendo en cuenta cómo me estoy sintiendo ahora. Para mí, las personas eran seres inferiores, tan impredecibles como los demonios, incluso como todo lo que odiaba sobre mi personalidad. Llegué a su mundo con un propósito, pensando que no tardaría mucho en marcharme. Iba a volver al Cielo como un héroe y, tal vez, eso haría que me aceptaran más.
Tenía todo tan planificado que en este momento deseo volver al pasado y callarme de una buena vez, porque aquí estoy, besando a una chica y sintiéndome genial al hacerlo. Aquí me encuentro, experimentando miles de sensaciones que jamás imaginé que sentiría. Un cosquilleo recorre mi estómago mientras que los nervios me acosan preguntándome si habré hecho bien en besarla o si ella se sentirá bien. Rayos, ni siquiera sé si así es como si se besa. Mis dedos pican por recorrer el cuerpo de Emma y mis alas amenazan con expandirse en cualquier momento.
Estúpidas, no lo harán ahora.
Todo lo que pensé alguna vez sobre Emma se fue por la cañería en cuanto comencé a conocerla. Empecé a quererla de una forma que jamás imaginé, pero no me siento culpable por hacerlo. De alguna forma se siente como si hubieran quitado una venda de mis ojos.
No quiero marcharme de aquí, no quiero alejarme de Emma. Pero cuanto más pienso en eso, más recuerdo a mi padre. Josha nunca fue mi modelo a seguir, así que detesto estar entendiendo su sentimiento, comprendiendo por qué amaba tanto este lugar y su gente. Pero, a pesar de eso, es innegable que aquí puedo sentirme libre y no rechazado; que puedo abrir paso a mis emociones y no oprimirlas dentro de mí como era mi costumbre. Y todo es gracias a lo que Emma despertó en mí.
Emma, aquella chica de ojos grandes que jamás creí que conocería; aquella muchacha que se llevó mis peores pensamientos en un primer momento, ahora se encuentra entre mis brazos mientras yo presiono mis labios contra los suyos.
No sé muy bien cómo ni de dónde tomé el coraje para besarla, pero aquí estamos los dos. Me concentro en su boca uniéndose con los mía de una forma suave; en su perfume, dulce como la misma miel, que me envuelve por completo mientras que llevo mis manos hacia su cintura.
Realmente no puedo saber si es así como debo moverme, pero el suspiro que ella lanza me dice que sí; que, al menos, algo estoy haciendo bien.
Voy con cuidado, experimentando algo que jamás en la vida había vivido. Quiero tomar más de ella; deseo llevármela a algún lugar donde podamos estar los dos solos por siempre. Donde no puedan encontrarme y donde el tiempo no pase para ella.
Sonrío cuando Emma me toma de los hombros, acercándose más a mí y pegando su pequeño cuerpo contra el mío. Tiembla cuando lo hace, pero su determinación por realizar ese movimiento termina ganándole por completo; y yo, sinceramente, aprecio que así sea.
Quiero gritarle mi nombre y quién soy; que pueda conocerme como ella permitió que la conociera. Anhelo que descubra cada uno de mis lados, que me vea en mi verdadera forma, que sepa lo arrepentido que estoy por nuestros primeros encuentros. Deseo fervientemente explicarle mi misión como también confesarle lo dulce y atractivo que resulta su perfume para mí. Pero, en lugar de todo eso, cuando ambos nos separamos para respirar, abrazo a Emma temiendo que también desaparezca de mi vida como lo hizo todo lo que una vez quise. Lo que una vez amé más allá de mi existencia.
Cierro mis ojos mientras que siento que una suave energía comienza a acariciarme, como suele suceder en mi mundo cuando dos seres están tan cerca que sus auras pueden unirse también. No sabía que en la Tierra eso pudiera hacerse y, en verdad, me sorprende aún más el hecho de que su energía se parezca tanto a una que sentí hace mucho tiempo, aunque no recuerdo de quién.
¿Los humanos tienen la misma energía que los ángeles? ¿Desde cuándo y por qué no me di cuenta antes? ¿Tan ciego estuve estos meses?
Frunzo el ceño por la confusión a pesar de que su energía me invita a quedarme con ella, a unirme y no separarme jamás de su lado. Demonios, es como si hubiera encontrado mi maldito lugar en el jodido universo. Y eso es lo que más me preocupa: algo no anda bien, yo no debería sentir esta clase de energía aquí. Una idea loca y aterradora pasa por mi mente, pero pronto la despejo.
Sin embargo, como si fuera un mal presagio, no quiero abrir mis ojos. No quiero mirar y ver aquella verdad que estuvo siempre frente a mí; que perseguí con ganas y desistí al descubrir que nada era lo que pensaba.
Si abro los ojos y la veo, sabré que ese es el fin. Su fin, lo que menos quiero que suceda justo ahora.
Ella vuelve a emitir un pequeño suspiro que me rompe el corazón y mi deseo de llevármela lejos aumenta kilométricamente. Noto cómo comienza a removerse con cuidado, tan delicada como ella es, y entonces me atrevo a mirarla.
Y me pierdo en ella. Me pierdo en sus ojos, en su nariz, en su cabello al viento. En su humanidad, en la dulzura que me demostró, en cada día que me permitió pasar con ella, en la forma que decidió perdonarme. Derramo mi atención en sus labios hinchados que me sonríen ingenuamente como si yo no fuera su maldito cazador porque, aunque quiera escapar de la realidad, el brillo que tiene a su alrededor la delata.
Ella es la híbrida.
- No -musito mientras que me alejo como si Emma me quemara.
Aparto la vista de ella y camino sin ver atrás, a pesar de que ella me llama. De pronto ya no escucho más los pájaros y el sol de la tarde deja de parecerme cálido. Es como si todo se congelase a mi alrededor, menos mi mente que lucha contra mi corazón.
- Emmanuel... ¿Estás bien? -cuestiona ella con aquella preciosa inocencia que me cautivó. Suena preocupada y eso me parte en dos. No quiero lastimarla, pero lo que tengo que hacerle es mucho peor que eso.
Lo que debo hacer y lo que quiero se disputa dentro de mí incluso luego de desaparecer de la vista de Emma. Extiendo las alas e intento ignorar que escuché que lloraba; no puedo ir ahora, sé que le haré daño. Fui entrenado para ser despiadado con ella, no para ser dulce.
Necesito pensar, aclarar mi mente, buscar una solución. Aunque, bien sé, nada me ayudará a modificar la realidad.
Antes de prender vuelo, noto una mirada sobre mi nuca. Doy media vuelta temiendo encontrar una Emma histérica o, peor, triste; pero en lugar de verla a ella me encuentro con los ojos verdes del Nefilim que vi la otra vez; mi medio hermano. Él desprende fuego de su mirada, como si estuviera rabiosos, pero realmente no me importa. No quiero pelear contra ese sujeto, menos cuando Emma está tan cerca como para escucharnos.
Debo pensar en ella, en qué haré. Pero ahora, cuando pienso en llevarla al Cielo, me doy cuenta de que jamás podré completar la misión. Ya es demasiado tarde como para que esa maraña de mentiras que me contaron sobre la híbrida surja efecto en mí.
La he conocido y sí, tal vez pueda ser poderosa (joder, desprender esa energía en el mundo humano no es normal), pero ella no es una amenaza.
No. Yo soy la amenaza aquí.
¡Hola! Espero que les haya gustado el cap. :3
Quiero que me digan...
¿Cuál es su color preferido?
¿Cuál es su comida preferida?
¿Saben cuántos capis faltan para el final?
7u7
El mío es verde, me gusta la tarta gallega y la última respuesta no la sé... (?) MENTIRA, SÍ LA SÉ PERO NO SE LAS VOY A DECIR. MUAJAJA.
LOS AMO <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top