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Mientras ambos cenaban, el ambiente era relajado, casi como si no hubiera un "plan" que seguir, algo que Chuuya empezaba a notar. Ranpo, sentado frente a él, estaba disfrutando del plato con entusiasmo, ajeno a las inquietudes que rondaban la mente de Chuuya. Había algo en la atmósfera que no encajaba con la idea de que todo esto fuera solo parte de su venganza contra Dazai.

Ranpo sonrió mientras tomaba un sorbo de su bebida, notando la ligera incomodidad de Chuuya, quien se dedicaba a cortar su comida en pedazos pequeños, como si estuviera evitándole la mirada.

—¿Te sientes bien? —preguntó Ranpo, ya sabiendo que algo no estaba bien.

Chuuya se tensó y, con una risa nerviosa, desvió la atención hacia el plato, como si la conversación sobre el plan fuera lo último que quería tocar.

—Sí, todo bien, solo... —hizo una pausa, antes de cambiar de tema rápidamente—. ¿Entonces el plan sigue igual, no? ¿Nos acercamos más a la fecha?

Ranpo, al ver la clara intención de Chuuya de volver al plan, no pudo evitar sonreír con picardía. Sabía perfectamente lo que estaba pasando por la cabeza del pelirrojo, aunque decidió no mencionarlo directamente.

—Sí, claro —respondió Ranpo, intentando sonar casual—. El plan sigue en marcha. Todo está bajo control.

Chuuya, aliviado pero a la vez algo incómodo, asintió lentamente. Aun así, no pudo evitar sentir que había algo más en la manera en que Ranpo había respondido, como si lo estuviera esquivando un poco.

—De todas formas, qué raro que no hablemos más del plan —dijo Chuuya, intentando restarle importancia al momento—. ¿No te parece que deberíamos seguir afianzando todo?

Ranpo dejó escapar un suspiro y, con una sonrisa, se inclinó hacia él.

—Tal vez —dijo, relajado—, pero a veces las cosas salen mejor cuando no se sobrepiensan tanto. Y... —hizo una pausa, observando cómo Chuuya se tensaba de nuevo—, ¿a ti te parece que esto es más que un plan?

Chuuya se quedó mudo por un momento, sin saber cómo responder. ¿Acaso Ranpo había percibido algo en su comportamiento?

—No... —respondió rápidamente, incómodo—. Solo es eso, un plan.

Ranpo lo observó por un instante antes de responder, su tono serio pero con una sonrisa sutil.

—Si tú lo dices.

Ambos siguieron comiendo un poco más, aunque Chuuya podía percibir la molestia de Ranpo, aunque muy sutilmente.

—¿Te gustó la comida? — preguntó, intentando aligerar el ambiente.

Ranpo levantó la mirada, como si se hubiera perdido en sus pensamientos por un momento. Al escuchar la pregunta de Chuuya, sonrió y asintió con entusiasmo.

—Está deliciosa, como siempre —respondió con sinceridad, aunque su tono seguía teniendo esa ligera capa de incomodidad que Chuuya había notado antes.

Chuuya, aliviado por la respuesta, sonrió brevemente, pero rápidamente volvió a notar la tensión en el aire, algo que no podía dejar de sentir.

—Me alegra que te guste —dijo mientras terminaba de comer. Sin embargo, no pudo evitar preguntar con una ligera inseguridad—. Pero, ¿te pasa algo, Ranpo? Pareces... diferente.

Ranpo soltó un suspiro, mirando el plato por un momento antes de alzar la mirada hacia Chuuya. Su expresión era algo más relajada, pero aún se podía notar una sombra de tensión en sus ojos.

—Nada, no te preocupes —respondió rápidamente, aunque Chuuya pudo captar la ligera evasión en su voz—. Es solo que... las cosas se complican un poco cuando mezclas lo personal con lo que se supone que es solo un plan.

Chuuya frunció el ceño, sintiendo una punzada de incomodidad al escuchar esas palabras.

—¿A qué te refieres? —preguntó, intentando no sonar demasiado ansioso.

Ranpo lo miró fijamente por un momento, como si pensara en algo que no sabía si debía decir. Finalmente, se encogió de hombros.

—Nada, olvídalo —dijo con una sonrisa forzada—. Lo que importa es que estamos cumpliendo con lo que planeamos. Eso es lo que importa, ¿no?

Chuuya asintió, aunque aún no estaba completamente convencido. Algo en la respuesta de Ranpo lo dejó inquieto. Sin embargo, no quiso presionar más, así que continuaron con la cena, aunque el ambiente seguía algo tenso entre ellos.

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