Maratón 2/5

NIA

Luego del encuentro con Bruno durante el almuerzo parecía ir todo tan bien. La última clase fue pasable y Alejandro ni me molesto. Ya terminando fui por Bruno y lo vi con esa chica rubia de la clase de Análisis literario. Estaban muy cerca, casi se besan pero Bruno me ve justo corriendo para irme de allí. Obvio me alcanza, no le doy importancia pero el corazón me duele y ni siquiera somos novios o le he dicho que me gustaba. Vamos a la biblioteca y todo se calma, elegimos el libro "Perdimos nuestro camino". Ese título me describía, estoy tan perdida con tantos sentimientos juntos.
Hablamos, tan lindo como habla y se me acaba de declarar y ahora se arrepintió, estúpidos ataques. Yo estaba tan bien junto a él, ¿qué está pasando? Bruno se está yendo, haz algo Nia.
Corro tras él y lo encuentro abrazado a una chica castaña, mis ojos arden, mis mejillas están mojadas. No sé en qué momento empecé a llorar, lo llamo, deja a la chica y me mira preguntándome qué hago. No respondo sólo tomo el casco que se ha llevado y corro hacia otro lado.
Sé que me sigue, me atrapa, me abraza y yo lloro en su pecho.
- Nia-
-No me sueltes-
- Esto es lo que quería evitar, no debí-
- No estoy mal por lo que dijiste- digo
- Estás mal porque me fui ¿no?- asiento- Nia, ojitos verdes, no está bien lo que hice-
- No- coincido
- No hablo de huir, hablo de haberte dicho todo lo que siento siendo que apenas nos conocemos- dice y más lágrimas caen
- Eso quiere decir...-
- Me gustas, quiero pasar tiempo contigo pero primero quiero ser tu amigo. Que puedas confiar en mí-
- No es tan fácil- digo
- Lo sé pero no podemos empezar algo si no confiamos en el otro- asiento, besa mi frente y me aferra a su pecho.
- Bru- lo llamo
- ¿Si?-
- Esa chica castaña, em la que estaba abrazándote- digo y él se ríe
- No veo lo gracioso- digo un tanto molesta. Por qué me gusta un chico así de idiota
- No deberías tener celos de ella-
- Yo no dije que...-
- Ya olvida todo- digo alejándome de él- ¿Me llevarás a casa?- pregunto
- Sí- dice, no intenta abrazarme y se lo agradezco porque ya me empezaba a entrar el pánico por tanta cercanía a un chico, no vamos a decir desconocido porque ya Bru no lo es. Me besa la mejilla y me empuja para que camine al estacionamiento. Vamos hacia donde está estacionada su moto y allí está la chica rubia hablando con Marina. No sabía que ella seguía en la facu.
- Brunito, te tardaste. Por suerte mi mejor amiga seguía en la uni y pude entretenerme- dice la chica que hace unos minutos se había colgado de mi Bru. Nia para no es tuyo, ni siquiera sabes qué sientes por él.
- Tranquila Nieves, fueron sólo unos minutos- responde Bruno
- Unos minutos muy largos, si Marina no-
- Ya no te quejes, no sé cómo la aguantas- dice a Marina
- Sé que aunque te hagas el duro y que te molesto me amas hermanito- dice la castaña, que se llama Nieves y es oh su hermana. Me puse celosa de su hermana, hice una escena frente a su hermana- ¿Quién es tu amiga tan linda?- pregunta y por instinto quiero salir corriendo, no sé cómo fue que me quede tanto tiempo ahí. Bruno toma mi mano y la acaricia con su dedo y eso me calma.
- Nos tenemos que ir, ¿qué necesitas?- habla Bru ignorando la pregunta de su hermana. Ella lo mira a punto de reclamarle, luego me mira a mí y nuestras manos que suelto instintivamente pero ella ya las ha visto. Estoy esperando gritos o efusividad pero eso no pasa.
- Vine a invitarte a comer pero veo que este ocupado, además venía a decirte que dejes de preocuparte por mí. Todo va a estar bien y sé cuidarme- dice ella sin siquiera mirarme y eso me alivio
- Nunca me voy a dejar de preocupar, por qué no me dijiste...- Bru me mira- Olvídalo, hablamos en la noche. Voy a tu casa a comer, pediremos algo bien rico y veremos películas como cuando éramos chicos- dice a Nieves y ella asiente -Cuídala y cuídate- le dice a Marina
- Lo haré, no te preocupes Bru- dice Marina sonriendo. Ambas se suben a un auto y a los minutos el auto desaparece de nuestra vista por la carretera.
- ¿Estás bien?- pregunta
- Sí, gracias y perdón-
- ¿Por?-
-Gracias por no contestar la pregunta de quién era y perdón por la escena que hice cuando te vi abrazado a tu hermana. No sabía que ella era tu hermana, además hacia no mucho te encontré a punto de besarte con esa rubia y te escapaste luego de que te me declararas- digo, no sé si alguna vez hable tanto con un extraño. Seamos sinceros ya no es un extraño pero aún no lo considero amigo tampoco.
- No fue nada, perdón por todo eso. Debí esperar pero lo que viste con Antonia hizo que te dijera lo que siento, así no pensabas mal de mí-
- No podría pensar mal de ti pero tal vez sólo tal vez me molesto un poquito que ella estuvo a punto de besarte y vos te escapaste de mí que no dije ni mu- digo, él sonríe
- Alguien está celosa- dice con una sonrisa pícara que me encanta- O mejor dicho alguien quiere un beso- dice, me agarra entre sus brazos y me acerca a él. Nuestras caras están demasiado cerca, el acaricia mi mejilla y tengo miedo y ganas de correr de allí pero su agarre no me deja. Corre un mechón de mi cabello y besa mis dos mejillas justo en la comisura de mis labios. Se separa y me atrae para que estemos más cerca. Mi respiración se está alterando, él lo nota y se aleja. Me suelta pero yo tomo su mano para acercarlo a mí. Él sonríe, me abrazo a él y coloco mi cabeza en su pecho. Su olor y sus latidos me dan paz.
- Aún no tendrás un beso- digo sonriendo y él me mira sonriendo
- Lo sé, ya te dije que antes de empezar algo debes confiar en mí-
- Vos también tienes que confiar- digo recordando que Bruno corto lo que le decía a Nieves al recordar que estaba yo.
- ¿De qué hablas?-
- Lo que no le dijiste a Nieves porque estaba yo-
- No es nada, cosas de familia- dice sin darle importancia
- Parecía serlo, en fin deberíamos irnos. Se me va a hacer tarde- digo, él asiente. Besa mi frente y vamos hacia su moto.
- Nia- habla
- Dime-
- Perdón, por todo-
- Ya te disculpaste- digo
- Pero me duele haberte hecho llorar- dice y por impulso al ver su cara lo abrazo
- Está todo bien Bru- digo y se aferra a mi abrazo. Siento como respira sobre mi cabello y luego baja a mi mejilla, a mi cuello y siento un escalofrío.
- Mejor vamos- dice separándose bruscamente
- Okey- digo, él me mira y luego me vuelve a abrazar
- Perdón, no quería sonar tan así. Sólo no quiero presionarte y quiero que confíes en mí-
- Lo entiendo, vamos- digo pero no me suelto aún de su abrazo
- Tienes que soltarme- dice con esa sonrisa brillante y pícara
- Yo no soy el que se aferra a mí- digo riendo
- Como sos- dice y me suelta muy lentamente
- Bru-
- Si-
- Ya vámonos- digo
- Está bien- dice, besa mi mejilla y me coloca el casco. Se pone el suyo, se sube y tomo su mano para subirme- Agárrate fuerte de mí- dice
- Está bien- digo abrazándome a él
- Antes de ir a tu casa vamos a ir a un lugar-
- Bru-
- Sin quejas ojitos verdes- dice y veo por el espejo su sonrisa pícara que no me deja en paz
- Está bien sólo no regresemos muy tarde- digo y él acelera mientras yo me aferro más a su cuerpo. Su aroma me invade y me siento tan bien.
Conduce por las calles hasta que llegamos a Palermo, conduce hasta la orilla de un lago.
- Sorpresa-
- No entiendo- digo bajándome de la moto. Él se baja tras de mí y me quita el casco. Se quita el suyo y sonríe
- Necesitas un cambio de aire y esté lugar es bastante tranquilo a estas horas. Vengo a pensar y tocar aquí. Es pacífico-
- ¿Tocas un instrumento?- pregunto sorprendida
- La guitarra pero no es gran cosa- dice- Ven- toma mi mano y nos lleva a que nos sentemos a la orilla del lago
- Me gustaría escucharte tocar-
- Ya dije que no es gran cosa pero tal vez algún día toque para ti- dice sonriendo pícaramente y me sonrojo- Sos tan linda sonrojada- dice y besa mi mejilla.
- Eh gracias, es bastante lindo y tranquilo. Me gusta- digo cambiando de tema
- Yo o el paisaje- dice en broma pero yo me pongo roja- Es broma Nia- se ríe y yo finalmente río con él
- Eres un tonto- digo, me siento cómoda con él. No quiero huir pero a la vez el miedo en mí me dice que me aleje antes de que empiece a sentir algo más fuerte por él.
- ¿Por qué ese insulto ojos verdes?- dice mirándome fijo
- Ya Bru- digo evitando su mirada
- Esta bien, voy a caminar ¿vienes?- dice parándose
- No, quiero leer un poco- miento, necesito alejarme de él
- Está bien, no te muevas de aquí. En unos minutos estaré de vuelta, no me extrañes-
- Ni siquiera sentiré tu ausencia- digo para molestarlo
- Ya veremos- dice, se agacha y besa la comisura de mis labios y un cosquilleo afecta todo mi cuerpo.
Se levanta y se va hacia otro lado. Cuando dejo de verlo voy por el libro de Lesath, debe concentrarme en otra cosa. No me puedo enamorar, no quiero volver a confiar y que me lastimen. No quiero vivir con miedo pero tampoco puedo enfrentarlo porque aunque ahora esté con Bruno normal, en mí todavía están las ganas de salir huyendo y no verlo más.
Abro el libro en la página donde me quede y empiezo a leer sin concentrarme demasiado porque aún no logro olvidar como Bruno se me declaro para luego sólo ser mi amigo. La verdad mucho no lo entiendo pero sí comprendo que quiera que confíe en él antes de empezar algo. Pero la verdad es que yo no sé si quiero empezar algo, me molesta que me evite pero su cercanía me pone demasiado nerviosa. Estoy hecho un lío, la verdad no tengo idea que hacer con todo esto.
- Necesito concentrarme- digo y vuelvo a la lectura.
- ¿Qué lees tan concentrada?- susurra Bru en mi oído, me da un escalofrío al sentirlo tan cerca
- Lesath, una novela de fantasía. Se hace tarde, deberíamos irnos- digo levantándome sin mirarlo
- Está bien, mi hermana está leyendo esos libros. Marina se los regalo, no sabía que también te gustaba la fantasía pensé que eras más...-
- Del romance, sí pero ambos me gustan. Además casi ni me conoces Bruno, vámonos. Tengo que llegar temprano a mi casa y...-
- ¿Y qué?-
- Nada, vámonos-
- No, espera te compre algo- dice y me da un vaso- Es chocolate caliente, supuse que te gusta por el día del café y lo traje porque no comimos nada desde el almuerzo- dice y acepto el vaso. Él tiene otro para él- Podemos quedarnos sólo unos minutos más, hasta que termines la bebida- dice y da un sorbo a su vaso que por su olor sé que es café
- Esta bien- digo, él sonríe y se acerca a mí- Bruno no me toques-
- Sólo quería subirte a la moto para que te sientes cómoda a beber tu cocoa-
- Okey, bueno hazlo- digo, me estremece su contacto pero dejo que me suba a la moto
- Nia-
- Dime-
- ¿Por qué no quieres hablarme pero a la vez te molesto que yo te haya evitado la semana anterior?- pregunta
- Así que admites haberme evitado-
- Sí pero era por tu bien, esa semana nadie me soportaba y yo no podía meterte en eso- dice sin mirarme
- Bru confía en mí- digo tomando su mano
- Lo intento pero siento que si te cuento todo irá peor-
- No estamos tan mal para ir peor- digo consolándolo
- Nia, estamos muy mal. Ninguno confía lo suficiente en el otro, nos evitamos y por poco casi ni nos hablamos. Estamos muy mal, me declare y después me retracte y vos aún no me has dicho nada de nada sobre eso-
- Bruno, eh mejor llévame a casa. Esta conversación no tiene sentido- digo, termino el último trago de mi bebida. Bajo de la moto, tiro en un basurero mi vaso y me pongo el casco. Bru me mira, toma un último sorbo y tira su vaso en el basurero. Se coloca el casco, se cuelga su mochila, guardo mi libro y me cuelgo la mochila. Sube a la moto y me ayuda a subir.
- Agárrate fuerte- dice y arranca. No dice más nada en todo el camino del Lago de Palermo hasta mi casa.
- Nos vemos mañana luego de clases- él asiente y me quita el casco - Bruno-
- Adiós Nia- dice, cuelga mi casco y conduce hasta desaparecer en la carretera.
Entro a casa, mi padre y mi madre están en la cocina. Lea seguro está en sus clases de baile.
- Buenas tardes- saludo
- ¿Cómo te fue hoy?- pregunta mi madre
- Bien, lo normal- digo aunque este día no tuvo nada de normal
- Veo que devolviste ese casco- dice mi padre
- ¿Qué casco?- pregunta mi madre
- Ayer me trajo un amigo en moto y me olvide de dárselo así que se lo di hoy-
- ¿Es el chico que vi por la ventana?- pregunta mamá
- Mamá, eso no se hace pero sí. Me trajo pero porque hacemos un trabajo juntos y no iba a decirle a Miranda que se quede en la Uni sin hacer nada- explico obviando todo lo referido a mis momentos con Bruno que ya ni sé qué significan
- Me suena esa moto, ¿conozco al chico?- pregunta mi madre
- No- miento- Voy al cuarto, avísenme cuando cenemos- digo y camino a mi cuarto
Entro, cierro la puerta con traba y me tiro en la cama. Tengo ganas de llorar pero no quiero hacerlo, no debo, no ha pasado nada para que tenga que llorar. Pienso en Bruno y se incrementan las lágrimas que ya salen. Lloro, no sé si por emoción, frustración, alegría o tristeza. Hay miles de sentimientos en mi cabeza pero las palabras de Bruno declarándose me hacen tan feliz pero luego sus palabras sobre lo mal que estamos me rompe el corazón. No quiero sufrir, no quiero enamorarme, debo olvidarlo, debo intentarlo aunque lo vea imposible.
Con lágrimas en los ojos me termino durmiendo.

Horas después
- Ya está la comida amor- dice mi madre- Estuviste llorando-
- No, no es nada- digo- Ahí voy- mi madre sale dudando de mi respuesta pero no hace preguntas.
Salgo al baño, me lavo la cara y las manos. Camino al comedor y cenamos mientras vemos las noticias de la noche. Terminamos, como algo de helado y me voy a la cama.
Hoy no tengo ganas de leer ni nada así que me doy una ducha para calmarme y calentarme un poco. Salgo, me pongo mi ropa interior y un piyama azul con una luna llena en la remera y estrellitas en el pantalón. Era un regalo de Anna, ella decía que yo era como la luna, que necesita al sol para brillar, es decir que necesita a alguien para poder salir de mi burbuja. Ella fue la única luego de Miranda que logro que me abra completamente. Bruno lo está intentando pero yo me niego a pasar por eso, aunque me duela dejarlo fuera de mí no pienso sufrir si algo malo pasa con ambos si estamos juntos.
Voy a mi cuarto, me meto en la cama y luego de poner la alarma a horario me duermo y obviamente Bruno y sus ojos azules aparecen en mis sueños.

Nuevo cap, espero les guste
Bruno tendra razon?
Dejen sus estrellitas si quieren
Bye
Pau😘😘😘