7

NIA

Veo por la ventana del hall como Bruno se va y me doy cuenta que aún tengo el casco que me dio en la mano. Camino a mi cuarto y lo dejo junto a mi mochila. Voy a la cocina y abro el refri para buscar helado. Lo necesito, me llevo el pote y una cuchara y llamo a Anna.
Llamada
- Cuñadita-
- ¿Puedes venir a casa?-
- En seguida- dice- Dame 5 y estoy allá pero ¿estás bien?-
- Más o menos, apúrate por fa- digo
- Sí, ya nos vemos. Bye-
- Bye- cortó
Fin llamada

No voy a mi cuarto para esperar a que llegue Anna, tocan el timbre. Abro y es ella, me tiro a sus brazos.
- ¿Qué pasó?-
- Es largo- digo sin soltarme
- Vamos a tu cuarto-
- Sí, debería llamar a Miranda-
- ¿No te trajo ella?-
- No, es parte de lo largo- tomo mi celular y está sin batería- Sin batería, la llamaré cuando se cargue. Espero no se preocupe al no verme-
- Espero, te diría que la llames del mío pero no tengo el número y vos seguro no te lo acordas- dice y reímos -Busca una cuchara para mí- dice y lo hago.
Caminamos a mi cuarto, entramos y cierro la puerta. Me tiro en la cama y ella se acuesta a mi lado.
- Creo que encontré la solución pero a la vez es un problema-
- No entiendo-
- Estar cerca de Bruno me tranquiliza y puedo hablar con él pero mientras más lo hago más me gusta y si más me gusta más me voy a enamorar y por ende más voy a sufrir y no quiero sufrir y menos por amor- digo
- Primero demasiados más y segundo enamórate Nia, es lo más lindo que te puede pasar. Bruno parece ser un buen chico y si logra que te abras quiere decir que es especial-
- No Anna, no me quiero enamorar. Vi cómo sufrió Marco cuando se separó de su antigua novia porque lo engañó, vi como lloraste el día que él te pidió un tiempo porque estaba confundido. Vi hoy como Miranda se aguantaba las lágrimas al ver a Martín con otra chica. Yo no quiero eso, no quiero llorar por alguien-
- A ver Nia- se sienta- El amor tiene sus cosas buenas y malas pero te prometo que son más buenas que malas o no viste como tu hermano se me declaró o como me buscó luego de la tontería del tiempo que me pidió-
- No era una tontería ese día-
- Lo sé pero ahora estamos juntos y eso es lo importante, él me ama y yo lo amo. El amor va más allá de cualquier pelea o discusión, si es real sólo serán pocos los momentos tristes-
- ¿Y cómo sé si es real lo que llegue a pasar o no con Bruno?-
- Intentándolo, viéndole a los ojos, conversando, pasando tiempo juntos. Si él busca una excusa para estar contigo, quiere hablarte y estar a tu lado. Sabe que es que le gustas y es en serio. Además no creo que un chico que no va en serio te vea mal y te traiga a tu casa sin pedir explicación- dice y señala el casco.
- Puede ser- digo, tomo el casco y tiene una mezcla del olor de mi shampu con el olor de su perfume. Sonrío recordando la sensación de estar sujeta a él, con mi cara apoyada en su espalda y mis brazos rodeando su abdomen. No Nia, no. Me quito de la mente ese recuerdo y vuelvo a mi yo de antes- No sé si quiera saberlo y ahora debo convivir con él, me será tan difícil sacarlo de mi cabeza-
- ¿A quién quieres sacar de tu cabeza?- pregunta alguien abriendo la puerta, es Miranda
- Miri yo...-
- Bruno me dijo que te trajo, lo llamé ya que no me respondías y no estabas en el estacionamiento y como una vez te llevo- me interrumpe
- Okey, pero por qué tienes su número- pregunto
- Para ti, parecías tan bien esos días, no entiendo que le pasó pero hoy hizo algo ¿no?-
- Digamos que él es la solución pero Nia no quiere ni intentarlo- habla Anna- Perdón por no avisarte es que yo no tengo tu número y Nia es muy olvidadiza-
- Perdón okey, en fin. Entra y te cuento qué pasó- digo
- Anna puede decirme detalles o no sabes nada aún- pregunta Miranda cerrando la puerta
- No sé nada, sólo le decía que deje que ese chico la enamoré- dice mi cuñada y la miro mal
- Ella tiene razón pero ahora cuenta todo- insiste Miranda sentándose en el asiento de mi ventana
- Me lo encontré en clase, tuve una crisis y me ayudo. Se sentó a mi lado y digamos que intenté ignorarlo el mayor tiempo posible-
- No resulto, él te hace hablarle quieras o no- dice Miri
- ¿Cómo sabes eso?- pregunto
- El almuerzo hace una semana, vos no respondes a nadie más que a mí y ese día hablaste. Poco pero lo hiciste- explica
- Así que el enamorado hace que nuestra callada Nia hable, se lo agradeceré cuando lo conozca- dice Ana
- No lo vas a conocer porque no va a pasar nada entre nosotros-
- Es por lo de que te evito, no deberías darle importancia ya que vos tampoco lo buscaste-
- No es eso, no quiero sufrir y su indiferencia no me dolió pero me hizo extrañarlo y no lo conozco. No es alguien importante para que lo extrañe- respondo
- Sí lo es Nia sólo que no quieres admitirlo- me dice Anna
- Bueno volvamos a la historia, se quedó ahí y bueno terminé dejándome llevar por su voz y esos ojos azueles- recuerdo la clase y lo feliz que se puso al sacarme una sonrisa
- Nia estás enamorada, admítelo- dice Miranda
- No- digo- En fin nos toca hacer juntos un trabajo así que va a ser tan difícil sacarlo de mis pensamientos- digo lo último olvidando que están Anna y Miranda
- Te encanta pero tienes miedo, es normal pero por favor no huyas de ese sentimiento. Deja de huir por una vez en tu vida. Mereces ser feliz- dice Anna mirándome fijamente.
Alguien me explica dónde estaba esta chica hace años cuando pasó todo lo que pasó, tenerla a ella y a Miranda me hubiera servido tanto. Por qué tardo tanto en aparecer en la vida de mi hermano y convertirse en la hermana mayor que nunca tuve y siempre necesité.
- No puedo no huir, soy así. Escapo, no puedo quedarme- digo
- Está bien, termina la historia- dice Anna con una media sonrisa, Miranda nos mira y sabe que no hay manera que cambíe de opinión
- Bueno me despedí de Bruno, o sea le dijo chau y no le dejé que explique nada. Salí y creí que él vendría tras de mí a intentar explicarse pero no vino. Pero sí alguien me siguió, era Alejandro, un compañero de clase. Me trato súper mal y me dijo que engañaba a todos con que no podía hablar por el sólo hecho de que hoy no pude hablarle a él pero sí a Bruno. En un principio tampoco podía hablarle a Bruno pero ahora, no sé. Chicas es todo tan raro, salí corriendo y choqué con el cuerpo de Bruno y por puro impulso lo abracé. Entre sus brazos me sentí segura y logré calmarme, él se comportó tan lindo, no preguntó qué pasó ni nada. Sólo ofreció distraerme, hablamos pocas palabras y me trajo a casa. Fue muy dulce todo el tiempo- digo y camino hacia el casco
- Nia- habla Miri y la miro- Dale una oportunidad, si no quieres abrirle tu corazón aún no lo hagas pero dale una chance de que te muestre que puedes ser feliz y no todo el mundo te va a lastimar- finaliza
- Tu mejor amiga tiene razón, Bruno parece una buena persona y creo que harían una hermosa pareja si dejas que entre en tu corazón- agrega Anna
- Lo pensaré- digo
- Que les parece salir a merendar y luego cenamos fuera, yo invito- propone mi cuñada
- Me parece genial, necesito salir- dice Miri
- No vas a aceptar un no así que vamos, además eso me ayudará a dejar de pensar en Bruno y el trabajo que debemos hacer juntos- digo
- Bueno, tomen sus bolsos y vámonos- dice Anna
Tomo un bolso donde meto algo de plata y mi celular, le presto uno a Miri que tenía sus cosas en la mochila que lleva a la uni.

Salimos del cuarto, escribo una nota para mi madre diciéndole lo que haría y que volvería en la noche. Era más fácil eso que esperar a que vea mis mensajes, tiene tantos contactos que a veces ignora los mensajes a menos que sean del trabajo.
Salimos de la casa, Miranda deja la llave de repuesto donde la encontró, debajo de una maceta que hoy está muy florecida.
- Vamos- dice Miri, caminamos hacia el auto de Anna y nos subimos. Estoy en el asiento del copiloto y pongo música para que no haya más preguntas.
Llegamos al centro comercial, vamos a un Starbucks y pedimos un cappuccino, un frapuccino y como no yo un chocolate. Le agregamos muffins de chocolate y nos pasamos la tarde hablando de tonteras sin volver a mencionar a Bruno.
Terminamos y paseamos un rato, visitamos algunas tiendas de ropa y Anna me obligo a probarme vestidos y polleras. Eso hizo que ahora tenga dos bolsas en mis brazos.
Ya son las 8:30 de la noche y vamos a una pizzería y cenamos. Ya no hablamos de tonterías, Miranda le está contando sobre Martín a Anna y yo escucho sin atender. No quiero oír lo triste que está mi amiga. Pienso en Bruno, en esos ojos azules, en el calor se su pecho, en su voz calmándome. ¿Por qué me afecta tanto si apenas lo conozco?
- Nia, aquí llamando tierra a Nia- habla Miri
- Perdón, ¿qué pasa?-
- Estabas ida, ¿está todo bien?-
- Sí, sólo pensaba y tal vez me quedé así porque no me gusta verte mal por un chico Miri. Además me siento culpable porque yo te dije que le gustabas y pasó esto. Lo siento tanto amiga- respondo
- No es tu culpa, el amor es así pero yo sé que encontraré al indicado, sea Martín o no- dice ella sonriendo y tomando mi mano- Nia, vos ya lo encontraste. No lo dejes ir-
- Tengo miedo- digo
- No dejes que el miedo te frene- habla Anna
- Lo pensaré, pero no sé si estoy lista. No quiero terminar lastimada o salir corriendo cada vez que lo vea-
- Eso no va a pasar- dice Miri
- ¿Cómo estás tan segura?-
- Porque veo cómo te mira y cuando llamé hoy y le dije que no respondías me pidió que le cuente si te había pasado algo. Se preocupa por ti, eso dice mucho- responde Miri y termino sonrojada por aquel detalle de Bruno
- Deja de negarte y dale una oportunidad- agrega Anna
- Está bien, lo haré- digo y ambas sonríen- Comamos por favor- comemos la pizza hablando de boludeces.

Anna nos lleva a mi casa y se despide de nosotras. Miri entra por sus cosas, me saluda con un abrazo y se va.
En casa parece que todos duermen así que despacio y en silencio voy a mi cuarto. Saco mi celular y recuerdo lo que ha dicho Miri sobre Bruno, le mando un mensaje a mi amiga para que le mande que estoy bien.
Me pongo mi piyama, voy al baño, me acuesto y al cerrar los ojos sus ojos azules y esa sonrisa traviesa aparecen en mis sueños.

Al otro día

Me despierto por la alarma, me doy una ducha rápida y me pongo un vestido celeste liso con mangas de costado. Soy tímida pero siempre me ha gustado usar vestidos y Miranda y Anna encuentran eso como excusa perfecta para regalarme todo tipo de vestidos con diferentes colores y dibujos. Este es uno de mis favoritos, me lo regalo Miranda para mi cumpleaños, y obviamente le agrego un libro. Ella sabe bien que es lo que me gusta, por eso y más cosas es mi mejor amiga.
Me hago una cola de cabello alta, meto mis apuntes de las clases de hoy y el segundo libro de Lesath junto con el tercero ya que estoy finalizando la relectura de ese. Salgo del cuarto con la mochila y el casco de Bruno en la mano. Dejo las cosas en una silla y me hago un café con leche a la vez que robo unas tostadas que ha dejado mi madre.
- Buen día mi chiquita- dice mi padre apareciendo de la nada
- Papá, ¿qué haces aquí?-
- Hoy trabajo en casa, ¿no irás en moto a la Uni? ¿Quién tiene una moto?-
- Es de un amigo, me trajo ayer. Me olvide de dárselo. Miri me va pasar a buscar en su auto. Igual no es peligroso andar en moto-
- Está bien, cuídate. Nos vemos en la tarde ¿no?-
- No sé a qué hora llegue porque tengo que hacer un trabajo y será luego de clase-
- Está bien, buena suerte en tu día- dice y va a la oficina que tiene en casa.
Termino mi café, como otra tostada y al terminar me lavo los dientes. Me pongo perfume, me cuelgo la mochila y agarro el casco de Bruno. Sonrío al recordar esos ojos azules preocupados por mí, me da ternura. Tocan el timbre, abro, es Miranda y la abrazo.
- Tengo el número del dueño de ese casco puedes llamarlo y...-
- No, quiero ir con mi mejor amiga. Ya después se lo daré-
- Está bien, entonces sube porque si no salimos pronto llegaremos tarde y ninguna quiere eso- dice, subimos al auto y arranca
- ¿Cómo estás?-
- Si hablas por lo de Martín, más o menos. Parecía que iba a tener mi oportunidad y apareció esta chica que en dos segundos se robó su atención y sus labios- dice molesta
-No sé qué decirte Miri, no me gusta verte así. Es por esto que no me quiero enamorar, siempre se termina sufriendo-
- No utilices mi caso para evitar lo que sientes por Bruno-
- Pero yo no sé qué es...-
- Lo sabes sólo que no quieres admitirlo-
- Podemos cambiar de tema- pido
- Okey, amo como te queda el vestido que te regale-
- Sí, es de mis favoritos-
- Perfecto entonces te regalaré más. No puedo maquillarte ni peinarte así que te vestiré- dice sonriendo pícaramente
- Aleja esas ideas locas de tu mente, no me pondré nada provocador o estrafalario, ¿queda claro?-
- Sí, pero cuando tengas novio seguro a lo primero me lo agradecerás y lo segundo yo nunca te regalaría algo estrafalario. Es lo único que te hace ver...-
- Bonita- la interrumpo
- No, obvio jamás diría eso. Tu gusto de usar vestidos hace que te vean, sólo eso. Vos querés ser invisible pero no lo sos, además sos muy bonita y por eso y seguramente muchas cosas más le gustes a Bruno-
- No quiero hablar de él-
- Acostúmbrate, no dejaré que seas infeliz por miedo- dice mientras estaciona en el área de estacionamientos de la Uni
- Ya deja el tema, nos vemos en el almuerzo- digo agarrando mi mochila y bajando del auto
- El casco darling- dice, odio cuando usa ese apodo en inglés y su tono al hacerlo. Tomo el casco y me doy la vuelta sin saludar- También te quiero- grita y me alejo sin mirarla.

Es mi mejor amiga pero no es buena aceptando que yo quiero esconder todo lo que siento y no dejarlo salir jamás.
Corro a clases, me siento en un banco atrás como siempre. Hay algunos de mis compañeros pero me ignoran y estoy bien con eso. Me daba miedo que la situación de ayer con Alejandro me hiciera ver más rara de lo que soy.
Llega el profesor junto a Alejandro y otros compañeros, ellos me miran fijo y quiero correr pero no puedo porque la clase está por empezar. Saco mis apuntes y me concentro en un punto fijo del pizarrón.
- Ahora me vas a hablar o tendré que decirle a todo el mundo sobre tus mentiras-
- No son mentiras- digo un tanto nerviosa
- Sí, me estás hablando y además ayer te fuiste con Bruno Solar que es de tercer año. No mientas, ten dignidad y recházame. No busques excusas-
- No es así, yo no puedo- digo y siento como mis ojos empiezan a aguarse, el aire es cada vez menos y no me siento para nada bien. Hago las respiraciones, vuelvo a la mirada al pizarrón e intento ignorar lo que acaba de pasar y la presencia de Alejandro a mi lado.
- Ya me corresponderás y serás mi chica- dice y me suena un tanto repulsivo pero no lo miro
La clase sigue sin ninguna intervención, cambiamos de profe y esta clase es bastante aburrida, pero por lo menos Alejandro se sienta con sus amigos y me deja en paz.
Por fin se termina la mañana y luego de guardar mis cosas corro al comedor. Compro unas empanadas y elijo una mesa para tener lugar cuando llegue Miri. Estoy un poco molesta pero es mi mejor amiga, no puedo estar mucho tiempo sin ella o enojada con ella.
Llega y sonríe ante las empanadas. Se sienta frente a mí.
- Estuviste a punto de llorar ¿qué pasó?-
- Alejandro pero ya estoy bien, no te preocupes- digo
- Ese chico me está hartando, nadie se mete con mi amiga. Ah em perdón por lo de hoy-
- No Miri, tienes razón. No quiero estar con Bruno por miedo pero una no puede vivir con miedo ¿no?- digo y ella sonríe
Empezamos a comer contándonos sobre las clases de cada una. Terminamos y cuando estoy por levantarme alguien me tapa los ojos. Reconozco ese olor y la risita de Miranda lo delata
- ¿Quién soy?-
- Bru, ¿qué quieres?- digo quitando sus manos de mis ojos
- Te la robo unos minutos- le dice a Miri y tira de mí. Me lleva hacia un patio bastante vacío donde hay una fuente.
- Bruno, tengo clases- digo, estoy un tanto asustada
- Todavía quedan unos minutos- dice sonriendo
- Eres imposible- digo y él ríe
- Voy a hacer algo, espero que no me pegues- dice y yo ya en mi mente imagino un beso pero en vez de eso me abraza y por instinto intento alejarme. Él no me deja y al sentir su olor, su calidez dejo que me abrace y me quedo allí sin decir nada ni quejarme de su cercanía.

Bello capitulo ¿no? Nia está dejando que Bruno se acerque, ¿pasará algo más?
Ya sabrán
L@s amo
Bye
Pau😘😘😘

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