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Una semana después

NIA

Estoy llegando tarde a mi primera clase del día por culpa del idiota de mi hermano que siempre llega tarde a buscarme.
Llego, corro al aula y me siento en mi asiento del fondo. Acomodo mis cosas y al colgar mi mochila me doy cuenta que Alejandro está a mi lado. Me sonríe y el pánico me envuelve, hago unas cuantas respiraciones y miro al frente. La clase ya está por empezar.
Es bastante entretenida pero no dejo de pensar en que casi ni he visto a Bruno los últimos días. Okey lo he visto de pasada pero no se ha acercado a mí, ni siquiera ayer en la clase de mi madre. Me es muy raro.

La primera clase termina, me levanto para guardar unas cosas y Alejandro se acerca a mí. El pánico vuelve, no puedo estar cerca de nadie que no conozca, que no sepa que puede no lastimarme, no puedo.
- Nia-
- Aléjate, déjame sola- susurro y sé que estoy poniéndome un tanto nerviosa y no de una manera buena
- Está bien, sólo quería decir hola- dice y espera que responda pero no lo hago- ¿Te pasa algo? ¿Por qué no hablas? Responde- no puedo más y salgo corriendo de allí. Voy al baño y me meto en un cubículo. Bajo la tapa y me siento a hacer mis ejercicios de respiración, Anna me los enseño cuando la conocí y también mi psicóloga del instituto. Debería volver pero me da miedo revivir todo eso al tener que contarle, ya me acostumbré a vivir así. Estaré bien, respiro unas cuantas veces y salgo. Al verme al espejo veo que tengo lágrimas, las seco con la manga de mi campera y luego me lavo la cara.

Salgo del baño y camino hasta la clase, llego justo a tiempo, el profe recién entra. La clase es pasable, Alejandro se cambió de lugar y estoy sola en la última fila. Algo que no me importa porque necesito calmarme y centrarme en mí y en la clase. Termina y guardo mis cosas.
Camino al comedor y en el camino me encuentro a mi mejor amiga.
- ¿Qué tal tu día?- le pregunto
- Bien- dice no muy alegre
- ¿Qué pasó?-
- Martín está raro-
- No debe ser nada, no te preocupes. Vamos a almorzar ¿si?-
- Dale- dice y caminamos al comedor- Espera- nos detiene- ¿Estuviste llorando? ¿Qué pasó?-
- Lo mismo de siempre-
- ¿Ha sido Bruno?-
- No, no hemos hablado desde el día en que me trajo-
- Entonces ¿quién?-
- Un compañero, Alejandro se llama. Bueno se presentó el otro día pero pude salir rápido pero ahora quiso que le hable pero yo no puedo, entre en pánico. Me trato un tanto brusco y salí corriendo-
- Ay Nia, lo siento. ¿Estás bien?-
- Más o menos, pero no quiero hablar de eso. Mejor vamos a comer y ya. Quiero centrarme en mi última clase y no tener este nudo acá-
- Compremos la comida y vamos a comer al parque. Te va a distraer, si quieres leemos juntas-
- Sí, eso sería genial- digo, vamos al comedor. Bruno está con sus amigos pero ni me mira, Martín está con ellos y una chica que no he visto antes. Están muy cerca, alejo a Miranda de allí pero ella los ve.
- Ahora entiendo, no era real Nia. No era para mí-
- Lo siento mucho Miri, yo no quise...-
- No es tu culpa, compremos la comida y salgamos de aquí-
- Sí - digo evitando mirar hacia la mesa donde está Bruno. No entiendo como de un día para el otro dejó de buscarme, sé que digo que no quiero conocer a nadie pero no sé con él por momentos no tenía miedo. Me sentía segura y me gustaba esa sensación.

Compramos un menú de milanesa con ensalada y salimos a las mesas del parque a almorzar.
- Te gusta Bruno ¿no?-
- ¿Qué? No, qué pavadas dices Miranda-
- No son pavadas, te gusta pero él dejo de hablarte y vos no vas a ir a buscarlo y preguntarle por qué por tu miedo a que te lastimen ¿no?- asiento- Deberías ir a verlo y dejar tu miedo, parecías tan bien cerca de él-
- Miranda no quiero hablar de él, no entiendo cómo pasó de ir a buscarme a no hablarme-
- Entonces pregúntale-
-No puedo, ya no. Al bajar de esa moto volvió el pánico y no se fue más. La verdad me gusta pero no puedo confiar en él, no puedo dejar que me lastimen. No puedo pasar por eso otra vez- digo y estoy temblando. Miranda se acerca, me abraza y respiramos juntas.
Logro calmarme, ella no me suelta y yo me acurruco en el cuerpo de mi amiga.
- No hablaremos más de él pero tienes que resolver esto, no puedes tener miedo de todo el mundo por lo que te hicieron ciertas personas en el pasado-
- No quiero, porque sé que si confió terminaré lastimada y no voy a sufrir más por nadie-
- Creo que exageras, no todos son malas personas y no creo que Bruno lo sea-
- Miranda creíamos que Martín era copado y gustaba de vos y te está evitando y va con otra. Eso no es de buena persona y si son amigos con Bruno no me fío de ellos-
- Esta bien, entiendo tu punto pero Marina también es amiga de ellos y es puro amor y bondad-
- Sí, pero es una chica y eso lo sé por ti porque es lo que muestra pero que no me dice que ella también tiene un lado malo como todos. Yo no quiero ese lado malo porque sé que tarde o temprano me lastimará y no lo soportaré-
- Amiga estás siendo pesimista, la gente tiene sus grises pero esos la mayoría de las veces intentan volver al blanco. Es decir acepta los grises, porque esa mezcla es la persona completa con sus aciertos y errores que busca mejorar día a día. Habla con Bruno, con Marina, te hará bien y verás que no todo es blanco y negro-
- No lo sé, no voy a poder. Además me da cosa acercarme a él-
- Esta bien, hagamos un trato. Yo averiguaré qué le pasa a Martín si vos le hablas a Bruno-
- No, no quiero que sufras porque Martín te va a esquivar. Intentaré hablar con él pero no prometo nada. Esperare a que este solo e iré-
- Esta bien, me da miedo que tengas razón con lo de Martín-
- Perdón por eso, es que lo de Bruno y la situación con Alejandro me tienen un tanto estresada-
- Tranquila, sólo espero que no sea solo mi imaginación lo que sentimos al hablar estos últimos días antes de que él empezará a estar raro y ahora evitarme-
- Pero ayer...-
- Sí, almorzamos con él pero estaba raro. Vos no te diste cuenta porque estabas mirando a la mesa de Bruno- dice y le doy una mirada fulminante
- Todo va a estar bien, si no es él ya vendrá otro y serás muy feliz. Sé que vos podrás hacerlo-
- Si pones voluntad vos también Nia-
- No volvamos al mismo tema-
- El tema Bruno es muy interesante- dice riendo, la miro mal- Ya paré, bueno termina tu almuerzo- dice y veo que casi ni probé bocado de mi plato.

Ella pone un poco de música mientras comemos y agradezco que no tengamos que seguir hablando. Terminamos, vamos adentro a dejar las bandejas, tirar los restos y los platos y cubiertos descartables. Miranda además agarra una manzana verde, yo prefiero un smothie de frutas. Salimos del comedor, nos sentamos en el parque.
- Miri-
- ¿Si?-
- Crees que yo podría gustarle a alguien, o sea yo lo veo imposible. No dejo que nadie me conozca, como se va a enamorar de mí-
- Nia, Nia. El amor es raro y complicado y hay veces que sólo una mirada o una conversación pueden enamorarte. Bruno gusta de vos, aunque hace como una semana que no se acerca le gustas y se nota. Cuando te diste vuelta en el comedor no paraba de mirarte-
- No lo creo, la verdad no sé si estoy lista para dejar entrar a alguien que sé que sin mala intención puede lastimarme. Sé muy bien que el amor no es todo color rosa, leo muchos libros pero no todos son amor eterno sin problemas. La verdad creo que todos lo tienen, solo lo esconden o lo romantizan. En fin sé que el amor es lindo pero a veces duele y no sé si quiero ese dolor-
- Nia respóndeme algo-
- Claro-
- ¿Quieres seguir leyendo o vivir tu propia historia de amor?-
- Vivirla-
- Entonces ve por ella, ve por Bruno. Deja que se acerque, deja que te conozca. Deja que vea lo maravillosa que sos-
- Tienes razón pero de sólo pensarlo me da pánico-
- Esta bien, paso a paso. Si él se acerca no salgas corriendo y si puedes responde, hasta ahí ¿si?- asiento
- Podrías ser psicóloga-
- Sólo se hacerlo con vos, mis consejos no servirían a nadie además yo estoy para cosas grandes. Sé que es importante la psicología pero yo quiero mostrar mi arte y mi pensamiento al mundo entero-
- Eso es tan bonito, gracias por ser así-
- Ya debería ir a clases, nos vemos en la salida. Te puedo llevar si quieres- dice parándose
-Sería genial, suerte en la clase- digo, me abraza y sale hacia el campus.

Mi clase también debe estar por comenzar, me levanto y tiro en un basurero el vaso del smothie que recién termino.
Camino hacia mi aula, me acomodo al fondo como siempre. Van llegando más de mis compañeros y una chica que la había visto como ayudante de catedra en una de mis materias del lunes. O sea ayer, que raro, es muy linda y eso no sé por qué me hace sentir más insegura de lo que soy. Hago unas cuantas respiraciones por las dudas, saco mis apuntes de la materia y los coloca en mi banco. Por suerte Alejandro aún no ha llegado y estoy sin nadie a mi lado. Esta vez me he puesto en la pared para solo tener que sentir una mirada rara y no dos. La mayoría debe creer que estoy loca porque no les hablo pero ellos tampoco a mí así que yo no veo lo raro o el problema en eso. El profesor entra junto a Alejandro y otro chico más, ese chico es Bruno. Empiezo a hiperventilar, intento calmar mi respiración pero lo único que logro con eso es que Bruno venga hacia mí.
- Nia, respira más lento, suave. Haber sigue lo que hago- no puedo hablar pero sigo sus ejercicios de respiración, eran igual a los míos. Los tenía memorizados pero no pude recordarlos estando allí. Logro calmarme- Ya más tranquila- asiento- Seguirás sin hablarme-
- No sé, vos me dejaste aquel día y ya no hablamos nunca más- digo y no sé cómo pude decirlo- Olvida lo que dije- digo y me centro en el pizarrón
- Me sentaré aquí ojos verdes- dice sentándose a mi lado
- No me llames así-
- Pero te pega tan bien- dice y no sé por qué sonrío- Me sonreíste, eso es bueno-
- Eres bastante tonto, ¿qué haces en esta clase?-
- Digamos que sin querer me saltee esta clase el año pasado y aquí estoy recusándola junto a una bonita oji verde- dice y sonrío un poco sonrojada
- Entiendo, entonces no eres tan alumno 10-
- Un poco sí, pero a veces uno se pierde y bueno. Ya sabes, nadie es perfecto-
- Aja- digo y miro al frente, no quiero seguir con esa conversación.

El profesor explica una segunda clase de cómo se analizan las historias, es bastante interesante y por suerte Bruno no ha hablado más
Al final de la clase el profesor pide que nos pongamos en parejas para hacer el análisis de un libro. Estoy por decirle al profesor que trabajo sola pero él ya tiene las parejas armadas y por las casualidades de la vida me toca con Bruno. Me quiero morir, así no lograré olvidarme de él. Está bien, me gusta pero no voy a sufrir por un chico así que bye bye Bruno. Sólo amigos, no, compañeros y nada más. A quien engaño no es así de fácil.
- Estaremos juntos mucho tiempo ojitos verdes-
- Esto es un trabajo y ya, nos juntamos en la biblioteca a elegir y ya- digo seria, él asiente
- ¿Te pasa algo conmigo? Es porque deje de acercarme, es que yo pensé. Yo no quería, em-
- Bye Bruno- digo saliendo con mis cosas por la puerta de atrás. Siento pasos, supongo que debe ser Bruno y al darme vuelta me doy cuenta que no. Es Alejandro, me mira con mala cara y no sé por qué.
- A él sí le hablas, con él te reís y sonreís. Quién te crees que sos para tratarme así a mí y a todos tus compañeros-
- No entiendo- sólo atino a decir eso mientras el pánico entra en mí pero no puedo correr, quedaría peor
- Así que no entiendes, todos intentamos averiguar que tiene la chica rara que no puedo hablar con nadie que no conozca y aparece un chico de tercero. Te nombra, te ayuda a respirar y hablas lo más bien con él-
- No sé a qué va tu reclamo y el chico se llama Bruno, pero es casualidad. Con él no sé, pero no es tan así como lo dices. No sé por qué debería darte explicaciones- digo un tanto nerviosa, necesito salir de aquí ya
- Porque no dejaré que nos engañes a todos con que no nos puedes hablar cuando hablas con el desconocido n °1 para todos. Yo te hable bien y vos saliste corriendo, eso no se hace. Puedes engañar a los demás pero no por mucho, a mí nadie me deja con la palabra en la boca chiquita, y vos menos. Sos tan linda- me toca y siento un feo escalofrío- Si tan sólo me vieras- toca mi mejilla, me siento muy incómoda y tomo todas mis fuerzas para salir corriendo de allí. Recorro el campus hasta llegar al estacionamiento donde debería estar Miranda pero en su lugar choco con el cuerpo de un chico. Reconozco el olor de Bruno y no sé bien por qué me abrazo a su cuerpo y él me aferra y acaricia mi pelo. Así me quedo y me siento segura y no sé por qué no quiero correr lejos de él.

Nuevo cap, espero les este gustando esta nove.
Espero sus estrellitas y comentarios
L@s amo
Pau😘😘😘

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