2

BRUNO

Marina me empuja lejos de la mesa de Nia, esa chica de ojos verdes que me vuelve loco. No pensé que volvería a verla luego de que saliera corriendo aquel día en el café. Aún no entiendo por qué lo hizo ya que no le dije nada malo. Tal vez no le caen los chicos aunque estaba almorzando con Martín y no parecía disgustada. Será que soy un desconocido y la asuste al aparecerme así, debió ser eso pero yo no controlo mis estúpidos impulsos. Como tampoco pude controlar ir hasta ella en la mañana para asegurarme que era ella. Esos ojos verdes, parecía tener miedo pero no me detuve y termine sacándole su nombre. Pase mi clase de Semiótica sin prestar mucho atención por pensar en aquella chica, que ahora que recuerdo ella dijo que Alicia es su madre pero ella es tan...No sé, reparte energía, alegría y habla con todos. Igual no puede decir nada ya que ni me parezco a mis padres, la verdad mi vocación no va de la mano con la inmobiliaria de mis padres.

- Marina llamando a tierra a Bruno- dice la novia de mi mejor amigo, Joaquín
- Perdón, ¿qué pasa?- pregunto
- ¿Sigues enojado?-
- No, pero eso es mi pasado y no es algo lindo-
- Lo sé, perdón. Quería ayudar a esa chica, parecía muerta de miedo. ¿Le hiciste algo?-
-No, siempre me mira así y creo a ustedes también- respondo
- Que raro, así que la chica loca resulto ser la hija de la profesora- dice Joaquín metiéndose
- No le digas loca- digo
- Alguien se enamoró- se burla mi amigo
- No te burles que por lo que sé vos también estás enamorado o por lo menos espero que sea así- dice Marina haciendo puchero a su novio
- Estoy locamente enamorado de ti amor- dice y la besa
- Te amo- dice ella al separarse
- Te amo- dice él y la abraza. Son muy tiernos y sólo llevan medio año juntos, son bastante cursis pero Marina es simpática y mantiene a raya a Joaquín.

- Ya tortolitos- digo y ríen
- Deberías intentar hablar con ella- dice Marina
- ¿Con Nia?-
- Sí, tienen cosas en común pero hazlo suave y no te pongas en modo molesto- dice
- Así que soy molesto-
- Sólo un poco, pero no sólo vos. A veces pueden ser bastante idiotas, ambos- dice y comienza a comer
- Puede que tengas razón y me pongo a comer
- ¿Qué tal la clase de Poesía?- pregunta Joaco
- Bien, no soy fan pero está buena-
- Que bueno, ¿tienes otra clase?-
-Sí, literatura medieval-
- Suena interesante- comenta Marina
- No lo sé, se los contaré luego- digo

Terminamos de almorzar, busco con la mirada a Nia pero no está.
- Ve a clase, mañana la vuelves a ver- dice Joaquín empujándome
-Suerte- me dice Marina y van hacia su salón y yo voy al mío.

Llego y por ahora no hay nadie, empiezan a llegar todos, incluida mi ex. Era obvio que estaría ya que cursamos la misma carrera pero no quiero saber más nada de ella y ella no lo comprende.
- Hola- dice sentándose a mi lado
- Hola- digo para no ser descortés.
Por suerte llega el profesor y comienza la clase. Es bastante interesante y pasa más rápido de lo que pensaba.
Termino mi día, guardo mis cosas y salgo rápido para que Antonia no me siga. Voy a la entrada y veo a Nia subirse a un auto, estoy por subirme a mi moto cuando veo el auto de Nieves estacionado allí. Me acerco, ella baja.

- Hola hermanito-
- ¿Qué haces aquí?-
- Así recibes a tu hermana favorita- dice haciéndose la víctima
- Te iría bien en teatro- digo riendo- Pero en serio ¿qué haces aquí?-
- Papá quiere que cenes en casa, quieren que vayas más seguido-
- Sabes bien que eso no es plan para mí-
- Hazlo por mí- me pide haciendo puchero y me puede, ella es la mayor pero a veces se comporta como una niña pequeña
- Está bien, iré-
- Gracias, gracias- dice y me abraza
- Ahora ve a trabajar, no te espera Luz en la editorial-
- Sí, te voy a extrañar pequeñín- dice revolviendo mi pelo y se sube a su auto. Espero a que se aleje un poco y busco en mis bolsillos un cigarrillo, no soy de fumar pero estas situaciones donde debo hacer lo que mis padres quieren me estresan. Solo doy unas pocas caladas y lo dejo, lo tiro al suelo apagándolo. Me pongo el casco, me subo a la moto y conduzco a mi departamento. Llego, subo el ascensor y allí está Martín.

- Hola otra vez-
- Hola-
- ¿Conoces a Nia hace mucho?- pregunto mientras me quito la mochila
- La verdad no la conozco de verdad, la única que sabe de ella es Miranda, que es su mejor amiga y Anna, su cuñada. Son las únicas que creo que han conocido de verdad a Nia. A mí casi ni me habla, o sea hoy fue la primera vez que hablo de ella conmigo-
- ¿En serio? Y qué te dijo-
- No era nada importante, sólo nos contó de su encuentro en el café. Intenta acercarte, tal vez a ti te deje entrar. Tienen cosas en común y no le disgustas-
- Ella te dijo...-
- Ella no dijo nada pero sé cuándo a una chica le parece lindo un chico. Además no te saco corriendo, eso es mucho viniendo de Nia-
- Está bien, yo intentaré pero ella no me quiere ni hablar y no sé el por qué- digo y lo miro
- No me mires, yo no tengo la respuesta. Ya te dije que las únicas que la conocen son Miranda y Anna-
- Está bien, gracias-
- ¿Hay algo para la cena?- pregunta
- Ni idea pero no podré ayudar ya que tengo que ir a cenar a lo de mis padres-
- No pareces animado, es tu familia-
- No somos una familia muy unida que digamos, no quiero entrar en detalles-
- Está bien, pero intenta disfrutarlo y no pensar en lo malo-
- Sólo quiero quedarme aquí, leer y pensar en la chica de ojos verdes-
- Quedaste mal por Nia- dice riendo
- Estás igual por la rubia que comía contigo- digo y él esquiva la mirada
- Nada que ver- dice
- Esa chica está loca por vos, no sos el único que sabe interpretar las miradas de las chicas-
- Apenas nos conocemos, no creo que...-
- Habla más con ella, si se pone nerviosa tendré razón y tu una novia- digo riendo
- Eso...- no sabe que decir y termina riendo conmigo
- Sólo háblale y no sobre la uni-
- Lo intentaré, es bastante linda y vos deberías hacer lo mismo con Nia-
- Ese es un caso más difícil pero como dije antes, lo intentaré. Necesito saber por qué tiene esa mirada de pánico en sus ojitos verdes- digo
- Seguro lo descubrirás pronto- dice y va a su cuarto.

Yo voy al mío, aún quedan unas horas antes de que tenga que prepararme para la cena y como si fuera el destino por casualidad tengo el libro de Orgullo y Prejuicio de la colección nueva que compré a mi hermana. Lo abro y aunque intento concentrarme en leer los ojos verdes de Nia no me dejan en paz.

¿Por qué miran con pánico? ¿Qué te pasó? ¿Por qué te molesta o asusta que te hable?

Son demasiadas preguntas, dejo el libro e intento dormir un poco. Tardo bastante porque entre los misterios de aquellos ojos y la cena familiar mi cabeza no para de maquinar

Dos horas después

Tocan la puerta y me despierto, me siento bien en la cama

- Pase- es Joaquín
- Martín me dijo lo de la cena familiar, ¿estás bien? Puedo decirles que...-
- No, ya no le caes muy bien. Prefiero ir, soportarlos esta noche y ya está-
- Está bien, deberías prepararte. Nieves me llamo para asegurarse de que vayas-
- Dios, esa chica no tiene remedio-
- Es tu hermana mayor, yo creo que es lindo de su parte preocuparse por ti-
- Lo sé, gracias. Voy a darme una ducha y luego salgo-
- Mándale un mensaje antes-
- Sí-
- Intenta estar calmo ¿si? Llama cualquier cosa-
- Lo intentaré, gracias por ser tan buen amigo- digo y sonríe y me deja a solas

Mando un mensaje a mi hermana diciéndole que estoy empezando a alistarme.

Voy al baño de mi cuarto y me doy una ducha rápida. Me cambio, me pongo una remera gris y un jean azul. Unas zapatillas estilo botitas negras y una campera de cuero negra.
Salgo del cuarto, tomo las llaves de la casa y de mi moto. Me despido con la mano de mis compañeros de piso y abro la puerta. Bajo por el ascensor, subo a mi moto y conduzco hasta la casa de mis padres.
Llego, estaciono la moto y la meto en el porche. Toco timbre, mi madre abre y me abraza.

- Mi niño-
- Mamá- digo y acepto su abrazo
- Vamos, entra. Ya todos están aquí-
- Vamos- digo y entro cerrando la puerta tras de mí

Vamos al living, Nieves me ve y corre a abrazarme. A veces en serio se comporta como una niña pequeña y ella es la mayor. Luz se acerca más seria y me da un pequeño abrazo. Nunca tuvimos mucha relación pero la quiero igual, su novio, Franco, me saluda con un apretón de manos. Queda mi padre, voy hacia él y me da un apretón de manos.

- ¿Qué tal la universidad? No quieres...-
- Papá, ya hablamos de eso- digo sabiendo lo que va a decir
- Tengamos la cena en paz- propone Luz- Tenemos algo que contarle- dice sonriendo
- No me digas que estás...- empieza mi madre
- No mamá, no. Vamos al comedor y mientras cenamos les cuento- dice Luz y todos asentimos y la seguimos

Nos sentamos, mi padre en la punta, mi madre a su derecha y en la parte de la izquierda se sientan Luz y su novio. Me siento entre Nieves y mi madre
- Ya cuéntanos- pide Nieves ansiosa
- Sírvanse y les contamos- dice Franco sonriendo. Mi madre asiente y todos nos vamos sirviendo la lasaña que ha cocinado mi madre.
- Ya, habla de una vez Luz- pido, no me gustan los misterios y sorpresas. Bueno sólo el misterio de la mirada de pánico de esos ojos verdes me interesa
- Está bien, ahí va. Franco me pidió matrimonio, nos vamos a casar- dice con una sonrisa enorme y mostrando un delicado anillo lleno de mini diamantes
- Felicidades mi niña, cada día estoy más orgulloso de ti- habla mi padre, Nieves me mira con una sonrisa algo fingida. Trabajar con papá en el marketing de la inmobiliaria no sirvió para que sintieran orgullo de ella como con Luz. Yo ya ni lo busco, yo estoy bien con que Nieves esté orgullosa de como salí adelante después de mi traspié cuando era adolescente.
- Por fin Franquito, te tardaste. Felicidades a ambos, van a ser tan felices- dice mi madre a punto de llorar, esto es real ¿mi madre llorando?- Digan algo ustedes dos- reclama
- Felicidades hermana, espero que sean muy felices- digo sonriendo, intento sentirme feliz por ella pero ver como papá sólo se enorgullece de ella no me deja estarlo por completo
- Felicidades a los dos, ojala a mí me pasa algo así de bonito- dice Nieves sonriendo y con un tono algo triste
- Ya te va a pasar hermanita y a ti también y será mágico- dice ella sonriéndonos
- Ahora comamos que se enfría la lasaña- dice mi madre y comenzamos a cenar.

La cena es bastante tranquila luego de esa noticia, terminamos y Nieves trae el postre que compro: Choco torta, corta y reparte. Mamá y Luz hablan sobre los preparativos para la boda y cuando será y papá habla sobre Rock con Franco, ambos son fanáticos de eso. Papá no logro jamás que me gustará el rock, soy más del pop y de lo melódico.
Nieves me mira, toma mi mano y sonríe
- Pasó algo hoy ¿no?-
- No pasó nada o sí pero no quiero que papá y mamá se metan-
- Ahora quiero saber más-
- Está bien, necesito un cigarrillo. Vamos al patio- ella asiente aunque sé que no le gusta que fume no me presiona y por eso la quiero tanto
- Vamos al patio- digo, Nieves lleva nuestras porciones de postre y dos cucharas. Salimos al patio y no sentamos en un banco.
- Cuenta- dice mientras se mete una cucharada de su postre
- Te acuerdas cuando no conseguí la colección que querías-
- ¿Cuál de todas?-
- Ya, no seas así. La de hace un mes-
- Ah sí, me trajiste muffins y luego la próxima semana trajiste la colección. No entiendo qué tiene que ver con lo que te ha pasado hoy-
- Bueno en el café estaba la chica que había comprado el último ejemplar de Orgullo y Prejuicio-
- Aja-
- Bueno me acerque y creo que la asuste pues salió corriendo-
- ¿Qué le dijiste?- reclama
- Por qué todo el mundo cree que yo siempre soy el malo-
-Perdón, perdón, continúa-
- Bromee con que ella se había llevado el libro que faltaba a la colección y me miro dos segundos. Su mirada reflejaba pánico y salió corriendo-
- Que raro-
- Sí, no le di mucha importancia y fui a llevarte los muffins. Pero poco a poco esos ojos verdes llenos de pánico volvían a mi cabeza y quería conocer a aquella escapista- digo sonriendo
-Eso es tan lindo, pero sigo sin saber qué tiene que ver esta chica con lo que...Oh, la encontraste, en la Uni. ¿Le hablaste? ¿Sabes su nombre?-
- Para-
- Perdón, me emocione-
- Se llama Nia, la vi en la clase en que soy ayudante. La profesora Alicia es su madre. Me acerque a ella al verla leyendo el libro que compro aquel día y al bajárselo reconocí sus ojos verdes y esa mirada de pánico que me intriga tanto. Digamos que le hable y ella no respondió hasta que pregunte por su nombre diciéndole que por ahora no la molestaría-
- Y te dijo que se llamaba Nia, que lindo nombre-
- Luego la volví a ver en el almuerzo, estaba con Martín-
- Oh entonces...-
- No, estaba con él porque su amiga estudia lo mismo y bueno los salude. Creo que fui un poco tonto, Joaquín y Marina me regañaron y luego ella nos llevó a nuestra mesa porque sintió que Nia no estaba cómoda con mis comentarios, en realidad no era eso en sí, sino la sola presencia de tres personas que no conoce-
- Tal vez es algo tímida y le cuesta socializar-
- Hay algo más, porque Martín la conoce hace años del colegio y como uno y algo de la facu y recién hoy le dijo algo personal. Me dijo que sólo Miranda, la amiga y su cuñada la conocían de verdad-
- Es raro, tal vez si le pasó algo pero si quieres acercarte hazlo siendo vos mismo, sin bromas molestas y sin presionarla. Todo a su debido tiempo-
- Yo nunca dije que...-
- Te conozco como a la palma de mi mano, a veces me comporto como una niña pero no lo soy. Soy mayor que vos y sé cuándo una persona empieza a gustar de alguien. Eso te pasa a vos. Te gusta Nia-
- Pero si ni la conozco-
- Eso es verdad pero igualmente no podes sacarla de tu cabeza y quieres saber todo sobre ella-
- Porqué me conoces tanto-
- Porque literalmente nos criamos el uno al otro y pasamos demasiado tiempo juntos-
- Es verdad y por eso también sé que hay alguien que te gusta pero no te animas a contarlo-
- No es nada, es sólo un chico simpático pero no puedo pasar nada entre nosotros. Reglas del trabajo- dice fingiendo una sonrisa
- Deberías dejar de trabajar para papá, nunca conseguirás-
- Bru ya hablamos de esto, además necesito el trabajo-
- Está bien-
- No te enojes, sé que papá no lo demuestra pero nos quiere y está...-
- No sigas Nieves, yo sé que nunca cumpliré las altas expectativas de papá-
- Bruni-
- No- digo y enciendo mi cigarrillo, la comida y la charla me habían mantenido tranquilo pero ahora lo necesito.. Le doy una primera calada
- Promete que vas a dejarlo-
- No puedo, esto me calma-
- Pero...-
- Sin peros Nieves, además fumo muy pocas veces-
- Está bien, entonces prométeme que intentarás ser feliz y no dejar que te afecte lo que dice papá. No lo dice con...-
- No vinimos a hablar de él, no quiero- doy otra calada
- Está bien, arriésgate con esa chica. Espero que sea mejor que Antonia-
- Hablando de ella, hoy se sentó a mi lado. Creo que aún quiere conmigo pero yo ya no-
- Nunca te gusto realmente, Nia te gusta y apenas la conoces. A Antonia la conoces hace mil y sólo estuvieron juntos un par de meses-
- Sí, ni me acuerdo cómo pasó-
- Vos siendo tonto y no queriendo lastimarla-
- Ah ya lo recuerdo- digo
- Pero ahora que encontraste a esta chica, Antonia se tendrá que olvidar de ti-
- No sé si Nia guste de mí-
- No pierdes nada en probar, intenta conquistarla pero no la presiones- dice mi hermana
- Eso haré, gracias mi Blanca Nieves particular- digo y ella ríe
- Vos y esos apodos raros. Si quieres ya irte yo te excuso-
- La verdad que muchas ganas de quedarme no tengo-
- Está bien, ve por la puerta trasera y yo me despido por ti-
- No, voy a despedirme. No será tan malo- digo, entramos los platos y los dejamos en la cocina. Voy al comedor y siguen charlando lo más campantes - Me voy- digo y paran de hablar

Luz y mi madre me dan un abrazo, Franco me da un apretón de manos. Le doy un buen abrazo a Nieves y mi padre me acompaña a la puerta
- Hijo- comienza
- No papá, es lo que me gusta y lo que quiero para mi futuro. A Luz no se lo cuestionaste-
- Con Luz fue...-
-Ni lo digas porque no quiero irme enojado porque sigues sin aceptar que no sólo Luz puede hacer algo bueno con su vida. Nieves y yo nos esforzamos, danos algo de crédito- digo- Chau pa- me despido sin dejarlo hablar. Me pongo el casco, subo a la moto y me dirijo al departamento.

Llego, guardo la moto en el garaje, subo hasta mi piso. Allí están mis dos roomies jugando a la play, lo pausan para saludarme.
- No tienes buena cara- dice Martín, él no sabe mucho de mí ni de mi familia
- ¿Tan mal fue?-
- No lo sé la verdad. Luz se va a casar y papá la felicito hablando de lo orgulloso que estaba de ella y ni hablemos que sigue insistiendo con que me cambie de carrera. Lo único bueno fue la choco torta que trajo Nieves y que pude contarle sobre Nia-
- Así que vas a acercarte a ella entonces- dice sonriente Martín
- No lo sé pero necesito saber que hay detrás de su mirada, además es la primera vez que el misterio me gusta y no me frustra no saber. Me incentiva a buscar- digo
- Estás loco por ella, espero que valga la pena- dice Joaco
- Lo vale, tengo un buen presentimiento. Voy a dormir- digo
- Buenas noches- me despide Martín
- Descansa- dice mi amigo sonriéndome

Me meto en mi cuarto, me quito la ropa y me pongo una camiseta vieja. Me meto en la cama y pensando en aquellos ojitos logro calmarme y dormirme plácidamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top