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Un mes después
NIA
Primer día de clase de mi segundo año en la carrera de Literatura. Miranda, mi mejor amiga, me ha traído a clase en su auto. Ella también cursa su segundo año pero en comunicación social y en dirección cinematográfica. Parece muy feliz, sé que lo está. Se ha peinado su pelo platinado en una trenza cocida y ha intentado hacer algo con mi pelo pero no deje que lo toque más que para hacer una cola alta. No me gusta que me miren, quiero centrarme en estudiar y ya.
- Buena suerte y haz amigos este año-
- Te tengo a ti, no necesito más. Buena suerte, se buena chica- digo riendo y bajo del auto mientras mi amiga me hace la seña con el dedo corazón.
Camino hacia mi aula y me siento en la parte de atrás, no somos muchos así que a menos que sea por un trabajo grupal nadie me habla y estoy bien con eso. No quiero que nadie dañe mi paz mental. Tomo Orgullo y Prejuicio de mi mochila y recuerdo aquel chico de ojos azules que me hablo en el café. Salí corriendo pues me da miedo que otros me hablen, más si son desconocidos. Saco al chico de mis pensamientos y me pongo a leer.
Los demás empiezan a llegar y el curso se llena. Hay gente a mi lado pero hablan entre ellos y no se fijan en mí. No sé por qué eso ahora me disgusta, dejo de verlos y me concentro en el libro nuevamente.
Llega la profesora que justo en mi primera clase es la catedra de mi madre. Viene con un chico de mi edad o un poco más. Me escondo detrás del libro porque no quiero verlo.
Mi madre habla con algunos alumnos de adelante mientras escucho pasos que vienen hacia mí.
- Vas a salir corriendo o puedo presentarme- dice bajando mi libro para que lo vea. Es el chico del café- Veo que sigues leyendo el libro que no pude comprar- no respondo- Soy Bruno- ofrece su mano y una sonrisa. Me fijo en sus ojos azules y su pelo negro azabache, no quiero mirar más porque por lo que comentan a mi lado es guapo- Esta bien, no quieres hablar. No te molestaré, por ahora- dice riendo-pero al menos dime tu nombre- está esperando a que responda y todos nos miran
- Nia, me llamo Nia- digo, él sonríe
- Mucho gusto Nia, gran elección la que hiciste. Ya lograré que me hables ojitos verdes- dice lo último bajo y vuelvo al frente del salón
Todos me están mirando, las chicas cuchichean y yo quiero salir corriendo pero no puedo. Guardo mi libro porque ya va a empezar la clase, mi madre se presenta y empieza a hablar de la literatura clásica y sus comienzos.
La clase es bastante interesante y pasa rápido. Luego tengo historia de la lengua y es bastante aburrido pero por lo menos no está Bruno mirándome todo el tiempo, ese chico de ojos azules me pone nerviosa.
Con esta profesora hay una chica pero ni se fija en mí, la clase termina y tenemos un receso hasta luego del medio día donde tengo Narrativa.
Voy a almorzar con Miranda al comedor de la universidad, ella está junto a Martín. Es su compañero en algunas materias de su carrera de Comunicación y está enamorada de él. Lo conocemos del colegio así que no me molesta estar con él con tal de que no me pregunte algo muy personal.
Almorzamos mientras hablan de sus clases y que él tiene dos compañeros en el depa en que vive. Miro hacia el costado y justo mi mirada se encuentra con la de Bruno que camina junto a otro chico y una chica. Se acerca a nuestra mesa.
- Bruno, ven. Ellas son Miranda y Nia, iban al mismo colegio que yo y Miranda estudia mi misma carrera y Nia estudia la tuya- nos presenta
- Conociste a la acapadora de libros- dice riendo y me mira fijamente
- ¿Se conocen?- pregunta Miranda
- Es ayudante de mi madre en una de las clases- digo
- En realidad nos conocimos antes pero que pena ya que tendré que contar yo como saliste co...-
- Ya déjala en paz Bruno- dice el rubio a su lado- Soy Joaquín y ella es mi novia, Marina- se presenta- Perdónalo, a veces se comporta como un tonto-
-Mira quien habla- dice la chica, tiene el pelo castaño oscuro bastante corto, apenas le llega por debajo de los hombros. Su novio le pone cara de perrito y ella le da un pico- No les hagas caso, son algo idiotas- dice riendo- Mejor vámonos a comer, no queremos incomodarlos más y Bruno estás siendo muy molesto- lo regaña
- ¿Por qué tienes que ser tan correcta? Déjame divertirme un poco- se queja
- Ambos sabemos que pasa cuando...-
- No sigas, nos vemos ojos verdes- dice a mí
- Me llamo Nia- respondo
- Ojos verdes, te pega mejor- dice riendo y se van los tres.
Miranda y Martín me miran sin entender y antes de que pregunten
- Librería hace un mes, tome un libro que el buscaba. Me encontró en el café, me hablo, me asuste y salí corriendo. No lo vi más hasta hoy en la clase de mi madre, vino directo hacia mí y no sé cómo me reconoció y bueno me hablo y yo no le respondí hasta el final que me pregunto mi nombre y se lo dije. Ya luego volvió a frente-
- Es lindo- dice Miranda
- Y te caería muy bien, le gusta leer y estudia lo mismo que vos. Tienen cosas en común-
- Estoy bien sin conocerlo-
- Deberías...- empieza Martín
- Déjalo, no la convencerás. Terminemos el almuerzo en paz- lo interrumpe Miranda
- Gracias- digo bajo y ella sonríe, Martín me mira y luego se centra en la comida.
Terminamos y voy a clase, está bastante bien y por fin termino mi día. Miranda aún no ha terminado pero Anna sí y me espera en la puerta con su Audi rojo.
- ¿Cómo está la mejor cuñada del universo?- dice sonriendo y dándome un beso cuando subo al auto
- Bien- digo
- ¿Paso algo?-
- Sí, bueno no, no sé-
- Habla de una vez Nia-
- Recuerdas la vez que salí corriendo del café hace como un mes- ella asiente- Fue por un chico-
- ¿Te acoso, te dijo algo feo? ¿Quién es, dónde?-
- Ya Anna, te contaré todo pero prométeme que no se lo dirás a Marco-
- No quiero mentirle-
- No es eso, yo se lo diré a su debido tiempo si es necesario y sino quedara como una charla de chicas-
- Está bien-
- Este chico se sentó frente a mí en el café-
- Aja- dice arrancando el auto
- Y me dijo que yo compre el libro que le faltaba a la colección-
- El de Jane Austen ¿no?-
- Sí, bueno baje el libro, vi esos azules, me dio pánico, guarde mi libro y salí corriendo de allí-
- Así que conociste a un chico que lee y saliste corriendo, no tienes remedio Nia-
- No es tan así, bueno sí pero eso no es lo importante-
- Entonces ¿qué pasó? Deja de hacerte la misteriosa-
- No lo hago, Anna mejor lo dejamos acá-
- A ver, no te quiero presionar. Sé que te es difícil confiar en los demás pero yo te adoro y quiero que seas feliz y parece que si dejas entrar a ese chico tal vez...-
- Ni pensarlo, te contare pero luego lo olvidaremos-
- Como quieras- dice y ríe
- Anna hablo en serio-
- Okey, okey cuenta-
- Hoy apareció el chico del café, es el ayudante de mamá y se acercó a mí. No sé cómo me reconoció-
- No será que estabas leyendo el libro de Jane Austen que compraste antes que él- asiento
- Bueno en fin, se acercó y empezó a hablarme y entre en pánico. O sea lo que escuchaba pero no respondí nada, solo al final hable porque preguntó mi nombre-
- ¿Y se lo diste?-
- Sí, igual a todo esto todos a mi lado nos estaban mirando y me dio vergüenza. No me gusta ser el centro de atención-
- Pero se ve que a tu chico sí-
- No es mi chico Anna-
- Pero ¿te gusta?-
- No, no lo sé porque no lo conozco. Luego se apareció en el almuerzo y tuve que contarles la bochornosa situación a Miranda y Martín-
- Tampoco habrá sido para tanto Nia-
- Sí lo fue, además Martín lo conoce y quiere que hable con él y Miranda dijo que era lindo-
- ¿Y no lo es?-
- Ese no es el tema-
- A ver Nia, tienes que empezar a confiar en los demás. No puedes seguir toda tu vida en la burbuja que te armaste y sigues manteniendo-
- No es tan fácil-
- Si no lo intentas nunca dejara de ser así-
- Lo sé pero aún no estoy lista, apenas logro estar con Martín y es la primera vez que cuento algo de mí-
- Es un comienzo pero sabes que el chico del café, el chico del libro y de ojos azules sería alguien en quien puedas probar abrirte-
- No lo sé- digo
- Sólo prueba tener una conversación con él, de un libro quizás. Seguro que eso será fácil-
- No lo creo-
- Está bien, no voy a presionarte pero promete que lo vas a pensar- asiento- Llegamos- dice y estamos frente a mi casa
- Gracias por traerme, mándale un beso a Marco y por fa no le cuentes esto-
- No le contaré pero él también debe dejar que salgas de tu burbuja en vez de sobreprotegerte-
- Estoy bien así Anna-
- Esta bien, no le diré nada pero prométeme que intentarás hablar con alguien. Si no es el chico de hoy no importa, intenta abrirte ¿si?-
- Sí, gracias por ser la hermana mayor que nunca tuve-
- Eres una tierna cuñadita- dice, me abraza y salgo del auto.
Se va y yo entro a casa, voy a mi cuarto y me pongo a leer Mujercitas, otro clásico que era mi favorito de niña.
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