Capitulo 9
13/09/23
El día transcurría con normalidad, igual que siempre se encontraba Edgar y Colette sentados en el mostrador atendiendo a clientes, pero algo se sentía distinto.
-¡Mañana es mi cumpleaños! Estoy emocionada- dice la peliblanca mientras daba vueltitas en su asiento.
-¿Qué vas a querer de regalo?
-Tú eres el mejor regalo que podría tener- responde con una sonrisa.
El pelinegro se ruborizó un poco.
-Estaba planeando salir con personas cercanas ¿Qué opinas?- dice la peliblanca.
-Oh, me parece bien ¿A quienes vas a invitar?
-Mmh... Es que casi no tengo conocidos en la ciudad, jaja- dice Colette mientras empieza a pensar-. Quizá a Piper y unas amigas... ¡Invita a tus amigos con los que fuimos al concierto! Me cayeron muy bien.
-Por supuesto, les avisaré.
-¡Genial!- dice la peliblanca dándole un abrazo al chico.
Colette desde hace tiempo se había vuelto bastante cariñosa con su pareja. Edgar correspondía totalmente sus sentimientos, pero seguía siendo una persona no muy cariñosa.
A pesar de todo eso, nadie negaba la verdad... Ambos eran felices, mucho.
Pasó el rato y la hora de comer llegó. Ninguno de los dos había traído almuerzo, por lo cual Edgar salió un momento de la tienda para comprar algo para los dos.
Caminó un rato hasta llegar a un lugar de comida rápida, hizo su pedido y se puso a esperar. Mientras lo hacia, escuchó una voz detrás de él.
-¡Hola, Edgar!- dijo Emz saludandolo.
-Hola Emz...- decía el pelinegro un poco incómodo.
-¿Cómo has estado?- pregunta la pelimorada.
-Muy bien...
-Ay, Edgar... No me gusta que nos odiemos así... Simplemente quiero quedar como amigos.
-Emz... ¿Después de todo lo que dijiste sobre mí a los demás?
-Cometí un error... Y lo siento mucho.
-Mira, Emz... No te guardo rencores, pero de verdad prefiero mantener poco contacto contigo, no lo tomes a mal.
-No te preocupes... Simplemente me gustaría saber que estamos bien, sin odios ni rencores- dice la peliblanca estrechandole la mano.
-Está bien...- dice Edgar también estrechandosela.
-¡Genial!- diría la chica.
Ambos se despidieron. Edgar volvía a la tienda mientras pensaba distintas cosas.
"¿Realmente se arrepiente?"
"¿Podré confiar en ella?"
A Edgar le causaba un poco de angustia la situación, simplemente por un detalle.
Por más que lo había intentado negar en ese tiempo, todavía sentía algo en su pecho cada vez que veía a Emz. Nada romántico, no quería volver con ella, simplemente le tenía un cierto cariño.
-Qué importa... No es nada que vaya a afectar en mi vida...- decía Edgar mientras volvía a su trabajo.
El día terminó y ambos se dirigieron a la casa de la peliblanca.
-¿Qué quieres hacer?- pregunta el pelinegro mientras caminan.
-Mmh, no lo sé... ¿Pedimos pizza?
-Claro...- decía Edgar mientras volteaba a distintos lados-. Tu pueblo es muy lindo, no me había fijado.
-¡Si, está hermoso! Lo único malo es que hay muy pocas cosas que hacer... Lo único que hay es la playa, jaja.
Ambos continuaron platicando hasta que llegaron a la casa de la peliblanca.
-¡Ya llegamos, Spike!- diría la peliblanca acariciando al gato que los esperaba en la puerta.
-Sigo sin entender por qué le pusiste Spike...
-Es un nombre muy bonito, además me recuerda a mi infancia.
-Si tú lo dices...- dice el pelinegro con una pequeña risa.
-¡Hey, respetalo! Es como nuestro hijo.
Después de darle de comer al gato, pidieron una pizza y se sentaron a esperarla.
-¿Ya le avisaste a los demás?- pregunta la peliblanca.
-Si, todos dijeron que si van a venir.
-¡Qué genial!- diría la peliblanca mientras enciende la televisión.
-Espera- dice el pelinegro arrebatándole el control-. Esta vez me toca elegir a mí la película...
-Hey, esta vez te juro que si iba a poner una película buena.
-¿Cuál?- pregunta Edgar.
-Shrek 2...
-Dios mío...
Pasaron las horas viendo películas, hablando, riendo y disfrutando. Finalmente llegó la hora de dormir y ambos se dirigieron a la habitación.
-Me duele el estómago...- dice la peliblanca tumbándose en la cama.
-Te comiste 7 rebanadas de pizza...
-No me arrepiento de nada... ¡De nada!
Ambos se acostaron y se pusieron a ver por la ventana.
-Que lindas estrellas... Se parecen a ti.
-Cuando me dices eso me emociono mucho... Cómo si fuera una niña.
Ambos se abrazaron.
-Cuando mires el cielo, por cada estrella que aparezca es un "te quiero"- dice el pelinegro.
-Te amo...- dijo la peliblanca.
-Yo también- dijo Edgar para luego darle un beso en la mejilla.
Ambos se durmieron.
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-¡Buenos días, cumpleañera!- dice el pelinegro despertando a su novia.
-Buenos días...- dice Colette bastante somnolienta todavía.
Edgar se había despertado temprano para prepararle el desayuno a su novia y darle un pequeño regalito.
-Abrelo- dijo el chico dándole una bolsa.
-¿Qué es?- pregunta la chica mientras empieza a abrirlo con emoción.
Al abrirlo vió el peluche de aquel cactus que tanto le gustaba de niña.
-¿¡Cómo lo conseguiste!? ¡Lo habían descontinuado hace mucho!
-Llevabas desde que te conozco diciendo que querías uno... Tardé bastante tiempo en conseguirlo ¡Pero aquí está!
-¡Muchas gracias!- dice la peliblanca abrazando a Edgar-. Me conoces tan bien...
-Me alegro que te haya gustado- dice dándole un beso en la frente.
Ambos desayunaron. Pasaron algunas horas juntos en la casa de Colette hasta que llegó la hora de la reunión que iban a tener con los demás.
Ambos se alistaron y fueron al lugar del encuentro, Bull's.
Al llegar rápidamente se encontraron con los demás.
-¡Feliz cumpleaños, Colette!- gritaron al verla llegar.
-¡Muchas gracias!- diría la peliblanca.
Cada uno le dió un abrazo y finalmente se sentaron a platicar. Pidieron comida y bebidas y pasaron el rato.
Algunos minutos después, Colette y Piper fueron al baño.
-¿Y como te ha ido con Edgar?
-¡Muy bien! Cada día lo amo más...
-¡Me alegro! No sabes cuánto me gusta verte así de feliz.
-Él me hace sentirme así... ¿Recuerdas el peluche de Spike que llevaba buscando desde hace tiempo?
-Claro, recuerdo que siempre me hablabas de eso...
-¡Me lo regaló de cumpleaños!
-¡Que lindo!- dice la rubia.
-Ojalá que esto nunca se acabe...
-¡No pienses en eso! Mejor disfruta- dice piper-. Además, la verdad si relación se ve increíble.
Mientras las chicas estaban en el baño, los otros también estaban platicando en la mesa.
-Me encontré a Emz ayer.
-¿En serio? ¿Y qué te dijo?
-Pues... No se comportó tan molesta como siempre... Dijo que quería que estuviéramos bien.
-¿Y qué le dijiste?
-Que prefería dejar las cosas así, estar lejos de ella.
-Bien hecho... Emz no me da confianza, siento que siempre va a estar planeando algo en contra tuya- dice el peliazul.
-No lo sé, espero que se olvide de mí y haga otras cosas...
-En fin, estamos en un día alegre ¿Cómo te ha ido con Colette?
-Bastante bien... Pienso pasar navidad y año nuevo con ella.
-¡Que genial! ¿Y como te va en el trabajo?
-Un poco pesado ¿Y a ti?- pregunta Edgar.
-¡Fatal! Barley pareciera que hace cualquier cosa para conseguir un poco más de dinero... Hasta cobra para ir al baño...
Pasaron las horas y el grupo se la pasó fantástico. Finalmente llegó la hora en la que se tenían que ir, todos se despidieron y se fueron.
Colette y Edgar aprovecharon que todavía había sol para salir un rato al parque.
-Que bonito está el día ¿Verdad?- dice la peliblanca.
-Todos los días contigo van a estar bonitos- dice Edgar.
-Con cada palabra me enamoras más...
Mientras se sentaban en una banca, vieron a algunos metros de ellos a dos niños.
-¡Te voy a atrapar, Nita!- decía uno de los niños mientras la perseguía.
Colette se les quedó viendo unos segundos.
-Edgar, ¿Te imaginas si tuviéramos hijos?- pregunta la peliblanca.
-Saldrían lindos por ti y amargados por mí...
Ambos se rieron.
-No sabes las ganas que tengo de formar una familia contigo...- dijo la peliblanca mientras agarraba la mano del chico.
-Lo haremos ¿Verdad?- pregunta el chico.
-¡Por supuesto! Si es niña se llamará...
No lo sé, dame ideas.
-Si es niña se llamará como tú- dice Edgar.
-¿En serio? ¡Entonces si es niño se llamará como tú!- responde la chica con una sonrisa.
Ambos continuaron platicando y paseando por el parque hasta que finalmente llegó la hora de volver a casa, caminaron hasta el hogar del chico.
Entraron y prendieron la televisión y la miraron un rato. Cuando llegaron aproximadamente las 11:00 de la noche decidieron irse a la cama.
-¡Hoy fue un día fantástico!- dijo la peliblanca acostándose en la cama.
-Si, estuvo muy divertido.
Al acostarse, Colette quiso ver las estrellas como lo solía hacer, pero era distinto a su pueblo, en la ciudad las estrellas no se podían apreciar claramente.
Edgar se acercaría a la peliblanca y le daría un tierno beso, el cual poco a poco empezaba a subir la intensidad.
Sería una larga noche.
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05/01/24
El sonido de la llamada interrumpía su llanto. Se limpió sus lágrimas, aclaró su voz y finalmente contestó.
–¿Quién es?– pregunta Colette.
–Hola Colette, soy Fang... Edgar se puso algo delicado de salud... ¿Podrías venir?
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Fin del capítulo.
Lamento mucho la espera. Esta semana me sirvió un poco para pensar la dirección que pensaba darle a la historia.
En el momento en el que estén leyendo esto, los demás capítulos ya estarán listos, pero posiblemente suba uno cada día.
Nos vemos =)
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