XXXIII. En las buenas y en las malas (Parte 1)
Kaito había sentado a Haibara en lo alto de una muralla que separaba el patio trasero de un local de comida. Estaba oscuro y llevaba un buen rato observando con sigilo los puntos estratégicos en los que se encontraban los demás, solo que parecía no haber novedad.
El hormigón no era nada cómodo para estar en contacto directo tanto rato, sobre todo porque ella llevaba puesta una falda que no cubría por completo sus muslos. Estaba tentada de bajarse, pero Kaito se veía algo distraído, seguramente porque el olor que expulsaban los contenedores de basura que tenían a su lado eran demasiado desagradables para él.
-¿Tienes frío? -le preguntó a la niña de repente, más que nada para romper el silencio.
-No -respondió tan comunicativa como siempre.
Su naturaleza bromista lo obligó a jugar con ella.
-Qué lástima. Iba a prestarte mi suéter.
Levantó una ceja, cosa que Kaito rio ante ello. Era el gesto que más le gustaba de ella, cuando intentaba comprender si lo que había escuchado era realmente eso, arqueando levemente sus cejas, torciendo su boca y arrugando la nariz, era completamente adorable.
Ai-chan se dio cuenta y sonrió sin fingir, parecía que estaban aprendiendo a comunicarse a su manera, la presencia del otro era grata para ambos.
-Te tengo una buena noticia -anunció.
-¿Qué es?
Sabía que hablarle de lo esperanzadora que se veía la situación del detective lo alegraría.
-Según los análisis que he hecho estos días, el estado de Kudō es óptimo para lo que tengo pensado. Las posibilidades de que responda positivamente al tratamiento son más altas que bajas.
Los ojos de Kaito se iluminaron de inmediato.
-¡¿De verdad?! ¡No sabes cuánto me alegra oír eso!
Saber que su querido Shin-chan podía recuperar su cuerpo de adulto lo hacía completamente feliz. Era una de las cosas que más quería Shinichi y él lo sabía. Eran tantos años de lamentarse por lo mismo, que recibir esa noticia era alentador.
Por su parte, se había planteado todas las posibilidades muchas veces, tenía claro que cualquiera que fuera el resultado que la vida le deparara, él estaría a su lado todo el tiempo, siempre y cuando Shinchi se lo permitiera.
-Pero es preferible que no le digas nada –explicó ella –Sabes cómo se pone al respecto.
Y el mago sabía que la pequeña tenía razón.
-Ya que tú me revelaste eso, puedes preguntarme lo que quieras.
Lo meditó por unos instantes, pero en esos momentos no se le ocurría nada que quisiera saber.
-Hmm -miró al cielo –Creo que ocuparé ese comodín más tarde.
Recordó la misión que estaban llevando a cabo, así que volvió a concentrar su vista en el área que estaban rodeando.
-Kuroba-kun, parece que ese hombre está buscando a alguien.
Kaito se subió ágilmente y se sentó junto a ella. Estaba en lo correcto, la actitud de un sujeto que estaba cercano a una tienda de convivencia daba a entender eso. Agudizó la vista entrecerrando los ojos y buscando con la mirada al rubio.
-Avisaré a Hakuba -marcó el teléfono del nombrado para darle la señal. Logró distinguirlo a lo lejos, sacando su móvil del bolsillo.
-¿Crees que actúen todos al mismo tiempo?
-Es posible –le respondió sin desconcentrarse del teléfono -Pero ellos lograrán atraparlos.
Apuntaron nuevamente la mirada hacia el sector donde rondaba Hakuba, este pareció entender de inmediato la señal. Se acercó de a poco intentando colarse entre los demás ciudadanos que caminaban como hormigas en todas direcciones, las luces eran los suficientemente hipnotizantes para que cualquiera se mareara si intentaba concentrarse en seguirle el rastro a alguien.
A Ai-chan se le ocurrió mirar hacia el sector contrario, donde se encontraba Hattori. A diferencia de la otra, esta parecía un poco más desierta, sucia, y al sujeto que vigilaban no daba muy buena espina.
Bastaron un par de segundos para que la situación se saliera de control. Heiji había tenido la corazonada de que una mujer que pasó por al lado del susodicho entregó y recibió algo a cambio, por lo que el detective no dudó en interceptarlos. Ella, al sentirse ofendida comenzó a gritarle. Un grupo de personas intentó apaciguar la discusión y averiguar que estaba ocurriendo.
Ni Kaito ni Haibara lograron comprender en como de repente, Hattori y un grupo llegaron a los golpes.
-Kudō-kun –lo llamó por el intercomunicador -¡Kudō-kun!
-Haibara ¿Qué sucede?
No despegó los ojos de la escena –Hattori-kun tiene problemas.
-Iré a ayudarlo –Kaito bajó de un salto y le advirtió -No te muevas de aquí.
Shinichi volvió a hablarle por el intercomunicador -¡Haibara! No puedo abandonar mi puesto. Llama a la policía.
Intentó encontrar con la mirada nuevamente a Hakuba, el rubio parecía tener más suerte, incluso parecía llevar una conversación tranquila con quien estaba interceptando. Lo vio colocar el teléfono en su oreja, suponiendo que se estaba comunicando con la policía.
Algo la inquietaba y comenzó a hacer clic dentro de su cabeza. Todo parecía muy sospechoso, si realmente se efectuaría tráfico de drogas, la forma en la que estaba transcurriendo todo era demasiado sencilla y según lo que entendió, se trataba de algo grande. Ni, aunque fueran cuatro personas, podían llegar a la cantidad que los chicos tenían estimulada, mucho menos en un espacio público, eso quedaba para intercambios pequeños.
No, existía algo más, y lo confirmó al evaluar lo que estaba viviendo Hattori. Algo que se les estaba pasando por alto y los chicos no se dieron cuenta porque estaban demasiado exaltados con poder detener eso, como siempre y esa imprudencia podía jugarles en contra. Todo era una estrategia por parte del bando contrario, sabían que la policía los estaría vigilando y decidieron jugar sus cartas de esa manera para distraerlos.
Mantener la calma en un momento así no era tarea sencilla, por un lado, tenía a Hattori golpeándose con un grupo de personas, a Shinichi mirando impaciente hacia todos lados para distinguir a su objetivo, a Kuroba corriendo para alcanzar al moreno y a Hakuba esperando un carro policial.
Había recibido instrucciones de mantenerse al margen y de no moverse de allí, a lo que por supuesto, Haibara no hizo caso.
Al caer, perdió el equilibrio y raspó sus rodillas. Se sacudió omitiendo el dolor y echó marcha hacia donde se encontraba el detective de Londres.
Como estaba medianamente cerca, le tomó solo unos pocos minutos llegar corriendo, Hakuba se sorprendió al verla.
-¿Qué haces aquí? -le preguntó fijándose en la patrulla con luces rojas y azules que acababa de estacionarse a unos pocos metros.
Se agachó un poco, intentando calmar la agitación y la adrenalina que fue provocada al correr tan deprisa.
-Es una trampa –dio una bocanada fuerte de aire –Lo noté porque Hattori-kun se metió en problemas sin sentido alguno. Dile a la policía que se acerque allá de inmediato.
El rubio se pasó la mano por el cabello con impaciencia, en cuanto al otro chico que estaba a su lado, solo se limitó a mirar a Ai-chan sin expresión alguna.
-Buenas tardes, oficial –le dijo Saguru al policía que intentaba reconocer a quien lo había llamado –Es él -explicó agarrando al joven que no parecía tener muchos años más que los chicos.
El oficial lo miró de arriba abajo e iba a proceder con el interrogatorio, pero el impaciente detective lo interrumpió.
-Puede realizarle las preguntas necesarias en la estación. Ahora mismo uno de los nuestros necesita refuerzos en el sector sur de esta misma calle.
Asintió y dio aviso por radio a la patrulla en la que venía, esta partió en seguida, dejando al oficial, junto con el acusado, Hakuba y Haibara.
Ella le hizo un gesto con la mano para que se acercara, momento que el "criminal" aprovechó para sacar su móvil y teclear algo.
-Tenemos que avisar a Kudō-kun, aun no logra su parte y sospecho que necesitará ayuda –le susurró -Iré con él.
El detective la miró, analizando su determinada actitud y convenciéndose de que no podía tratarse de una niña normal, de hecho, su actitud ni siquiera era la de una niña. Sus ojos penetrantes terminaron por poner a Haibara nerviosa.
-Él se las puede arreglar solo y no puedes estar segura de que lo que dices es verdad –ahora miró al policía, estaba hablando por radio y pidiendo que lo fueran a buscar.
-Lo sé -afirmó -Pero mientras antes lo confirmemos, mejor.
Volvió a concentrarse en ella, con esos analizantes ojos, que intentaban indagar más a profundidad a la persona a quien estaba conociendo. No importaba lo madura que pudiese lucir, seguía teniendo la apariencia de una niña y no sería responsable de su parte involucrarla en asuntos criminales, pero algo le reafirmaba, que por mucho que intentara detenerla o hacerla entrar en razón, eso no sería posible.
-Está bien.
A penas escuchó su aprobación, volvió a echarse a correr lo más rápido que pudo, sintiendo los músculos de sus piernas arder. Dobló por una pequeña calle para acortar camino. Lo último que alcanzó a percibir, fue un olor a químico y una presencia de gran tamaño a sus espaldas.
Kaito alcanzó a Heiji, este seguía en la misma situación, entre insultos y empujones, incluso con transeúntes que no tenían relación con el asunto. Era tanto el desorden que los involucrados parecían no entender contra quien estaban peleando y solo se dedicaban a golpear a quien se le cruzaba de por medio.
-¡Hattori-kun! -Kaito lo llamó acercándose a ellos e intentando separarlo, pero alguien le propinó una patada y su naturaleza salvaje fue más fuerte.
Se unió al desorden imitando a los otros escuchando como el resto de personas gritaba inútilmente que detuvieran la pelea.
-¡No dejes que se escapen! -gritó Heiji al mago apuntando a un hombre que intentaba colarse entre los demás.
En eso, a Kaito se le pasó por la cabeza la misma idea que había tenido Ai-chan. ¿Por qué aquellos jóvenes se empeñaban tanto en avivar la pelea? Justo en ese momento, uno de ellos lo sujetó de la camisa con cara de querer partirle la cara.
Gritó con fuerza para que lo soltara y en seguida, todo el mundo paró lo que estaba haciendo y retrocedieron con temor. Se sintió poderoso de su habilidad, pero al mirar hacia donde se encontraba el moreno, se dio cuenta de que no era debido a él.
-¡Atrás! -pidió torvo apuntando con el arma.
Su amigo se había vuelto loco.
-No lo conozco –dijo dando unos pasos atrás para que la policía, que acababa de llegar, no lo involucrara con él.
-¿Qué sucede aquí? -uno de los oficiales preguntó abriéndose paso entre la aglomeración observando cada rostro. Entrecerró los ojos al reconocer al moreno -¿Detective Hattori? ¿Qué es todo este alboroto?
Se puso firme, con la frente arrugada y limpiándose el labio ensangrentado –Arreste a ese hombre –lo apuntó con el dedo -Está cometiendo un delito.
El oficial se fijó en el arma que traía Heiji en la mano –Idiota, vas a tener problemas.
Y tenía razón, había apuntado a los civiles con un arma de fuego, no andaba de servicio y se lamentó por no haber imitado a los chicos, ninguno de los tres quiso aceptar portar un arma.
Perdieron al menos una hora en el interrogatorio, que prefirieron efectuar ahí mismo con la policía y el resto de involucrados. Hattori estaba obstinado en acusar al sujeto y este, a desmentir lo que el moreno decía, incluso parecía que su encuentro lo habían tomado como algo personal.
Desafortunadamente, luego de registrar al hombre y a la chica, quedó demostrado que la acusación de Heiji no era verídica. Toda la pelea había sido en vano y la teoría de Haibara se solidificaba aún más, era todo un montaje.
Muy para fortuna de él y luego de realizar un par de llamadas y de explicar la situación, todos quedaron libres, incluso Hattori, quien solo se llevaría una reprimenda más tarde por parte de sus superiores, y por supuesto, de su padre.
-Menuda mierda todo esto -escupió cuando se quedó a solas con Kaito –No tenía que terminar así.
-Agradece que te salió barata.
Miró hacia todos lados -¿Qué pasó con Kudō y Hakuba?
-No tengo idea -sacó su teléfono para verificar si tenía algún mensaje o llamada perdida, pero no tenía nada –Hakuba parecía tener todo bajo control y de Shin-chan no sé nada.
-Deberíamos ir a buscarlo -comenzó a caminar y Kaito lo siguió.
Intentaron ubicarlo por llamada todo el camino, sin tener éxito. Iban tan concentrados en lo suyo, que no pudieron evitar chocar con el rubio cuando doblaron por una calle a poco menos de una cuadra del lugar de donde se encontraba Shinichi.
-¿Qué hacen? -les preguntó con molestia.
El mago le devolvió la pregunta -¿Qué estás haciendo aquí?
-Parece que su pequeña amiga tenía razón -expresó -Esto era un montaje.
-¿Cómo que un montaje?
-El chico al que detuve si llevaba drogas, pero parecía tranquilo al respecto. Me plantee la hipótesis de que fue mandado por alguien y como dijo Hattori, el intercambio sería grande. Era imposible que algo así funcionara de esta manera -miró a ambos intentando no sentirse tan desilusionado –Fuimos ingenuos, sabían que estaríamos al tanto, por lo que necesitaban generar una distracción. El delito se debe estar cometiendo ahora mismo en algún lugar apartado.
-Reunámonos con Kudō -dijo Heiji sobando el reciente hematoma que se le estaba formando debajo del ojo.
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Shinichi no se movió del lugar, no vio absolutamente nada y a quien estaba vigilando seguía donde mismo, sentado y jugando con su teléfono celular. Kaito se alivió de verlo sano y salvo.
-Shin-chan -exclamó cuando se acercó.
El detective se fijó en su ropa mal acomodada, en su cabello despeinado y en los rasguños de su rostro, signos evidentes de que se había metido en una pelea.
-¿Qué sucedió? -frunció el ceño preocupado y mirando ahora a Hattori, quien se veía aún peor.
Estaba tentado de verificar todo el cuerpo del ladrón para saber cuan herido estaba.
-Esos imbéciles intentaron pasarse de listos -habló el moreno.
Hakuba buscó a Haibara, pero no había rastros de la pequeña.
-Kudō-kun ¿Cómo va todo por aquí?
Negó con la cabeza y bajó un poco la voz a pesar de que el sujeto se encontraba a varios metros de él y no podía oírlo.
-Nada. Ningún movimiento sospechoso –se aclaró -Incluso hizo que me planteara la posibilidad de que...
El rubio le quitó las palabras de la boca, por ver su expresión, Shinichi también había llegado a la misma conclusión.
-Si. Una cortina de humo.
Cualquiera puede equivocarse, incluso detectives a la altura de ellos, sobre todo cuando las circunstancias no son nada fáciles y el sentirse cabizbajos no podía frenarlos, tenían que seguir adelante hasta encontrar la verdad y hacer justicia.
-Todavía podemos detener esto –Hattori intentó subir los ánimos -Ahora tenemos la estrecha ayuda de la policía, están trabajando en el caso ahora mismo.
Saguru seguía pendiente de otra cosa -Kudō-kun ¿Dónde-?
Kaito no lo dejó terminar de formular la pregunta.
-Pero se supone que ese –dijo apuntando al hombre –Es el de las fotografías ¿O es que acaso son rostros falsos?
-Imposible -aseguró Hattori –Solo actúa como distracción para nosotros.
Esta vez habló Shinichi.
-Deberíamos salir de aquí, es muy probable que nos estén vigilando. Pero tenemos que averiguar cuanto antes que es lo que planean
-Volvamos a la estación -sugirió Heiji ya con dolor de cabeza –Tendremos más facilidad desde allí.
-¿Es eso? ¿O solo quieres asegurarte de arreglar el embrollo en el que te metiste? -lo molestó Kaito sacudiendo los dedos de la mano.
Shinichi recayó en sus nudillos -Estás sangrando –dijo tomando su mano para verla con más claridad.
-¡No es nada! -se zafó. Lo que menos quería en ese momento era preocupar a Shinichi y terminar con todo eso, para poder pasar tiempo a solas con él y que apaciguara el dolor superficial con besos y caricias –Vamos por Ai-kun y salgamos de aquí.
-¿Aun no ha llegado? -preguntó Hakuba sin ocultar su preocupación.
-¿Llegado? ¿Llegado a dónde? -preguntó Heiji sin entender y miró a Kaito–Se supone que estaba contigo.
-Así es, ella se quedó en el punto desde el cual los estábamos vigilando.
El rubio tragó saliva y miró a Shinichi –Se dio cuenta de la situación y fue advertirme. Y en seguida vino en tu busqueda.
-Por aquí no ha venido –dijo comenzando a preocuparse.
La llamó de inmediato, había pasado demasiado tiempo para que no apareciera. Su teléfono se encontraba apagado, así que intentó ubicarla por la insignia intercomunicadora, pero tampoco había rastro de ella, era como si se hubiese esfumado, o más bien, la habían hecho desaparecer.
Holii
La csm que dice que va a actualizar los viernes y termina actualizando cualquier día xD
De verdad intento ordenarme con algunas cosas, pero como que la vida no quiere, literal llevo 3 años seguidos diciendo que voy a publicar un one-shot de halloween de la serie, pero no he podido T.T
Así que como me demoré en actualizar, hoy hay capítulo doble.
Espero que lo disfruten, que tengan calma, que ya viene algo muy bonito entre Shinichi y Kaito, que me he estado guardando para estas fechas 💖.💖
Y ya saben que cualquier error, duda o lo que sea me lo hacen saber 😇
Abrazos
;DD
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