IV. Fiesta en la calle de neón (Parte 1)
-Te dije que yo te ubicaba.
- ¿Y cómo ibas a hacerlo? Mi antiguo número ya no existe. Voy al grano ¿Qué averiguaste?
-No soy tan Kaitō Kid como para contártelo por teléfono, te lo digo en persona.
Kaito sonrió, a pesar del "insulto" que acababa de recibir y entender –Entonces ¿Es una cita? -Preguntó coquetamente, cosa que molestó a Kudō –Te veo hoy mismo en el lugar de ayer, a las 7 de la tarde, te estaré espran...
No pudo terminar la frase, ya que Conan cortó la llamada antes de escuchar quién sabe qué estupidez.
-No tengo que preguntar si tienes un traje de mujer –Se respondió el niño así mismo.
Kaito lo miraba divertido. Nuevamente se encontraba disfrazado, esta vez de un hombre cuarentón con traje verde caqui. Llevaban aproximadamente veinte minutos en la sala de billar, y el detective se estaba empezando a incomodar al ser el único niño en un lugar rodeado de adultos ambiciosos y con la mirada arrogante de Kaitō Kid encima.
-La situación es la siguiente -Explicó- Uno de los hombres a la cabeza de todo esto realizará una fiesta en su casa en un par de días más y necesito que vayamos a recolectar información.
- ¿Vayamos?
-Si, "vayamos". Si mi culo está en riesgo, el tuyo también lo estará...A todo esto, necesito tu dirección para ir a tu casa y averiguar si han perturbado el lugar o no.
El ladrón lo miró dudativo y a su vez encendió un cigarrillo recibiendo como respuesta una mirada molesta por parte del pequeño.
- ¿Desde cuándo fumas?
-Desde que rechazaste mi propuesta de matrimonio.
Conan suspiró molesto –Jódete los pulmones, me da igual.
Ambos sabían que la discusión no los llevaría a ninguna parte y el tiempo se les acababa así que el detective prosiguió con el plan.
-Necesito que me acompañes e intentes infiltrarte lo mejor posible para recolectar información. Te pedí que te disfrazaras de mujer ya que...Bueno, lamentablemente por obvios motivos podrás acercarte a cualquier hombre -Tragó saliva, el concepto lo disgustaba demasiado –Mientras tanto, yo estaré oculto en algún lugar cercano escuchando todo desde el micrófono que llevarás oculto. Preferiría ir yo de encubierto también, pero por razones que ya conoces no podré consumir el APTX4869 en un tiempo.
-Respóndeme algo detective –Kaito se puso serio y movió el cigarrillo hacia el cenicero y con un dedo lo agitó para tirar las cenizas - ¿Cómo lo has hecho todo este tiempo? Acabaste con esa oscura organización que perseguías, pero tú y tu amiga no pudieron volver a sus "formas originales" por alguna razón que desconozco. Y, aun así, te graduaste y ahora trabajas para la policía y colaboras con el FBI –El muchacho se puso serio y miró hacia el techo - ¿No te cansas a veces de llevar una doble vida, buscando algo que tal vez no tiene respuesta?
Conan se miró las manos con incomodidad y nostalgia. A pesar de la pregunta, sabía que el ladrón también hablaba por él mismo y nuevamente sintió esa fuerza extraña en el ambiente, como si algo invisible los uniera. Sentía las ganas inquebrantables de confiar en él, pero la situación en la que se hallaban en ese momento y desde que se conocieron no era la más apropiada. Ambos sabían que en otra circunstancia podrían incluso ser amigos. Aun así, decidió aflorar su lado más compasivo, y el que realmente brotaba de su interior en esos momentos. Con delicadeza y un poco de temor posó su pequeña mano de niño sobre la espalda de Kaitō Kid, su rival.
-Seguramente piensas que estás solo, que no existe comprensión por parte de otros. Sea cual sea la razón de tus actos, al igual que yo –A través de sus gafas, le dedicó una mirada profunda a Kaito y este en seguida se volteó a mirarlo –Pero no lo estás.
Como pocas veces ocurría, el mago de la luna plateada no pudo evitar mostrar sorpresa. En esos momentos no le importaba su "Poker Face", se dedicó solamente a mirar al detective con ojos asustadizos y ambos muchachos temblaron internamente. Jamás se esperó que el detective fuera el primero en expulsar de su boca semejante confesión y sintió que todo su sufrimiento y malos momentos inundaban sus ojos en forma de pequeñas gotas de agua salada. Recordó a su padre, su vida de Kaitō Kid, buscando por mar y tierra la joya de la vida eterna, su vida era tan solitaria y agitada, le gustaba pensar que era como la última hoja que cae del árbol en un temporal de otoño. Se olvidó del resto del mundo, del lugar, de la época y la situación en la que estaba. Sabía que no tenía que ser así, pero por primera vez y como nunca, se sintió con la confianza de no ocultar nada, al estar al lado del detective, se sentía seguro. Tomó aire, enderezó su espalda, se puso firme y de pie. Y como si de una presentación se tratara, se mostró seguro de sí mismo. Tomó al pequeño detective en sus hombros y corrió con él en dirección a la salida, dejando a Jii-chan totalmente confundido.
- ¡Eh! ¡¿A dónde me llevas?! ¡Bájame! -Alegaba sobre su cabeza el enano.
-La inspección en busca de intrusos en mi casa no se realizará sola.
A pesar de las insistencias del niño, que se sentía totalmente humillado, Kaito no lo bajó de sus hombros, y de vez en cuando daba bruscos saltos y aceleraba significativamente el paso para molestar a Conan.
Frenaron justo en frente de una casa de dos pisos que no era muy diferente a las otras casas que rodeaban el vecindario.
-Aquí es –Dijo bajando al niño de sus hombros.
El pequeño de gafas inspeccionó la casa con la mirada y se puso en modo detective. Se acercó a la puerta de entrada buscando indicios de forcejeo en ella, las ventanas y las posibles vías de acceso a ellas. Por el momento no notaba nada extraño y le pidió al dueño de casa la llave de entrada. La giró sin problemas. A penas se divisaba el interior y el olor a tabaco invadió sus fosas nasales como una bofetada y estuvo a punto de encender la linterna de su reloj cuando Kaitō Kid le dio al interruptor dando luz a toda la sala.
Él, a pesar de tener al famoso Shinichi Kudō dentro de su morada, se sentía tranquilo. Al vivir tantos años solo no tenía fotografías de su verdadero yo en ninguna parte de la casa, además, algo en su interior le decía que el detective no estaba cien por ciento seguro de conocer su verdadera identidad. Dedicó una mirada rápida a la sala, todo parecía estar en su lugar. Mientras tanto, Conan buscaba rastros de posibles intrusos, pero no encontraba nada extraño. Le pidió al dueño de casa que lo ayudara a buscar si es que algo se encontraba fuera de lugar y luego de inspeccionar la casa de arriba abajo no encontraron nada.
-Estoy agotado –Dijo el mago sentándose en el sofá.
Conan lo imitó y se sentó a su lado.
-Deberías sentirte aliviado, no parece haber rastro de que alguien haya entrado. Y deberías ventilar de vez en cuando, el olor a tabaco se siente por toda la sala y sobra decir que fumas bastante para que el olor esté así de denso.
Al nombrarle el cigarro y en modo de protesta, Kaito encendió uno con bastante rapidez y comenzó a jugar con él en su boca.
- ¡Apaga esa mierda! -Le regañó el pequeño.
Kaito lo miró divertido y tiró las cenizas que comenzaban a formarse en la punta. Al mirar al cenicero su expresión dio un vuelco.
-Deberías saber que eso te provoca un daño a la salud y que al decaer será más fácil para mí capturarte en las persecuciones ridículas que tenemos en cada enfrentamiento...¿Oye me estás oyendo?
La expresión de Kaito se tornó a una de pánico y no quitaba la vista del cenicero. El detective volvió a preguntar que ocurría y Kid lo miró aterrado.
-Estoy seguro de solo haber fumado tres cigarrillos ese día...
Conan capturó en seguida el mensaje y dirigió sus gafas al cenicero, el cual poseía cuatro colillas dentro. La respuesta era más que clara. Efectivamente habían entrado a la casa.
Sé que me demoré en publicar pero no tengo escusa más que se me acabó la licencia y tuve que volver a trabajar :(
Este capítulo quedó muy largo, por eso la decisión de dividirlo en 2 partes, yo creo que entre mañana y pasado publico la siguiente parte. Nuevamente gracias por sus votos y comentarios :D
Les quería preguntar algo. Ya que incluyo bastante diálogo entre los personajes, me gustaría saber si es que la lectura se les haría un poco más cómoda si es que los pongo en negrita o cursiva ¿Cómo les gusta más? ¿O prefieren que los deje como están?
Espero que les haya gustado, los quiero mucho y cuiden su salud, bebés <3 no sean como Kaito que está adicto al tabaco :v
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