•XVIII•
-No creo que eso sea algo de lo que alegrarse.- Mew le murmura negando con la cabeza. El padre desafía ese comentario alzando una cejita con borrar su sonrisa de labios tierna.
-Claro que estoy disponible.- Desafía el piel dorada a su novio al seguir hablando por teléfono. Se da la vuelta. Dándole la espalda a su novio para dar unos pasos en adelante, con sarcástica delicadeza. Las personas siempre que estaban ocupadas en algo bajo la atenta mirada de otros tendían a hacer gestos raros. Gestos como relentalizar las acciones o movimientos. Incluso crear un circulo invisible en el suelo con la suela de los zapatos. Cosas raras de la vida.
-¿Mañana? Absolutamente de acuerdo. Sí. Dios lo bendiga. Amén. Adiós.- Gulf cuelga en lo último alejando el teléfono de su oído para presionar el botón que colgaba la llamada.
-Quiero ir contigo entonces.
Mew suelta con sus manos hundidas en los bolsillos de sus pantalones.
-Absolutamente y innegablemente no.- Gulf le dice volteando hacia él con una mirada que gritaba a los cuatro vientos: «¡¿Estás loco?!».
-Y qué se supone qué haga. ¿Esperar a por ti como la esposa de alguien que se va a la guerra?
-Pues es un buen ejemplo para esta situación.
Gulf accede a las palabras que no iban para nada en serio del contrario. El contrario suspira. -No. Estaré preocupado todo el tiempo. Estarás en algún lugar... Exorcisando. Exorcisando.- Mew le recalca, tomándolo de las manos.
Gulf suspira. -Mew. Estaré bien. Además prefiero ser yo quién esté en riesgo que ponerte a ti. Sólo quiero protegerte. Hazme caso.
Le dice el padre con todo el cariño que puede dar y le da un beso en la frente para calmar los nervios del contrario. Aún con carita de cachorrito, mira abajo a sus manos durante el beso en la frente. Gulf retrocede su rostro con una sonrisa de labios.
-Aún así. Quiero ir contigo.
-Eres tan testarudo, ¿huh?- Gulf juega con él en un suspiro antes de llevárselo de la muñeca. Mew se deja jalar de nuevo. Pasan por todas las butacas de nuevo, pasan del escenario, hasta que entran a la oficina del padre. Una vez sus cuerpos desaparecen dentro de la oficina, Gulf cierra la puerta tras ellos.
Él empuja a Mew a que se recline sobre el escritorio de manera sensual. Mew cae inclinado ahí con un brazo arriba de su cabeza pues el padre está colocado detrás de él moviendo su propia cabeza a un lado (en una sacudida) para que sus flequillos quedasen a los lados de sus ojos. La mano del padre se desliza por todo el brazo colocado arriba de la cabeza de Mew quién jadea.
Gulf desliza su otra mano por el brazo agachado de Mew (brazo derecho dónde tenía su tatuaje de dragón bajo la tela de su camisa). El padre se lo come entero con su mirada, su boca en una sensual "O" ojeando todo el cuerpo de su novio sumiso quién tiene el lado izquierdo de su cabeza reposado contra el escritorio intentando mirar al padre de reojo.
-Haremos uso del azotador de castigos,- Gulf habla en una voz rasposa. -No necesitarás esto.
Seguido de hablar así, procede a bajarle los pantalones a Mew bruscamente porque no estaban abiertos. Mew jadea pero sonríe en su sitio.
-¿Va a castigarme, padre? ¿Por qué? No he hecho nada malo.- Mew juega fingiendo una voz adolorida mientras le da pequeñas palmadas al escritorio con la mano arriba de su cabeza para sonar real.
El padre le baja los pantalones junto a sus boxers y sonríe al tener aquel trasero expuesto totalmente a su disposición. -Has sido muy malo últimamente.
El padre sigue el juego antes de caminar al armario de la habitación. Lo abre y saca un pequeño palo de madera como el que vieron en la película católica de la iglesia. Gulf cerró el armario con ambas manos (sujetando el palo de madera en una de ellas) y caminó hacia Mew sin dejar de mirar su parte baja expuesta.
Mew sonríe tal cual masoquista.
-¿Va a doler?- Mew pregunta.
-Depende, puedo dar duro,- Gulf da el primer azote que hace brincar un poco a Mew. Con un jadeo. -o puedo dar suave.- Gulf da un segundo azote que hace brincar a Mew.
-¿A eso le llamas suave? No vi la diferencia.- Mew dice sobre su hombro.
Gulf vuelve a azotar su trasero. -¿Te dije que podías opinar?- El padre le dice con firmeza.
Mew se muerde el labio inferior. -No, padre.
Gulf le vuelve a dar otro azote. Ya su trasero se está marcando de líneas rojas. El padre observa eso con indiferencia. Sus cejas alzadas. Ojos muertos.
-¿Has estado pensando en mí?- El padre incita.
-Todo el tiempo.
-¿De qué manera?
-Amorosa y tierna. Pero sucia también, ¡oh, demo...!
Gulf le volvió a dar otro azote. Las piernas de Mew comenzaron a temblar por mantener su posición con esos azotes.
-Qué lindo se ve tu piel teñido en un leve color rojo.
El padre le masajea los glúteos con una sola mano moviéndolos de arriba a abajo para que estos reboten un poco cuando el aleja su mano. -¿Te gusta ser castigado?
-Si eres tú quién me castiga, me encanta.- Mew dice sobre su hombro. Excitado.
-Junta las piernas. Ni pienses aliviar el dolor con separarlas.- Gulf regaña. Mew rápidamente las junta pero recibe dos azotes más que lo hacen jadear. Su mano se cierra en un puño arriba de su cabeza.
Gulf trepa una pierna en el escritorio para sentar su trasero ahí con una pierna fuera del escritorio viendo con indiferencia al chico carismático. Cuya nuca estaba siendo la única vista a los ojos del padre.
-Tú querías esto. ¿Ya no lo quieres?- Gulf pregunta totalmente indiferente.
-Lo quiero.- Mew le dice volteando a verlo. El padre le da otro azote desde dónde esta. Mew jadea y el padre lleva el palo de madera a su mentón. Lo coloca ahí para alzar el rostro de su novio para que se miren a la cara.
-¿Sientes que has tenido suficiente? Porque tu trasero está a punto de ser una manzana.
-Sólo tendré suficiente cuando tú lo tengas.
Mew le dice con una voz rasposa. El padre bufa una risa. Tirando el palo a un lado de la oficina.
-Un palo azotador no me va a bastar.- Gulf dice, quitándose la camisa. -Tú tienes el trasero herido. Así que, no me queda opción pero montarte.
Mew sonríe sensualmente. -Felino atrevido...
Gulf sienta a Mew en el escritorio de un jalón en el cuello de la camisa de este. Mew cae acostado en su espalda con un pequeño gruñido por los azotes.
-Lo siento. No medí mi fuerza.- Gulf se disculpa, trepando su regazo (habiéndose quitado los pantalones).
-¿Cuándo mides algo de ti?- Mew dice con una sonrisa.
Gulf sonríe agarrándose de sus hombros. El pelinegro se sujeta a los discos de su espalda. Gulf se deja caer en él lentamente y comienza los suaves brincos en cámara lenta.
Ambos jadean y gimen.
Gulf tira hacia atrás su cabeza con sus ojos cerrados, sus flequillos corriéndose hacia atrás junto con todo su sedoso cabello castaño que brillaba en un color óxido por la luz del atardecer que brillaba por las ventanas. Toda su piel dorada hizo una mezcla con el sol del atardecer. La escena tenía un tenúe, hermoso, color miel. Su boca entreabierta. Su cuerpo en cámara lenta daba a notar que estaba brincando pero lentamente.
Una mano bien fornida con venas marcadas, dedos largos, corre por todo su cuello casi agarrándose a este en cámara lenta. La mano no llega a apretar pero permanece ahí en su cuello. Todo en cámara lenta por lo que Gulf mira abajo para ver a su novio.
Su novio jadea por cada brinco que da el otro.
La cámara lenta se reduce por unos segundos para presentar en velocidad normal cómo el moreno se inclina sobre el otro para que unan sus labios en un apasionado beso. Mew jadea cuando Gulf lo abraza del cuello a medida que el pelinegro se sienta en su trasero. Intercambian roles de lenguas. Buscando cuál dominaba a cuál. Se colocaban una debajo de la otra o así sucesivamente hasta que el padre ganó y volvieron a sellar su beso.
Mew entro su lengua de nuevo durante los besos. Simplemente no podía aceptar su derrota. Gulf abrió su boca en grande entre los besos para que Mew hiciera lo suyo y volvieron al juego apasionado en roles de lenguas.
Gulf volvió a ganar otra vez así que este sonrió en el último beso que se dieron... Prosiguiendo con su acto de hacer el amor.
👄
Después de aquella sección ardiente, fueron al campo en busca del niño. Mew estaba acostado en el cesped abrazado a su frisa marrón. Su trasero doliendo. Gulf, en cambio, estaba parado en sus pies vistiendo ropa formal: una camisa blanda de manga larga con unos jeans y zapatos cerrados elegantes. Él se mordía las uñas al no ver al niño por ningún lado.
-Tal vez esa futura criatura de Dios no viene hoy.- Gulf dice.
-Qué es eso de "futura".
-Los niños son pequeños monstruos. Van al cielo si mueren, pero no son criaturas de Dios.
-Dicho por: Gulf Kanawut.- Mew dice con sarcasmo.
-No pensé que sería tan fuerte con los azotes,- Gulf dice. Dándose la media vuelta para mirarlo. -Sorry. (Lo siento.)- Él dice lo último con una sonrisa de "Oops" demasiado tierna.
-No es justo.- Mew murmura mirándolo todo indignado.
-¿Mm?
-Si sigues siendo así de tierno,- Mew le lanza una patada que Gulf esquiva retrocediendo dos pasos. Mew gruñe del dolor por la patada. -¡no me puedo enojar contigo!
El chico carismático termina su berrinche cubriéndose enterito con la frisa. Gulf bufa una risa.
-No sé a qué se refiere. No soy tierno.- Gulf murmura antes de voltear su mirada indiferente frente a él.
-Tierno son las mariposas, las flores, los árboles,... La vida incomprendida es tierna.
Gulf dice, con una sonrisa viendo todo a su alrededor mientras que el viento vuela su cabello. Él inhala el viento sintiéndose súper libre. Las personas a su alrededor están volando sus cometas.
Mew patea una de sus piernas para que el padre caiga. El padre va gritando al caer pero su novio lo abraza de la cintura. Protegiendo su cabeza del suelo con uno de sus brazos. Gulf cae exactamente dirigido a Mew. Ambos se miran a los ojitos.
-¿Y si entras aquí y ambos esperamos a que venga el niño? Tengo frío.
Mew dice alzando un poco su frisa con una sonrisa. Gulf suspira antes de meterse todo rápido a la frisa. Mew lo abraza más a él.
-¿No tenías frío ahí parado?
-Creo que Dios me está dando fortalezas a que busque a ese niño y me protegió del frío. Y ahora hizo que tú me protegieras también.
Mew sonríe. Gulf sonríe pero mira abajo con una sonrisa de labios solamente. Ambos buscan con la mirada al niño.
El chico carismático le frota un hombro con mucho cariño. De casualidad mira sobre el hombro a la nada y se sorprende.
-Gulf. Gulf. El niño.- Mew informa. Gulf pone sus ojos en grande.
-¿El niño? ¿Seguro?- Gulf se emociona, sentándose en su trasero para mirar a su lado izquierda con una rodilla alzada.
El niño esta ahí con su madre. Volando una cometa. Gulf sonríe. -Es él.
-Ve a decirle. Todo saldrá bien.
Su novio carismático lo apoya. Gulf lo mira para asentir su cabeza.
-Vuelvo ahora.- Le dice Gulf para ir corriendo hacia el niño. Mew se sienta en su trasero con dolor pero observa anonado.
Su novio en cámara lenta parece llegar al niño. No puede escuchar dado a la distancia pero, al parecer está disculpándose. El niño sonríe con la disculpa y le dice lo que Mew cree que es un: «Te perdono.» la madre del niño ríe. Lo invitan a volar la cometa con ellos al parecer por lo que Gulf mira a Mew desde la distancia como para pedir permiso.
Mew accede. Asintiendo la cabeza y sacudiendo una mano en forma de: «Ve, ve.» Cosa que emociona al padre.
*N/A: Un capitulo muy tranquilo y romántico🔥🦋 Espero les haya gustado, en el próximo veremos el exorcismo y lo que saldrá de ello. Y ¿aparecería un perrito al que Mew llamaría Chopper? JAJAJAJA Ya, ya, no diré mas nada. Tengan bonito día😘💖*
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