•XIV•
Gulf no pudo mantener sus ojos en el auto que iba en su dirección. El golpe contra el volante en la cabeza fue tan duro, que sus ojos desfallecen. Poco a poco se van cerrando. Hasta que pierde el sentido de la razón dejando caer su cabeza contra el volante.
Aún así, el auto contrario se detiene a tiempo. No logra chocar el auto del padre. La persona del auto contrario se baja para revisar al padre.
-Joven, ¿se encuentra bien?- La persona pregunta asomándose a la puerta del conductor para ver si sigue con vida. Lo mueve de lado a lado, pero aunque el padre respire, no se mueve. -Voy a llamar a la ambulancia.
La persona se apresura a decir para marcar a la ambulancia. Justo en ese momento, como si el padre hubiese escuchado al hombre, abre sus desfallecidos ojos. Parpadeando de manera lenta. Frunce el ceño con dolor. Alza su rostro para ver a su derecha. Viendo al hombre que está llamando a emergencias.
-Oh. Joven, ¿está bien?- Pregunta el chico contrario sin quitarse el teléfono del oído pero asomándose hacia el padre.
-Estoy bien. Es solo que... Debo ver a Mew. Necesito verlo... A él...
-Lo siento, joven. No sé de quién me habla.
El muchacho trata de razonar con él. Gulf recuesta toda su espalda en la silla. Completamente aborrecido con la vida.
-Mew... Debo hablar con él...
Gulf murmura. Sus ojos se vuelven a cerrar.
👄
Para él, no pasa tanto hasta que los vuelve a abrir. Está en un hospital acostadito en una camilla con un gazo colocado en la cien izquierda, dónde había sangrado. Su rostro estaba limpiecito de la sangre. Vestía una bata de hospital en vez de su trajecito de padre.
-¿Despertaste?- Escucha la voz de Mew a su lado. Gulf mira a su derecha y ahí sentado se encuentra el pelinegro. Aún con su disfraz aunque sin la capucha. Su cabello algo despeinado le daba un toque sexy.
-Mew...- El moreno murmura con un voz ronca. -Era a ti a quién te quería ver.- El padre llora. Su mentón temblando. Él se sienta con mucho dolor. El tierno Mew extira sus manitas para ayudarlo. Fue inútil es tirarlas porque el padre se las arreglo por si solito en sentarse en su propio trasero. De todos modos eso no quita la ternura en el gentil acto del pelinegro; quién remueve sus brazos a que queden a los lados de su cuerpo de nuevo con una sonrisita.
-Eres un felino.- Mew dice. Gulf lo mira con algo de incómodo. Aún no se siente del todo bien al estar al lado de él. No es como que lo haya perdonado por completo. Incluso con su leve incomodidad, mira al chico carismático.
-Leí tu carta.- El padre dice de manera cortante sollozando un poco esperando a que no caigan más lágrimas de las primeras dos caídas. Mew deja de sonreír pero se le queda viendo. Los ojos muertos del padre vuelven a conectar con los brillosos del carismático. -Y hablé con Aokbab. Le conté todo de todo. Así que ella me dijo algo de lo más curioso y extraño,- El padre dice viendo ahora a la nada (al suelo, un poco más al lado izquierdo de Mew). El padre bufa una risita aunque nada dé gracia en este momento. Sonríe un poco pero no es una sonrisa de diversión ni nada por el estilo. -me dijo que tú no tenías la culpa del suicidio de mi amigo. Eso me hizo pensar.
Mew se le quedó viendo con curiosidad.
-Tal vez no tengas la culpa de eso. Lamento haberte llamado un asesino.- Gulf le dice a Mew ahora viéndolo devuelta a los ojos. El sol tras la ventana reluce sus rayos amarillos mientras le da un brillo a Gulf más que resplandeciente. Mew nota eso. Así que queda perplejo con la luz del sol por unos segundos. Él devuelve su mirada al moreno que tanto aprecia. Ese de piel canela casi dorada.
-El que tiene que hacer las disculpas soy yo, padre. No usted.
Mew le dice.
-No te perdonaré lo de la fiesta..., pero no te tendré resentimiento. Algunas cosas en la vida no tienen por qué ser perdonadas para seguir viviendo.
Gulf menciona. Mew asiente su cabeza con una pequeña sonrisa de labios.
-Lo considero justo, padre. ¡Oh! Pensé que tendrías frío además de que no sé cuánto tiempo estemos aquí así que te traje...- Mew se dobla para sacar de una bolsa que trajo consigo, la frisa marrón con la que el padre durmió en el día que se emborrachó en casa de Mew.
-¡Ta-da!- Grita el pelinegro al mostrarla.
-La frisa.- Llama el padre con una sonrisita leve. -Espera. Dime que la lavaste.
-La lavé.
Mew se pone de pie para colocarla sobre los hombros del padre. Por toda su espalda. El padre toma las dos esquinas de la frisa reposadas en sus hombros para rodearse con la frisa.
-¿Qué hora es?- Pregunta el padre bufando una risa por el acto tan cariñoso del pelinegro. El pelinegro se sienta frente a él.
-Hora de que se compre un reloj, padrecito.
-Chistoso.
-Jujum.- Ríe Mew antes de sacar su teléfono de su bolsillo y mirar el teléfono. -Son las cuatro de la tarde.
-Estamos en temporada de invierno. Va a oscurecer ya mismo.
-Es cierto. Mm, ¿Gulf? Hay algo más que debo decirte.
-¿Otro pecado más? Apenas y puedo con el primero.
-Praew. Ella subió un artículo sobre ti y no sé ni cómo se enteró de la violación.
-Le agradezco a Dios que mi vida sea tan entretenida y que no tenga ni un sólo momento de paz, pero me parece que ya deberé de encargarme de esta parte.
Gulf dice quitándose la frisa y moviendo a un lado la sábana de la camilla para salir de esta.
-Gulf. Aún no se sabe si el golpe en la cabeza fue muy fuerte. ¿Qué vas a hacer?
-Mi cabeza está bien. Voy a dejarle saber a esa mujer que no se debe meter con quién se le dé la gana.
Gulf se pone de pie y tambalea un poco como un borracho. Mew lo mira con mucha preocupación.
-No me mires así,- Amenaza el moreno. -estoy bien. ¿Dónde está mi traj...?- Él iba diciendo, pero Mew toma de la estantería a su lado el traje doblado del padre.
Se lo otorga en una mano con la mirada más dulce del mundo. Una sonrisa de labios que tejería a cualquiera en una red de ternura.
-Aquí tienes.- Mew le ofrece.
-Gracias.- Gulf toma el traje con sutileza. Él coloca el traje encima de la camilla y se alza la bata con ambas manos. Va revelando ese abdomen de pocos abdominales, no está muy marcado, pero está en buena forma. Lo alza por todo su cuerpo hasta tenerlo fuera de su cabeza. Al sacarlo de su cuerpo, su cabello se desordena así que él corre una mano por sus cabellos para "acomodarlos" en una sacudida dando un sensual suspiro.
Está completamente desnudo así que Mew retrocede para tomar las cortinas y cerrarlas. El sol hace que en las cortinas se refleje la sombra de Gulf.
-No es para que le tengas miedo a mi cuerpo ahora. ¿Sabes?- El padre bromea con una sonrisa mientras se va poniendo la camisa de padre.
-No es por eso. Te cubro para que nadie te vea desnudo aparte de mí.
Mew vuelve a ser celosito de manera tierna. Gulf brinca sus cejas poniéndose sus pantalones.
-Si es sólo aparte de ti, ¿Por qué estás tras las cortinas?
Gulf dice todo serio ya todo vestido, acomodando sus pies en los zapatos. Mira las cortinas. Estas abren espacio para que Mew asome su rostro con una sonrisita de labios sujetando las cortinas con dos puños cerca a sus cachetes.
-¿No cree usted, padrecito, que eso fue muy poco católico de usted?
-A lo que me respecta, sigo siendo respetuoso incluso en atrevido.- Gulf se ajusta el cuello de su camisa antes de deslizar una mano por su propio pecho asegurando que no este empolvado. -¿Cómo está mi auto?
-Mm. Seguro no querrás verlo.- Mew dice con sus labios en una fina línea.
-Pruebáme.- Gulf dice como último viéndolo con sus ojos muertos.
Van al estacionamiento y posan frente al auto de Gulf. Callados. En un momento de silencio por el pobre auto del padre. Estaba destrozado en el frente. Algo aplastado.
-Dios tiene humor con los creyentes.- Gulf dice ladeando su cabeza. -Aunque gracias a él pudo estar peor.
-Sólo le doy gracias de que tu estás bien.- Mew dice.
Gulf ríe con sus manitas colocadas encima de la una a la otra sobre su propio regazo sin dejar de ver el auto. -Bueno. Iremos en nuestros autos entonces.- El moreno dice.
-¿A dónde, padre?
-Ire primero a la iglesia a buscar mi katana. Luego iré al edificio de Praew.
-Una duda de todo esto. No vas a matarla, ¿no?
-Dios me libre de no hacerlo.
Gulf dice en un suspiro adelantándose a su auto. Mew permanece paradito ahí.
-Creo que tu humor se le pegó.- Mew le dice al cielo, hablando con Dios.
👄
Gulf fue a la iglesia con Mew y ahí estaba Aokbab sentada con mucha preocupación en los escalones. Gulf estacionó su auto para bajarse de este caminando hacia Aokbab. Mew también se bajo de su auto.
-Aokbab, ¿qué haces aquí?- Gulf pregunta posando frente a ella.
Ella se levanta muy preocupada. -Una mujer en la heladería. Ella estaba publicando un artículo muy feo sobre ti. Intente detenerla.- Ella llora. -Pero me sacaron del trabajo. Esa maldita se fue.
-Tranquila, ya Mew me dijo lo que hizo. Nos dirigiremos a su apartamento. Le daré una lección ahí.
Gulf dice.
-¿Tu y Mew ya...?- Ella los mira a ambos con lágrimas.
-Él y yo hablamos.- El moreno le cuenta viendo a Mew sobre su hombro con una pequeña sonrisa. Mew asiente en dirección a Aokbab con una sonrisa de labios. -Dios, lamento que te hayan despedido del trabajo. ¿Estarás bien?
-Seguramente conseguiré otro trabajo... A atender personas vivas.- Aokbab dice con aborrecimiento. Los chicos ríen. -Pero, Gulf, no creo que ella fuese a su apartamento... Dijo algo de ir a una conferencia.
-Si es en su trabajo entonces sé dónde queda eso.- Mew dice.
Gulf y la chica miran a Mew. -De acuerdo. Entonces, vayamos.
El padre accede antes de entrar a la iglesia a tomar su katana.
Fueron al edificio enorme de reporteros. Gulf en el carrito de Mew. Decidió dejar el suyo frente a la iglesia. El edificio delante de ellos era bastante grande. Iluminado con luces doradas.
-Subestimé a la hermanita Praew, pensé que su trabajo no era tan lujoso. Lo sabía: Nunca juzgues a un libro por su portada.
Gulf dice negando con la cabeza teniendo un rostro de pokér en su suspiro.
-En realidad, es la primera vez que veo que ponen luces de color oro.- Mew dice perplejo con la iluminación.
Gulf lo ve con su rostro serio. -Veo que te vas a quedar en el auto,- Él dice juzgando por el disfraz de abejita de Mew. -no tardo. Cortar cabezas seguro no tarda horas.- Gulf dice desenvainando su katana para verla con una sonrisa de labios muy atrevida. Tocando el filo de esta.
-¿Qué? No, padre. Claro que voy contigo. Me pondré...- Mew se desespera al ver su propio disfraz. Succiona su labio inferior con preocupación. Parece un bebe con su carita de frustrado buscando a por una excusa para acompañar al padre quién se había puesto bastante cínico con la katana. Mira los asientos traseros.
Opta por toma la frisa marrón para mostrársela a Gulf quién lo mira con el ceño fruncido porque no sabe qué él hará con la frisa.
-Va a ser una bufanda enorme. Por todo mi pecho.
-Cómo tú creas.- Gulf dice en una pequeña sonrisa de labios.
Mew se quita la camisa de abejita para colocarse la frisa por sus hombros y su pecho. Queda como una bufanda gigante que le cubre casi todo excepto un poco de sus abdominales.
👄
Los chicos pasan a las puertas del edificio y un hombre en la puerta está entregando antifaces.
-Es una fiesta con antifaces.- El hombre dice.
-Mm. Creo que consideraré esto como la oportunidad que nunca tuve de disfrazarme en Halloween.
Gulf dice con un suspiro tomando el antifaz negro.
-Eres adulto. ¿Cómo no pudiste disfrazarte en Halloween?
-Porque todos los días soy un lobo disfrazado de oveja.
Simplemente responde el moreno poniéndose el antifaz antes de seguir su camino. Mew toma se coloca el antifaz gris antes de mirar al hombre que daba los antifaces.
-¿Puedes creer las cosas que dice este padre?- Mew dice como una queja antes de sonreír. -Me encanta.
Lo último lo dice con una carita de añoro teniendo una sonrisa de oreja a oreja antes de seguir al padre, todo enamorado.
Todos estaban bien elegantes en el lobby del edificio. Vistiendo sus antifaces con ropas de oficina. Bebiendo de sus copas de vino.
Habían mesas redondas por todo el salon. Estas cubiertas en mantas tan blancas como la nieve. Comidas en todas ellas.
Gulf camina entre todas las personas con un rostro muy serio. Él sostiene su katana. Sin embargo, nadie ha sido tan atento como para notarla. Él mira atentamente a todas las personas.
-¿Qué es lo que vas a hacer, Gulf?- Mew pregunta tras él.
El padre, al ver su objetivo charlando como si nada, ignora la pregunta del individuo para ir hacia la chica.
Él le arrebata el antifaz con el filo de su katana por lo que los compañeros que hablaban con ella retroceden espantados. Ella ve el filo y retrocede un paso. Viendo a Mew y a Gulf con terror.
-Vaya. Qué lindo lugar para pasar la tarde. Conversaciones, conversaciones y más conversaciones.
Gulf dice con una sonrisa muy hipócrita.
-¡Gulf!- Praew grita con espanto. -¿Qué haces aquí?
-Tú te la buscaste, Praew. Tú sabes por qué estoy aquí.
El padre da su tono amenazante.
-Debes borrar la publicación, Praew.- Mew trata de ser más pacífico. Por lo que el padre suspira, bajando la mirada ante la sutil voz del contrario. -Él ya ha sido herido y tú quieres volver a abrir esa herida, ¿para qué?
-Yo sólo hago el trabajo de mi jefa, Mew.- La chica solloza frente a ellos.
-Igual puedes negar el trabajo.- Mew le dice. La chica se les queda viendo con miedo.
La jefa en editora aparece detrás de los chicos. -Ya está publicado. Si quieres demandar puedes hacerlo. Pero de nada vale, Don Padre.- La jefa se burla. Ella parecía estar en sus 70's por su cabello blanco aunque el antifaz no dejaba ver bien sus ojos.
Gulf baja la katana en rendición y ambos voltean a ver a la mujer.
-Ya la mayoría de las personas en Bangkok deben haberlo leído. Así que si vas a quedarte sugiero que comas de nuestros deliciosos postres. Oh, y me refiero a la comida.
La mujer vuelve a burlarse. Mew da un paso adelante como en indicio de que le va a caer encima pero Gulf lo pone detrás de un brazo protectivo.
-Está bien,- Gulf le dice a la jefa en editora. -ahora "saben" algo que no sabían de mí. Pero, ¿me conocen por completo? Claro que no. Y nunca lo harán porque a los reporteros sólo les gusta exponer lo malo de la gente, ¿qué hay de las cosas buenas? Es irónico.- El padre ríe. -Tu vives la vida basándote en las cosas malas de las personas y siempre vivirás así por tu empleo mientras que yo viviré de las cosas buenas de las personas. Y de mi mismo.
Gulf ríe un poco ante la ironía. -Supongo que no me arruino del todo... Me hiciste ver un nuevo aspecto de la vida: tú jamás serás feliz arruinando la vida de otros.
El padre le dice antes de irse de ahí tomando a Mew de la muñeca con risas. Mew se deja jalar por el moreno, dándole una sonrisa triunfal a la jefa en editora que había quedado más pálida que un fantasma con esas palabras.
Los chicos corren hacia el auto entre risas.
-¡Por Dios! ¿Viste su cara?- El padre dice entrando al auto al unísono con Mew.
-¡Parecía haber visto a un fantasma!- Mew dijo. Ambos rieron bajo el manto de la noche.
Dejaron de reír pero Gulf estaba limpiándose unas lágrimas por sus risas. Él miro abajo antes de mirar a Mew.
-De hecho, Mew, llevo queriéndote decir algo... No te lo pude decir el día en que te me confesaste pero,...
Mew le dirige la mirada. -Lo sé.
-¿Qué?
-Antes de confesar mi pecado, escuche lo que me estabas diciendo. Por eso me confesé tan rápido.- Mew expone otra verdad. -Y, también te amo. Aunque ya eso lo sabes.
-No sé nada del amor pero he visto en las películas que después de una confesión hay un beso.
-Yo también he visto eso.- Mew bromea con una sonrisa ladina.
Gulf dice y acerca su rostro al de Mew. Y se dan un beso. Ambos cierran sus ojos en el beso. Hacen su segundo beso... Lento pero con sus labios en sincronía. Para el tercer beso, se toman de los cachetes. Inhalan el aire que respiran y se dan calor mutuamente con sólo besarse.
Retroceden sus rostros para mirarse con mucho amor.
-¿Esto nos hace novios?- Mew pregunta.
-Tengo la misma duda.
Ambos ríen un poco.
-¿Tu quieres ser mi novio?- Pregunta Mew.
-Quiero que seas el mío.- Gulf dice con un poco de dominación incluso si tiene una sonrisa tierna en su rostro.
-De acuerdo. Seremos novios.
Mew accede.
*N/A: Creo (creo) que el libro está acabando. La verdad es que no sé cuando terminaría pero ahora sí hemos pasado la fase del drama (tal vez haya más) pero ahora que serán parejita quiero darles mucha ternura jajaja. Espero les haya gustado, tengan buen día😘*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top