•V•

Domingo en la mañana

El padre despertó todo amargado apenas parpadeando sin quedarse dormido, sentado en su camita. Una batita negra puesta.

-Dios... Quiero seguir durmiendo...- Gulf se confiesa con un suspiro. Niega con la cabeza. -No, no... La pereza es del demonio. Es del...

Gulf deja caer su cabeza todo cabizbajo para roncar fuertemente. Sus ojitos cerrados.

La alarma a su lado suena tan fuerte que el pobre padre mueve sus brazos alrededor como un zombie buscando cerebros, ahora con los ojos en grande, y se cae de la cama por todos los bruscos movimientos que hacía con sus brazos.

-Auch...- El jadea, apenas abriendo sus ojitos de nuevo para mirar a la gaveta a su lado. La gaveta parece tambalear por el golpe del cuerpo ajeno. -No,- Gulf la regaña como si tuviese vida propia. Más se tambalea la gaveta. -no, no, ¡no--!

La gaveta dejo caer el artefacto de alarmas y le dio en la cabeza. Noqueando al padre.

El sonido de unas llamadas lo despiertan. Su visión borrosa. Acoplándose de a poco a que sigue tumbado en el suelo. Se sentó en su trasero ahora con un golpe rojizo en el su cien a la derecha. Miró la cama de enfrente. -Auch.- Él vuelve a decir, viendo a su lado el artefacto que le hizo daño. Volvió a mirar todo serio al teléfono que sonaba en la gaveta. Se puso de pie para tomar el teléfono entre sus manos.

Número Desconocido

-Si son los del hospital me haré el enfermo.- Murmura el padre antes de tomar la llamada, llevando el teléfono a su oreja.

-Hola, gatito.- Mew habla en la otra línea.

Gulf abre sus ojos sólo por un segundo antes de carraspear y volver a su rostro indiferente. Debe admitir que no se esperaba su llamada.

-Hola.

-¿Acabas de carraspear, gatito?

-Admito que no me esperaba tu llamada y, deja de llamarme así.- Gulf dice. Inesperadamente moviéndose al espejo colgado en una de las paredes de la habitación para peinarse sus flequillos.

-¿Te estás peinando el cabello?

Gulf dejó de peinarse sus flequillos. Miró a su alrededor con el ceño fruncido. No habían cámaras que él supiese de.

-¡Ja, ja, ja! Es broma, padre. Seguro no hacías eso por tu silencio.- Mew bromea.

-Sí,- Gulf dice nervioso alejando su mano libre de sus flequillos para posarla en su hombro derecho. -a qué llamas, de todos modos.

-Fui a la iglesia, padre. Pero no estás aquí. Hoy hay un gran número de personas, padre. Supongo que es porque... ¿Es domingo?- Mew pasa su lengua por sus labios para humedecerlos aunque Gulf no lo pueda ver. El mundano estaba parado al lado de las puertas de la iglesia.

-Sí. Mm, ¿no se supone que haya alguien cantando ahora mismo?

-Pues,- Mew se asoma para mirar el interior de la iglesia. -no hay nadie, padrecito. Excepto las personas.

Gulf aleja su teléfono para mirar a ver si tiene notificaciones y efectivamente: tiene dos mensajes sin leer de Rathavit.

Rathavit: Lo siento, padre. Me sentía mal. Espero me perdone.

Rathavit: No podré ir.

Gulf suspira todo frustrado. -Ese mal...- Vuelve a carraspear para evitar decir vulgaridades. Restaura su rostro de "me importa un comino" y vuelve a la llamada de Mew.

-Mew.

-¿Padre, gatito, padrecito?

-¿Sabes cantar?

-Tengo la voz de un ángel, padrecito.

-¿Podrías ir al altar a cantar algo religioso? En lo que llego allá.

-A ver... ¿Qué ganaré con eso?

-¿Qué cosa quieres ganar?

-Si lo hago, ¿estarás feliz?

-Pues sí.

-Lo haré por ti, padrecito.

Mew vuela un beso antes de colgar. Gulf separa el teléfono de su oído para mirar la pantalla con los ojitos en grande. Sus cejitas alzadas.

«Me pregunto por qué me puse tan nervioso como para peinarme el cabello en el espejo. Espero que Mew lo haga bien.»

Gulf piensa antes de mirarse ferozmente en el espejo e ir a cambiarse.

👄

Mew entro por las puertas de la iglesia de lo más orgulloso. La gente lo veía con el ceño fruncido. Esa chaqueta de cuero con esas botas, mahones ajustados, no parecía religioso. Una que otra chica se mordían los labios al ver ese hombre.

El chico llega al altar. -Yo no merezco estar aquí.- Él dramatiza su voz parpadeando demasiado. -Pero en fin, aquí estoy.

Las personas se miran entre sí.

-Y hoy les traigo una canción muy hermosa.- Él dice. Saca su teléfono para buscar la canción con falsos sollozos. Pone la canción por YouTube con la baja cálidad de sonido de un teléfono. Coloca el teléfono en el altar para alzar sus manitas frente a su pecho moviéndolas a los lados.

-Yo quiero un héroe,- Mew canta con una sonrisa moviendo sus caderitas a los lados al igual sus manos. Las personas se miran entre sí.

-¿Es una canción cristiana?- Muchos se preguntan entre sí.

-¡Hermanos, vamos a bailar! Con el espíritu y la gracia.

Mew pide con una sonrisa. Algunas monjas entrelazadas en el público se miran extrañamente.

Pero muchos se levantan aplaudiendo con sonrisas. -Ay, señor.- Gritan muchos moviendo sus caderas a los lados mientras aplauden.

-Él debe ser fuerte, él debe estar ahí~ ¡yo quiero un héroe!- Mew se movió del altar a los escalones para brincar los escalones todo feliz aterrizando en sus pies. Se mueve a las butacas para sacar a doñitas a bailar. Dándoles vueltas. Todos disfrutan con él.

Gulf va en auto conduciendo con mucha prisa. -Dios amparate de Mew. Sé que es un hermano imbécil pero, es tu hijo también.

Gulf desea. Debe estacionar detrás de otro auto porque hay una larga pila de autos estacionados. Revisa en su teléfono y le sale una notificación de Instu mencionando su iglesia.

Gulf lo abre y se muestra un video alocado de toda la iglesia bailando y la chica que está grabando todo, grita: -¡Es una iglesia genial!

El vídeo acaba ahí. Gulf esta boquiabierto. Permanece así. Como una estatua.

Para cuando llega a la iglesia, todos están saliendo de esta.

-¡Oh, padre! Magnífico lo de hoy. Es un joven maravilloso.- Una doña le agradece sacudiendo manos con él. Gulf sacude manos con ella.

-Me alegra saberlo, hermana. Cuídese.- Gulf no sonríe pero se mantiene con la boca entreabierta. Todas las personas lo felicitan. Gulf entra al final de las felicitaciones y ve a Mew sentado en una butaca. Una a la derecha de la primera fila. Gulf camina lentamente hacia él. Vestido en su traje negro de padre.

-Veo que lo hiciste bien.- Gulf aparece a su lado diciéndole eso.

-Padre, llegaste. Fue divertido.- Mew le sonríe.

-Seguro lo fue.- Gulf dice, sentándose a su lado con una pierna arriba de la otra.

-¿Estás feliz?

-Sí. Mucho.- Gulf le avisa. Ambos se miran a los ojos.

-Ese es mi regalo de ganador.- Mew dice ahora volteando hacia el altar de al frente. Gulf también mira hacia el frente. Ambos al altar.

-Sabes, no siento nada en contra de la homosexualidad.- Gulf se abre un poco. Mew lo mira con demasiado interés. El padre amargado se ve tímido ahora.

-¿Qué quieres decirme con eso, padre?- Mew lo tienta poniendo una mano sobre uno de los muslos de Gulf.

-Sólo quería aclarar.

-Ah, sólo aclarar.- Mew va a remover su mano de no ser porque Gulf la toma. Mew lo mira al rostro.

Gulf lleva la mano del chico carismático bajo el traje para que toque su desnudo muslo que se muestra después de las largas medias negras que Gulf viste bajo ese largo traje.

El carismático entiende y le da un tierno beso en los labios. Gulf le sigue el beso. Ambos hacen del beso uno intenso con gemidos. Sus labios chasquean al igual que sus lenguas. Se toman de las nucas.

-¿Lo quieres hacer?- Mew pregunta durante los besos.

Gulf asiente la cabeza.

«Siempre termino revelándome... Qué mala actitud.» Gulf piensa.

-Hagamoslo en mi casa. No en la iglesia.- Mew susurra.

-No tienes una enfermedad sexual, ¿verdad?

Gulf hace su típica pregunta.

-No la tienes tú, ¿o sí?- Mew le pregunta con una sonrisa coqueta de labios dándole una palmada en el muslo que le deja un golpecito rojo en la piel... Arriba de la media. Al fin alguien le respondía algo diferente con esa pregunta.

*N/A: ¿Creen que lo hagan? 🔥😏 When Gulf no se puede resistir aunque aún no es amor lo que llamaría en su relación porque no se conocen a fondo todavía 🔥*

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