El fin de semana había llegado, según el pronóstico del tiempo la temperatura se mantendría agradable por los siguientes días. A las afueras del edificio Vongola, un pelinegro esperaba a su novio, este estaba revisando los mensajes en su celular, uno de la hermana de su pareja la que decía que estaba todo listo en la casa de la playa y el otro, de su amigo castaño deseándole suerte.

《Tengo que agradecerle a Tsuna una vez más》

Gokudera salía tranquilamente de edificio cuando se dio cuenta que lo estabas esperando, este se puso nervioso al ver lo atractivo que se veía Takeshi recostado contra el auto.

-¿Estás listo?- le pregunto Yamamoto.

-Sí, ¿A dónde vamos?- dijo el peliplata entrando al auto.

-Es una sorpresa- respondió su novio con una sonrisa.

Poco a poco se iban alejando de la cuidad, Hayato había caído en un profundo sueño, su acompañante lo entendía, pasada despierto hasta altas horas de la noche preparando todo para el día siguiente. Puso música para entretener el trayecto mientras tarareaba algunas canciones mirando de vez en cuando a su pareja.

-Hayato- susurro- despierta- dijo moviendo a su copiloto.

-¿Llegamos?- pregunto somnoliento.

-Si- respondió con una sonrisa.

Se bajaron del vehículo, Yamamoto fue a la parte trasera para sacar la maleta que había preparado con anterioridad, en cambio el peliplata cuando vio a donde lo habían llevado quedo sorprendido, no habían vuelto desde que empezaron su relación.

-¿Por qué estamos aquí?- pregunto volteando a ver al pelinegro.

-Para descansar unos días- dijo dejando la maleta en el suelo y abrazando por la espalda a su pareja mientras contemplaban la hermosa playa.

Después de contemplar sus alrededores, entraron a la morada. Ambos cambiaron sus trajes por ropas más cómodas.

Ya estaba oscureciendo, las estrellas y la luna hacían notar su esplendor.

-Te tengo una sorpresa- hablo en pelinegro abrazando y dándole un tierno beso- cierra los ojos- ordeno mientras tomaba la mano del contrario para guiarlo.

Caminaban a paso lento, hasta llegar a la parte trasera de la cabaña que daba a la playa, guió al peliplata por la arena hasta llegar al punto fijado.

-Puedes abrir tus ojos- dijo alegre.

Cuando Hayato miro lo que tenía enfrente se quedo anonadado, una mesa con un mantel blanco estaba ubicada en medio de un circulo de velas y antorchas, encima de esta un florero con rosas rojas, una vela y los platos para la cena.

-¿Cuándo hiciste esto?- pregunto sorprendido.

-Cuando te quedaste dormido en frente de la televisión- dijo tomando nuevamente la mano de su pareja- comamos antes que se enfrié.

Cenaron al compás de las olas, recordando el pasado, riéndose y mirándose como la primera vez que confesaron sus sentimientos.

-Odio hacer esta pregunta pero, ¿No me olvide de alguna fecha importante?- pregunto el peliplata.

- Jajaja no te has olvidado de nada- respondió el contrario risueño tomando la mano de su pareja sobre la mesa- solo quería hacer algo especial- concluyo con una sonrisa.

Después del postre caminaron descalzos por la orilla de la playa, los dos charlaban felices o eso parecía, ya que uno en particular estaba nervioso por lo que iba hacer.

-Hayato- dijo cuando se detuvo.

-¿Qué pasa?- pregunto preocupado.

- Te amo- respondió dándole un beso, por el cual su pareja se ruborizo – estar aquí contigo me hace la persona más feliz del mundo, pensar que antes solo la pasábamos peleando, aunque eso no ha cambiado mucho jajaja- dijo nervioso.

- Es por tu culpa friki del béisbol- hablo un sonrojado peliplata acercándose a su novio.

- Lo que quiero decir – respiro hondo- es que eres lo más importante para mí, me encanta despertar a tu lado todas las mañanas y dormir a tu lado todas las noches. Nunca pensé que llegaría a amar tanto a una persona, siempre pensé que eso de amor verdadero era una tontería, pero cuando te conocí, todo lo que pensaba lo tire por la borda- hablo mirando fijamente a los ojos esmeraldas de su pareja que brillaban a la luz de la luna, tomo su rostro con una mano- se que somos como el yin y el yan, tu eres explosivo en cambio yo soy calmado, tu ordenado y yo un desastre en lo que tiene que ver con orden- dijo rascándose la cabeza- lo que quiero decir es que quiero pasar el resto de mi vida con la persona que amo- se puso de rodillas frente a un sorprendido Gokudera que tenía los ojos llenos de lagrimas- no te prometo la vida perfecta, pero trabajare para que así lo sea, por eso- dijo sacando un anillo de su bolsillo- Gokudera Hayato, mi amor, ¿ Te casarías conmigo?- pregunto finalmente.

El aludido estaba inmensamente feliz, sus lágrimas de felicidad rodaban por sus mejillas, sus manos temblaban, podría ver en la mirada de su pareja el amor que le profesaba, el ya tenía la respuesta a la pregunta, solo tenía que alzar la voz.

-Yo...- empezó a hablar- acepto casarme contigo- dijo feliz tirándose a los brazos de su pareja, la cual cayo de espaldas a la arena con el encima- Te amo Takeshi y quiero pasar el resto de mi vida con mi friki del béisbol- dijo aun con lagrimas en los ojos.

El pelinegro retiro delicadamente las lagrimas de los ojos del peliplata con una enorme sonrisa, atrajo la mano izquierda, deslizo el delicado anillo por el dedo anular besándolo al terminar la tarea.

-Ahora todos sabrán que eres mio- dijo besando con urgencia los labios del contrario.

-También sabrán que eres solo mio- respondió su pareja.

Esa noche la arena, el mar, las estrellas y la luna fueron testigos del amor que sentía mutuamente la pareja. 

Disfrutar el día a día  y trabajar por un futuro juntos era la promesa silenciosa que cada uno hizo...

Continuara...

Mini cap recién salido del horno ajajajja :3 

<3 gracias por leer, nos vemos en el siguiente :* bye bye