Capítulo 7: Tú y yo

Tsuna había tomado una importante decisión, empezar a trabajar en Vongola Corp y dejar a cargo a Leo de la cafetería. Fue un lunes caótico, Leo, Verónica, Mimi y Lambo se abalanzaron al ver al castaño cuando entro a trabajar en la mañana. Todos sabían quién era en realidad Sawada Tsunayoshi así que entendieron cuando este les dijo que no estaría muy a menudo en el lugar que tanto amaba.

-¿Está seguro de esto jefesito?- pregunto Leo sorprendido.

-Por supuesto- respondió el castaño con una sonrisa- tu quedaras al mando.

Después del anuncio se puso a trabajar al igual que su protector, ese sería su ultimo día en su preciada tienda.

Al anochecer el castaño se dispuso a preparar la cena o el intento de esta, estaba lo mas tranquilo cotando las verduras cuando Hibari apareció.

-¿Qué haces?- pregunto.

El castaño no había sentido la presencia de este, por lo cual se asusto causando un corte en su dedo.

-Iteee...- dijo Tsuna mientras el liquido rojo salía de su dedo.

Hibari se acerco rápidamente y tomo gentilmente la mano del menor, haciendo que este se sonrojara por la proximidad. El pelinegro tomo un paño que estaba cerca y lo puso en el delgado dedo.

-Sostén esto, iré por el botiquín- ordeno mientras se dirigía al baño.

Al regresar examino y vendo la herida, dejando a Tsuna jugando con Natsu e Hibird mientras el terminaba de prepara la cena.

La comida esta deliciosa, se podía notar en la cara de satisfacción del castaño.

-Mañana saldremos temprano- hablo el pelinegro.

-Lo se, espero que no sea tan complicado-dijo triste.

-Estarás bien- hablo Hibari levantando los platos de la mesa.

Se pusieron a ver una película, aunque el castaño no la termino de ver porque se quedo dormido en el hombro del mayor, este al verlo lo cargo a su habitación sin antes sentir el aroma del menor.

A la mañana siguiente los dos ocupantes del apartamento salieron temprano vestidos de traje, al llegar a su destino Yamamoto y Gokudera los estaban esperando. Estos, por ordenes de su abuelito trabajarían con él. Su oficina era espaciosa, al caminar al escritorio noto que habían una ruma de papeles.

-Es mejor que empieces con el papeleo- hablo una voz desde la puerta.

-¿Reborn?- dijo Tsuna mirando a su tutor- ¿Qué haces aquí?

-Solo paseaba- respondió y miro a Hibari- aunque estaré aquí por un tiempo.

En el transcurso de la mañana Gokudera no dejaba de llevarle informes a Tsuna, mientras que Yamamoto andaba haciendo recados de este.

-Es hora del almuerzo Jundaime- hablo el peliplata- después tiene una reunión con los socios.

-Gracias Gokudera-kun – respondió - ¿Nos vamos?- le pregunto a Hibari que estaba leyendo en el sillón frente al escritorio.

-Por supuesto- respondió dejando el libro sobre la mesa.

-Nos vemos en la tarde Jundaime- despidió Hayato.

Tsuna e Hibari caminaron hacia un restaurante cerca de la empresa, al entrar las miradas se enfocaron en el castaño, lo que hizo enojar a Hibari.

La hora de la comida transcurrió en calma, apartando las miradas lascivas que le daban a castaño¿Qué les pasa a esta gente? 》

El castaño se comportaba con normalidad o eso intentaba aparentar, pero desde que el pelinegro casi lo besa, este no dejaba de sentirse triste. No sabía si el solo se había ilusionado o Hibari sentía algo por él.

La reunión fue extremadamente larga para Tsuna, si no fuera porque estaba el Noveno, se habría ido hace horas. Algunos socios no dejaban en paz al castaño, diciendo que no era el adecuado para el cargo. Timoteo estaba a punto de responderles pero alguien llego.

-Ustedes, basuras, ¿Cómo se atreven a tratar a Yoshi así?- hablo una persona que entraba a la sala de reuniones- como si ustedes estuvieran calificados para el puesto.

-Xanxus- dijo el anciano- has regresado.

-He cerrado el trato en Grecia- hablo tirando una carpeta a la mesa.

-Xanxus- susurro el castaño.

-Yoshi- dijo el nombrado acercándose al menor- me entere de tu secuestro, ¿Estás bien?

-Estoy perfecto- dijo con una sonrisa la cual era falta pero nadie lo noto.

-Me alegro- hablo el pelinegro- matare a la basura que te llevo- dijo con una voz fúnebre que hizo temblar a los que estaban escuchando.

-Voiii!!! Jefe idiota- se escucho una voz en la entrada- no interrumpas las reuniones.

-Squalo- dijo Tsuna.

-Tsunayoshi, Noveno- hablo en forma de saludo.

- Xanxus se puede quedar-dijo el Noveno.

La junta prosiguió con un invitado mas, el cual miraba con desprecio a la mayoría que estaba en la mesa. Al concluir la reunión este se retiro, sin antes despedirse de Timoteo y Tsunayoshi.

Hibari estaba esperando a Tsuna a las afueras de la sala de juntas, cargando una cantidad considerable de papeleo. 《Moriré el primer día de trabajo》 Regreso a su oficina a revisar cada uno de los informes, ante la mirada del pelinegro.

- Jundaime ya es tarde-dijo el peliplata entrando a la oficina.

- Debo terminar eso y me retiro-hablo el nombrado.

- Entonces me quedare -dijo con determinación.

- No te preocupes Gokudera-kun, además Yamamoto debe estarte esperando-hablo con una sonrisa.

- Ju-Jundaime-tartamudeo - me retirare entonces, nos vemos mañana.

Hace años Tsuna sabia de su relación, notaba como se miraban cuando vivían juntos, nunca presiono a ninguno para que se dieran cuenta que sus sentimientos eran correspondidos.《Los envidio chicos》

Término su trabajo y se fue a casa, seguido por supuesto por su guardaespaldas. Se sentía agotado, solo era el primer día, no quería imaginarse como serian los siguientes.

La cena fue servida por Hibari, ya vestido con ropa casual como Tsuna. El castaño agradeció la comida y se retiró a su cuarto ya que estaba muy cansado por el largo día, se tendió en su cama y cayó en brazos de Morfeo.

Al otro día, ya en la oficina le anunciaron que tenía que ir a una fiesta benéfica, esta se llevaría a cabo en el museo de la ciudad. 

En la noche, el museo resplandecía con sus luces, la arquitectura antigua contrastaba con la modera que la rodeaba, una infinidad de personas de alto estatus entraban por la gran puerta.

El castaño se paseaba por el pasillo admirando las obras de arte cuando su intuición lo hizo girarse hacia la derecha pero no vio a nadie. Pero había un pelirubio que lo seguía con la mirada.

La fiesta transcurrió sin ninguna complicación, se retiraron y el castaño quedo esperando en la entrada que Hibari llegará con el auto.

- No deberías estar aquí con este frió Tsunayoshi -dijo una voz detrás de él.

- Edward Baccheli ¿Qué haces aquí?-preguntó asustado.

- Vengo a ver a mi querido Tsunayoshi-respondió acercándose al menor y le dio un beso en sus labios-dulces como siempre -se acerco a la oreja del menor- estoy ansioso por hacerte mío.

Hibari venia llegando cuando vio la escena, bajo del auto rápidamente y se acerco al sujeto que había besado a Tsuna. Este se dio la vuela y esquivo el golpe que lanzo el pelinegro, se alejo de Tsuna y se retiró. Hibari lo iba a seguir, pero una mano agarro su abrazo y al mirar al castaño que tenía su cara pálida su furia se intensificó. El menor estaba ido y tiritaba.

-Sawada Tsunayoshi ¿Estás bien? -agarro a menor por los hombros.

- Otra vez no-susurro mientras tocaba sus labios y empezaba a llorar.

Su protector lo guió hasta el auto y lo llevo a casa. Tsuna estaba en estado de shock, y eso es lo que más asustaba al pelinegro, la vitalidad del herbívoro se había esfumado.

- Hey, háblame- dijo el pelinegro tocando la mejilla del castaño ya en el apartamento.

- Hi-Hibari-san- hablo lanzándose a los brazos del nombrado, los cuales lo rodearon con delicadeza.

-Llora todo lo que quieras, estaré aquí-dijo en un murmullo, Tsuna se desahogada en el pecho de Hibari, el cual lo guió hasta el sofá sin soltarlo.

- Dime que paso-preguntó.

- El sujeto que viste era el que me secuestro-respondió entre sollozos.

- ¿Qué te hizo cuando estabas cautivo? - pregunto con furia.

- El...-hablaba con un hilo de voz- él me beso-dijo rompiendo en llanto una vez más-fue mi primer beso.

Hibari sintió una furia que nunca antes había sentido, quería despedazar al que le hizo eso al castaño.

- ¿Te hizo algo más?-preguntó intentando mantenerse calmado.

- No, solo me dijo que me haría suyo -miro con miedo al pelinegro -¿Qué voy hacer?

-Solo quédate a mi lado- dijo Hibari.

Tsuna no sabía cómo, ni de donde salió el impulso de besar al pelinegro. El cual al separar sus labios lo quedo mirando con enojo y odio, el castaño se dio cuenta que había cometido un error, fue la gota de derramo el vaso《Soy un idiota》.Se levanto rápidamente y salió corriendo del apartamento sin importar que recién había empezado a llover. 《Solo quiero alejarme de todo esto》

El castaño corría bajo la lluvia sin importar lo empapada que estaba su ropa, lo único que quería era alejarse del dolor.《¿Por qué tengo que sentir algo por él?》《¿Porque simplemente no puedo desaparecer? No quiero sufrir más, no quiero seguir fingiendo que todo está bien》

El sonido de la lluvia contra el pavimento, el sonido de los pasos apresurados de la gente para resguardarse de la tormenta, el sonido de los autos que a gran velocidad hacían que los charcos de agua salpicara a varios metros, el sonido de un llanto que significaba un corazón roto y sentimientos no correspondidos.

Caminaba sin rumbo fijo, su cabeza agachada hacia el suelo mientras sus lágrimas tibias se deslizaban por su rostro.

La lluvia se había vuelto más intensa, pero eso no importaba, camino hasta un pequeño parque y se sentó en un banco. Empezó a tiritar, era de esperarse, su ropa no podía absorber mas agua.

-Tsunayoshi- se escucho a lo lejos.

El castaño reconoció la voz enseguida, se levanto deprisa para salir corriendo de ahí.

-Espera- el pelinegro lo agarro del brazo.

-Suéltame!!!- grito Tsuna mientas intentaba zafarse del agarre- te estoy diciendo que me sueltes!!!

-No lo haré- Hibari subió el tono de voz.

-Suéltame!!!- dijo el castaño que estaba de espaldas al mayor que no podía ver las lagrimas de Tsuna, el cual pudo soltarse.

Se escucho un relámpago, pero ninguno hizo algún movimiento. Tsunayoshi había quedado de espaldas a Hibari con la respiración agitada por el forcejeo anterior, en cambio el pelinegro se encontraba a un metro de la persona que había salido a buscar.

-¿Qué quieres?- pregunto el castaño- ¿Qué más quieres?- su voz temblaba.

-Yo...- el pelinegro buscaba palabras- ¿Por qué saliste corriendo?- pregunto.

-Preguntas él porque- dijo Tsuna- te diré porque- dijo ya sin paciencia – estoy harto, harto de que me trates como lo más preciado que tienes y al otro momento me miras con odio, harto que te acerques con intenciones de besarme y después te arrepientas, harto de no saber que soy para ti, acaso solo soy un juego- pregunto volteándose para ver al pelinegro a la cara.

-No eres un juego- respondió viendo como los ojos castaños de Tsuna estaban rojos de tanto derramar lagrimas que todavía seguían deslizándose por sus mejillas.

-¿Entonces que soy?- pregunto, pero el pelinegro solo lo miraba y no emitía respuesta alguna, por esto se acerco y golpeo su pecho- dime!!!- golpeaba y golpeaba mientras su llanto se intensificaba- eres un maldito idiota!!! Te odio!!!- seguía golpeado- como es posible que me allá enamorado de ti, ¿Cómo?- no pudo seguir hablando, su llanto no se lo permitía.

Iba a darle un golpe más pero el pelinegro tomo ambas manos, sin ninguna advertencia junto sus labios con los del menor, el cual quedo petrificado. Al finalizar el beso, el mayor soltó sus manos.

-¿Por qué hiciste eso?- pregunto el castaño.

-Porque de todas las personas tenias que ser tu- dijo el pelinegro con su mirada oculta por su flequillo- ¿Por qué? Nunca me había pasado esto, ¿Porqué eres tan amable?¿Porqué eres tan tierno?¿Porqué tu sonrisa ilumina mi día?¿Porqué siempre estas preocupado por mí?¿ Porqué hacer que mi corazón lata tan rápido?- miro los ojos del menor- ¿Por qué me enamore de ti?

-Estas mintiendo- dijo el castaño con la mirada triste.

El pelinegro en un movimiento tomo al Tsuna de la cintura y lo atrajo hacia él, puso una mano en la mejilla de este retirando las lagrimas.

-No estoy mintiendo, Tsunayoshi- hablo acercando su rostro hacia el menor, en donde puso los suyos tiernamente, transmitiendo todo lo que sentía su corazón, después de unos segundo este se retiro y miro los ojos sorprendido del castaño - seguiré besándote hasta que me creas- al terminar la frase, junto otra vez sus labios con los del menor- estoy enamorado de ti, Sawada Tsunayoshi- susurro.

-¿Es verdad?- pregunto Tsuna esperanzado posando sus manos en la cara ajena- ¿De verdad sientes eso por mi?- lagrimas salían de sus ojos.

-Es verdad, no puedo negar mis sentimientos hacia ti- respondió el pelinegro tomando las manos de Tsuna que estaban en sus mejillas.

Se quedaron mirando durante un rato, aunque seguía lloviendo, los dos enamorados se sonreían mutuamente, la felicidad los rodeaba.

 Hibari fue el primero en hablar.

-Aunque me gustaría seguir mirándote, será mejor que nos vayamos antes que te resfríes- dijo empezando a caminar rápido, el castaño solo camino detrás de él viendo la unión de sus manos.

《Esto... ¿se puede llamar felicidad?》

Continuara...

Les traigo otro cap <3 espero que les guste, lo reescribí varias veces :33333 

lo subo ahora porque puede que no tenga tiempo en la semana T-T estúpida universidad!!!

Nos vemos en el siguiente <3 un abrazo!!! ciaossuu

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