Capítulo 20: Por siempre juntos
La noticia de su compromiso se expandió rápidamente por sus conocidos. El mismo llamo a sus padres al día siguiente de la proposición, su madre lloro de la felicidad y su padre solo decía que le quitarían a su inocente hijo.
Les mando una foto de su mano mostrando el hermoso anillo de compromiso a sus amigos, los cuales les contestaban en seguida felicitándolo y deseándole lo mejor.
Cuando llamo a Reborn este lo felicitó a su manera, diciendo que Hibari se lo gano a través de los combates que tuvo que hacer para ganar su permiso. En ese momento Tsuna entendió porque Kyoya anduvo distraído por una semana. Además el castaño le pidió a su tutor que fuera él quien lo entregará en el altar, aunque este nunca supo lo feliz que hizo a su tutor.
Meses pasaron, la planificación de la boda iba marchando a buen paso, aunque varios pensaron que seria una gran ceremonia con muchos invitados, la pareja opto por algo mas íntimo. Esta se llevaría acabo en la mansión de verano Vongola, esta tenia una espectacular vista del mar mediterráneo.
Un toldo se alzaba en el jardín posterior, detrás de este estaba el vasto mar y por frente varias sillas estaban puestas ordenadamente. Una alfombra roja marcaba el camino para el novio acompañada de pétalos de rosas blancas y rosadas.
Los invitados que se hospedaban en la mansión, se dispusieron a tomar asiento.
La suave música se mezclaba con el sonido de las olas.
-¿Estas seguro de esto dame-tsuna?- pregunto el azabache al menor antes de encaminarse al altar- Puedo sacarte de aquí en un segundo.
-Nunca había estado mas seguro de algo en toda mi vida- respondió con una enorme sonrisa.
Reborn sonrió, se arreglo su traje y ofreció el brazo a su alumno-hijo.
-Bueno, aquí vamos- menciono.
Un cambio de música se hizo presente, anunciando la entrada del novio. Tsunayoshi vestía un traje blanco al igual que su camisa, pero su corbata era de un morado oscuro.
A cada paso, mas se emocionaba el castaño, miraba a su futuro esposo, el cual no le quitaba los ojos de encima. Se veía apuesto, su traje negro como su cabello, su camisa blanca y su corbata del mismo color de la que traía Tsuna.
Por la mente de Hibari pasaban los recuerdos de los momento vividos con su novio, pensaba que era muy afortunado en tenerlo a su lado y de ahora en adelante seria suyo por siempre. No podía estar mas feliz, le sonrió a la persona que se paro frente a él, el castaño le devolvió el gesto con los ojos brillantes.
-Cuida de mi hijo- hablo Reborn- si lo lastimas no servirás ni para colador- advirtió y se retiro.
El sacerdote dio inicio a la ceremonia mencionando la importancia del amor en la vida de las personas, la madre del castaño lloraba al ver a su hijo y era consolada por su esposo que al igual que ella tenia los ojos llorosos.
Al momento de decir los votos, Tsunayoshi estaba nervioso de que no se le olvidara lo que arduamente había escrito, para su alivio Kyoya fue el que comenzó. Hayato que era el padrino se acerco al azabache para entregarles los anillos.
-Yo Hibari Kyoya- dijo sosteniendo la delicada mano de Tsuna- tomo a Sawada Tsunayoshi como mi esposo- hizo una pequeña pausa- No nos conocimos de la manera tradicional, ni tampoco nos enamoramos de la manera tradicional, sin embargo todo lo que sentimos es real. Prometo amarte, entregarte todo mi ser si es necesario, no podría decirte que te entregare mi corazón, porque este ya te ha pertenecido desde hace años- los ojos de Tsuna se llenaron de lagrimas que se empezaron a deslizar por sus mejillas- Fuiste mi luz en mi oscuro y frió mundo, me enseñaste el verdadero sentido del amor y a tu lado me siento el ser más afortunado de la tierra- tomo el anillo y lo deslizo por el dedo del castaño- Prometo demostrarte cuanto de amo cada día hasta el día en que me muera. Por favor acepta este anillo como prueba de mi amor.
-Yo Sawada Tsunayoshi, tomo a Hibari Kyoya como esposo- tomo mas manos de su pareja- Desde el primer momento en que te vi, sentí algo en mi interior que no había sentido con nadie mas, aunque intente suprimir mi amor por ti, eso fue imposible- una sonrisa se formo en su rostro- Cuando dijiste que me amabas fui verdaderamente feliz, desde ese día no has dejado de darme felicidad. Prometo amarte en lo bueno y en lo malo, estar siempre a tu lado sin importar los obstáculos que se presenten en el camino- unas lagrimas rodaron por su mejilla, las cuales el azabache seco con una sonrisa- Eres mi mundo y mi felicidad, ya no puedo imaginarme una vida sin estar a tu lado- nervioso deslizo la argolla por el dedo del azabache- Las palabras no pueden definir cuanto te amo. Por favor acepta este anillo como prueba de mi amor.
-Tu Hibari Kyoya, ¿aceptas a Tsunayoshi como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la muerte los separe? - pregunto el sacerdote.
- Si, acepto- respondió sonriente sin apartar la vista del menor.
-Y tu Sawada Tsunayoshi, ¿aceptas a Kyoya como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la muerte los separe?- menciono.
-Si, acepto- respondió entre lagrimas.
-Por el poder que se me ha concedido, los declaro marido y marido- dijo alegre- Puedes besar al novio.
Kyoya no espero mas y capturo los labios de su esposo entre aplausos y palabras de felicitaciones. Al finalizar el beso, el castaño lo abrazo escondiendo su rostro lloroso en su torso.
-No llores- murmuraba el azabache.
-Estoy muy feliz- dijo mirándolo.
-Yo igual estoy muy feliz- hablo alzándolo- Por fin eres mio y solo mio.
- Para siempre- comento el castaño abrazándolo por el cuello.
Después de la ceremonia, todos se dirigieron al comedor, este estaba decorado con una infinidad de flores blancas del mismo color que los manteles. Al momento de los discursos, la mayoría de sus amigos le deseo la mayor felicidad a la pareja, Hayato lloro en los brazos de su esposo al recitar el suyo.
El vals de los novios fue algo hermoso, la luz era tenue, las mirada de los recién casados demostraban todo el amor que se profesaban. Un enorme pastel fue llevado a la mesa de Tsuna y Kyoya, este fue preparado por Leo, el cual felizmente mostraba su obra maestra, ademas de estar hermosamente decorado, sabia de maravilla.
La pareja de retiro a su habitación a buscar sus maletas, ya que pasaran su noche de bodas y unos días mas en un yate que seria conducido por Kyoya. Se despidieron de sus amigos y familiares, y zarparon en medio de la noche.
Cuando llegaron a un buen lugar donde bajar el ancla, el ambiente se torno lleno de pasión. Los recién casados buscaron sus bocas con desesperación, como si llevaran años sin juntarlos. Poco a poco a medida que caminaban hacia la habitación sus ropas iban desapareciendo, sin embargo las ganas de unir sus cuerpos era tanta que no llegaron al cuarto.
Tsuna estaba contra la pared sostenido por el mayor, este besaba cada parte de su cuerpo pasando sus manos por su cintura y sus piernas. Por otro lado, el castaño no perdía el tiempo, incitaba a que lo besaran mas, sus manos recorrían la espalda del mayor dejando marcas de sus uñas al pasar.
En un abrir y cerrar de ojos, los pantalones y la ropa interior de Tsunayoshi fueron quitadas. Kyoya lo puso en el suelo, lo giro poniendo las manos del menor contra la pared. El cuerpo de Tsunayoshi se estremecía por los besos que recorrían su espalda, estos iban bajando hasta su entrada. El azabache se inclino contra la parte baja ajena, con su legua exploro y expandió la entrada del castaño.
Los gemidos que emitía su esposo incitaban y excitaban mas a Kyoya, se levanto reemplazando su lengua por sus dedos, su boca busco el cuello ajeno.
-¿Te gusta?- pregunto al oído moviendo mas sus dedos.
-S-siii- respondió entre gemidos- quiero... mas.
-¿Quieres esto?- pregunto provocativo presionando su miembro en la entrada ajena.
-Siii- dijo el castaño desesperado- quiero sentirte dentro de mi.
De una estocada llego a lo mas profundo de Tsuna, los movimientos en un principio fueron lentos, pero a medida que pasaban los minutos, estos se volvieron rápidos y mas profundos.
En el pasillo en el que se encontraban sus voces hacían eco, los gemidos subían poco a poco el volumen.
- Kyoya...- dijo entre gemidos- mmm... ya... no puedo... mas- su respiración era entrecortada- mas rápido.
El azabache obedeció, el también estaba a punto de llegar al orgasmo, sintió como Tsunayoshi se apretaba alrededor de él. Con unas rápidas estocadas alcanzaron el punto máximo, Kyoya tuvo que sostener al castaño antes que se cayera, las piernas de este estaban débiles. Fue alzado el forma de princesa y lo llevo a la habitación.
Kyoya lo dejo tendido en la cama y se termino de sacar la camisa, la cual estaba solo desabrochada, y los pantalones.
-Espero que estés preparado esposo mio- miro los hermosos ojos castaños- la noche recién comienza.
Continuara...
Les traigo el último cap :333 espero que les guste y gracias por leer >3<
solo nos queda el epilogo :D
Sin nada mas que decir... Bye bye :*
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