El castaño no salía de su asombro.

«¿Vivir con Hibari-san?»

Había vivido con otras personas antes, con Yamamoto y Gokudera cuando estaban estudiando en la universidad, pero esto era completamente diferente, no conocía nada de él.

« ¿Qué hago?»

-Abuelito- dijo temeroso- ¿Es necesario que se quede conmigo?

-Por supuesto- respondió firme- Pueden querer hacerte daño en cualquier momento.

-Hibari-san ¿No le molesta vivir conmigo?- preguntó el castaño nervioso.

-No le encuentro ningún problema, todo con tal de que estés seguro- respondió calmado.

-Entonces está decidido- hablo el mayor contento - Vivirán juntos.

«Waaa!!! En que me he metido»

Después de la reunión con el Noveno, Tsunayoshi volvió a su lugar de trabajo pensando en que iba a hacer, no era bueno cocinando, ni la persona más ordenada del mundo.

«¿Qué va a pensar Hibari-san de mi?!!! Un momento, ¿Porqué me tiene que importar?»

Durante todo el trayecto se mantuvo concentrado en sus pensamientos y lo más importante, como lo tomarían sus amigos.

-Boss ha llegado- saludó Chrome al ver a su jefe entrar- ¿Cómo le fue con el Noveno?- preguntó.

-Ahhh – suspiro- Se podría decir que fue algo a mi favor.

-¿Estás bien Tsuna-nii?- preguntó un menor.

-Estoy bien- respondió sonriendo y acariciando el cabello de Lambo- Puedes volver a tu puesto Chrome, me encargare de la caja.

-Como digas Boss- dijo la peli morada dirigiéndose a atender a los clientes que venían entrando.

La tarde continuo tranquila, los clientes iban y venían. Cuando llego el momento de cerrar, el castaño tenía que informar que habría algo diferente de ahora en adelante.

-Tsunayoshi-san ¿Qué ocurre?- preguntó la pelirrubia.

-Tengo que informarles que de ahora en adelante- hizo una pausa- Por orden del Noveno, tendré que estar bajo protección de un guardaespaldas- concluyó.

-¿Qué paso?- preguntó preocupada la pelirrubia.

-No ha pasado nada malo, Verónica- respondió- Solo es una medida de precaución.

- Pero jefecito- dijo Leo abrazando a su esposa- ¿Quién intentaría hacerle daño?

-Ciertas personas que quieren estar a la cabeza de Vongola Corp.

-Boss, debe tener cuidado- dijo triste Chrome.

-El gran Lambo-sama también te protegerá- dijo con aire de superioridad.

-Gracias Lambo- habló el castaño.

-Y, ¿Cuándo vamos a conocer a tu protector?- preguntó Mimi intrigada.

-Lo conocerán en la mañana- respondió mirando a la pelirroja.

Al terminar la charla, cerraron la tienda, dejaron todo listo para el siguiente día y se fueron a sus hogares. El castaño vivía en el departamento situado arriba de la cafetería, este constaba con dos dormitorios, un baño, una gran cocina, una sala de estar y un balcón.

Después de cenar, se puso a ver una película por la televisión mientras tenia a Natsu en su regazo, pero el sonido del timbre lo alarmo.

《 ¿Quién será a esta hora? 》

Se dirigió a la puerta y vio a través de la mirilla, ahí se encontraba el hombre vestido de negro que conoció en la tarde. Nervioso abrió la puerta.

- Hi-hibari-san ¿Qué hace a esta hora?-preguntó tartamudeando.

- Vengo a protegerte, desde ahora viviremos juntos-dijo relajado mirando a los ojos al castaño que se sonrojo levemente.

Sin que el castaño pudiera pronunciar una palabra, el pelinegro se abrió paso al interior de la estancia seguido por su maleta.

- ¿Cuál será mi dormitorio?-preguntó.

- Ese -dijo el castaño apuntando, aun no salía de su estado de sorpresa.

El pelinegro entro a su dormitorio designado y cerró la puerta, Tsuna solo se sentó de nuevo en el sofá intentando prestar atención a la película con Natsu a su lado.

- Sawada Tsunayoshi- pronunció una voz detrás de él.

- Waaa!!!- volteó- Hibari-san- Al verlo se fijo que ya no llevaba su traje negro, la vestimenta la cambio por una camiseta color azul, que marcaba su bien formado cuerpo, y unos pantalones negros. El castaño quedo embobado por la apariencia de su protector.

《 Se ve más relajado y apuesto 》

El pelinegro se sentó al lado de Tsuna.

-Tengo unas cuantas reglas que debes obedecer- dijo serio mirando los ojos café del menor- Número uno: nunca entres a mi habitación- habló- Número dos: cuando te diga que te escondas lo haces, numero tres: no debes alejarte a mas de 10 metros de mi y la última y más importante, la número cuatro: no te encariñes conmigo- finalizó serio.

-¿Qué pasaría si no cumplo con una de esas reglas?- preguntó curioso y avergonzado.

-Te morderé hasta la muerte- habló serio    

Continuara...

Gracias por leer <3 :3

nos vemos en el siguiente cap, un abrazo <3 bye bye *3*