Capítulo 16: Te amo
Tsunayoshi fue escoltado hacia los autos, donde se reencontró con sus amigos.
-Jundaime!!!- grito el peliplata abrazando al castaño.
-Tsuna- dijo alegremente el pelinegro uniéndose a la muestra de cariño.
-Chicos!- hablo el aludido contento de verlos.
-Me alegro que hayas vuelto querido nieto- dijo una voz a sus espaldas.
El castaño se dio la vuelta y al ver a su abuelito se dirigió hasta él y lo abrazo. El mayor se fijo en las marcas que tenia en su rostro y la herida de su brazo.
-Coyote tratas las heridas de Tsunayoshi por favor- hablo el Noveno.
La petición de mayor fue cumplida al cabo de unos minutos.
En la mansión sumida en la oscuridad y el silencio, el cual era irrumpido por los quejidos que provenían del pelirubio. Este tenia un un brazo roto y una bala en las tres extremidades faltantes.
Una risa retorcida salio del herido y miro fijamente al guardaespaldas.
-Espero que te guste como deje el cuerpo de mi Tsunayoshi- dijo burlón.
Hibari ardió en cólera, acomodo sus tonfas y golpeo secamente la mejilla de Edward, es cual al acomodarse escupió un poco de sangre.
-No se como Tsunayoshi acepto ser tu pareja - volvió hablar- eres débil, no lo puedes proteger.
Otro golpe impacto la cara del pelirubio. Tanto como Reborn e Iemitsu quedaron asombrados al saber que Tsuna y Kyoya eran pareja, aunque el azabache lo intuía.
Otra risa retumbo en sus oídos.
-¿Crees que soy el único que intentara llevarse a Tsunayoshi? Están muy equivocados- miro fijamente a Hibari- no podrás impedir que se lo lleven, le harán mas cosas de lo que yo le hice, ¿Podrás vivir con eso?
Kyoya quedo en silencio, tenia miedo. Miedo de que se llevaran a Tsuna de su lado otra vez. Sin embargo, él estaría con el siempre.
-Nadie tocara a Tsunayoshi- respondió- mientras este a su lado no dejare que nadie le haga daño.
Ante esa respuesta a Reborn se le formo una pequeña sonrisa.
El pelirubio gruño, se levanto rápidamente aun con sus piernas lastimadas y se lanzo sobre Hibari, el cual perdió el equilibrio. El atacante presiono la herida de bala que le había propinado el mismo.
De una patada por parte del padre se su pareja, su atacante fue expulsado a unos metros de distancia.
Reborn se harto de tanto parloteo, cargo su arma una vez mas.
-Iemitsu, llama a la policía para que vengan a buscar a este sujeto- miro al nombrado- diles que es de parte mía.
Sin esperar la respuesta, el azabache descargo su ira acumulada disparandole varias veces a Baccheli. Una bala fue a parar a su muslo derecho, otra le roso la mejilla y otra quedo en su hombro derecho. Otras mas rosaron la piel de este, causando varias heridas que le causaban un gran dolor, justo lo que esperaba Reborn.
Cuando ya vació el cartucho, a Edward se le vio un pequeño alivio en los ojos, pero Reborn no permitiría que esto terminara tan fácilmente. Saco otro cartucho de su bolsillo y volvió a dispararle.
-¿Quieres darle una lección Iemitsu?- pregunto viendo al nombrado.
Este se acerco al pelinegro e impacto su puño derecho en la cara de este.
-Esto es por llevarte a mi hijo- dijo furioso.
Edward quedo tendido en el suelo por el fuerte golpe, escupió sangre y un diente.
Al cabo de unos minutos, tanto como Reborn, Iemitsu e Hibari se cansaron de golpearlo, aunque su ira no se calmaba, sabían que si seguían el sujeto terminaría muerto y eso no lo querían, tenia que pagar por sus crímenes.
Cuando llego la policía, saludaron a Reborn el cual le explico la situación.
Todo era un caos dentro de la mansión, los uniformados sacaban y sacaban a delincuentes que estaban malheridos, sin contar a su jefe, el cual apenas respiraba por la gran paliza que le dieron.
Una ambulancia atendió las heridas de Hibari, el cual estaba desesperado por reunirse con su castaño.
Paso una hora hasta que todo el grupo se reunió de nuevo. Tsunayoshi al ver a su pareja en buen estado y con su herida tratada, sin importar que lo vieran, corrió hasta él y lo abrazo, tal muestra de cariño fue correspondida por Hibari.
Los presentes estaban asombrados con tal proximidad que existía entre ellos, pero ninguno dijo nada, tan solo esperaron a que estos se separaran para hablar.
-Creo que es hora de irnos, ¿no lo crees dame-tsuna?- dijo Reborn.
El castaño respondió con una afirmación de cabeza sin separarse del pelinegro.
El camino de vuelta fue mas relajado que el de llegada, la mayoría iban durmiendo, felices de haber recuperado al castaño.
Llegaron al amanecer, en la bajada del jet una castaña estaba esperando ver a su hijo acompañada por Xanxus y demás.
Cuando Tsuna se bajo del avión, vio a su madre, la cual corrió hasta él y lo abrazo.
-Mi Tsu-kun- dijo con lagrimas en los ojos- mi niño, me alegro que estés de vuelta y a salvo- miro las herias de su hijo, las cuales habían sido tratadas por Verde en el jet.
-Mamá- susurro el menor abrazando fuertemente a su progenitora.
Luego de recibir cariño por parte de Nana, Tsuna le agradecido a cada uno por rescatarlo.
El castaño quiso volver a su casa a descansar, aunque su abuelito le sugirió que fuera a la mansión con el, este lo rechazo.
Lo acompañaron hasta afuera de su apartamento, su madre le hizo prometer que la llamara en la tarde para saber como se encontraba. Al despedirse de todos y agradecerles una ves mas el castaño entro a su casa que tanto extrañaba seguido por Hibari.
El mayor al cerrar la puerta vio como los hombros del pequeño empezaban a temblar y escucho pequeños sollozos. Se acerco por la espalda y lo abrazo.
Todo el dolor, sufrimiento, miedo que paso el castaño, eran llevados por las lagrimas que descendían sin parar de sus mejillas.
El pelinegro lo abrazo y lo abrazo, no sabia cuanto tiempo paso pero no le importaba.
-Tenia miedo- empezó a decir débilmente el castaño- miedo de no poder verte otra vez- hablo dándose la vuelta y mirando los ojos metálicos de Hibari.
-No tienes porque pensar eso ahora- dijo dando un beso en la frente- ya paso todo y ese tipo no te hará daño otra vez.
Se abrazaron de nuevo, el mayor dirigió a Tsuna a su dormitorio, lo acostó y lo arropo a su lado abrazándolo por la espalda.
-Te amo Tsunayoshi- dijo al oído del menor- no dejare que nada te haga daño.
El nombrado sintió todo el cariño que Hibari le profesada, se sintió feliz, verdaderamente feliz, con solo dos palabras con mucho significado borraron el miedo que sintió en los últimos días.
-Igual te amo Kyoya- hablo cerrando los ojos por el sueño- te amo con todo mi corazón- dijo antes de quedarse completamente dormido.
El pelinegro quedo con una sonrisa acariciando el cabello de Tsuna, no podía comprender como el pequeño herbívoro que conoció en el gran despacho de su abuelo, pudo robarle el corazón tan rápido, eso si, no se lo iba a decir al castaño. O podría confesárselo mas adelante.
Miro la cara durmiente de la persona que yacía comodante en sus brazos, se relajo y se quedo profundamente dormido.
Continuara...
Nuevo cap!!! wiii!!! ya estamos en la recta final!!! *chan chan chaaaaaaaan*
espero que hayan disfrutado el cap :3 nos vemos en el siguiente <3 bye bye
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