Sunny sonríe cuando el grupo de amigos se acerca, no es una sonrisa grande, simplemente una pequeña curva en sus labios que demuestran su felicidad, Hikiko adora ver la sonrisa de su hermanito, y no puede evitar sentarse a su lado y acariciar el cabello de Sunny, la sonrisa de su hermanito se agranda, sus ojos cerrandose en una tranquila felicidad.

A su alrededor, sus amigos se sientan, dispuestos a disfrutar del picnic. Cada uno toma un peluche, abrazandolos y relajandose en la atmosfera, Aubrey y Basil juegan entre ellos con sus peluches, Hero saca de la canasta de picnic un par de jugos que entrega a cada uno.

--- ¿Qué? ¿Frutos rojos? ---Kel hace una mueca cuándo observa la etiqueta de su jugo. --- ¡Yo quería Naranja! ---exclama, dejando a un lado el peluche de pulpo que había tomado y agarrando la canasta para buscar dentro de ella lo que él quería.

Hikiko no toma un jugo, ofreciendo el suyo a Sunny sin ninguna palabra, su hermanito acepta la bebida sin ningún problema.

--- No hay Naranja. ---Kel dice con aires de tristeza, habiendo vaciando el contenido de la canasta en la manta de picnic. Hikiko cierra los ojos, dispuesta a no ver el caos que había hecho. --- ¿Oh? ¡Sunny, él tuyo es de Naranja! ¿Podemos cambiar?

Kel se acerca hacía ellos, ofreciendo su caja de jugo a Sunny, quien deja de beber para observarlo en silencio.

--- Um... --- Sunny dice, inseguro, mirando entre la bebida en sus manos y la que Kel le ofrecía.

Hikiko sabía que Sunny no tenía ningún problema cambiado el sabor de su bebida, más bien, a su hermanito no le agradaba la idea de darle una caja medio vacía a su amigo y recibir una completa a cambio. Su hermanito era justo de esa manera, alguien extremadamente amable.

--- ¡Por fis! ---Kel ruega, agarrando a Sunny de los hombros y sacudiendolo levemente, Sunny se congela, ojos abiertos observando a Kel, el jugo se desliza de sus manos, y cae a la manta de picnic, regando sus contenidos.

Mari agarra a su hermano, su mano cerrandose en el brazo de Sunny antes de que este pueda irse, él la mira con enojo, pero ella no había terminado de hablar todavía.

Hikiko despierta en un escenario vacio, no hay publico, ni paredes, tan solo un escenario en dónde ella se encontraba recostada. Ella se levanta, mirando al rededor. No recordaba haber regresado, Kel había regado un jugo y después... después...

No importaba ahora, suponía, podría salir a buscarlos si así deseaba. Excepto porque no encontraba la puerta por ninguna parte, no había salida del escenario, Hikiko sabía cómo salir de este lugar, cómo terminar con la espera. Ella regresaría, tan solo necesitaba desaparecer por un minuto.

Hikiko está acostumbrada al dolor que viene con apuñalarse a si misma. El miedo que al principio era constante ya no es más que un murmullo en el fondo de su cabeza. Pero Hikiko sabe que sin importar que, este lugar siempre va a estar allí para recibirla.

Hikiko cae al suelo, no hay sangre, nunca la hay, tan solo dolor y una sensación de descanso. Ella regresará, y al día siguiente pasará un nuevo y perfecto día junto a sus amigos y su querido hermanito.

Cuándo Hikiko despierta en el escenario al día siguiente, Sunny no está en su manta de picnic, la mancha del jugo de naranja sigue presente, y Basil se sienta en su lugar.

--- No lo hemos visto desde que Kel derramó el jugo.

Hikiko no llora, llorar no es perfecto. Pero que Sunny no esté en su lugar determinado también era una imperfección.

Kel se disculpa profusamente mientras Aubrey lo regaña por haber hecho enojar a Sunny lo suficiente cómo para hacerlo irse, Hero intenta calmarlos y ofrece platitudes vacías sobre cómo iban a encontrarlo pronto y cómo Sunny no los odiaba y seguramente necesitaba tiempo solo.

Basil mira a Hikiko, detrás de él, una sombra la observa con ojos blancos.

Sunny no está.

Sunny ya no estaba, no regresaría nunca, Mari está allí cuándo se lo llevan, pero no se siente presente, no se siente real. Sunny ya no estaba, ¿Cómo podía no estar?

Hoy debía ser un día perfecto.

Mari llora.