💜~3~❤

~Frágil~

Fem!Ivlis (Ivlin)
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Su madre sin dudas era una completa lindura.

No había que ser ningún experto para notarlo, la simple imagen de la diableza se le hacía algo divino.

Sus ojos dorados y brillantes como el oro o la miel, su dulce sonrisa, su tierna estatura, su femenina y curveada figura, esa adorable costumbre suya de mover su cola cuando caminaba.

Su abuelo era un gran imbécil, pero debía admitir que había creado algo hermoso, digno de ser llamado "Perfecto".

Pero no, no solo era su apariencia.

Ivlin también tenía sus atributos internos. Era sorprendente, pues no importaba que tan indefensa y vulnerable aparentara ser, cuando se enfadaba era todo un peligro. Era más fuerte de lo que aparentaba, "valor" e "impulso" eran su segundo nombre. Era testigo de ello... Ella sola había enfrentado al cruel Envi y masacrado sin piedad.

Era guerrera, pero también tenía su lado suave. Ese lado suyo que no mostraba ni a Satanick ni a los demás. Su linda faceta cuando estaban juntos, cuando le cantaba, cuando le abrazaba o mimaba.

Su madre si bien podía defenderse sola, ante sus ojos siempre sería una dama, una inocente jovencita que merecía protección.

Para él, ella no era la temible diableza que derrocó mundos, asesinó inocentes y aterró a miles de demonios y diablos.

Era su madre. Lo anterior mencionado, solo la hacía más genial.

¡Sí, era poderosa ante sus ojos!

Pero seguía siendo una dama.

Aún no comprendía... ¿Por qué su estúpido padre no entendía eso? ¡Ella era más que un juguete, más que una mujer de pronunciada figura! Ella era más que eso...

No permitiría que siguieran insultando su belleza de esa forma. Había más maneras de demostrar su "amor" a Ivlin que no fuesen acoso, violación o comentarios subidos de tono.

¿No era suficiente con sacarle una sonrisa? Algo tan hermoso, y aún así lo mínimo que se puede sacar de ella. No entendía el interés del diablo de Pitch Black por solo disfrutar de su cuerpo, eso debería ser lo que menos importa.

¿No es mejor que ella sea feliz a tu lado?

¿No es mejor ser quien encienda en sus ojos esos destellos vivos?

Bah... ¿Para qué perder el tiempo pensando en eso? Satanick era un imbécil, no había nada que pudiese hacer al respecto por cambiarlo. Lo que sí podría hacer por lo menos... Es seguir cuidando a la dulce diableza de sus ataques. Es lo menos que podía seguir haciendo después de que ella lo salvara del demonio cabra.

Era lo menos que podía hacer para demostrar su amor...

Eso y no permitir que su belleza se opacara.

Pero... Era difícil cuando ella misma era quien lo hacía.

-¿Madre?... -El joven diablo llevaba un largo rato observando desde la puerta entre abierta del baño. Había ido a buscarla, pues Rieta había dicho que era hora de cenar. Sin embargo, el menor no avisó apenas llegó... La escena lo estaba sorprendiendo mucho.

Ivlin se miraba en el espejo, no hacía nada más que acomodar su cabello, manteniendo una mirada de asco mientras se abotonaba la ropa.

¿Estaba temblando?

¿Qué era ese líquido blanquecino que escurría en sus piernas?

...Satanick reverendo hijo de perra.

-¿U-uh? Licorice... No te vi ahí, cariño... -La diablesa se arregló rápidamente, fingiendo que no pasaba nada, a pesar de que el niño entrecerraba los ojos con el seño fruncido.

-Madre... ¿Estás bien?

-S-sí ¿Qué te hace pensar que no?

Un silencio incómodo inundó la habitación. Quizás... Ivlin era una adulta. Pero su hijo no era ningún tonto, y su mirada firme e insistente era suficiente para ponerla nerviosa, apretando su brazo en lo que iba bajando la mirada hasta el suelo.

-...Se acabó. Lo haré pedazos. -Pronunció, tomando su forma adulta dispuesto a ir ya mismo donde el jodido diablo para volverlo alfiletero.

Pero algo lo detuvo.

-N-nh... Ugh...

-...¿Madre? -Volteó con sin semblante confundido, el cual en ese instante se volvió horror.

La diableza lloraba.

-¡Madre! -Olvidando por completo sus intenciones homicidas, Licorice corrió al encuentro de la adulta, abrazándola fuertemente para impedir que cayera de rodillas al suelo.

Era horrible.

Casi nunca veía así a Ivlin...

-E-estoy bien... -Musitó, con falsa voz calmada mientras limpiaba sus ojos, sin conseguir que le creyeran una sola de sus palabras. -Tu madre... Es muy fuerte... Solo necesito descansar.

-Mamá... -Él no la dejó ir. Apretó su agarre, como cuando buscaba su consuelo. -No me mientas... Yo sé que eres fuerte, pero... Llorar no lo cambiará.

Ivlin no dijo nada.

Simplemente correspondió su abrazo.

Y lloró...

-¡B-bwaaah! ¡L-licorice! ¡F-fue horrible! -Gritaba entre su llanto, hipando a cada instante, temblando... Como una niña indefensa. -¡P-pensé que... Podría p-pero...! -Algo no encajaba aquí... ¿Acaso su padre no había dejado el asunto de las violaciones atrás? ¿No había dicho que quería ganarse su corazón en buena ley? -¡¿Por qué no pude?!... S-soy tan... Débil y patética...

Ivlin era fuerte.

Pero tenía sus límites.

No dejaba de ser de corazón frágil...

Aunque ella quisiera ocultarlo... Sí, a quien le preguntara le diría "Ella jamás ha llorado, prefiere ser hostil".

Según los demás, estaba acostumbrada a esa vida, no le dolía más dejar de ser pura, no luchaba más por ir en contra de eso, no necesitaba hablar de eso con nadie.

Según ellos... Ivlin no era ninguna debilucha.

Él creía... Qué tal vez nunca encontró a la persona indicada para soltar su dolor.

-Tranquila... No eres nada de eso... Simplemente hay cosas que no puedes evitar.

"No estás sucio, no eres débil ni patético... Sólo eres un niño, cariño... Él es el monstruo, él es el sucio. Él es el asqueroso enfermo... Mamá está aquí, mamá te protegerá... No tengas miedo, aquí estoy..."

-No tengas miedo, madre... Aquí estoy para cuidarte.

Ella limpió sus lágrimas, milagrosamente esbozando una sonrisa.

Su dulce sonrisa.

-¿Quieres ver cómo lo empalo?

-Después... Necesito más cariño de mi pequeño regaliz...

Su madre quizás no era débil en ciertos aspectos.

Pero cuidarla seguía siendo su deber, no importaba que tan pequeña fuera la circunstancia.

Después de todo... Era frágil. Merecía amor, respeto y delicadeza... Y él podía darle eso y más. La dueña de su corazón no merecía menos.

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Mi Ivlin es media llorona, idk(?)

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