¿Ship?
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—¡Y entonces el príncipe miró dulcemente al de mechas rojas! Oh, lucía tan hermoso como el día en que tuvo el honor de volverlo a ver. "Madre..." Murmuró con suavidad acercándose. Sus labios se rozaron por un instante "Licorice..."

—¡¿Y qué pasó después?! ¡Dinos, Rieta! ¡Dinos! —Gritaba como loca Poemi sentada en las rodillas de Emalf, el cual trataba de calmarla y mantenerse cuerdo también.

—Uh... Sólo llegué hasta ahí, después Satanick me quitó el cargador de la portátil...

—¡NOOOO! ¡NO NECESITO DORMIR! ¡NECESITO RESPUESTAS! —Chilló el de lentes casi lanzando a su novia por los aires de no ser porque esta se agarró de su cuello para llorar por su fanfic inconcluso. —¡Tiene que haber más! ¡Escribe más!

—Pero no puedo, me quedé sin inspiración. —Sollozó la peli naranja.

Sí, Rieta estaba leyéndoles a Emalf, Poemi, Reficul y Sin... Oh, y Yosafire que había venido colada con Etihw y Kcalb quienes venían a ver al demonio de ojos violáceos.

Desde hace mucho la OTP de la "familia" se había revelado cuando Emalf sin querer abrió de más la bocota y reveló sin querer que Licorice estaba localmente enamorado de su "madre". Poemi gritó feo y empezó a referirse a Licorice como "Papi" cuando estaban solos, Reficul le mandaba indirectas a Ivlis sobre que Licorice era un niño digno de amar, Sin y Yosafire ayudaban a Rieta con los fanfics, la última venía más seguido para tener fanservice.

Y en cuanto a Rieta...

Ella no quiso estar a favor porque tenía un crush con el señor Ivlis, pero como era de esperarse terminó sometida por los encantos de la pareja y mandó sus planes para hacerlo hetero o bisexual a la mierda.

Ivlis no estaba enterado de nada.

Porque si lo estuviera ya les hubiese caído a chancletazos a sus hijos y yerno.
Lo más gracioso es que Emalf se llevaría la mayoría de esos golpes aunque no hubiese hecho nada.

Licorice lo tomaba como algo neutral. Sus hermanos y amigos le apoyaban con respecto a lo de Ivlis... Lo cuál era mejor a ser tratado como enfermo, justo como había imaginado. Lo único que le molestaba era que los espiaran constantemente en sus momentos de padre e hijo para nada románticos y que solo él se diera cuenta.

Ivlis no se percataba nunca.

Además de dormir como tronco y no notar un puto orgasmo por ello también era sordo por no oír murmullos desde los arbustos, y ciego por no ver cuándo volvían a su escondite torpemente y moviendo las hojas.

Carajo... Licorice ya empezaba a tener mucho miedo.

Quizás más miedo que al mismísimo Envi. Y miren que eso era mucho.

Le asustaba que ellos sin querer le soltaran toda la sopa a su madre. Oh no... ¡¿Y si le decían sobre lo que hizo "esa" noche?!

Bien merecido tuvo Emalf los flechazos que recibió el día en que todo salió a la luz.

Solo quedaba una cosa por hacer...

Y eso era...

...Cuando lo supiera lo implementaría.
Por ahora iba a ser cauteloso y lloraría de vergüenza en los rincones como todo un macho.

—¡Tienes que inspirarte con algo! —Insistió la revoltosa demonio de cabello verde, haciendo una pose dramática.

—Sólo me inspiran las canciones sad que me encuentro en internet. Adolescence me inspiró esta vez pero... ¡ME QUEDÉ SIN MEGAS!

—¡Entonces recurriremos a medidas extremas! —Declaró la demonio menor levantándose y ganando la mirada expectante y curiosa de todos los presentes. Ella volteó con aires de misterio y una gran sonrisa. —Tenemos que inspirarla con fanservice.

–¡¿Estás loca?! –Reclamó su pasiva- digo, Emalf. –No son pareja ¡Es imposible verlos hacer fanservice!

–Pero son padre e hijo... Hay cariño de por medio. –Y así con su maliciosa mirada los demás asintieron dándole la razón.

Excepto el de lentes que seguía temeroso de que Licorice se diera cuenta y le cayera a putizas a él.

Aún no superaba el trauma que le dejó cuando todos lo supieron.

Pero así sin oír las advertencias del de lentes, la familia se dirigió al patio donde las víctimas– digo, los susodichos incestuosos se encontraban. Tal como Poemi esperaba, aquellos dos se encontraban en sus proclamados momentos "fraternales, no gays" usuales.

–Son tan shippeables... –Murmuró la genio, encantada ante la escena del diablo menor haciendo que el de mechas rojas se agachara para acomodarle una corona de flores en la cabeza, haciendo este lo mismo. Ay, se veían super tiernos, sonriéndose el uno al otro.

–¿Esto te inspira lo suficiente para el fic? –Tanteó la de cabello verde, conteniendo su emoción para no sacar fotos.

–Creo que sí ¡Yay! ¡Porque estaba en la parte más interesante donde Licorice e Ivlis hacían hard!

–...¿Rieta? –La voz del diablo de flamas sacó a todos los espías de onda. Rieta había gritado tan fuerte que Ivlis se dió cuenta de su presentación y volteó hasta ellos, sin tener la más mínima idea de qué hacían observándolos. Aunque Licorice... Este sí sabía. –¿Qué hacen aquí? ¿Qué fue...eso que dijiste? –No había comprendido a qué se refería con hard.

–...Ustedes. –Siseó el de orbes dorados, oscureciendo su mirada al tiempo que tomaba su forma adulta y formaba una lanza. Esta se las iban a pagar. Ya estaba hasta los cuernos con tener que soportar sus acosos, casi soltaban la sopa de no ser porque su madre no comprendía sus términos. No quería arriesgarse más, perdió la paciencia con esto.

–...Creo que terminaré el fic después ¡SI NO SOBREVIVO NO PODRÍA! ¡CORRAAAAAAN! –Y así, la tanta de espías salió corriendo, esquivando de suerte todas las lanzas del diablo.

Quizás... Instalar cámaras en la casa sería lo más seguro.

Para observar la shipp y no correr el riesgo de terminar como Satanick.

–¡VALIÓ LA PENA! ¡FUE POR LA SHIPP!

–¡YO LES DARÉ SU SHIPP, MALDITOS BOCONES! ¡LOS HARÉ CEVICHE!

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Toda la familia los shippea, bby.