💜~10~❤
~Padres~
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Entre todos los sueños que Licorice tenía, aparte de ganarse el corazón de su madre y hacerle feliz... También deseaba formar una familia con él.
Sí, entendía que en ese entonces era un niño y tal cosa no podía cumplirla aún hasta que creciera, por más que su madre también anhelara un hijo de ambos... Debían ser pacientes y esperar a que el menor llegase a la edad madura.
Aún quedaba mucho tiempo, y en lo que esperaban podían seguir amándose y ser una familia de seis.
Sí, seis, Igls contaba.
El caso es, que Ivlis había sido el que le advirtió a su niño sobre esperar a su edad madura para empezar con el plan familiar.
No porque esperara a tener espacio en la nueva casa. aunque Poemi y Emalf se fueron más rápido de lo esperado a su nuevo nido de amor en otra casa.
Sino porque su hijo aún era un niño y no estaba listo para la agotadora experiencia de ser padre. No era fácil, él lo sabía por experiencia propia... Aunque, en ese entonces recibía ayuda, ahora contaba con un esposo inexperto.
Sí, esposo, ya estaban legalmente casados.
El asunto de tener un hijo... Bueno, no salió a la luz después de años y años.
A veces... Ivlis no se ponía a reflexionar que sus pensamientos cursis en medio de las relaciones podrían terminar así.
-¿S-seguro de que te sientes bien?... -Licorice palmeaba la espalda de Ivlis, quien se encontraba incado en el baño. Estaba demasiado nauseabundo últimamente y ninguna comida que le ofreciera terminaba estando más de ocho horas en su estómago sin que la regresara.
El pobre odiaba ver así a su adorada madre, pero no había mucho que pudiera hacer por él. Ni Rieta tenía una explicación para eso más que declarar que toda la comida de la casa estaba rancia y debía comprar más.
-U-ugh... S-sí... ¡B-BLUUGH! -El menor cerró los ojos con un suspiro, acomodando mejor los mechones del sollozo Ivlis. -A-ahg... A-asqueroso... -Odiaba esto, era tan repulsivo que hasta le sorprendía que su hijo lo soportara. Trató de incorporarse un poco con la ayuda de Licorice, aunque al hacer aquello sintió que este le limpiaba con cuidado la comisura del labio con una servilleta. -G-Gracias... Cariño...
-Ven, necesitas reposar un rato... -Lo cargó con cuidado de no marearlo y lo dejó acomodarse con sus piernas agarrándose a su torso y su cabeza apoyada en su hombro. Dormir mientras él buscaba maneras de que comiera sin vomitar haría bien.
-G-grac... ¡B-BLUGH...! -El menor contuvo un gesto de asco al sentir aquello en su espalda, pero los sollozos afligidos de Ivlis lo evitaron. -...L-lo siento tanto...
Licorice inhaló hondo.
No, no estaba enojado... Aunque tendría que cambiarse de ropa.
-D-descuida... No importa.
Ni idea de qué pudiera estar causando todo eso...
Hasta que... Rieta llegó sonriente a ofrecerle a su amo una especie de termómetro raro que por alguna razón causó en su madre una reacción nerviosa.
-...H-haha... Rieta, estás jugando conmigo... -Rio nerviosamente, tragando con miedo al observar el objeto. No, no podía ser posible ¿Verdad? No había planificado esto todavía.
-¡Sí lo es! Digo... Las náuseas indican eso. Además, nada estaba en mal estado... Debería intentarlo. Solo para descartar dudas. -Licorice se limitaba a escucharlos charlar.
Ni idea de qué hablaban.
¡Él quería entender!
-...-Ivlis volvió a mirar el objeto, su expresión era todo un poema. -Esto es una locura... Pero lo haré.
-¡Perfecto, señor Ivlis! -Animó la genio alzándole el pulgar una vez que lo vio entrar al baño y dirigió una mirada traviesa y feliz hacia Licorice, el cual no pudo hacer más que alzar una ceja dando a entender que no sabía de qué hablaban.
-Uh... Rieta ¿Qué era eso que le diste a madre? -No es que no confiara en ella o Ivlis, simplemente no le gustaba quedar en suspenso con algo que daba pinta de ser importante.
-Nada importante, Licorice... Nada importante. -Sin más, la servidora se retiró sin perder su sonrisa, la cual solo se expandió apenas escuchó el chillido que soltó su amo aun dentro del baño.
Sí, tal como esperaba...
-¡¿Cómo diablos se lo voy a decir, Rieta?! -Ivlis se agarraba la cabeza, sin dejar de caminar de un lado a otro. A este paso iba a dejar una zanja en el suelo, pero eso no parecía importarle a la peli naranja, quien sonreía de oreja a oreja y de vez en cuando lanzaba algún grito bajo. -E-Esto no... ¡N-no entiendo! ¡Yo no lo planeé! ¡Ni siquiera dije algo como "¡Sí, quiero un hijo tuyo!"! ¡¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?! -El pobre se dejó caer en la cama soltando más lamentos y gritos ahogados en una almohada.
La genio le palmeó el brazo con dulzura y habló. -Señor Ivlis... Usted recuerda cuando Satanick le explicó sobre este asunto ¿Verdad?
-Agh... El idiota solo me dijo que se podía si alguno de los dos lo deseaba... Pero se necesita magia de por medio para eso. -La cabeza le dolía demasiado, y este predicamento no lo ayudaba.
-Bien... En caso de que esa magia ya la tuvieran incorporada por ser diablos... ¿Usted no ha deseado en algún momento formar una familia con el joven amo?
El silencio habló por sí mismo y Rieta solo se empezó a reír por ello. Oh, Ivlis era tan obvio.
-¡NO PUEDE SEEEER! ¡RIETAAA! ¡¿QUÉ DIABLOS VOY A HACER AHORA?!
Resumiendo: Licorice no se enteró de nada con respecto a lo que pasaba porque Ivlis negó rotundamente y dijo que lo que Rieta había propuesto no era real. Por ello, el secreto solo quedó entre los dos y el menor de la familia lo pasó por alto mientras seguía buscando la manera de averiguar el por qué de los extraños síntomas de su madre.
Así estuvieron por unos días hasta que finalmente Ivlis se armó de valor. En algún momento... Se lo tendría que decir ¿No?
-¡Madre! ¿Ya estás lista para salir? -Preguntó alegremente ajustándose una vez más la bufanda mientras miraba por la ventana y esperaba a su amado. Hoy habían quedado de salir a pasear y la nieve estaba cayendo. Un paraguas y todo estaría perfecto. No había nadie afuera, puesto que con el frío todos preferían quedarse en sus casas, así que disfrutarían tranquilamente la cita.
-Seguro, mi amor... -El de mechas rojas salió detrás de él una vez que terminó de cambiarse y tomó el paraguas.
Caminaron un rato sin rumbo alguno, tan solo querían despejarse un rato. El clima nevado siempre era hermoso incluso para Ivlis, quien prefería los cálidos. La nieve caía como estrellas blancas y el calor que le proporcionaba el abrigo y el abrazo de Licorice era más que suficiente para hacer cómodo el paseo.
-¿Seguro de que no te sientes mal hoy, madre?... -Tanteó algo preocupado. Ivlis ya no tenía nauseas tan seguido, pero no quería bajar la guardia por nada.
-No, no... Tranquilo. De hecho, justo de eso quería hablarte ¿Sabes? -Bajó la mirada apenado una vez que se detuvieron en el jardín y quedaron frente a frente. El más alto se quedó en silencio, esperando que él terminara de hablar. -Aunque... Antes debo saber... ¿Tú todavía quieres formar una familia conmigo, cariño? Ya sabes... Un hijo de ambos.
Él se extrañó y hasta sorprendió un poco por la pregunta, pero no dudó en contestarla. -¡Claro que sí! Me haría muy feliz que tú y yo criáramos al fruto de nuestro amor, madre... Pero... ¿Esto que tiene que ver con...?
Y entonces los engranes de su cerebro empezaron a maquinar y lo llevaron a esa idea que lo hizo quedarse helado.
-...E-espera... Espera... ¿T-tú...? -Los labios le temblaron un instante, pero la sonrisa de Ivlis y el modo en que guió una de sus manos hasta su vientre fue la prueba suficiente para lo que iba a escuchar a continuación mientras sus ojos empezaban a aguarse.
-Y-yo... E-estoy esperando un bebé.
Fue en ese momento que el dichoso paraguas cayó al suelo e Ivlis ahogó un grito de sopresa al sentir los brazos de su hijo rodearlo por la cintura para levantarlo y abrazarlo fuertemente mientras reía a la par que las lágrimas empezaban a emergerle y sus afectuosos besos se regaban en cada espacio del rostro del de mechas rojas.
Ambos lloraban, pero lejos de ser de tristeza... Era profunda felicidad.
-¡Te amo, te amo, te amo, te amo tanto Ivlis! ¡No puedo decirte con palabras lo feliz que estoy porque no pararía! Y-yo... -Por Vicers, el llanto del menor se le contagió enseguida, no por la noticia, después de todo el la supo primero... Pero aquella reacción de su dulce esposo lo había conmovido demasiado, llegando a agradecer a la vida misma por esto. -N-no puedo creerlo... D-de verdad... ¡A-ah, perdona! -Gritó con miedo al percatarse de la manera tan brusca en la que reaccionó al abrazar así a su madre. -¿T-te sientes bien? No te hice daño ¿Verdad?
Él rio dulcemente llevando sus manos a su rostro, acariciando con amor sus mejillas húmedas en las cuales aún sentía que se deslizaban lágrimas. -Tranquilo... Me siento... Me siento perfectamente. -No era ni más ni menos de lo que sentía.
No era la primera ves que esperaba un hijo, pero sí la primera en la que este no sería de nadie más o menos que el amor de su vida. La primera vez en la que una inmensa felicidad lo invadía al saber que dentro de él una criaturita nacida del amor iba a formar parte de su familia.
Ambos serían padres... Por fin serían padres. Estaban tan emocionados.
No tenía forma de describirlo.
Ambos se besaron tierna y suavemente, y seguidamente volvieron a abrazarse en silencio.
-Prometo que seré buen padre... L-Lo prometo... Los cuidaré a ambos con mi vida. -Titubeaba perdido en ese ameno momento. Hasta que algo hizo clic en su cabeza y cargó rápidamente a Ivlis sin dar explicación, corriendo veloz como un rayo en dirección a la casa.
-¡¿Q-qué estás...?!
-¡ESTÁ HELANDO AQUÍ AFUERA Y TÚ EMBARAZADO! ¡NO PIENSO DEJAR QUE TE RESFRÍES! ¡MANTAS, LA CHIMENEA, UNA SOPA! ¡WAAHHH! ¡SOY TAN DESCUIDADO!
El diablo de fuego en vez de decir algo, sonrió dejándose hacer. Esto era una prueba de lo que le esperaba estos meses restantes... Y de alguna forma le era gracioso, pero adorable. Al menos estaría seguro de algo, él y su pequeño o pequeña estarían muy bien a partir de ahora.
En medio de la carrera al hogar, posó su mano sobre su vientre y cerró los ojos.
"Yo y tu padre te amaremos mucho... cariño."
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Me dio una diabetes tremenda escribiendo esto, así que estoy más de buen humor que de costumbre, y eso que Andrés me acompaña. (?)
Tal vez estoy sensible xd Idk
-Se acuerda de que tiene a medio hacer el diseño de la hija de estos dos.-
Debo terminarlo, aaaayyy :'v
Espero que les haya gustado mucho~
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