034
Lunes, 09:32 am.
Sentí unas tibias manos rondar desde mi vientre hasta mis muslos, esas manos se me hacían familiar, esas manos eran solo de alguien, eran de él. Refregué mis ojos con ambas manos y bostece mientras lo observaba, el se acomodo sobre mio, mientras que acariciaba uno de mis muslos, me estremecí ante aquel glorioso contacto, algo que solo él producía. »Buenos días, mi amor. « Dijo él.
¿Buenos? excelentes diría yo. Sonreí y enrolle mis brazos en su cuello, el beso mi mejilla, luego beso mi cuello, sus frágiles y húmedos besos cada vez bajaban más. Su mano me aferraba mucho más a él, dios, Bryan estaba muy excitado nuevamente.
Reí traviesa ante mis pensamientos y lo detuve.
- Tengo hambre..
- Pues.. mi bicho también cuenta como un alimento, ¿Sabías?. - reí.
- ¡Eres un pervertido! -Le grite.
- Lo sé.. -Dejo un beso en mi mejilla- Pero tu pervertido, amor.
Me di una pequeña ducha, luego me vestí. Un short bastante corto, una polera negra un chaleco gris y mis converse. Me tome el cabello y baje por el desayuno, él siempre lo preparaba y esta vez no fue la excepción. Antes de sentarme a la mesa lo observe, ¿Como podía ser tan perfecto?. Viéndolo ahí preparar el desayuno con una sonrisa de oreja a oreja me hacía sentirme muy bien, feliz, mejor que nunca.
- ¿Te sientas a comer, o quieres que te siente yo? -Sonrio pervertidamente, yo lo observé cabizbaja.
- Déjate con tus perversiones. -Reí junto a él y me senté.
- Yo no he dicho nada de otro mundo, eres una mal pensada
- Claro que no, Bryan..
- Que sí..
- Que no..-Sonó el teléfono de aquella casa, mis parpados con los de él se abrieron el doble, podía apostar que ambos teníamos el mismo pensamiento.
- Iré yo..-Se levanto.
- ¡No! - me levante- tu quédate aquí, yo contestaré.
- Pero Ali.. -Lo interrumpí con un pequeño y dulce beso en la comisura de sus labios.
- Espérame aquí.
Cientos de pensamientos rodearon mi cabeza hasta llegar al teléfono que por desgracia sonaba insistentemente, ¿Y si era mi madre o mi padre que ya sabían toda la verdad?. Tomé el teléfono temblorosa y aclaré mi garganta.
- ¿Bueno? ¿Quién es?
- ¿Se encuentra Bryan Cancel? le llamamos desde la empresa para informarle que Walter Martínez ha fallecido.
- -Suspire aliviada- Si.. de inmediato se lo comunico.
- Señorita.. una pregunta. ¿Usted es la señora Cancel?, disculpe mi pregunta, pero todo el grupo de trabajo lo ansía saber.. - no pude evitar reír por la pregunta tan impertinente de la persona que llamo.
- Lo seré.. Muy pronto.
Bryan.
Walter Martínez era un antiguo compañero de trabajo que con el cual no compartía mucho, pero de toda formas siento mucho su muerte.
20:32 pm, supuse que quizás esta sería mi última noche con Alison, tenía que hacer algo especial, algo que jamás la hiciera dudar de mi amor hacia ella, ese algo sería una sorpresa. La casa quedaba a unos pequeños pasos de la orilla del mar, ya lo tenía todo planeado. Esto le encantaría.
Alison.
Empacaba mis cosas porque mañana volvería a casa, tengo miedo, bastante diría yo. Él es muy importante para mi, no soportaría no verlo. Pero confiaré en su palabra, nada ni nadie nos separara.
Luego de empacar mis cosas me tiré en la cama, estaba un poco cansada mentalmente, pero a los minutos se abrió la puerta de mi habitación, no abrí mis ojos pero de repente sentí los cálidos labios de Bryan sobre los míos, sonreí cuando el se separo de mí y lo observe con ternura.
- Suspire, mientras el mantenía una de sus manos en mi pierna.- ¿Que pasa, Bry?
- Pasa que te tengo una sorpresa.
- ¿Enserio?, ¿Cuál es?.. aunque la última sorpresa que me diste no fue nada agradable, ¿Lo recuerdas, Cancel?
Alcé ambas cejas.
- él brio al ver mi expresión- Te encantara, no es nada malo, preciosa. -Beso mi mejilla- ¿Vienes?
-Lo observé unos segundo sin decir ninguna sola palabra, es más, solo le sonreí. - De acuerdo.
Me coloque un suéter, Bryan dijo que la sorpresa estaba afuera. Realmente esto me emocionaba demasiado. El tapo mis ojos con sus manos mientras me dirigía a la ansiada "Sorpresa", sentí un cálido viento levantar mi cabellera, me estremecí y el quito sus manos. ¡Cielo Santo!, esto era realmente increíble.
- ¿Te gusta?
- ¡Oh mi dios, Me encanta! -Lo abracé, el acariciaba mi espalda.- Gracias, amor.
- Me gusta bastante como suena eso.
- ¿Que cosa?, ¿El "Gracias"?
- No, me gusta que me digas "Amor". -Beso mi frente.
Velas en todas partes. En el centro había una pequeña mesa con unas cuantas velas más, supuse que ahí cenaríamos, en la arena habían pétalos de rosas rojas esparcidos. Todo esto era realmente un sueño, todo se veía hermoso. Lo observe y bese sus labios, sus manos seguían acariciando mi espalda, pero esta vez el me aferro a él, me aferro con delicadeza pero al mismo tiempo sentí como que el nunca, jamás, me dejaría escapar.
Bryan.
Nos sentamos a la mesa, ella estaba realmente reluciente, esa sonrisa no salia de su rostro, adoraba verla tan feliz. Había preparado una cena sencilla, pero al mismo tiempo era especial. Al verla hay, sentí un alivio en el pecho, sentí que ella era la mujer que tanto había esperado, Alison era la correcta, siempre la tuve a mi lado, pero jamás lo note. Ella es la mujer con la cual quiero tener un hogar y formar una familia, tener bastantes hijos, solo con ella, con nadie más.
Luego de aquella cena, nos sentamos en la arena, mi brazo se encontraba arriba de su hombro y ella mantenía su cabeza apoyada en mi hombro.. ¿Porqué era tan perfecta? cada gesto la hacía tan bella.
- Espere tanto esto.
- Lo sé, cuando era pequeña me lo decías siempre.
- Jamás pensé que el amor siempre estuvo tan cerca de mí, te amo.
- Yo te amo más.. -Bese su mejilla, el luego de eso se levanto.- ¿Que sucede?
- Ven aquí..-me levanté y el me cargo en sus brazos- La sorpresa aún no termina. -me hablo sensualmente.
- Oh creo que entiendo tu jueguito.
- ¿Cuál jueguito? -río, mientras entraba a casa.
-.Tu lo sabes, no te hagas - sonreí.
Bryan entro a nuestro cuarto y me aventó hacia la cama con cuidado.
- Listo preciosa.
- lo tome del cuello y empece a darle pequeños besos por toda su cara y después devore sus labios.
- Te amo, mucho.
-Yo también te amo mi amor mucho.
Lentamente se fue acomodando sobre mí tratando de no dejar todo su peso sobre mí, y metió su mano por mi blusa y empezó a acariciar mi espalda, segundos después di vuelta y quede arriba de el, abrí mis piernas y las puse cada una a lado de sus piernas nos miramos por segundos, hasta que sentí como Bryan llevaba sus manos a mi blusa y la saco, hice lo mismo con la suya y empece a acariciar sus pectorales, me moví lentamente sobre el haciendo que soltara pequeños gemidos.
- No hagas eso...-gimió-.
- ¿Hay algún problema?-me incline hacia el y bese su cuello y fui subiendo hacia sus labios para juntarlos con los mios.
- Ya no aguanto-hablo excitado-.Cambio de lugar, otra vez el arriba mío, toco mis senos por arriba del sostén y gimió roncamente, seguido empezó a lamer y morder mi cuello, minutos después prácticamente me arrancó el pantalón junto con las bragas y también el sujetador. Bese sus labios despojando sus pantalones ahora dejándolo solo en boxérs que aún llevaba y se dejó caer sobre la cama. Mientras besaba mi cuello yo daba pequeñas caricias en su cabello y soltaba leves gemidos, llevó su mano a mi entrepierna yendo directo al grano, al parecer Bryan estaba más que excitado por su rapidez, acarició mi clítoris, pellizcandolo de vez en cuando. De mi boca sólo salían jadeos, suspiros y gemidos. De vez en cuando gemía su nombre, esto era estar en la mismísima gloria.
Subió y beso mis labios rápidamente, recorriendola toda por dentro, bajó sus labios a la zona de mis senos, mordió el pezón erecto del lado derecho mientras con una mano masajeaba el izquierdo.
- ¡Ahh!-gemí, agarre las sabanas al sentir una vez más sus labios en mi sexo seguido metió dos dedos de él introducirse en mi. Bryan al verme así, tan excitada y mojada, supuse que pensó que ya era el momento, ya que senti que se incorporo con agilidad y me penetró de una vez, ante lo cual no pude evitar gemir, seguido pegue un grito.
- Pequeña, ¿te he hecho daño?– preguntó preocupado y estaba apunto de salir de mi pero mis piernas rodeando su cintura y lo detuve.
- No, quiero que me hagas el amor, duro Bryan... - dije en su oído y me agarre a su espalda, no se hizo de rogar y comenzó a penetrarme con fuerza.
- Demonios, eres tan... ¡estrecha! – gruñó y mordió el labio inferior mio, sin dejar de moverse.
Era tanto el placer que causaba en mí, no hacia más que gritar de placer y clavaba mis uñas en la espalda de Bryan y minutos después comencé a sentir una oleada de placer. Los gritos de los dos se escuchaban por toda la casa, No paraba de gemir, Bryan me embestía cada vez con más y más fuerza, proporcionándome más placer.Los dos ya exhaustos, sentía como el esperado orgasmo se avecinaba. Pronto noté un espeso líquido dentro de mi. Bryan se corrió, desencadenando el orgasmo dentro de mí, seguido del mío. Se dejo caer encima de mi, y ambos después de calmar nuestras respiraciones solo nos miramos y sonreímos después cerré mis ojos y caí en un sueño profundo un poco después. que él.
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