- No tenemos absolutamente nada que hablar Bryan. - Dijo la menor, secando sus lágrimas.

- ¡Claro que sí!. - Dijo el mayor, arrodillándose frente a la menor - Lo que has visto, no era lo que parecía, lo juro. - Acaricio con suavidad una de las piernas de la menor.

- No tienes porque darme explicaciones, entiendo perfectamente que tú estás con ella, que te vas a casar con ella, que todo es con ella, tu y yo no somos nada. - Dijo la menor de la forma más fría.

- Claro que somos algo, somos dos personas que se quieren como nadie en el mundo. Somos los mejores amantes que pueden existir en la faz de la tierra.

- Vete de aquí Bryan, por favor.

- Ali, por favor. - La menor lo interrumpió, levantándose de la cama.

- ¿Que quieres? ¿Quieres tener más sexo? ¿Eso quieres?. - Gritó completamente enojada.

- ¿Que mierda dices?. - Frunció el ceño molesto. - ¿Sexo? ¿Piensas que estoy aquí solo por sexo?.

- Tu solo me buscas para eso. - Dijo acercándose a él, quedando a solo unos cuantos centímetros de aquellos labios que la volvían completamente loca. - Maldito Idiota. - Los ojos del mayor se aguaron por completo, quedando completamente estupefacto con la reacción de la menor. ¿Que paso con la dulce pequeña?. - Quiero que te vayas ahora mismo de aquí Bryan.

- No lo haré. - Dijo secando sus lágrimas.

- ¡Perfecto!, Entonces me voy yo. - Dijo saliendo completamente enojada de la habitación.

Ambos estaban destrozados.

Alison.

Primero fue Andrew, ¿Ahora tú Bryan?, me siento decepcionada, pero ella sigue siendo su novia, no sabe absolutamente nada sobre nosotros y están en todo su derecho de tener sexo, pero lo que me llena de tristeza y ira, es que tan solo unas horas de haber estado conmigo, corra donde ella. Pensé que significaba algo más para él, pero me di cuenta que no era así.

- Ali, cariño. ¿Me alcanzas la papás?. - Dijo con una sonrisa completamente fingida.

- Tienes los brazos suficientemente largos para alcanzarlas, ¿No crees?.

- ¿Disculpa?. - Frunció el seño.

- Como oíste, tomalas tú. - Dije tomando un poco de mi gaseosa.

Bryan solo observaba su plato de comida.

- ¡Mocosa de mierda!. - Lanzo el cubierto ha alguna parte de la cocina, Bryan la miró desconcertado.

- ¿Que te sucede, Daniela?.

- ¡Sucede que esta mocosa me tiene harta!. - Se levanto, mis parpados se abrieron aún más. - Ya quiero que nos casemos. - Dijo mirándome fijamente.

- Daniela podrías... - Interrumpí a Bryan.

- Espero que se casen y ambos sean muy felices. - Sonreí con ironía y abandone el lugar.

- ¿Satisfecha?. - Golpeó la mesa. -e tienes harto.

- Tu me tienes harta, Cancel. - Se marcho.

Bryan.

Todo lo que anhelaba era que esto fuera una torpe pesadilla, Daniela cada vez me tenía más cansado, todo lo que sentía por ella era un pequeño afecto. Pero por Alison era todo lo contrario, me dolió ver que sus ojos estaban llenos de odio y frialdad, aquellas palabras que me retumbaron en la cabeza me terminaron destruyendo, ahora quizás este con ese tal Michael. Todo esto es una maldita pesadilla de mierda.

- ¿Estas son las horas de llegar?. - Dije observando el reloj de mi muñeca.- 11:57 PM.

- Blanqueo sus ojos. - ¿Es enserio?.

- ¿Enserio qué?. - Dije poniéndome de pie hasta llegar a su lado. - ¿Estabas con ese Michael?.

- Si, si estaba con él. ¡Ah! y no te preocupes, saldre en unas horas más al club nocturno de por aquí cerca, Michael me llevara, lo conoce a la perfección.

- ¿A ti que te hace pensar que saldras a estas horas y con ese tipo?.

- Solo quiero divertirme un rato, eso es todo.

- Lamento informarte que no, podrás divertirte, no iras a ninguna parte Alison.

- Se cuidarme bien, no soy una niña de ocho años, por el amor de Dios, tu lo sabes mejor que nadie. - Dijo un poco enojada.

- Ya dije que no.

- Quieras o no, voy a ir.

- No, no irás.

- Bryan... - La interrumpí.

- No es no Alison, ya te lo dije. Tu no iras y este tema se acaba aquí. - Dije para marcharme.

Alison.

De alguna manera iría a ese club, ¿Quién diablos se creía Bryan  para tenerme aquí encerrada?, después de lo que hizo no tiene ningún derecho sobre mi, es un completo idiota.

Me di una ducha, la cual no duro más de cinco minutos, estaría con Michael en unos minutos.

Bryan.

Veía la televisión mientras que Daniela ojeaba un de esas revistas de moda, de pronto sentí un exquisito aroma y unos tacones que sonaban en el suelo, gire mi cabeza y era ella.

Traía un vestido negro pegado al cuerpo, ese vestido resaltaba cada parte de su maravilloso cuerpo. ¡Mierda!, esos tacones se le veían jodidamente bien, Alison tenía una piernas tan preciosas. Luego de examinar su cuerpo subí mi mirada hasta su rostro. Su cabello traía unas ondas en el, su maquillaje no era cargado, tal y como me gustaba. Hoy ella se veía increíblemente maravillosa. ¿Pero que estoy pensando?, ¿Adonde cree que va con esa vestimenta tan provocativa?.

- Ya te dije que no irías. - Gire mi vista nuevamente hacia la televisión.

- Daniela... ¿Porqué no invitas a Bryan al club nocturno de por aquí cerca?, yo iré con Michael.

- ¡Eso suena increíble!, Amor vamos.. ¿si?.

- No, no iremos.

- Bry... Por favor...

- ¡Dije que no!. - Grité, ella se quedo en silencio. - Alison, vete a tu habitación. Tu no saldrás a ningún lado.

- Pero ya no puedo cancela.. - La interrumpí, me puse de pie para llegar hasta su lado.

- Por favor Ali, ya no quiero discutir más contigo.

- ¿Sabes qué? - Dijo acercándose hasta mi. - ¡Te odio!. - Golpeó mi pecho fuertemente.

- Alison, ¡Maldita sea!.

- ¡Te odio! ¡Déjame vivir mi vida! ¡Imbécil!. - Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, luego de aquello se fue a su habitación, dejándome perplejo.

- Yo...- Dijo Daniela mirándome. - Yo creo que es mejor que me vaya de aquí, Bryan. - Se levanto de él sofá.

- ¿Adonde te irás?. - Dije mirándola.

- Me devolveré a mi casa, allí te esperaré. - Se marcho a su habitación.

Ya ni siquiera sabía que pensar, Daniela se había ido ya hace algunos minutos, Alison debía de estar en su habitación. No tenía idea si esto se arreglaría, me dolía tanto verla así, me rompió el corazón cuando dijo que me odiaba, porqué en realidad yo la quiero, quizás es apresurado pero estoy enamorado de ella. De sus sonrisas, sus bromas, sus besos, y aquel cuerpo que me hace delirar. Quizás siempre estuve enamorado de ella, quizás siempre la amé, y nunca lo noté. Pero.. ¿Que debo de hacer ahora?, ¿Dejar que ella siga su vida sin mí, o luchar por estar con ella?.

Tal vez, debería hablar con ella.