030
Bryan.
Alison se corrió más de una vez en mi boca, todo su cuerpo era un verdadero manjar para mi boca, pero ahora necesitaba sentir eso en mi miembro. Sentirme dentro de ella, que sus labios se abran y supliquen más y más, ella sabe que le daré todo lo que me pide. Pero... Ella me hizo sufrir a mí, podría hacerla sufrir un poco a ella.
- Te necesito... ya - Gimió, uno de mis gruesos dedos estaban dentro de ella.
- Tranquila princesa. - Deje un humedo beso en su cuello. Retiro mi mano de mi sexo, ahora solo me dedicaba ha acariciala.
- Bryan por favor. - Sus suaves manos acariciaron mis pectorales hasta mi abdomen, bajo su mano hasta mi miembro. - Que duro esta. - Ella pasó su lengua por sus labios humedeciendolos.
- Eso que aún no me quito el pantalón de dormir. - Le guiñe el ojo, y apegue con fuerza mi erección entre su pierna.
- Ah... Bryan... ya. - Gemía.
- ¿Que quieres? Dimelo, quiero escucharlo...
- ¡Metelo! Te necesito.... en mi.
Alison.
Bryan se quito los pantalones y yo por poco desgarro aquellos boxers. Se volvió a la cama y se acomodo en mi entrepierna y empezo a penetrarme suavemente, hacia movimientos suaves y después bruscos de dentro hacia fuera, eso hacia que mi espalda se arqueara de placer, ya no gemíamos, gritábamos de placer, ambos sudados, mojados, excitados, sentía su respiración agitada en mi rostro, yo lo tome de la cara pegándolo a la mia, besándolo apasionadamente y abrazándolo, rasguñaba su espalda.
- Me gustas, me gustas, no tienes idea de cuanto me gustas Alison. - Hablo Bryan, mientras soltaba pequeños besos en mis labios. - Dios... Me volveré completamente loco contigo.
- ¡Oh Bryan! Así. - Gemi.
- Vamos un poco más. - Me penetro con fuerza, solté un gritó. - Ya casi...
- ¡Bryan, Bryan!. - Grité.
Era tanto el placer que causaba en mí, no hacia más que gritar de placer y clavaba mis uñas en la espalda de Bryan y minutos después comencé a sentir una oleada de placer. No paraba de gemir, Bryan me embestía cada vez con más y más fuerza, proporcionándome más placer. Los dos ya exhaustos, sentía como el esperado orgasmo se avecinaba. Pronto noté un espeso líquido dentro de mi. Bryan se corrió, desencadenando el orgasmo dentro de mí, seguido del mío. Se dejo caer encima de mi, y ambos después de calmar nuestras respiraciones solo nos miramos y sonreímos.
- Estuviste increible.
- Tú no te quedas atrás, hermosa. - Se acostó a mi lado, mientras acariciaba mi cuerpo.
- Acaricie su cabello humedo. - Creo que dormiré, ¿Te quedaras conmigo verdad?.
- Él Beso la punta de mi respingada nariz. - Si, Daniela se tomo una de sus pastillas de dormir.
- Perfecto, mi amor. - Sonreí, mientras me acomodabas en su pecho.
Bryan.
Que manera de hacer el amor, eso fue maravilloso nadie podría amargarme el día. Mi pequeña princesa tardo mucho en cerrar sus parpados completamente, se veía tan hermosa dormida, era hermosa en todas las facetas. Acaricie su cabello unos minutos, mientras conciliaba mi sueño; Bese su frente con suavidad, no quería despertarla. Cerre mis ojos por completo y de pronto me sentí en una gran nube, una nube calida, estaba soñando, ahí estaba Alison, vestía de blanco con una adorable corona de flores. Se veía maravillosa como siempre.
Los rayos de luz entraban por los ventanales de la habitación, mi princesa aún dormía. Mire el reloj por curiosidad y para mi mala suerte ya casi eran las 11:00 am. Mierda, Daniela, ya tuvo que haber despertado. Me puse mi pantalón, y arregle un poco mi cabello, Ali dormía boca arriba, aproveche esa posición para besar sus labios y salí de la habitación descalzo. Camine por el pasillo sigilosamente, abrí la puerta de mi habitación y Daniela estaba tumbada en la cama aún, esas pastillas hacían un efecto increíble.
Me di una ducha, todo lo que hacia era pensar en Alison, era extrañamente increíble como una persona podía vivir en tu mente. Sentía que este sentimiento crecía cada día más, me sentía enamorado. Más que nunca.
- Mi amor. - Entro al cuarto de baño.
- La toalla rodeaba mis caderas. - Daniela, ya salgo del baño.
- Pero yo me venía a dar una ducha contigo. - Se quito el camisón, quedando como Dios la trajo al mundo.
- Lo siento, pero tengo unas cuantas cosas que hacer, me llamaron hace unos minutos y tengo que llenar un informe. - Abandond el cuarto, ella salió detrás de mi.
- Vamos... Quédate un rato conmigo, con tu novia, tu futura esposa. - Me abrazo por atrás, trataba de quitar mi toalla.
- Ahora no, hablo enserio. - seguía insistiendo.
La toalla se desprendió y quedo a mis pies.
- Mucho mejor... - Me giré hacia ella molesto.
- ¡Maldita sea Daniela!. - Grité, esta enredo sus manos en mi cabello y devoro mis labios.
"- Esto solo lo puede hacer Alison, solo ella me descontrola. - Pensé."
La puerta de la habitación de abrio.
- Perdón... Yo... - Los grandes ojos de mi pequeña se cristalizaron por completo. - No tenía idea que estaban en esto. - Dijo para salir corriendo de la habitación.
- ¡Alison! ¡Alison ven aquí!. - Grité fuertemente, tome mi toalla y la enrede nuevamente en mi cintura para ir tras ella.
- ¿Por que te marchas?, ¿Vas por ella?. - Dijo molesta.
- ¡Maldita sea Daniela, todo esto es tu maldita culpa!. - El volumen de mi voz subió, y me marche de aquella habitación completamente furioso.
Es increíble como puedes caer de la sima de un momento a otro, debería terminar esta relación de mierda con Daniela, Esto no es una jodida relación, las verdaderas relaciones se aman, se besan, se acarician, se dan calor uno al otro. Y yo con ella no tenego ningunas de esas cualidades.
Abrí la puerta de la habitación de Alison, allí estaba ella, se me encogió el corazón al ver como unas lágrimas brotaban de sus hermosos ojos. Me sentía un verdadero estúpido, me merezco lo peor.
Alison.
Luego de lo que sucedió anoche no podía estar más feliz, desperté, él no estaba aquí, lo entendía ya que la patética de su novia tuvo que haber despertado. Me di una ducha rápida, tenía planeado ir por Bryan a su habitación y que ambos bajáramos a la playa o quizás que hiciéramos otro panorama, solo los dos. Los busque en el patio y cocina, como también lo busque por los pasillos de aquella casa, debía de estar en su habitación.
Al abrir la puerta pude sentir como mi sonrisa desaparecía por completo, aquella sonrisa que el mismo había sembrado ya no estaba. "Alison, Alison ven aquí" me dijo él, luego de ver aquella espantosa escena en la que se encontraba él, junto a Daniela obviamente, me fui de allí. Y aquí me encuentro ahora, otra vez más con el corazón destrozado.
- Ali, mi amor, tenemos que hablar.
Es él, apenas lo puedo ver con esta vista empañada en lágrimas.
- ¿Que quieres Cancel, hacerme más daño?.
- Por favor hermosa, no llores. Lo que has visto no es cierto.
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