Todo iba excelente, hasta que el teléfono de la casa sonó ¿Quién demonios llamaría a estas horas de la madrugada?, Bryan no se despego de mis labios y sus tres dedos siguen en lo suyo, hasta que la contestadora recibió un mensaje

"Cancel, soy Arturo Di Stefano, cai en la clínica por que me fui al extremo con las copas. - Rio desganado. - Necesito que me vengas a buscar, no tengo a nadie más, tu eres mi mano derecha, adiós". Bryan abrió sus ojos de golpe y se separo de mi, él estaba muy confundido, no dijo nada y comenzó a vestirse.

- ¿A dónde vas?. - Pregunté mirándolo algo confundida.

- Yo...- Sus tartamudeos nuevamente salieron. - Tengo que irme, Arturo es mi jefe y no lo puedo defraudar. - Tomo su camiseta, y en su mano derecha sus zapatos, me observo con ternura antes de dejar la habitación y se marcho.

Bryan pov's

Las llaves de mi auto se encontraban sobre el sofá, las tome y sali afuera por mi auto, presione el acelerador y salí rápidamente, estaba muy acelerado, me sentia jodidamente confundido, casi hago que Ali sea mía, no se si esto me asustaba o realmente me ponia contento.

¡Demonios!, golpee el volante molesto, pero no dejaba de observar la carretera, todo de ella era tan delicioso, cuando se corrió en mi boca fue como estar en el verdadero paraiso, pero ¿Qué haría ahora? Después de todo, ella seguía siendo mi sobrina.

Bryan se acerco al mesón blanco de la clínica.

- Disculpe señorita, Arturo di Stefano ¿En que habitación se encuentra?.

- Un momento por favor.- Dijo guiñándole un ojo de forma coqueta y giro su vista hacia su computadora. - Arturo Di Stefano.. se encuentra en la 22, pero lamento informarle que usted no puede entrar.

- Gracias. - Fingió una sonrisa y se fue al pabellón 22 ignorando a la chica.

Lleguo a la habitación, había cientos de médicos ahí dentro, Arturo tenia un extraño cáncer en su estomago y tenia prohibido beber alcohol y al parecer todo estaba empeorando para Arturo, Bryan se sentó en el suelo a esperar los resultados del doctor, era lo mejor que podia hacer.

Alison pov's

10:00 de la mañana, me di una ducha y me puse una pequeña blusa de tirantes, una sudadera color negro y mis Vans.

Bryan aún no llegaba, lo intente llamar al celular pero por mala suerte su celular lo había dejado aquí, me prepare unos panqueques, me servi un poco de jugo de mora y me sente al sofá viendo la televisión. Cada segundo que pasaba tenia a Bryan pegado en mi cabeza, no podia quitar de mi cabeza lo que sucedió anoche, su labios, sus manos, su cuerpo. Todo el era perfecto. De pronto sentí como se abrió la puerta y deje caer el vaso al suelo, era Bryan, él solo río y se acerco a mi.

- Que despistada estas. - Besó mi frente y comenzó a recoger los vidrios del vaso quebrado

- Lo siento. – Bryan se queja.– ¿Que sucede?. - Se levanto con su dedo lleno de sangre. - ¿Te duele?.

- Si, un poco. - Dejo los vidrios a un lado, se apoyo en la mesa y se metió su dedo a la boca. - Todo es tu culpa. - dijo con una sonrisa, me acerque de forma coqueta a él.

- Lo siento mucho Bry. - Dije tomando su dedo y suavemente lo lave con un poco de agua y jabón, una vez lo seque le di un beso en su herida, para seguidamente meterlo dentro de mi cavidad bucal y chuparlo, haciendo que Bryan se estremeciera por completo.